Los días pasaron y Shizuo no volvió a saber nada más de lo ocurrido, cada vez que veía a Celty escapaba, no quería saber nada sobre el asunto, todavía no tenía las ideas claras pero no le iba ser tan fácil escapar de la realidad, al tercer día su móvil sonó, la llamada era de Shinra, el rubio al ver la llamada decidió pasar de ella, no quería hablar con él, podrían olvidarse de mí por algún momento pensó Shizuo , de nuevo el teléfono volvió a sonar, y Shizuo colgó.
Otra vez sonó y otra vez, una vez más y otra más….
-Diablos, ¿Qué haces? ¿Puedes apagar el maldito teléfono o por lo menos cogerlo? Le pregunto el jefe de Shizuo.
-….
Ambos hombres se miraron fijamente, la mirada de Shizuo lo decía todo.
-Tranquilo, tranquilo, haz lo que tú veas, pero cuando acabes necesito que vengas, nos queda una última cosa que hacer antes de acabar por hoy.
-….
-Vale, ya me voy dijo el jefe del rubio con una sonrisa de nerviosismo en el rostro.
Shizuo se quedo solo en medio de la calle y efectivamente el teléfono volvió a sonar, esta vez decidió cogerlo.
-¿Qué quieres? Grito Shizuo a Shinra.
-Shizuo no hemos sabido nada de ti en tres días, llamaba para preguntar si estabas bien, la voz de Shinra se escuchaba nerviosa y algo cansada a través del teléfono.
-Me encontraba perfectamente hasta que me has llamado replicó Shizuo.
-Ahhh ya veo dijo Shinra con apenas un hilo de voz, bueno verás, necesito que te pasas cuando puedas por mi casa, hay algo de lo que tengo que hablarte.
-Dímelo ahora exigió el rubio.
-Verás es que no puedo, es demasiado largo para contártelo por teléfono además estoy ocupado, pásate por aquí por favor volvió a repetir el joven medico
-Está bien gruño el rubio.
-Gr..gracias, entonces nos vemos…
-SI, nos vemos.
La comunicación se corto, maldita sea volvió a pensar Shizuo… no quería volver a casa de Shinra por una sencilla razón, Izaya. Ese informante le había hecho la vida imposible desde que tenía uso de razón, siempre lo había odiado, desde el primer instante en el que lo vio por eso siempre decía que algún día acabaría con él, pero al verle herido y sin energía para poder moverse, algo por dentro de Shizuo se agitó y la pregunta que lo había estado atormentando esos tres días apareció, ¿De verdad quería hacerle desaparecer? Por una parte estaba claro que su vida sería más tranquila, pero por otro lado…
Shizuo agitó la cabeza, estos pensamientos le enfadaban y mucho, el joven rubio empezó a notar como la ira recorría su cuerpo, necesitaba descargarla, en circunstancias normales iría a buscar a Izaya pero eso era imposible…maldita sea, todos los pensamientos acaban siempre en él …
Sin pensarlo dos veces Shizuo arremetió contra una máquina de refrescos, la destrozó sin ningún tipo de problema ya que su fuerza era mil veces superior al resto del mundo, pero al golpearla, el cristal se rompió y provocó varios cortes en los nudillos de Shizuo, este no les concedió importancia, una vez saciada su sed de ira, puso rumbo a donde le esperaba su jefe.
Horas más tarde Shizuo estaba libre y puso rumbo a casa de Shinra, se encontraba nervioso, no quería encontrarse a Izaya, esperaba que ya se hubiera largado de ahí, Izaya siempre se había recobrado bastante rápido de sus peleas, así que el rubio esperaba que esta vez fuera también igual.
Bueno, es la hora, Shizuo pica a la puerta, se escucha un grito desde el otro lado diciendo: ya voy.
La puerta se abre y aparece Shinra tras ella.
-Ah Shizuo, por fin apareces, te estábamos esperando.
-Si si, lo que tu digas, ¿Qué es lo que quieres? Exigió el rubio.
-Creo que deberías pasar antes murmuró el joven médico.
