Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cambio De Parejas por sazuhuri

[Reviews - 79]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola chicos, disculpen la demora aquí vengo con un capitulo bastante revelador, espero que les guste sin más que decir a leer.

 

Capítulo 8

Enfrentando los hechos (Parte 1)

 

-Vamos Shinobu debes de comer. – Su primo intentaba inultamente que el pequeño oji gris comiera algo.

Habían pasado tres días desde que Miyagi había terminado su relación con el menor, y este se había sumido en una profunda depresión.

Yuki no sabía qué hacer para sacar de aquel estado tan lamentable al rubio, apretó los puños con fuerza, ese idiota profesor, lo había basureado y el muy ingenuo aun lloraba por ese hombre.

Beso la frente de su primo y salió del lugar, ese hombre lo escucharía.

…………………………………….

Su celular sonó por tercera vez en el día, Tsumori le enviaba mensajes todos los días sin falta, ya sea para preguntarle cómo estaba o simplemente para saludarlo debía admitir que le gustaba.

Su relación con Nowaki no estaba del todo bien, desde su discusión el menor aparecía menos en la casa y ya no hablaban, Hiroki se estaba volviendo loco con su indiferencia, no quiera perderlo, una parte de él estaba arrepentido de haberle dicho todas esas cosas.

No era su intención lastimarlo, pero estaba cansado esta relación, ante el peli azul se quejaba de su falta de tacto ahora era lo contrario, por otro lado estaba Tsumori, un hombre gentil que siempre estaba dispuesto a escucharlo, era tan difícil para Nowaki estar un momento con él.

-Quizás ya se cansó de mí. – Susurro sorprendido al llegar a esa conclusión, pero si lo pensaba bien el menor estaba en todo su derecho, él siempre fue muy frio con su pareja, nunca demostró su amor o cariño.

Sacudió su cabeza intentando sacar esos pensamientos, miro su celular y no pudo evitar sonreír con tristeza, era un mensaje de su novio, diciendo que no llegaría. Apretó los puños con fuerza, era su día libre se supone que irían a pasear o al cine.

-No pienso quedarme encerrado. – Susurro con rabia mal contenida, tomo su celular y marco un número en particular, espero dos timbre y una familiar voz contesto del otro lado.

-¿Hiroki-kun eres tú? – No pudo evitar sonreír a l escuchar la voz del rubio.

-Soy yo,- confirmo.- ¿interrumpo tu trabajo?

-Claro que no, tú nunca interrumpes. – un silencio se hizo en las dos líneas, pero para sorpresa del castaño era cómodo.

-Quería saber si estabas disponible esta tarde. – Tsumori casi escupe el café que estaba bebiendo, por fin su sueño se estaba haciendo realidad.

-¿Qué tiene en mente?

-Quiero ir al cine, claro si tú quieres. – Se apresuró aclarar un sonrojado Hiroki.

-Me parece perfecto, paso por ti a las 6

-Te estaré esperando. – Susurro

-Ahí estaré. – La llamada fue finalizada con dos suspiros por ambos lados.

……………………………………………….

Nowaki estaba en el hospital, bebiendo un café, acaba de enviar un mensaje a su novio, más este no contesto. .-Seguro se molestó.- Susurro dando un sorbo a su café, sabía que estaba evitando a Hiroki, estaba molesto las palabras del castaños eran ciertas pero no por ello dolían menos.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por cierto hombre ahora desagradable para él. – Siento interrumpir tu descanse, perote informo que una vez que termine, yo me voy. – El menor frunció el ceño.- Dijiste que te quedarías apoyar el turno. – El rubio sonrió.

-Sabes Nowaki hay cosas más importantes. – Sonrió, para luego marcharse con una sonrisa de oreja a oreja.

Nowaki sintió que algo andaba mal, apretó los puños con rabia, presentía que algo no muy bueno pasaría.

