Capítulo 4. ¿Esto es real?
No entiendo bien porque estando tan cerca no hace nada, pareciera como si estuviera jugando conmigo, sonríe de lado cuando nota que estoy observando sus labios, cuando observo atentamente sus manos jugar con el boleto, no escucho lo que está diciendo creo que habla de los miles de premios que ha ganado en tantos deportes, no lo sé solo escucho yo también puedo hacer eso, cuando sonríe yo sonrió, no sé bien que es lo que pasa porque siempre me pierdo en él y en su vos.
Él no es de los que dicen las cosas sin sentirlas eso lo sé perfectamente, pero todos estos años… todos estos años realmente ¿han sido un desperdicio? Un desperdicio de tiempo, no lo sé esta rueda de la fortuna parece no tener fin sigue y sigue avanzando mientras que el continua hablando sobre deportes, odio los deportes, odio si quiera correr, pero el por el contrario los ama, ¿Cómo fue que termine enamorado del si somos tan distintos?
En repetidas ocasiones demuestro más amor del que recibo, le demuestras más que lo necesito, pero no entiende no quiere entender que mi vida no es nada sin él.
-¿Wólfram? Te estoy hablando…-
-Disculpa me perdí-
-Te decía que si recuerdas del amuleto que media los latidos del corazón-
-Claro-
-Hoy lo traje conmigo de nuevo-
-¿En serio?-
-Sí, mi corazón se sigue acelerando siempre que estoy tan cerca de ti-
-no te entiendo-
-Has sentido que miles de hormigas pasan por tu cuerpo, pero al mismo tiempo tus piernas pierden el control como si estuvieras a punto de caer… Wólfram mi corazón quiere escapar de mi cuerpo-
-Yuuri- Tal vez lo esté mal interpretando todo, pero comienza a acercarse a mi toma mi nuca con sus manos mi acerca más hacia él, nuestras narices se rosan, entonces sus labios se posicionan sobre los míos, mi boca no reacciona, la suya en cambio parece ser tan experta se mueve tan rápido, una de sus manos me sujeta la cadera y la otra juega con mi cabello, lentamente se separa y busca entrelazar sus dedos con los míos
-Te amo Wólfram-
-¿Qué?- Vaya esta rueda de la fortuna sí que es buena, gracias Goldfrapp- ¿De qué hablas?-
-Si- suspira- bueno ahora puedes odiarme-
-¿Odiarte?-
-Si, por amarte-
-Yuuri… eres un tonto…-
Esta vez yo tomare la iniciativa, torpemente rodeo con mis brazos su cuello, lagrimas comienzan a caer por mis mejillas y una gran sonrisa aparece, no lo puedo disimular, estoy feliz muy feliz…comienzo a besar su mejilla, él no dice nada solo me abraza muy fuerte, cada besos me acerca más a sus labios que poco a poco voy encontrando, pero también encuentro su mirada, una mirada diferente a las de siempre es como si el ya no fuera el, nuestras narices rozan por un segundo, aunque me apresuro y devoro sus labios lentamente, nuestras lenguas se tocan y juegan un juego lento donde no importa el ganador sino que tanto se disfruta, su boca es completamente mía.
Sus manos se deslizan por mi cadera moviéndose vigorosamente examinando cada parte de mi espalda, comienzan a husmear dentro de mi ropa una mentados dentro de mi playera mientras que la otra se mete dentro de mi pantalón, comienza a jugar con el resorte de mi bóxer, yo solo me acerco más a él, para sentir su calor y su pasión.
La luna nos ilumina, hemos llegado por fin a la cima de la montaña rusa, toda la ciudad se puede ver desde aquí, pero eso no importa ahora, solo me importa el, se separa de mí y sujeta mis manos contra su pecho, ese pecho que he querido tocar, acariciar y lamer hasta cansarme es mío ahora, es de mis manos de mi cuerpo.
-Wólfram ¿quieres ser mi novio?- La luz de la rueda de la fortuna alumbra su rostro , dandole un aire de misterio que a la vez es tan seductor, cabello por la agitación ha caido un poco por su rostro ¿Esto es real?