Shizuo soltó un gruñido a modo de respuesta, pero al final acabó entrando, Celty se encontraba sentada en el sofá, al ver al rubio, sacó su teléfono y tecleo rápidamente.
-Shizuo, ¿Te encuentras bien?¿Por qué me has estado evitando todo este tiempo?¿Acaso eres idiota? .Al mensaje escrito le seguían un par de emoticonos de cara enfadada.
El joven rubio soltó un suspiro y le dijo que estuviera tranquila que no le había pasado nada.
Celty no parecía contenta con la respuesta y volvió a teclear en su pantalla.
-Noto que me estas mintiendo, me lo tienes que contar.
-Diablos dijo Shizuo a medio gritando, no me pasa nada, estoy perfectamente.
Celty se le quedo mirando y indignada cruzó los brazos sobre el pecho y se giró para no ver a Shizuo.
-Vamos, calmaros un poco, Shizuo quieres algo de beber o de comer preguntó el joven médico.
-No quiero nada, vamos cuéntame lo que me tengas que contar. Shizuo no había visto ningún tipo de señales de Izaya, aunque seguía nervioso su cuerpo empezó a calmarse.
-Bueno, verás, se trata de Izaya…
MIERDA pensó Shizuo, que narices pasa esta vez, su cabeza le iba a explotar y no fue capaz de contestar a Shinra.
-Verás, las heridas y los golpes que tiene, son más graves de lo que pensé en un principio, además he de añadir que lo habían drogado…para poder hacerle todo ese daño sin que él se opusiera, es un tipo de droga que te anula la voluntad y te deja adormecido, y ya ves el resultado…
La cara de Shizuo al escuchar esto, fue todo un poema, que habían drogado a Izaya, a su Izaya, a uno de los hombres más difíciles de capturar y más fuertes de la ciudad…apenas se lo creía.
Shinra siguió hablando, bueno, aún sigue aquí, se encuentra durmiendo, quieres pasar a verle pregunto con temor Shinra.
-…. Está bien gruñó el rubio.
El joven médico y Shizuo se levantaron, Celty que aún seguía mosqueada los siguió con la mirada, algo en las reacciones del rubio y en su voz le extrañaban, puede ser que… no, no puede ser eso.
Al entrar en la habitación, Shizuo vio a Izaya recostado en la cama, tenía la cara despejada y mucho mejor que la anterior vez, Shinra hacía bien su trabajo, podía ver varios vendajes cerca del cuello y varios que bajaban hacia el pecho pero como Izaya se encontraba tapado con una fina sábana el resto estaba difuso, aún así se podía seguir la forma de su cuerpo. Shizuo sintió como su rostro adquiría color y un calor le empezó a recorrer el cuerpo, otra vez estaba ahí esa sensación.
Shinra se acercó a donde se encontraba Izaya y levantó la sábana, ahora el pecho estaba a descubierto.
-Shizuo por favor acércate.
Y Shizuo se acercó, que por qué, ni el mismo lo sabía. Cuando llegó hasta donde se encontraba el informante, su inquietud aumentó como nunca le había pasado antes.
-Ves estas vendas de aquí señaló el joven médico.
Shizuo siguió con los ojos la dirección en la que apuntaba el dedo, la herida a la que se refería Shinra estaba en el abdomen de Izaya.
-Con esta tienes que tener cuidado es un poco más profunda y se puede abrir con facilidad, bueno las otras también pero esta es más problemática, también tienes otra en el muslo, la cual es profunda dicho esto Shinra volvió a bajar más la sábana y Shizuo pudo contemplar el cuerpo de Izaya, aunque tenía ropa interior puesta, el rubio no sabía si mirar la herida que le enseñaba el médico u otra cosa…
Shinra hablaba y hablaba pero el rubio no le atendía, estaba embelesado por ver a Izaya en esa situación, tan frágil y tan vulnerable…
Shinra paró de hablar y se percató de que el su amigo no le estaba escuchando si no que estaba mirando al otro de manera embelesada.
-Shizuo, Shizuo, ¿Me estas escuchando? Le preguntó Shinra enfadado.
Como vio que no respondía decidió volver a tapar el cuerpo de Izaya con la sábana, fue en ese momento cuando Shizuo volvió en sí mismo.