-Debo estar tranquilo. – Se dijo así mismo tratando de sacar cualquier pensamiento perturbador. Vio al mayor retirarse, respiro profundo tratando de calmarse.

……………..

Su aspecto era un desastre, no se había movido del hospital para nada, Haruiko, fue amable  de traerle ropa y sus cosas de aseo personal.

Misaki había sido trasladado a una clínica especializada la mejor de Japón, tenía un cuarto amplio, con una cama extra.

El menor no daba signo de despertar, sus signos vitales, eran estables, pero la noche anterior bajaron a niveles críticos, por lo que ahora el menor necesita ayuda de un ventilador para respirar con total normalidad.

-Buenos días amor. – Susurro el escritor, una vez despierto, besando la frente de su niño, acaricio su mejilla.

-Sabes Misaki estaba pensando, que cuando despierto saldremos de vacaciones, hable con Isaka-san y ya me dio permiso, conoceremos Europa, te encantara. – Sonrió con tristeza. – Visitaremos todos los lugares que quieras. – Una lagrima se deslizo por su mejilla.

Tomo sus manos, tibias, inmóviles.

…………………………….

-Usagi-san está llorando por mí. – Susurro un  oji verde, al escuchar las palabras de su amante, el lugar cada vez era menos oscuro, su otro yo lo miraba desde un rincón recelo.

-Claro que no llora por ti, si no por mí. – Aseguro el otro ser con maldad pura en sus ojos.

-Pues no lo creo. – Misaki se puso de pie, mirando de manera desafiante a su enemigo, que tanto sufrimiento le estaba causando. – Usagi-san me quiere a mí, por mi esta así.

Su alter ego lo observo impresionado. – Veo que no eres tan estúpido.

-¡El único estúpido eres tú!, me cansaste, Usagi-san es mío y no lo voy a dejar ir. – Una fuerte compulsión sacudió su cuerpo, su cabeza dolía y sentía que el aire le faltaba.

-¡nunca te lo dejare!- Su alter ego apretaba con fuerza su cuello, sentía que la oscuridad lo invadía, pero de pronto escucho una voz, un susurro cálido.

“Misaki te amo”

Abrió sus ojos y con las pocas fuerzas que tenía, le dio un certero golpe en el estómago a su contrincante. - ¡No voy de dejar de luchar por lo que es mío! –Sentencio con voz débil, mirando a su adversario con odio.

…………………………….

Era el quinto cigarro que encendía durante la última hora, no entendía en que momento  su tranquila vida, cambio de manera radical, había decidió tomarse una vacaciones, no tenía ánimos de enseñar o aguantar chiquillos malcriados.

Los insistentes golpes en la puerta los sacaron e su nube depresiva, con pereza bajo las escaleras para abrir. Sorpresa fue ver aquel chico, de ojos grises, primo de Shinobu.

-¿Qué haces aquí? –Pregunto de manera hostil.

-Necesito hablar contigo, - El más joven ingreso a la casa del mayor sin ser invitado e ignorando la cara molestia del hombre.

-Te envió Shinobu. – La burla es sus palabras no paso desapercibida por el menor.

-No idiota. – Contesto con los puños cerrados, tratando de calmar su rabia.

-¿Entonces no entiendo tu visita? – Le dio una calada a su cigarro mirando a su invitado de manera curiosa, para luego sonreír. – No me digas que el mocoso se aburrió de ti. – Sonrió, pero esa sonrisa le duro poco al sentir un fuerte dolor en su mejilla derecha, que lo hizo caer y aterrizar en su trasero.

-No entiendo que vio Shinobu en ti, - Su voz dilataba odio puro. – Él está mal, no como, no duerme, llora, su piel esta tan pálida, apenas abre sus ojitos y todo por un idiota que no lo valora.

Miyagi miro al chico sorprendido, su niño estaba sufriendo, se supone que eso no debía pasar, el nunca haría algo para dañarlo, pero a quien engañaba él ya lo había dañado.

