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¿Quizas y solo sea el Destino? por lolitasherry

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Notas del capitulo:

Los personajes de Saint Seiya pertenecen  a sus creadores.

Capitulo 7

 

 

 

 

--Por otra parte, el susodicho y su acompañante llegaban a un centro comercial buscando el regalo perfecto para el novio de Seiya, y de paso algo que le ayude a Ikki a expresar lo que siente por el oji verde sin tener que utilizar las palabras, ya que a el no se le da mucho las conversaciones largas, para el es mas fácil escribirlas.

 

 

 

 

--¡Mira Ikki! ¿Crees que le guste a Aioria?—a ver déjame ver, bueno… tal ves seas demasiado directo con este tipo de regalos, ¿Qué crees que pensaría Aioria si te le presentas con semejante león de peluche en la puerta de su casa?—dejando pensativo al castaño.

 

 

 

 

--Creo que tienes razón, realmente no tengo idea de que regalarle ¿Qué me aconsejarías tú?

 

 

 

 

--Bueno tu y el son fanáticos de los dulces, ¿Por qué no le compras una caja de chocolates?-- ¿Chocolates Ikki?—si pero no cualquier chocolate, acuérdate Seiya esos que estaban rellenos de trufas con champaña.

 

 

 

 

--¡Es cierto, le encantaron y los compartimos en la sala de su casa junto a la chimenea! .... Oye! ¿Cómo sabes tú de los chocolates?

 

 

 

 

--Soy su aprendiz ¿Dónde crees que duermo?—Saltándole los colores al rostro al poni con alas ¿Cuántas veces Ikki los habría escuchado o visto hacer el amor frente a la chimenea?

 

 

 

 

--Mientras a Seiya se le bajaban los colores el poderoso fénix poso su mirada en el escaparate de una prestigiada joyería, allí frente a el  se exhibía un precioso dije con la forma de un hada sentada en una luna creciente con una pierna colgada de ella en una pose pensativa sosteniendo su rostro con la mano izquierda apoyando el brazo en la pierna del mismo lado y en su brazo derecho extendido sosteniendo en la palma de su mano, una hermosísima esmeralda, toda ella en un finísimo oro de 18 quilates blanco y las alas enmarcadas en oro amarillo de los mismos quilates que el blanco, no lo pensó mucho, ni siquiera miro el precio de la joya, solo la compro y pidió que se lo envolvieran en una hermosa cajita forrada de terciopelo y salió inmediatamente de allí.

Seiya se quedo estupefacto Ikki ni se inmuto al escuchar el monto de la compra que acababa de hacer, ¡pero si era una fortuna! ¿Quién podría ser tan especial como para que el ave de fuego gastara tanto en una joya así? De algo estaba seguro Hyoga no era esa persona, podría ser Shun pero era poco probable, ¡pero si hasta lo vio sonreír cuando le entregaron el paquete, definitivamente debía ser alguien muy especial para el fénix pues solo recordarla le sacaba una sonrisa, seria una conversación poco agradable con el pato frio, pero alguien debía abrirle los ojos con respecto a Ikki, el cisne se hacia daño y le hacia daño a Shun pues con la presencia de el las cosas entre los dos hermanos estaban mas tensas de lo normal.

 

 

 

 

--Mientras tanto en otro lado del mundo, un rubio y su acompañante arribaban a una mansión en las afueras de Londres.

 

 

 

 

--Bien venido señor—gracias madame Ruana—quitándose el pesado abrigo algo mojado por la lluvia.

 

 

 

 

--Por favor que sirvan la cena y que Miky la lleva a mi recamara—como desee señor—el peli rojo ya se había retirado a su cuarto para quitarse las ropas húmedas y darse un baño caliente, estaba metido en la tina cuando fue llamado por el ama de llaves, se seco rápido, tomo un cambio limpio y subió con la cena a la recamara del señor Radamantys.

 

 

 

 

--Toc, toc --adelante—se escucho la fuerte voz detrás de la puerta de madera, el peli rojo empujo el carrito suavemente adentro de la habitación—sírveme la cena por favor—se dejo escuchar la misma voz, Miky solo se limito a servir la humeante sopa y disponer todo para que el rubio se preparara el café a su gusto, estaba a punto de pedir permiso para retirarse cuando un pedido mas lo sorprendió.

