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Satisfaction por Suzuki Sakamoto

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Notas del fanfic:

¿Por dónde empezar? Les diré que es el primer one-shot que escribo sobre este género, realmente hay muchos otros que me interesan pero aún no me he animado a escribir sobre ellos.

Me gustaría que le dieran una oportunidad, aunque el texto es sumamente corto.

Helena era una hermosa pelinegra de cabellos largos y lacios que llegaban a la altura de su cintura, su cuerpo no se encontraba lo suficientemente desarrollado para aparentar la edad con la que contaba, sin embargo, unas diminutas caderas le hacían lucir perfectamente aquel vestido negro con pequeños bolados, que portaba aquella noche. La prenda era sumamente corta y provocativa, dejaba a la vista aquellas estilizadas, delgadas y blancas piernas. Su rostro no era nada del otro mundo, unos ojos ligeramente rasgados en tono café claro, labios delgados y rosados, nariz diminuta, pero respingada. En fin su cuerpo no era de lo más atractivo, hasta sus senos que podrían ser en otras mujeres su mayor punto de seducción, en su caso no era así, estos era tan pequeños que los podía cubrir perfectamente con las palmas de sus manos.

 

La pelinegra se encontraba cansada de esperar en aquella habitación, una calefacción perfecta la acompañaba aquella noche en la que se limitaba a removerse sobre la diminuta cama en la que dormía diariamente «Si quieres que algo salga bien, tienes que hacerlo tu misma» corroboraba dicha frase en el instante en el que sus parpados comenzaban a cerrarse incesantemente. ¿Cuántas horas había esperado ya? No lo sabía, pese a ello se encontraba molesta, su fuerte nunca había sido esperar por nada ni por nadie. Pero para todo siempre hay una primera vez, aquel pensamiento lo reiteraba para mantenerse tranquila, al menos lo intentaba, después de toda la espera no sería para siempre, aunque los minutos los podía considerar como una eternidad. No obstante, tenía que mantenerse despierta, completamente atenta a aquel crujido de la puerta principal que esta generaba al abrirse. Así que se ayudaría de aquel excitante pasatiempo que llevaba acabo la mayoría de las noches, en ocasiones algunas mañanas, cuando el tiempo y la necesidad le hacían pensar propia satisfacción. Tomó el aparato móvil que se encontraba bajo la almohada en la que mantenía recostada su cabeza, tal vez no era el mejor sitio para resguardar aquel aparato que le brindaba candentes noches, pero había que tenerlo a la mano.

 

« Relatos eróticos –Lésbicos» Dicha frase la llevaría a la gloria. Disfrutaba ir a aquel apartado donde las letras en mayúsculas sobresaltaban anunciando títulos sumamente atrayentes: «Haría cualquier cosa por follar con mi mejor amiga» «Creo que estoy enamorada de mi amiga» «Cógeme duro»«Mi primera vez fue con una mujer»

 

¿Por qué le excitaba leer tales historias que la mayoría ni siquiera llegaban a ser creíbles? Relatos en los que terminaban haciéndolo con la tía cuarentona y soltera, en los que una mujer puede hacerte gemir como perra en celo al ponerte en cuatro. Invenciones en las que te corres innumerables veces hasta terminar agotada y sin fuerza para reaccionar, momentos donde lo más excitantes era cuando te tachaban de guarra y sucia. Era una verdadera lastima que no tuviera más para satisfacerse aquella noche, un par de historias lograron que sus bragas se humedecieran como nunca y que aquellos dedos suyos hurgaran en su intimidad de manera desesperada. Gemía, sólo podía gemir y retorcerse de placer mientras se imaginaba parte de aquellos supuestos romances. No le importaba para nada ser ella la que infringiera tales «Castigos» hacia la rubia que invadía sus pensamientos, tampoco le importaba ceder a sus encantos con tal de pronunciar su nombre hasta llegar al clímax. Corriéndose de manera abrupta y dejando una clara evidencia sobre las sábanas que torpemente cubrían su desnudes, dejando a la vista parte de sus piernas, al igual que sus erizados pezones. El hermoso vestido negro había terminado sobre la alfombra. Realmente era una suerte poder satisfacerse aunque no le tuviera cerca, a ella, a Victoria, a su querida Victoria.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Me gustaría dedicar este fic, pero seguro pensarán que va con una doble intención (?) Ya dejando la broma de lado, espero que disfruten y si tienen algún comentario el mismo será bien recibido.


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