-Yo nunca quise herirlo. – susurro más para sí mismo.

-Pues no se nota, lo heriste y mucho él te ama, y zona ridículo pero si sigue en ese estado morirá de pena. – El corazón del mayor se comprimió al escuchar esas frases.

“Y dicen que no puedes morir de amor”

………………………….

Nunca se había mirado al espejo tantas veces, pero quería verse bien, su corazón latía con violencia. ¿Hace cuánto que no se sentía tan entusiasmado?, era solo una salida al cine, no es como si fuera la primera vez que iba.

Sus ojos castaños miraban su reflejo, porque con Nowaki ya no sentía ese nerviosismo o esas ganas de verlo a cada momento, ¿Sera verdad que lo que dicen?

“El amor es como un flor, hay que regarla y cuidarla para que siga creciendo y no se marchite”

-Nowaki… - Susurro con pesar, el sonido del timbre lo hizo saltar, se observó al espejo una vez convencido de su imagen, camino a la puerta para encontrar un hermoso ramo de rosas blancas, su cara estaba roja, su corazón pronto escaparía de su pecho .

-¡Son hermosa! –Exclamo con alegría, se sentía como una adolecente en su primera cita.

-Como tú. – Tsumori estaba frente a él, con una camisa negra y unos jeans del mismo color ajustado, Hiroki debía ser honesto el hombre era guapo.

-Muchas gracias. – Susurro cerrando los ojos y dejándose llevar por el aroma de las rosas.

-¿Entonces qué película veremos?- Pregunto curioso y emocionado al ver la cara de felicidad del menor.

-Bueno. –Comenzó el maestro de literatura. – Me gustaría ver “Un eterno resplandor de una mente sin recuerdo”

-Se escucha interesante, una chica dijo que la fue ver con su novio ye ra buena. – Comento mientras observaba oji marrón colocar las flores en un jarrón de cristal.

-Bueno entonces vamos. – Ambos salieron del departamento, Tsumori le abrió la puerta a Hiroki cuando llegaron al auto.

El camino fue confortante para ambos, conversaron de trivialidades, conocieron pequeñas cosas del otro, se sentían a gusto, todo esa armonía se rompió, con el sonido de un celular, Hiroki se disculpó con el rubio para contestar.

Sus ojos se abrieron como plato al leer el nombre de su novio en la pantalla, se mordió el labio con nerviosismo no sabía qué hacer.

Tsumori miro de reojo al castaño, sin alejar la vista del camino, estaba nervioso no quería que el oji azul interrumpiera su tan ansiada cita, su sorpresa fue gran dé al ver como el profesor, cortaba la llamada para luego apagar el celular.

-¿Todo bien? –Pregunto preocupado

-Si. – Susurro el castaño observando por la ventana, ¿Era malo querer sentirse importante por un momento?

………………………………………

El celular fue estrellado con fuerza en la muralla, Hiroki le había cortado. En qué momento su amado comenzó a evitarlo. Apretó los puños con fuerza, ahora entendía todo, por eso Tsumori se fue temprano de seguro en esos momentos, los dos se estaban riendo de él.

-No Hiroki, si no eres mío no serás de nadie. – Susurro enojado.

Su respiración era agitada, camino de prisa por los pasillos del hospital en busca de sus cosas.

-Kusama-san, ¿Dónde va? ->Pregunto una enfermera al ver al joven doctor tomar sus cosas.

-Lo siento pero debo retirarme. – Fue su cortante respuesta.

-Pero no hay personal. – la mujer estaba extrañada por el comportamiento del joven.

-Lo siento pero debo resolver algo de improviso. –Con esas palabras dejo a la chica a mitad del pasillo sola, mientras corría a su hogar con no muy buenas intenciones

……………

Sentia su cuerpo arder, la oscuridad lo había cubierto hace horas, solo quería estar tranquilo y olvidarse de todo, no quería sufrir. Sintió un cálida mano en su frente, eso le tranquilizo alguien le hablaba, ¿Quién era esa persona?

