Un pato cuac cuac
Varios minutos pasaron sí que alguno de los dijera alguna palabra, el silencio no era incomodo era tranquilo, de esas veces que te quitas un peso de encima y lo único que puedes hacer es sonreír y guarda silencio, tal vez si era el amor lo que unía a dos personas a pesar del tiempo y la distancia, tal vez así paso con nosotros, trate de buscar aquellos globos, pero las estrellas y la luna parecían estarlos ocultando, di un enorme suspiro.
-¿Qué sucede?- dice Yuuri
-No nada-
-Creo que deberíamos de irnos, ya es un poco tarde y bueno… mañana hay trabajo….-
-¿Trabajo?- por un momento olvide el nuevo trabajo de maestro
-Si… ¿a qué hora entras mañana?-
-No lo sé-
-¿No sabes?... ¿Qué clase darás mañana?-
-Tampoco lo es-
-Vaya Wólfram yo te recordaba un poco más responsable-
-Lo soy, solo que me siento algo aturdido como si no recordara nada-
-¿pérdida de memoria?-
-Algo así-
-Si digamos que si-
-Entonces no te puedo dejar solo ni un momento- me guiña el ojo- tienes que venir a mi casa esta noche- sonríe ¿Tienes auto? ¿Sabes cómo manejar? ¿Dónde vives?-
-No lo sé- busco en mis bolsas algún rastro de mi memoria, encuentro unas llaves de un auto y de lo que parecen ser las llaves de mi casa
-¿Esas son tus llaves?-
-Creo que si-
-En serio no te puedo dejar solo, ven vamos a mi casa- toma fuertemente mi mano y me jala- ya es tarde, tendremos que correr-
-Pero no tan rápido por favor- dijo agitadamente mi cabello cae sobre mi cara, al parecer esto le causa gracia a Yuuri porque va riendo, de pronto nos detenemos
-Te presento a mi medio de trasporte-
-una motocicleta-
-¿Te has subido alguna vez a una?-
-No, me dan miedo-
-No te pasara nada- se sube a la moto- vamos te prometo que no te pasara nada- trato de confiar un poco en él y me subo- vas a tener que agarrarme por la cintura sino posiblemente caigas y eso no sería muy bueno- sujeto fuertemente su cintura- voy a encenderla ¿ok?-
-Sí, hazlo de una buena vez- el camino me pareció muy largo, las curvas eran mi temor más grande, sentía que en cualquier momento caeríamos al suelo.
-Dulce hogar- dijo Yuuri al abrir la puerta de su casa, lo primero que capta mi atención es el sillón de la sala ya que al parecer hay alguien sentado ahí, seguramente esperando por el regreso del señor de la casa, mi mente comienza a a viajar cuando veo la mano de una mujer moviendo el control de la televisión <> pensé
-Amada- la voz de Yuri me saco de mis pensamientos- ya regrese- la mujer se levanta lentamente del sillón, es una mujer joven, cabello cobrizo, ojos azules, delgada, bonitas piernas, un poco desarreglada
-Que gusto me da verte tengo algunos reclamos que hacerte- la mirada de Yuuri se dirige hacia mí, al parecer la mujer no había notado mi presencia ya que cambia completamente- Buenas noches… ¿No me vas a presentar?-
-Claro… Wólfram te presento a Ada… Ada él es Wólfram…-
-Mucho gusto- dice la mujer mientras me ofrece una hermosa sonrisa, <>
-Igualmente-
-Volviendo a mis reclamos… tu hijo no quiso comerse las verduras… dejo todas la zanahorias en el plato, además se comió la comida del perro y no quiso bañarse…-
-¿Dónde está?-
-Se quedó dormido… quería esperarte despierto, pero se quedó dormido…-
<< ¿Un hijo?>> ellos tiene un hijo, no es posible como se atrevió a decirme tantas cosas en el parque si él tiene compromisos, el nunca acaba de jugar conmigo, me siento como un completo tonto, pero esta vez me quedare aquí, me quedare a armar un escándalo, esta vez le diré todo lo que me venga en gana ya no más llanto… hoy todo termina de acabarse entre nosotros.
-Qué bueno que se durmió… me cuesta tanto lograrlo yo solo…-
-También se acabó la leche, mañana tendrás que ir temprano por un cartón, además ya no hay galletas de avena, tienes que pagar la renta de este mes el viernes a más tardar-
-No sé qué haría sin ti Amada mía- suspira- Wólfram no te quedes ahí toma asiento en un momento cenamos algo- de pronto un llanto se escucha por toda el lugar, es la voz de un pequeño niño, de pronto una puerta al final del corredor se abre de golpe, toda la casa resuena
-Papi… Papi… Papi…. Tuve pesadillas…Papi…- el niño aun llorando abraza por las piernas a Yuuri
-Bueno yo ya me voy, no quiero tener que dormirlo de nuevo… Mucho gusto wólfram, me voy Yuuri dame mi dinero- la chica estira su mano, Yuuri saca de su billetera algunos billetes- Suerte- dice mientras se pone su chaqueta, todo aquí es muy raro ¿Por qué si es la mamá del niño se va cuando empieza a llorar y se despierta?
-No deberías de quedarte más tiempo- dijo en un susurro
-¿Por qué?- responde ella
-Porque es tu hijo- la mujer suelta una gran carcajada
-Sí que es simpático tu amigo Yuuri, nos vemos luego, que pasen linda noche- y sin más se va
-Papi hazme caballito-
-Corazón tenemos invitado salúdalo-
-Hola señor-
-Hola pequeño, ¿Cómo te llamas?- El pequeño es igual a Yuuri, solo que sus ojos son color miel, lleva una pijama con dinosaurios y un la mano derecha un peluche en forma de dragón
-Mi nombre es Yuuri- me regala una enorme sonrisa
-Wólfram… ¿puedes acompañar al pequeño a su cuarto? Mientras yo hago la cena-
-Claro-
-Wólfram te va a llevar a dormir a tu camita ¿está bien?-
-Si papi- tomo al pequeño de la mano y lo conduzco hasta su cama, su habitación está llena de animales de peluche, es como una juguetería –Cántame una canción, mi papá lo hace siempre-
-Mmmm no se me ninguna-
-Por favor- sus ojos comienzan a llenarse de lágrimas
-Está bien emmmm deja recordar alguna- recuerdo que mamá me cantaba una siempre que estaba triste- esta canción me la cantaba mi mamá me hacia reír mucho…
…
Un pato
Que va cantando alegremente
Cuac, cuac
Cuando se encuentra a un lindo gato
Miau, miau
Para cantar bosanova
Un ganso
Se entusiasmó alegremente
Cuac, cuac
Para cantar hacia la gente
Cuac, cuac
…
El pequeño se reía y aplaudía, yo imitaba los movimientos de los animales y cantaba lo mejor que podía, no tengo una voz muy fea, pero cantar no es lo que más me gusta hacer.
…
Y un perrito que hay estaba empezó a cantar
Cuando quería ensayar el pobre pato se desafinó
Cuchi, cuchi como le sale
Sus notas feas eran peor que las del gato
La voz del pato era más que un desacato
Y en la nota final lo empujaron al agua
…
Y por fin se durmió, lo cubro con la sus cobijas, le doy un beso en la frente y lo contemplo por un momento, es un niño bastante tierno… algún día me gustaría ser padre… siento una mirada sobre nosotros.
-¿Cuánto tiempo llevas observando Yuuri?-
-Desde el primer Cuac… serias un buen padre… hace mucho que mi pequeño no se divertía tanto…-