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Hot heart por devilasleep11

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Notas del fanfic:

Los personajes de este FanFic no me pertenecen, son obra de la maravillosa mente de Eichiro Oda... 

 

Notas del capitulo:

Bueno... kurokaXsama he cumplido con lo que te he prometido... ¡HE HECHO UN FANFIC ACELU PARA TI!

Está lloviendo afuera... parece que el cielo se cae y me da alas de verdad hehe xD...

Si es que alguna vez he dicho que este tipo de histrias no se me dan y que no escribiría algo así es por eso mismo... ¡No se me dan! 

No saben lo mucho que me ha costado... ¡AUN ASÍ NO ME SIENTO CONFORME!

De verdad ha sido todo un reto >0<. Luffy para muchos es alguien casi intocable... No es que para mi lo sea... más bien es complicado... Muy complicado... ¡No sé como para algunas es tan fácil escribir historias sobre él! Después de todo es Luffy... :I

En fin espero no decepcionar a nadie...

Capítulo 1: "Me queman estos... ¿Sentimientos misteriosos?

 

I

Lo miró impresionado.

 

<<Se ve bien…>> Fue lo único que pensó. Sentía su cara arder, ¿era él o la temperatura de la sala había subido de pronto? No lo supo bien.

 

La tela de la polera se le ajustaba deliciosamente al cuerpo, delineando cada hendidura y cada relieve. Sus músculos se contraían bajo el tejido mientras tomaba la caja del piso y la entraba en el departamento.

 

¿Qué eran esas ganas por abrazarlo? No, no era abrazarlo exactamente… quería algo más profundo que un abrazo, quizá quería diluirse, quizá quería diluirlo. Mordió con impaciencia su labio inferior. Por más que quisiera salir corriendo y estrecharlo y sentirle, no podía, ninguno de sus miembros se movían. Sus caderas se contornearon ligeramente al tomar con mayor delicadeza la caja que en sus brazos parecía pluma.

 

Todo a su alrededor se desenfocaba y lanzaba un brillo casi enceguecedor, lanzaba un fulgor que hacía que la espalda le sudara frío. Quería estrujarlo ya ¿Cómo se le llamaba a eso? No alcanzó a tratar de darle una repuesta a la pregunta puesto que el objeto de sus miraditas inocentes pero impuras se dio la vuelta levemente. El corazón se le paró y latió luego fuertemente como si hubiese reunido fuerza en ese milisegundo en que se detuvo.

 

-          ¿Qué pasa Luffy? – Sus labios danzaron lanzando sonidos al aire que sonaron acoplados en sus oídos. Monkey D. Luffy sintió las manos quemar al igual que su cara, esa sonrisa amable le enmudecía ¿Qué cosa era eso?

 

-          Nada… - Dejando sus misteriosas sensaciones de lado le regaló una sonrisa tan sincera que pareció sacada de un ángel. Al pecoso muchacho de pelo negro que estaba en el umbral de la puerta con traje de repartidor se le derritió el corazón ¿Podía cuantificar cuanto amaba a su pequeño hermanito? Seguramente no. Ni el universo abarcaba tanto cariño, tanta pasión, tanto deseo…

 

Luffy siguió a su hermano dentro del departamento en donde vivían los dos solos desde hace poco más de un año. Él trabajaba y estudiaba en la universidad pero esas vacaciones tratando de obtener un dinerito extra, había entrado a trabajar de repartidor a medio tiempo. Después de todo había que comer ¿No?

 

Una vez dentro y cerrada la puerta el calor aumentó mucho. Claro si desde ahí podía ver a Portgas D. Ace, su hermano mayor, dejando la caja en la mesa de la cocina al lado de la pequeña sala totalmente desordenada. Se secó el sudor con parsimonia para luego dirigirse al lavaplatos, abrir el mueble encima de este que contenía los vasos y las tazas, sacar uno de estos primeros y servirse un vaso de agua. El cuello firme expuso de perfil a su manzana de adán subiendo y bajando, un hilo de agua se había escapado por la comisura de sus labios y se deslizaba traviesamente hasta su mentón resbalando por la garganta y perdiéndose en la prenda. Luffy siguió con la mirada atenta el camino de ese riachuelo que nacía desde unos labios secos hasta morir entre hilos entrelazados finamente. Volvió a morder su labio ¿Por qué no podía moverse si quería ir y arremeterse contra su hermano?