-Shinobu. – Susurro el hombre con angustia al ver el estado de su niño. – Vamos amor abre tus ojos.

El conocía esa voz, en cualquier lado la reconocería, era Miyagi había vuelto por él, ¿o solo era su imaginación?, su cabeza daba vuelta, intento abrir los ojos, pero era difícil, su boca estaba pastosa y reseca a causa de la fiebre.

-Miyagi. –Susurro apenas, pero el nombrado escucho.

-Si Shinobu soy yo, tienes que reponerte cariño. – Miyagi lloraba en silencio, su niño estaba delgado y sudoroso, ¿Cómo llegaron a este punto?, ¿en qué momento las cosas se salieron de control?

Los grises ojos se abrieron con esfuerzo, esbozando una pequeña sonrisa. – Viniste, te extrañe mucho. – Su mano se posó en la mejilla del mayor, el cual la tomo como si su vida dependiera de ello.

-Si volví y no pienso irme.

-¿Te quedaras conmigo siempre?

-Sí, me quedare por siempre. –El menor cerró los ojos con una sonrisa, por fin podría descansar tranquilo.

-Hay que bajarte esta fiebre Shinobu. –Susurro colocando un paño húmedo en la frente del menor.

…………………

No sabe cuánto tiempo lleva corriendo, lo único que lo alienta es la voz de su conejo, el que le susurra un te amo, cada vez con más tristeza, el ve esa luz, él quiere estar con él, ver esos ojos violetas, ya no quieres ser débil nadie le quitaría a su Usagi –san.

-Usagi- san. – Grito con todas sus fuerza, de pronto sintió una luz que lo cegó y luego silencio.

Abrió los ojos con pesar, se sentía cansado, lo primero que vio cuando enfoco su vista unos hermosos ojos violetas, esos ojos que había extrañado.

-Usagi-san. –Sonrio agotado

-¡MISAKI! – el mayor no podía creerlo su niño estaba despierto. – No sabes cuánto te extrañe, tenía miedo de perderte. – Lloraba en el pecho del menor.

Podía sentir la gotas saladas mojar su camisola blanca. – Ya no volveré a irme Usagi, porque te amo. –Akihiko lo observo, vio esas orbes verdes que solo radiaban ingenuidad e inocencia.

-Yo no te dejare ir a ti Misaki, eres mi vida, - Se fundieron en un cálido beso, uno que sellaba su amor.

 

……………………..

El auto se estaciono frente al edificio del maestro de literatura, se bajó despacio, por alguna razón no quería dejar al rubio, se sentía bien a su lado.

Ese sentimiento lo hacía confundirse y hacerse una pregunto, ¿Dónde quedaba Nowaki entonces?

-La pase muy bien contigo Hiroki-kun. – El castaño miro esos ojos grises y vio ese brillo, ese brillo que ya conocía, estaban tan cerca, pero no quiso alejarse, él quería estar más cerca.

-Yo igual. – Contesto, podían sentir su respiración, Tsumori no dudo, Hiroki no lo rechazo, el mayor lo tomo por la cintura, sintió las manos del castaño rodeándole el cuello y el sutil acercamiento de sus labios, el beso era tierno y dulce, delicado como si quisieran expresar sus sentimientos en él.

La falta de aire los separo, ambos se observaron intentando descifrar respuesta, Hiroki sonrió, Tsumori se sentía en el cielo.

-Hiroki yo… - Pero un dedo en sus labios lo interrumpió.

-Por favor no digas nada. – Suplico. – Porque yo no me arrepiento. – Con esas palabras dejo aun aturdido rubio, que sonreí como idiota.

Lo que ambos hombre ignoraban que toda esa escena fue vista por el joven médico, los celos de Nowaki se descontrolaron y Hiroki pagaría las consecuencias.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).