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The Way You Make Me Feel por Witch Chameleon

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Notas del capitulo:

Sé que me he tardado mi tiempo, pero aquí estoy con el segundo capítulo. Lamento decir que no tengo un orden de cómo seguir aún, pero seguro que pronto pondré en marcha a mi mente para poder continuarlo. Este capítulo fue escrito muy lentamente, salvo en la última parte y seguro que lo notaran, pero espero que realmente les sea de su agrado.

 

La foto es la siguiente: http://3.bp.blogspot.com/-sawuL5tB8JQ/U5e4H3lNoUI/AAAAAAAALWQ/HD0snuUQe9c/s1600/1.jpg

 

Esta fue la foto que desato primordialmente la idea de este fic, me resulto la foto más provocadora. Estoy feliz de la cantidad de leídas así que muchas gracias por su apoyo siempre.

¡DISFRUTENLO!

 

Foto 3:

 

Luego del concierto podía sentir el cansancio en su cuerpo, casi como si cada músculo pesara toneladas, pero resistía aquello precisamente por dos razones, una la adrenalina que el mismo Show le brindaba y además el amor de las fans que le llenaban el alma. Debía admitir que aunque le costaba mucho precisamente salir de su país natal, se sentía cómodo en las visitas a otros países y no lo estaba padeciendo como en otras ocasiones. Quizás también debido a la situación que estaba viviendo con su actual pareja.

 

 

Con Tora las cosas iban y venían. Tora no dejaba de hacer fanservice con Shou y por su lado simplemente lo ignoraba. Detrás de bambalinas, Tora se le acercaba y le hablaba con normalidad, hasta incluso olvidando el “impass” que ambos habían impuesto, después de sucesivos fanservice que comenzaba a impacientarlo. Tora acepto el “distanciamiento momentáneo” pero ello era una mentira, en cuanto podía se le acercaba o le enviaba mensajes durante todo el día. Estaban en habitaciones separadas, mientras que Tora compartía con Hiroto, él lo hacía con Nao. Pero aún así, buscaba cualquier excusa para aparecerse por su habitación.

 

 

Tampoco podía mentir, realmente le gustaba tener al mayor de ese modo, como coqueteándole todo el tiempo, pero ello moría cada vez que Shou volvía a acercarse a Tora y hacía ese juego sucio. Embarrar la cancha, era quizás el nombre más apropiado. Sabía que el vocalista no lo hacía a propósito, era parte de la rutina, pero simplemente no lo toleraba. ¡SI! El Rey del Fanservice, se estaba cansando de ello y hasta incluso no lograba evitar su mala cara frente a ello. Era como demasiado y que podía decir, Tora era quien menos fanservice hacía y ahora resultaba que todo parecía perfecto para hacer ello. Estaba agotado.

 

 

Aquella noche, Nao le explico que sus músculos estaban muy cansados y que necesitaba un baño largo, por lo que esperaba que no se cansara de esperarlo, lo cual le hizo reír, mientras le respondía que gastara su tiempo en lo que más deseara, que estaría viendo la tele, si se quedaba dormido, no sería nada. Aún llevaba la ropa del live, su camisa blanca media desabrochada, con su pecho al descubierto, un pecho que casi no le quedaban marcas de las noches de pasión con el más alto de la banda. Dibujo una mueca, por estar pensando en él, otra vez. No era fácil, cinco años de noviazgo, dos de convivencia y prácticamente a punto de casarse, ello no era fácil. Sabía que no se separarían…para siempre. Pero dolía el impass, por muy frio que pudiese mostrarse.

 

 

Se acercó al espejo que aquella habitación tenía, para sacarse una autofoto, sin mostrar su rostro, con solo la vestimenta era suficiente para que supieran que era él y más se sentía un poco aburrido, por lo que escribiría en su Ameblog, para dejar una huella luego de ese live. Pero no supo cómo, apretando una secuencia errónea de botones, envió un mensaje con esa foto simplemente al celular del más alto. Maldijo por no haber podido remediar ese error, cuando el aparato avisó que había sido entregado, negó sin poder entenderlo. La señal en China era mala, pero justo da la casualidad que hoy funcionaba, dibujo una mueca,  continuo probando con lo del Ameblog, tan pronto como termino de teclear un mensaje, escuchó que llamaban a la puerta. Quizás era Gakki para avisarle algo sobre lo que restaba de la gira.