 

 

 

 

--Quédate a cenar conmigo—el oji verde se quedo en shock—Miky cena conmigo, no quiero cenar solo--¿Qué estaba pasando? No era una orden, ni una imposición, mas bien una suplica velada y el no tenia corazón para hacer sufrir a su señor, solo asintió con la cabeza, se sentó a un lado del oji dorado y sirvió un segundo plato, no hubo conversación, solo disfrutando la compañía del oji verde mientras consumían la sopa que estaba muy rica y el café que inundaba sus fosas nasales ¿Cuándo se había vuelto tan sensual su olor, el lenguaje de su cuerpo y el brillo de sus ojos? Se acercaba el momento de reclamarlo para si ¿Si supiera que eso no será tan fácil como el lo cree, hay alguien mas tocando en la puerta del corazón de Miky?

 

 

 

 

--Por otro lado en Japón ya era de mañana y la mayoría de los habitantes de la mansión ya habían desayunado y retirado a sus actividades de ese día, en la mesa solo quedaban el dragón, el pato frio y Pegaso, cuando Shury se retiro de la mesa Seiya vio la oportunidad de abordar al cisne.

 

 

 

 

--Hyoga— ¿dime? Seiya— ¿Tienes tiempo? Necesito platicar contigo, es algo complicado, pero no quiero que te sientas presionado, cuando puedas hablaremos—dice todo rojo e incomodo, cosa que deja intrigado al ruso ¿Qué puede perder? Ikki lo ignora olímpicamente, todos sus avances han sido infructuosos, total tiene tiempo de sobra para lo que el castaño le tenga que decir ¿Si supiera que es el fin de sus esperanzas? Seiya esta a punto de darle un golpe fatal a su corazón sin proponérselo siquiera ¿Cuántas lagrimas mas deberá derramar para lavar su pecado, cuantas mas? Eso, eso solo el tiempo lo responderá.

 

 

 

 

--Han pasado horas, desde que vio a Seiya guiar a Hyoga a su cuarto, se muere de ganas de ir a espiar, se muere de la curiosidad pero no se atreve, desde que el rubio regreso a la mansión se ha dedicado a evitar cruzarse con el, esta a punto de abrir totalmente la puerta de su cuarto, cuando la de enfrente se abre lentamente, el semblante de Pegaso es serio y triste, pero el de Hyoga es para dar pena, tiene los ojos enrojecidos de tanto llorar, la mirada mas triste que le haya visto y la estampa de un hombre totalmente derrotado, entre cierra la puerta para poder escuchar mejor lo que dicen.

 

 

 

 

--En verdad lo ciento cisne, pero es mejor que lo dejes por la paz, el ya no te ama y no es justo que quieras arruinar su vida solo porque a ti te volvió la cordura y te diste cuenta que arruinaste su vida, la de Shun y sobre todo la de esa pobre mujer que no tenia culpa alguna, quedas advertido Hyoga si te atreves a interferir en la relación que tiene Ikki con la persona que lo hace sonreír de esa manera, seré yo el primero en atacarte y ten por seguro que no tendré piedad—dirigiéndole una mirada dura al terminar sus palabras para dejar que Hyoga se retire a su propia recamara.

 

 

 

 

--¿Cómo que Ikki pretendía a alguien? ¿A que hora su hermano supero la traición de Hyoga? ¿Quién seria tan tonto de tratar de quitarle a su hermano? La advertencia estaba dirigida a el cisne no a el, averiguaría quien era esa persona tan especial para Ikki y la haría desaparecer, nadie, absolutamente nadie alejaría a su hermano de su lado Ikki era suyo, solo suyo y no lo compartiría con nadie, Ja, ¿Si en verdad tuviera idea de que a pegaso no se le había olvidado ese pequeño detalle? Andrómeda podría experimentar de primera mano la furia del aprendiz de Sagitario.

 

 

Notas finales:

Gracias por leer.


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