-Desde el primer Cuac… serias un buen padre… hace mucho que mi pequeño no se divertía tanto…- sonríe
-Es muy lindo se parece a ti cuando tenías su edad-
-Vamos a cenar ya está todo listo-
-Creo que debería de irme- digo dándome la vuelta y saliendo de la habitación
-¿A dónde?- suspira- no sabes ni donde está tu casa- me toma de la mano- vamos prometo que no pasara nada-
-Tal vez la mamá de Yuuri regrese y me diga algo- contesto nervioso
-La mamá de Yuuri no va a regresar nunca- saca un cigarrillo de su bolsillo y un encendedor
-Pero si acaba de salir-
-¿Te refieres a la mujer que acaba de salir?- suelta una carcajada- es solo la niñera-
-¿La niñera? ¿Y tú esposa? ¿Dónde está?- no puedo evitar hacer tantas preguntas
-Nunca me case, viví unos años junto a ella, pero entre sus planes jamás estuvo tener un hijo y mucho menos tener un esposo siendo ella tan joven…cuando Yuuri acababa de cumplir un año decidió irse…- apaga el cigarrillo entre sus dedos- eso fue lo que me hizo madurar… tenía que estar junto a el cuándo se sentía triste o enfermo… yo era lo único que el tenía en el mundo y no fue fácil tuve que trabajar, estudiar y atenderlo , habían días en los que lo único que quería hacer era estar con el- suspira- todo esto también me hizo pensar en ti y en tu amor sincero, Wólfram quería que estuvieras junto a mí, juntos compartiendo momentos únicos-
-No me esperaba eso… no sé qué decirte Yuuri- en su mirada puedo notar su sinceridad, no es como tantas personas que he visto hacerse las víctimas, esto es real.
-Créeme todo ha sido así, he pagado todo lo malo que hice- se acerca un poco a mí, toma mi mano y la acerca a su mejilla- pensé en buscarte, pero no sabía en donde… en mí siempre existió la esperanza de estar juntos- me toma por lo hombros y me da un beso en la frente.
Toda la velada pensé en lo que me había dicho, seguramente fue difícil enfrentarse a tantas cosas solo. Mientras cenábamos pude notar tantas cosas que seguían ahí en él, la sonrisa que me regalo cuando le dije que si podía comer un poco más de ensalada.
Es difícil poder describir mi día, todo ha sido tan confuso y extraño ¿a qué me dedico? Eso no puedo creerlo soy artista… ¿Escultor, pintor, cineasta o fotógrafo? Yuuri me ofreció su habitación para poder dormir el día de hoy ya que no hay otra habitación en la casa, su almohada huele a menta… es tan cómodo estar aquí me siento protegido y tranquilo, quisiera dormir junto a él solo una vez más, imagino que sus sabanas son sus brazos, entre la calidez de sus brazos mis ojos comienzan a cerrarse lentamente.
El tiempo parece agua que se escapa entre mis manos, todo fluye tan natural porque mi vida comienza a tomar un equilibrio que jamás logre obtener. Al parecer soy un excelente maestro, o bueno eso es lo que mis alumnos y supervisores dicen, después del trabajo junto con Yuuri vamos a la escuela del pequeño Yuuri que nos espera con una gran sonrisa y comemos todos juntos, por la tarde vemos películas y le ayudo con las tareas, por la noche ya cuando el pequeño se ha quedado dormido Yuuri me lleva a mi casa y solo a veces me quedo a dormir en su casa.
Cada mañana me pregunto ¿Qué somos? ¿Novios, amantes, amigos o soy yo la nueva niñera de su hijo? Entonces camino confundido hasta llegar al salón de clases y como cada mañana encuentro una taza de café, una rosa y un pedazo de pastel, los pequeños detalles hacen diferentes tus días, me acerco y tomo la rosa entre mis manos, su aroma es cálido, relajante , pero también tiene un poco del aroma de él.
Dirijo mi mirada de nuevo a la mesa ya que una nota color azul llama mi atención…
Wólfram
Te espero hoy a las 11:30 en la sala de conferencias necesito decirte algo urgentemente
Yuuri
Los chicos de la clase de las 8 comienzan a llegar es entonces cuando regreso al mundo normal, trato de guardar calma y continuar con mi día, aunque es imposible hacerlo del todo debido a que en ocasiones no puedo evitar pensar en eso tan urgente.
Mis pasos se vuelven lentos son las 11:29 no quiero cruzar esas puertas, algo me pone realmente nervioso y no sé por qué. Paso por varios pasillos y doy vuelta para encontrar la entrada a la sala de conferencias, con la punta de los dedos toco la puerta, tengo miedo de abrirla.
Al abrir me encuentro con un sitio totalmente abandonado, todo está oscuro, comienzo a dar unos pasos y la puerta se cierra tras de mí, me aventuro un poco más y tropiezo con un escalón, entonces miles de velas se iluminan creando un camino a lo largo del salón, trato de buscarlo pero fuera del camino de velas no se ve nada todo sigue igual de oscuro, decido seguir adelante, aquellas pequeñas flamas me hacen sentir observado. Al llegar al final del camino encuentro un corazón hecho de velas y en medio de él una frase ¿Te quieres casar conmigo? Pongo mis manos sobre mi boca, mi corazón se acelera y unas manos me toman por la espalda en la zona de la cintura.
-¿Lo harías?- me pregunta al oído