 

 

Dejo el celular sobre la mesa de luz y camino descalzo hasta la puerta, no pregunto simplemente abrió y cuando menos se lo espero, la figura del pelinegro se apareció, tomándolo de la cintura para besarlo con firmeza y estamparlo contra la primera pared que encontró, cerrando de un solo portazo la puerta. Sus ojos se abrieron desorbitados y aunque intento separarlo de su cuerpo, ello le resulto imposible. Cerró los ojos y se dejo llevar por el beso apasionado con que el guitarrista había empezado.

 

 

Tan pronto como el beso se volvió mucho más sincronizado y pasional, el pelinegro uso su dotes de rapidez y le quito tanto la camisa como los pantalones, casi de un solo movimiento, al menos para el castaño que apenas se percato de ello, cuando el guitarrista, volvió a mover su cintura, para encaminarlo hasta el espejo y  colocarlo de cara al mismo, para que ambos pudieran mirarse desde el reflejo.

 

–        ¿Así que estabas deseándome? O ¿A quién pretendías enviarle esa foto?— Preguntó, mientras observaba el reflejo del castaño.

 

 

–        No es así… solo quería subir algo al ameblog…nada más.

 

 

–        Ah…o sea que pretendías seducir a la locas de tus fans. Cómo si no fuera poco. Takashi… ¿hace cuanto que no lo hacemos? ¿Que no nos besamos?...

 

 

–        Una semana…solo una semana.— Los dedos del más alto recorrieron desde el abdomen firme del castaño, subiendo hasta su cuello, sin dejar de mirarse por medio del espejo.

 

 

–        No soporto la abstinencia…y no me pidas que me toque, porque no me gusta hacerlo.— Con Saga ambos mantenían la regla de no masturbarse en cualquier momento, solo cuando ambos estuviesen juntos, por lo que esa costumbre ahora se trasladaba a este distanciamiento y ambos no se animaban a autosatisfacerse de ningún modo, puesto que era casi como una traición.

 

 

–        ¿Por qué no le pides a Shou? …quizás el tiene ganas de… Ahhhhhhh—El bajista perdió la compostura cuando sintió  los dedos intrépidos de su pareja moverse alrededor de su entrepierna. Estaba excitado y no podía ocultarlo.

 

 

–        Juro…que me gusta verte celoso. Pero ahora me está cansando. Así que no permitiré que me digas esas boberías.— Exclamó enojado el mayor de los dos, Saga lo pudo notar en su semblante.

 

 

Tora no tardó en tomar al castaño y en un movimiento brusco, mover el cuerpo de su pareja hasta la cama, dándole una vuelta, quedando frente al mismo, para lograr estamparlo contra el colchón. Se subió sobre su cuerpo, mientras comenzaba a deshacerse de sus propias ropas, quedando en igual de condiciones que su pareja. Completamente desnudos, sobre la cama desarmada de Saga, Tora se dispuso a besarlo con comodidad pero también con desenfreno y es que extrañaba aquellos labios que le quitaban el sueño, qué más podía decirle. El bajista sentía como un cosquilleo repentino nacía a la altura de su bajo vientre, provocando una explosión sobre la misma, logrando que sus piernas se aferraran  a las caderas contrarias, logrando de ese modo que sus miembros se rozaran.

 

 

Ambos estaban completamente erectos, y la fricción provocada por ambos cuerpos era el delirio. Jadeos y gemidos se mezclaban entre sus lenguas juguetonas. Saga olvidó por completo que Nao estaba duchándose y por supuesto olvido sus celos o al menos los dejo de lado por esa noche. Tora no perdió el tiempo y bajo por su mentón hasta su cuello, succionando su pecho, dejando débiles marcas que el maquillaje podría tapar, hasta llegar a los pezones del mismo, mordiéndolos con devoción, mientras observaba el semblante cargado de placer de Saga, mientras sus dedos continuaban el recorrido hasta la entrepierna del mismo. No  necesitaba estimular su miembro, sino más bien la entrada del castaño, por lo que delante de la atenta mirada del mismo, lamió sus propios dedos, para luego introducirlos de a uno, sin dejar de estimular sus pezones.

 

 

El bajista no dejaba de retorcerse del placer que aquello le provocaba y el deseo que todo su cuerpo sentía al tener al guitarrista sobre su cuerpo de aquel modo. Extrañaba aquello, aunque lo habían hecho la noche anterior de venir de viaje, todo parecía tan lejano, luego de los vertiginosos días que habían vivido. Aún así el guitarrista se tomó el tiempo necesario para estimularlo y evitar molestias. Lo conocía perfectamente, por lo que el modo en que embistió su entrada fue dinámico y a la vez profundo. Una vez que estuvo seguro, posiciono su miembro en la entrada del menor.

