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Bocetos por Miipow

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Notas del fanfic:

La historia se sitúa en lo que pasaría en una época de calma después del final del anime, no tiene nada que ver con lo que ocurre en el manga ni nada posterior a eso.

Notas del capitulo:

Y comenzamos, espero que les guste y si no háganme saber en los reviews mis errores. 

Miibow

Llevaban unos días de relativa tranquilidad después de la fallida captura de Annie. El cuartel de la legión había tenido varios cambios, entre ellos incontables rotaciones de compañeros de habitación. Sin embargo el último cambio había resistido un tiempo record, para ser más exactos, 4 días. No sabían realmente qué es lo que obligaba a Levi a cambiarlos cada dos por tres y en realidad los traía sin cuidado, pero ahora lo que los mantenía intranquilos es que no los haya mezclado. La intriga por descubrir cuando sería el próximo cambio o si ya era apropiado acomodar sus cosas en las habitaciones los mantenía tensos.

Jean estaba en una esquina del comedor mirando al techo frustrado, cada vez que tenía un rato libre se preguntaba qué diablos lo había hecho entrar en la Legión de Reconocimiento, por qué no simplemente había seguido sus cobardes instintos y ahora mismo se encontraba sentado sobre un cómodo sillón disfrutando el no hacer nada en vez de tener el trasero instalado en una silla demasiado limpia para ser tan dura y vieja (o al menos eso imaginaba).

Quería desaparecer, no había mucho que hacer además de limpiar y el día que lo hubiese sólo tendría tiempo para preocuparse de no ser comido por un titán. No notó que mientras él se encontraba ensimismado en sus pensamientos los demás comenzaban a ponerse de pie para recibir al Capitán.

- Jean - escuchó un susurro nervioso sacándolo de sus pensamientos. - Ponte de pie Jean.

Entonces reaccionó a lo que Armin trataba de decirle, luego de que lo viera en posición firme. Miró a su alrededor y sintió la punzante mirada de Levi sobre él, se puso de pie rápidamente y colocó su puño sobre el pecho.

Levi se aclaró la garganta.

- Espero que tus reflejos no sean igual de malos la próxima vez que salgamos de los muros, no quiero bajas por ineptitud - dijo acusando a Jean con la mirada.

- Claro que no capitán, no volverá a ocurrir.

- Hmp. - Cerró los ojos aún con el ceño fruncido y suspiró - solo entré aquí para decirles que ya no habrán más cambios de compañeros, estoy seguro de que esta combinación funcionará correctamente, si quieren desempacar tienen permiso de hacerlo y después de esto tienen la tarde libre para salir del comedor, por ahora nos tienen prohibido salir a hacer expediciones así que nuestra carga será más liviana. - Miro las caras confundidas de sus subordinados y prosiguió - Después de lo que ocurrió con Annie no podemos sacar a Eren de aquí, al menos por un tiempo, si Eren no sale al estar a mi cargo yo tampoco, y ustedes no pueden salir sin mi. - Estaba por retirarse cuando recordó - Esto no significa que se las darán de vagos todo el día, al menos desde las seis de la mañana hasta las 12 del mediodía tengo total permiso sobre ustedes - fue lo último que dijo antes de desaparecer por la puerta.

- Aaaah que frustrante es todo esto - se quejó Eren - quiero salir de aquí.

- No seas quejumbroso, no todos tenemos poderes de titán con los que defendernos ahí afuera - Se quejó Jean.

- Pero al menos ustedes han intercambiado de habitaciones y compañeros, yo me la he pasado metido en ese maldito calabozo solo.

- Ahí es donde debes estar antes de que empieces a meterle ideas suicidas en la cabeza al resto.

- Ah bueno pero fueron esas mismas ideas suicidas las que te convencieron de venir aquí.

- No fue esa la razón por la que…

- ¡Ya es suficiente! - interrumpió Armin, con un tono de voz que pudo interpretarse como un grito. - ¿Nos acaban de anunciar una época de paz y lo primero que hacen es pelear?

Jean observó a su actual compañero de cuarto, sus manos tiritaban un poco, a causa de su conocido nerviosismo, recordaba que le desagradaba completamente al principio a causa de Eren, pero poco a poco empezaron a forjar una relación que podría llamarse amistad. Ese rubio cobarde y valiente a la vez, aún no lograba descifrarlo del todo. Suspiró.

- Como sea, no perderé mi valioso tiempo aquí, lo haré afuera - dijo Jean antes de salir por la misma puerta que su capitán sin notar una azulina mirada puesta en su espalda.

Caminó hasta la habitación que compartía con Armin y sacó un libro completamente desgastado, el libro que siempre leía cuando quería sentirse como en casa. Era casi un cuento infantil en comparación a los gruesos libros que tenía la repisa contraría a la suya - la de Armin - pero para él era suficiente.