-Cómo te veo tan digamos entretenido, te vas a encargar de cuidar a Izaya, hoy mismo, te lo llevarás a casa.
-¿QUÉ? NO, NO, JAMÁS, ANTES MUERTO. No me pidas eso, tengo que recordarte que este hombre de ahí es el causante de todos mis problemas, le odio exclamó sorprendido y enfadado el pobre Shizuo.
-Por la manera en la que lo miras cualquiera diría otra cosa… además si tu no lo cuidas, quedará sólo, sabes de sobra que no podemos llevarle al hospital, ya que la policía empezaría a preguntar que le ha pasado y te recuerdo que es Izaya y él nunca está involucrado en negocios digamos honorables y no digamos las personas con las que se relaciona, ya sabes a lo que me refiero…
-Pero se puede quedar aquí, o si no, su secretaria…
-La secretaria no quiso saber nada del tema y dijo que se tomaría unas vacaciones pagadas y seguidamente colgó Y nosotros tenemos cosas que hacer, además estaba pensando en llevar a Celty de vacaciones, oh si todo el día juntos con mi preciosa Celty…
Shizuo sintió como el mundo se le caía encima, esto tenía que ser una broma.
-Aquí está mejor, no me lo pienso llevar volvió a decir Shizuo.
-Claro que sí o quieres que la deuda por el tratamiento quede a tu nombre sonrió maliciosamente Shinra.
-¿Cómo? He oído bien acaso me estas amenazando…
-Ce..Celty, puedes venir un momento dijo con terror el joven médico.
Celty apareció rápidamente en la sala y se situó entre Shinra y Shizuo, acto seguido tecleó y luego le enseño la pantalla a Shizuo.
-¿Tienes algún tipo de problema?
-Que si tengo algún problema, claro que sí y uno muy gordo, tengo que quedarme con este de aquí dijo señalando a Izaya, acaso habéis olvidado que es mi enemigo.
Celty volvió a teclear. –Estás seguro de eso??
-CLARO QUE LO ESTOY gritó el rubio.
-Vamos Shizuo sólo serán un par de días, además piénsalo un poco tienes a tu enemigo a tu entera disposición, si le ayudas ahora el te deberá un favor y te recuero que es la persona con más información de toda la ciudad.
-NO.
-Lo mismo digo dijo otra voz.
Todos miraban al dueño de esa voz que no era nada más ni nada menos que Izaya.
-No quiero que esta bestia me cuide, antes prefiero morirme, bueno dejar que me cuidara él, sería lo mismo que morirme verdad Shizu-chan.
-Yo te mato dijo Shizuo.
-Ves, tú mismo lo has dicho, no serías capaz de cuidar a nadie.
-Y tú que sabes.
-Lo sé todo, recuerdas, yo controlo toda la información.
-Puede que la que controles sea falsa le dijo con un tono cortante Shizuo a Izaya
Luego el rubio se dirigió a Celty y a Shinra y les dijo.
-Cuando lo lleváis a mi casa, demostraré a este cretino que se equivoca, se va a enterar.
-NO, exclamó Izaya seguido de un pequeño grito de dolor, no me dejéis con esa cosa de ahí.
-A QUIEN ESTAS LLAMANDO COSA, EH NIÑATO.
Izaya no le contesto, tenía la cara pálida y el dolor se veía reflejado en su rostro, las heridas todavía eran recientes y había recibido muchos golpes.
Al ver esto la ira de Shizuo desapareció y volvió a quedarse mirando fijamente a Izaya.
-Celty te lo dije. Te dije que estaba enamorado de él pero que aún no lo sabe jajajaja susurró Shinra
Tras decir esto el joven médico corría a Izaya para ver si alguna herida se había abierto.
-Duele murmuró Izaya.
-Tranquilo, te daré unas pastillas para el dolor, no sentirás nada, aunque pueden que te den somnolencia.
Acto seguido se dirigió a Shizuo
-A ti te explicare como debes curarle las heridas y demás medicamentos que deberá tomar, si pasara algo llámame inmediatamente