 

–        Tora-shi…hazlo. No me hagas esperar.-

 

 

 

–        Me encanta escucharte así…pero sabes lo mucho que me gusta hacerte sufrir. — Exclamó el pelinegro agitado, mientras besaba el cuello del más bajo, ingresando en el interior del mismo de forma muy suave y lenta. Jadeo contra su piel.— Estás tan ardiente…tan apretado…tan delicioso como siempre…como extrañaba tu cuerpo.— Añadió, mientras se enterraba más profundo en su interior y el bajista solo atinaba a mover sus piernas un poco más separadas para permitir que ingresara  con mayor comodidad. Pronto un gemido del bajista se hizo presente, haciéndole saber que había logrado tocar su próstata.— ¡Lo encontré!... Ese punto que tanto te enloquece. Donde podrás mojarme a tu antojo.

 

 

 

–        Tora…Shin…por favor. — Suplicó, mordiéndose los labios, mientras gemía sin poder controlarlo.—

 

 

 

–        Tu voz…como extrañaba tu hermosa voz jadeando mi nombre. No tienes idea de lo que me estimula. Pero calma…Si sigues volviéndote tan sexy, terminaré acabando como un primerizo y no quiero eso…no luego de tanto tiempo— Susurró, mientras comenzaba un lento vaivén, el cual implicaba ser preciso al tocar la próstata ajena, estimulándola en un repentino golpe que daba solo cuando llegaba a sentirlo.

 

 

 

Por lo tanto el ritmo empleado por el guitarrista era lento pero con un golpe intenso al llegar a la próstata del más bajo, provocando que los labios ajenos emitieran sonidos guturales de jadeos y gemidos intercalados que se mezclaban con los jadeos y suspiros del mayor. Sus cuerpos comenzaban a sudar, en aquella habitación que eran  tan pequeñas y completamente calurosas. Pronto Tora comenzó a sentir como su estimulación sobre la próstata estaba resultando, sentía el liquido seminal de su amante comenzar a mojar la piel de su abdomen. Aumentó el ritmo, sabiendo que no podría durar mucho más, una porque Nao los descubriría, otra porque sinceramente había pasado tanto tiempo, que con solo ese simple roce de labios, estuvo a punto de acabar en sus pantalones.

 

 

Saga aferró sus piernas alrededor de las caderas ajenas, mientras sentía como el ritmo de las estocadas aumentaban, arqueó su espalda contra el colchón, sintiendo como las sabanas estaban completamente húmedas y se aferraba a las mismas, descargando parte de las sensaciones que le recorrían por completo. Tora por su parte, enterró su rostro en el pecho blanco de su amante y gimió repetidas veces el nombre ajeno, hasta llegar a acabar en su interior, en un gemido alto, donde libero toda su semilla caliente. Saga inmediatamente se vino de igual forma entre ambos cuerpos, mojando parte del pecho ajeno y también su abdomen.

 

 

Tora se apoyo contra el pecho del bajista, mientras intentaban recuperar la respiración, pero era casi imposible. Le faltaba el aire por completo, mientras que Saga prácticamente había quedado derrumbado contra el colchón, quedándose dormido al instante. Cuando menos lo espero Tora había logrado quedarse dormido al oír el latido suave del corazón de su pareja,  sin poder reaccionar. Apenas estaban tapados por las sabanas.

 

 

Nao salió de su ducha larga, percatándose de esa escena que le causo algo de gracia. Observó como toda la ropa estaba completamente tirada por toda la habitación. Pero aunque tuvo intensiones de despertarlo, se percato que estaban demasiado unidos, y que a lo mejor terminaría asustándolos. Tomó su ropa de dormir y observó la hora, en sumo silencio salió del cuarto, para poder ir a dormir con Hiroto, para no molestar a la pareja. Hiroto seguramente lo sabría, pero para su sorpresa al ingresar a la habitación del mismo, este no estaba. Probablemente estaba durmiendo con Shou. Al fin de cuentas todos sabían de su relación a escondidas, aunque ellos seguían sin admitirla.

 

 

Notas finales:

¿Quieren matarme?  Agregue un poco de ShouxPon pero es muy leve. El lemon fue escrito en medio de mi locura, pero tenía ganas de hacer un lemon corto pero intenso, espero haber logrado mi objetivo. Espero que les haya gustado y esperen con ansias, las siguientes fotos.

¡MUCHAS GRACIAS!

¡CUIDENSEN MUCHO!

¡BESOS!


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