 

Ace se volvió a mirarlo una vez el estómago le sonó fuertemente. Claro con esa vista se le había olvidado hasta que su cuerpo necesitaba carne.

 

-          Ace… - Dijo en un tono de reproche, recordó que antes de que su hermano llegara el estómago le había pedido algo de comida pero cuando fue al refrigerador y lo abrió se dio cuenta de la cruel realidad ¡No había carne! Claro que no pensó en que tan solo unos minutos atrás se la había acabado toda. Se había tenido que conformar con un helado que encontró a medio acabar. Ese mismo helado que en ese instante se derretía sobre el suelo, lo había tirado cuando escuchó el timbre sonar, era su hermano con las manos llenas con la caja que el mismo Ace había encargado ¿Unos libros para la universidad quizás? - ¡Tengo hambre!

 

El tierno moflete que había implantado el su rostro hizo que al pecoso se le fundiera el corazón. Claro, lo amaba, lo amaba hasta volverse loco, lo amaba con todo su impenetrable corazón, con toda su posesiva alma.

 

-          ¿Te la has acabado ya? – Dijo juntando sus cejas, Luffy miró hacia su lado derecho con la boquita fruncida como tratando de imitar un pez, inflando las mejillas.

 

-          N-no… - Ace entre cerró los ojos y le miró con suspicacia haciendo que el moreno menor se pusiera mucho más nervioso, hasta que sus nervios explotaron - ¡Es que no dejaste lo suficiente! – Dicho eso se le abalanzó encima sin que el pecoso pudiese darse cuenta, el vaso que aún tenía en la mano casi se le resbala, claro, si una cosa como esa le desarmaba por completo y le dejaba como gelatina – Es tu culpa por dejar poco…

 

-          ¿Mi culpa? – Dijo tratando de controlarse. Si no frenaba eso de seguir terminaría haciendo algo indebido, de seguro terminaría arrinconando a su pequeñito contra alguna pared besándolo con hambre, con esa hambre a la que se había sometido por tanto tiempo que ya estaba famélico y un poco de afecto y ardía el control sobre sí mismo.

 

Luffy quería más de ese contacto sintió como el pecho de su hermano golpeaba con fuerza ¿O era el suyo? Le miró directamente a la cara encontrándose con sus mejillas coloradas y esos labios singulares. Tuvo ganas de… ¿De qué exactamente…?

Ace creyó que el cuerpo se le deshacía entre los brazos de su hermanito… Esa sonrisa… Moriría por esa sonrisa… En realidad ya moría cada cuando ella le enceguecía y fulminaba en un lo amo

 

Hasta a veces se agradecía de que las horas en la universidad y el trabajo le quitaran tiempo para verle porque o si no de seguro aquello que hacía que ardiera la cabeza por el pequeñín frente suyo le terminaría destrozando por completo la pequeña edificación, frágil  e inepta a la que llamaba vida. Luffy le miraba atento casi con intenciones de hipnotizarlo si no fuera que un olor dulzón y pegote le llegó no hubiese despegado sus pensamientos.

 

-          Mi-mira… - Dijo de pronto alejándose del objeto de sus deseos – Has tirado el helado aquí en la sala ¿Cuántas veces te he dicho que no comas en el sillón?

 

-          Pero si tú también comes en el sillón – Dijo Luffy haciendo un moflete tierno, simplemente Ace no podía enojare con él – Además se ha acabado la carne y tengo hambre… – El tono de reproche en su voz no hizo más desbaratarle.