Se paso el resto de la tarde releyendo el libro, se lo sabía de memoria, ya ni siquiera era necesario leerlo directamente pero aún así pasaba las páginas y las letras atrapaban su mirada. 

Cuando la poca luz ya no le permitió entender las palabras supo que era hora de cenar. Compartió un rato agradable discutiendo con Connie, Armin y Sasha acerca de temas triviales, de vez en cuando le echaba una mirada furtiva a Mikasa quien no despegaba la vista de Eren, para él eso era como una patada en el estómago, aún no superaba el ser completamente ignorado por la morena a causa de su mayor dolor de cabeza, el chico titán.

Se quedó solo unos minutos más luego de la cena, cuando todos se retiraban a sus cuartos a acostarse, suponía que Armin ya debería estar durmiendo, respetaba completamente sus horarios de sueño para rendir mejor, aunque todos sabían que sus capacidades físicas no eran las mejores.

Subió las escaleras a su habitación apoyando su mano perezosamente sobre el impecable pasamanos y recorrió el camino por el pasillo hasta la habitación final que compartía con el rubio, sin embargo, poco antes de llegar escuchó unos gritos, no, para el sonaba como gemidos, provenientes de la misma, se acercó poco a poco para alcanzar a oír algo sin ser oído él antes.

-Ah, no Eren, no más por favor, sabes que no me gusta que toques eso, ah Eren duele - identificó de inmediato la voz de Armin. Realmente no sabía que pensar acerca de lo que escuchaba, los gemidos del rubio sonaban agudos y suplicantes.

Dio un paso más.

- Si tan solo me dejaras abrirlo apropiadamente no tendría por qué dolerte, es igual de incómodo para mí - y entonces a sus oídos llegó la voz más odiosa de todas. Eren. 

- Pero me gusta así como está, cerrado, solo yo puedo abrirlo, con mis manos, no necesito la ayuda de nadie más. ¡Ah! ¡Au! Eren ya sal de encima mío déjame en paz.

- Shh Armin, haz silencio, imagina que pasaría si nos escuchan.

- Es tu culpa, tu no deberías salir del calabozo ¡Ah! Eren en serio duele quítate.

- Si no te movieras tanto y me dejaras verlo sería más fácil.

Jean estaba alucinando, se imaginaba lo que podía estar pasando, es más estaba seguro, y ahora le asaltaba una duda ¿Se iba y los dejaba terminar en paz? o ¿Entraba y veía una de las peores escenas de su vida pero ayudaba al rubio? La segunda opción le daba un bonus: Molestar a Eren. Entonces se decidió inhaló profundamente y dio los últimos pasos hasta entrar en el cuarto.

-¡¿Qué demonios creen que están haciendo en mi habitación?! 

Entonces vio lo que realmente ocurría. Armin estaba hecho un ovillo sobre su cama protegiendo el cuaderno que él mismo le había visto ocupar varias veces, Eren, sobre el rubio intentaba quitárselo de las manos por alguna razón desconocida. 

En esos momentos el rojo de la cara de Jean subió a otros límites al darse cuenta de su error mientras que los acusados lo miraban con cara de no saber que pasaba.

- Ejem - dijo Armin - Eren ¿Ahora sí puedes salirte de encima mío?

- Oh, sí claro - se bajó de la cama - me iré ahora… Jean lamento el desorden. Armin, no te librarás de mí tan fácilmente.

- Lo se - dijo el rubio mientras se sentaba sobre su cama sin soltar el libro.

Eren salió de la habitación y se le oyó bajar las escaleras, entonces Armin liberó todo el aire que parecía haber guardado hace mucho en sus pulmones. 

- Lo siento por todo el ruido, no pensé que te disgustaría tanto - comentó cabizbajo el ojiazul.

- No, tú discúlpame Armin, creía que estaban haciendo otra cosa y no quería que lo hicieran aquí así que entre demasiado enojado.

- ¿Qué cosa creíste que hacíamos? - una persona demasiado suspicaz contra un bocota como Jean.

- Ah. No. Nada. Nada. No importa ya, eh, me acostaré ahora si no te importa, estoy cansado - fingió un bostezo que no haría caer ni a Sasha, pero Armin no se quejó, no era muy entrometido a decir verdad.

- Claro, iré al baño y vengo a acostarme también.- El rubio salió de la habitación con el libro bajo el brazo mientras Jean cambiaba su ropa por el pijama y se metía bajo la cama.

Se acomodó y apagó la lámpara de aceite de su lado del cuarto, cerró los ojos y se rió mentalmente por la imbecilidad que creyó que Armin y Eren hacían, también, muy dentro suyo sentía un tremendo disgusto por si hubiese llegado a ser cierto y que iba más allá de la utilización de la habitación que compartían ¿Qué era exactamente? Ni el lo sabía pero no quería darle más vueltas al asunto.

