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¿Quizas y solo sea el Destino? por lolitasherry

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Notas del capitulo:

los personajes de Saint Seiya le pertenecen a sus autores.

Capitulo 8

 

 

 

 

--El ajetreo en la mansión era mucho, estaban a punto de irse al castillo del señor Hades en Alemania, aunque faltaba una semana ellos debían llegar antes para coordinar todos los preparativos y los imprevistos que surgieran antes durante y después del evento, las maletas estaban listas en el recibidor, los sirvientes que acompañarían a los señores esperándolos afuera parados a un lado de la limusina y el único que no bajaba era Radamantys, hasta que tubo que ir en persona Minos por el.

 

 

 

 

--¿Rada?—parándose frente a la puerta entre abierta del rubio--¡Rada se hace tarde!--¡voy!—fue la corta respuesta, pero nada del rubio, decidiéndose entrar sin importar que el poderoso Wyvern se moleste.

 

 

 

 

--¿Qué es lo que te detiene? Ya estamos todos listo solo faltas tú.

 

 

 

 

--Busco una cajita de terciopelo verde hoja, lo tenia encima de mi mesita pero no la encuentro, la deje a la mano precisamente para que no pasara esto ¡pero desapareció!—Minos bufo molesto desde que entro a la recamara del rubio se dio cuenta de la cajita, era una oportunidad perfecta para fastidiar al ingles, lastima que no contaban con tiempo.

 

 

 

 

--¿Ya la buscaste en la bolsa de tu abrigo?—la pregunta lo saco de su búsqueda.

 

 

 

 

--¿Qué dijiste?—En tu abrigo ¿Ya buscaste?—no-- metiendo las manos en las distintas bolsas hasta que dio con ella, ahora si podía irse, se le declararía al peli rojo en Alemania sin tomar en cuenta que debía asegurarse ser el único en su corazón ¿Qué hará al confrontarse con el fénix por el amor de Miky?

 

 

 

 

--El viaje a Alemania se realizo sin contratiempos, como estaba programado tenían una semana de antelación para resolver cualquier imprevisto que se presentara antes del gran banquete y el baile de etiqueta que cerraba con broche de oro todos los eventos por los tratados de paz entre el santuario y el inframundo.

Desde el mismo momento de poner un pie en el castillo tanto Cris como Bruce y el mismo Miky fueron puestos  a disposición de la encargada de los trabajos dentro de las recamaras de los invitados, era agotador tratar de darse tiempo para atender a sus respectivos señores con la gran carga de trabajo que tenían para el gran evento, para colmo… Atenea se presentaba tres días antes con su sequito y ellos todavía estaban en proceso de…

 

Lo único bueno de toda esa situación era que Ikki estaba presente y se avocaba a ayudarlo en todo lo que podía sin que su señora se diera cuenta y sin que su ayuda se percibiera como una intromisión, a cambio el y Miky podían pasar unos cuantos minutos a solas y, gracias a todo el ajetreo de la mansión ni Bruce ni Radamantys se daban cuenta de ello, pero el rubio tan poco se quedaba atrás y acaparaba al peli rojo sobre todo a la hora de la cena y parte de la noche, al grado de dormir en la misma recamara de su señor.

 

El único gran perdedor en toda esta situación parecía ser el peli negro compañero del oji verde, al parecer sus planes de conquistar a Miky se estaban yendo al diablo.

 

A un día de comenzar todos los eventos, los distintos dioses con sus sequitos o escoltas empezaron a reunirse en el castillo, tanto Minos como Aicos estaban  muy satisfechos con los resultados, no así Radamantys quien se mantenía a la expectativa, a pesar de que los invitados se desasían en cumplidos y elogios por lo bien llevado de la recepción.

 

 

 

 

--Todos los invitados están mas que satisfechos con la bienvenida—comentaba orgulloso el peliblanco.

 

 

 

 

--Lo se pero yo no me sentiré satisfecho hasta que todo esto termine—le contestaba distraídamente el rubio—será un fin de semana largo, hay que estar atentos a que no haya ningún incidente—observando de reojo como Hefestos ignoraba olímpicamente a Ares que trataba de molestarlo con comentarios poco agradables sobre su apariencia y que seguía sin explicarse como era que a dioses como el se les invitaba a ese tipo de fiestas que claramente no eran para su estatus.

 

--¿Lo ven? A esa clase de incidentes me refiero, manténganse alerta—mientras procuraba que las cosas no pasaran a mayores, afortunadamente el dios Zeus aplaco al siempre beligerante Ares, y las cosas volvieron a estar en paz.

 

El baile de bienvenida se encontraba en todo su apogeo, la música era calmada, la bebida y los bocadillos no dejaban de circular por el salón, y los meseros se encargaban de que todos los invitados tuvieran un bocadillo o una copa con solo estirar sus manos a las charolas, entre esos meseros se encontraba Miky que era celosamente vigilado por el rubio juez y el Peli azul huraño, cuidando que ningún invitado tratara de pasarse de listo con el cuerpo del joven, Hyoga por su lado hacia intentos por no fijarse en lo que el peli azul hacia en el salón, y Shun, estaba feliz de no tener la mirada de su hermano sobre el, era momento de ejecutar su plan y buscaba al juez de Garuda para que este le acercase con el dios Hades, si iba a pedirle al dios del inframundo que le devolviera la vida a su esposa ese seria el momento porque después no habría oportunidad de hablar con el.

 

 

 

 

--Shun que bueno que te veo—a mí también me alegra Aicos ¿Y Hades?

 

 

 

 

--Por eso te estaba buscando, es tu oportunidad de que hables con el, mi señor salió un momento al jardín para refrescarse un poco, anda ve que no tardara mucho en regresar al salón.

 

 

 

 

--Gracias Aicos no sabes cuanto significa esto para mi…

 

 

 

 

--Sí, sí deja de agradecerme o no podrás hablar con el—dándole un leve empujón por una de las puertas laterales que daban a los jardines del castillo.

 

 

 

 

--La velada termino de muy buena manera para todos los invitados, quedándose los empleados hasta altas horas de la noche limpiando todo rastro de la fiesta, a la mañana siguiente muy temprano, habría muchas actividades al aire libre, el desayuno que consistiría en un bufete surtido, una cabalgata por la propiedad, descanso a mediodía y un sinfín de actividades para la tarde de ese dia.

 

Tanto Ikki como Radamantys  seguían despiertos el peli rojo no había terminado con sus labores y ambos esperaban el momento propicio para darle cada uno su respectivo presente y así declarársele al oji verde.

 

 

Notas finales:

gracias por leer lo que escribo.


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