Shinra quedo atónito cuando Shizuo entro en su casa con Izaya en brazos.
-¡Rápido, apártate! le ordeno Shizuo.
Menudos modales pensó el joven médico, hasta hace nada se encontraba descansando en su casa y ahora estos dos venían a molestarle con dios sabe que problema, además Celty no estaba para poder ayudarle a controlarles.
Shizuo dejó el cuerpo de Izaya en el sofá, donde segundos antes estaba sentado el pobre Shinra, el cual al ver más detenidamente a Izaya se empezó a alarmar, jamás le había visto así, estaba destrozado, cortes por todos lados y claros síntomas de una pelea.
-¿Qué has hecho? Esta vez si te has pasado, cuando decías que lo ibas a matar jamás pensé que llegarías tan lejos la cara del médico estaba roja por el enfado y los nervios, había dicho esto último gritando a pleno pulmón.
Shizuo ni siquiera le miraba, la mirada de él estaba puesta en el joven que se encontraba malherido en el sofá.
-Shizuo, escúchame cuando te hablo volvió a gritar Shinra, pero no surgió efecto hasta que agarró al rubio por el brazo y le agito, entonces fue cuando reacciono.
-Cúrale ordeno Shizuo.
-Eso está claro respondió el otro, pero dime que demonios has hecho.
-Yo no hice nada, me lo encontré así, se estaba pelando con otro pero no sé muy bien el por qué, tienes que hacer algo.
Shinra miraba a Shizuo entre asustado y asombrado, ya que él no había sido y la verdad resultaba un tanto difícil de creer pero los cortes en el cuerpo de Izaya no eran del estilo del rubio, pero lo que más le llamo la atención a Shinra fue el tono de voz de Shizuo, su voz sonaba casi a modo de susurro y no paraba de mirar a Izaya, extraño comportamiento pensó el médico pero no le dio más vueltas, tenía un paciente que atender, sin más dilación ordeno a Shizuo que cargara con Izaya, lo llevarían a su habitación, el rubio obedeció sin oponer resistencia, de nuevo eso le pareció extraño a Shinra, desde cuando Shizuo aceptaba el contacto con Izaya sin decir nada, en fin, los 3 se trasladaron a la habitación del médico y ahí colocaron a Izaya en la cama, el informante no tenia buena pinta.
-Menudo cuerpo dijo Shinra, obviamente refiriéndose a los cortes y a los golpes.
-Sí, está bien desarrollado, pensé que sería un blando sin músculo.
Shinra al escuchar esto se giro y volvió su mirada al rubio.
-Yo me refería a sus heridas…
Shizuo levanto la vista de Izaya y se quedo mirando al médico, el color rojo llego a las mejillas del rubio el cual no pudo aguantar la mirada del médico. Shinra se volvió para mirar de nuevo a Izaya pero no si antes sonreír.
-Bueno, basta de hablar, ayúdame a quitarle la ropa.
-¡QUÉ¡ el grito de Shizuo fue espectacular.
-Claro hombre tenemos que encontrar todos los cortes y desinfectarlos, además ahora mismo al estar desmayado es difícil desnudarle, así que tú me ayudaras, te recuerdo que eres el único de los dos que tiene supe fuerza.
-De…desnu..darle volvió a preguntar el rubio, la voz le temblaba.
-Vamos, quieres darte prisa, mira no sé lo que te pasa pero por una vez haz algo y ayúdame, a no ser que de verdad quieras olvidarte de Izaya y te quedes sin él, aunque dudo mucho que quieras eso verdad.
Shizuo jamás lo admitiría pero una parte importante de su vida estaba relacionada con Izaya, el joven médico lo había hablado numerosas veces con Celty, Shinra estaba deseoso de que Celty llegara para poder contarle las reacciones de Shizuo. El rubio se acerco al borde de la cama, Shinra iba cogiendo con mucho cuidado los trozos que quedaban de la camisa, la chaqueta que siempre tenía el informante seguía ahí , así que Shizuo tuvo que ayudar a sentar a Izaya en la cama las manos del rubio, actuaban con delicadeza, extraño volvió a pensar Shinra. Una vez quitada la chaqueta y los restos de camiseta.
-Ahora los pantalones, Shizuo vete quintádselos tu y yo voy a por material para las heridas.
Shizuo abrió la boca para decir algo pero el joven médico fue más rápido y se marcho de la sala antes de oír nada, ahora estaban sólo los dos, Shizuo no lo admitiría jamás pero el ver a Izaya en ese estado le producía una sensación desconcertante que le hacía dudar de si mismo, el torso de su enemigo y su cara pálida pero bella le provocaban sensaciones que hacía tiempo que nadie le producía y lo peor de todo es que un impulso de deseo le empezó a recorrer todo el cuerpo, calma se dijo para sí mismo, sus manos se dirigieron a la cintura del informante y empezaron a desabrochar el cinturón del pelinegro, con movimientos lentos pero certeros, la boca de Shizuo se quedo sin saliva y la sequedad empezó a aparecer, poco a poco la cremallera del pantalón baja, las manos del rubio se sitúan al lado de cada pierna de Izaya y van tirando con fuerza pero con cuidado hacia abajo y poco a poco se empieza a ver la ropa interior, poco a poco los pantalones están por las rodillas, poco a poco Izaya se va quedando solo en ropa interior, tendido en la cama mientas un rubio observa el cuerpo del joven. Las manos ahora si que le temblaban, Shinra había dicho desnudarle… eso significa sin nada de ropa… una vez más las manos del rubio se acercaron a las caderas del informante y agarraron aquella prenda que cubría la parte más intima del hombre, justo al hacer eso Shinra volvió con mil cosas y una mesita con ruedas en donde guardaba las cosas y las transportaba.
-¿Qué demonios estás haciendo? Pregunto el médico con los ojos como platos por la sorpresa
-Eh…eh.. Que que estoy haciendo dijo Shizuo apenas capaz de pronunciar las palabras.
-Te dije que le quitaras la ropa, pero con el pantalón , la chaqueta y lo que le quedaba de camisa era suficiente, en ningún momento pretendía quitarle la ropa interior.
-….
Shizuo no dijo nada y rápidamente atravesó la habitación, Shinra seguía ahí con cara de sorpresa, intento decir algo al rubio pero no fue capaz, Shizuo ya se había marchado.
-Diablos murmuró Shinra el cual se dirigió hacia Izaya, ya iba siendo hora de empezar a tratar sus heridas.
Mientras Shizuo bajaba las escaleras del edifico a toda prisa, su corazón no paraba de bombear sangre todo por culpa de ese maldito de Izaya, quien le mandaba meterse en líos, sumido en sus pensamientos no se dio cuenta de que había chocado con Celty.
-Ten más cuidado tecleó ella en su teléfono.
Shizuo se limitaba a mirarla sin decir nada.
-Te pasa algo le escribió ella con un interrogante.
El rubio la aparto y siguió corriendo escaleras abajo, ahora mismo no quería hablar con nadie, no podía, necesitaba estar solo.