Armin entró de vuelta a la habitación Jean se sintió observado por el rubio y apenas oyó como sus pasos se alejaban entreabrió los ojos para observar la silueta de su compañero. Vio como camina hacia los pies de su cama y se arrodillaba, con una mano tocaba el piso y deslizaba la mano hacia delante, Jean tenía una tremenda curiosidad por saber que hacía exactamente, con la poca luz y los ojos sin abrir completamente tenía una visión bastante distorsionada. Sin embargo pudo notar como Armin levantaba una de las pequeñas tablillas de madera del piso y guardaba algo rectangular en el espacio que se produjo en el piso para luego colocar la tablilla en su lugar y repasarla con los dedos.

Cerró los ojos de nuevo al oír que Armin se ponía de pie y se acostaba en su cama.

Jean se quedó pensando. Algo rectangular, algo rectangular. Y así calló en los brazos de Morfeo.

Al día siguiente se levantó como siempre a las seis de la mañana y salió a entrenar fuera del cuartel con el resto de sus compañeros, Levi estaba más exigente de lo normal, él se lo atribuyó al hecho de que ya no podían salir y quería despedazarlos él mismo dentro de los muros.

Cuando terminó de ducharse para ir a desayunar alguien lo detuvo.

- Jean - dijo Eren - seré breve, sé que no te agrado pero necesito un favor - Jean alzó una ceja - ayer quería ver que es lo que tiene Armin en su cuaderno de anotaciones y necesito que me digas en que parte lo guarda para sacarlo. Ese cuaderno me da demasiada curiosidad, desde nuestro primer día de reclutas que lo usa y estoy seguro que hay secretos sobre titanes que sólo él ha descubierto. Vamos, si me dices donde está no te molestaré en una semana entera.

Cuaderno. Oculto. Forma rectangular. Armin. 

Las cosas que no le calzaban el día anterior debido al cansancio ahora tenían todo el sentido del mundo y el mosquito de la curiosidad comenzaba a picarle ¿Secretos sobre titanes? Oh Dios, si había algo en el cuaderno el tenía que averiguarlo primero.

- Lo siento suicida, pero no se nada de ese cuaderno, lo he visto un par de veces en las manos de Armin pero más que eso ni idea, no tengo el tiempo para estar viendo donde lo oculta.

- Oh, demonios. Esta bien, pero si llegas a saber algo me dices. - Jean lo miro con cara de “¿En serio crees que lo haré?” - Te subo la oferta, un mes completo sin molestarte.

Tentador, pero el lo leería primero, después le diría a Eren donde lo escondía.

Sonrió de lado y asintió. Caminó hacia el comedor con paso firme y unas ganas enormes de que las horas avanzaran rápido para escudriñar en el escondite de Armin.

Las tareas se le hicieron eternas, las comidas tediosas y aburridas, cada minuto que pasaba era un minuto más de ansiedad. Ni él sabía exactamente por qué le interesaba averiguar que es lo que Armin sabía sobre los titanes que él no. Quizás era el hecho de que lo escondiera tan recelosamente lo que lo tenía ansioso, sí, quizás era eso.

Entonces fue el momento. Eren, Mikasa y Armin estaban fuera hablando de quizás que cosas mientras Levi los vigilaba atentamente, más precisamente a Eren. Al parecer se tomaba muy en serio su trabajo con tal de que el titan cambiante no arruinara las cosas. 

Subió apresurado las escaleras y corrió el pasillo hasta el final, se paró de golpe frente a la puerta tragó duro y se decidió, la abrió despacio y se adentró en la habitación como si fuera el lugar más desconocido y peligroso del mundo, camino lentamente hasta el sector en que Armin se había agachado la noche anterior y lo imitó. Toco cada una de las tablillas cercanas presionando repetidas veces con la mano hasta que dio con una que se movía, con la punta de sus dedos la removió con cuidado y la dejó a un lado y bajó la vista, y ahí estaba, el cuaderno empastado de tapa dura y rojiza como la bufanda de Mikasa, estaba con el lomo hacia arriba, el que tenia escrito “Armin" con trazos erráticos hechos con alguna especie de cuchilla. Entonces lo sacó rápidamente y lo abrió.

Pasó cada página incrédulo, no se convencía. Lo cerró y lo abrió muchas veces esperando que su contenido cambiara y que lo que veía era solo una pasada de su mente egocéntrica y en realidad había otra cosa. Pero no, todos eran lo mismo, dibujos y más dibujos, todos de la misma persona en diferentes situaciones, pero la misma persona.

 

¿Quién era esa persona? Ni mas ni menos que él… Jean Kirschtein.

Notas finales:

Espero sus reviews, amo esta pareja y yo se que las fujoshis que leen el manga saben que hay una TSNR* ahí jajaja.

* Tensión sexual no resuelta. Esta frase la tomé de una gran amiga mía :D

 

Mii


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