 

-          Te dije que hoy después del trabajo pasaría a comprar, lo siento pero no hay más… - Dijo limpiando el piso y recogiendo el gran pote con helado.

 

Luffy ya se había dado cuenta pero la polera de Ace parecía moldearse mucho más a su cuerpo. Se sorprendió nuevamente al sentir como se estremecía un poco y sintió las mejillas arder.

 

<<Se ve bien>> la frase volvió a colarse por su cabeza pero desapareció en el momento de percatarse de que Ace le miraba extrañado, y claro, si después de lo que le había dicho esperaba que el pequeño hubiese soltado el típico “¡Yo quiero carne ahora!” o “¡Pero tengo hambre ahora!”, en cambio se le había quedado mirando fijamente.

 

-          Te queda chica…

 

-          ¿Eh?

 

-          La polera - ¿Qué era eso? De pronto Luffy se sentía extraño, no quería mirar su hermano a los ojos y las mejillas seguían ardiendo se llevó las manos a la cara para verificar  de verdad lo hacían o era por efecto del calor de verano, la habitación parecía un horno, por lo menos para él. Ace por su parte se miró y luego a Luffy ¿A que venía ese extraño actuar así de repente? Se veía apenado ¿Era eso posible hablando de Luffy? Simplemente no.

 

-          ¡Ah! es que cuando estaba entregado un pedido se me ha manchado mi polera y uno de mis compañeros me prestó una que tenía, aunque me queda un poco pequeña ¿Se nota mucho? – Luffy negó energéticamente, tenía ganas de acercársele, de… de… ¿Qué eran esas ganas de abrazarle de nuevo? No en el cotidiano apretujón era distinto quería acercársele de forma distinta, extraña, misteriosa.

 

Le miró. <<Muy bien>> ¿De nuevo? Pero es que era cierto se le veía excelente, se veía… No encontraba la palabra adecuada ¿Cómo se le dice a cuando quieres arrancarle algo a otra persona? ¿Cómo es que ahora la temperatura subía tanto al verle así, solo así?

 

Ace se le acercó la cara roja de Luffy le estaba preocupado y su repentino mutismo acentuaba mucho más su repentino desosiego. El pelinegro menor vio como se le acercaba lentamente pero no se movió de su lugar, tenía ganas de esperarlo; que alargara la mano, como lo hacía en ese momento; que tocara su piel, como en ese momento; que se le acercara tanto que su cara quedara a  unos cuantos centímetros de la suya, como en ese momento. Sintió el corazón golpear contra su pecho ¿Podía doler un latido? El cuerpo de Ace se veía tan endemoniadamente ¿Atrayente? ¿Esa era la palabra que buscaba?

 

-          ¿Qué? – Dijo Luffy, la voz pareció temblarle ¿De verdad?

 

-          No pareces estar enfermo pero… Es que has estado actuando extraño… - Ese tierno sonrojo mientras le miraba tan fijamente por momentos, la verdad era que hace un tiempo que su hermanito se le quedaba mirando con fijeza, como si quisiera encontrar a respuesta a alguna pregunta mientras le escudriñaba con un incauto descaro. Creyó lo peor Luffy, nunca se sonrojaba a no ser que estuviese muy agitado cosa que con esa dulce sonrisita hacía que perdiera la cordura nuevamente. El moreno menor se alejó un poco no soportaba como golpeteaba el corazón contra su pecho, cada latido entumecía su cuerpo.

 

-          Estoy bien… - Dijo disimulando, mal, pero disimulando.

 

-          No me convences… - Ace entrecerró los ojos. Justo en ese momento el estómago de Luffy gruñó fuertemente, lo salvó el divertido sonido.

 

-          Tengo hambre… Y he botado el helado… - El pucherito hizo que a Ace de nuevo se le derritiera el alma.

 

Iba a partir en ese mismo momento a salir a comprar algo para Luffy y prepararle una rica porción de su comida favorita pero otro sonido derrumbó sus ideas, esta vez era el celular. No era más ni menos que Marco, su supervisor, le caía bien el hombre era simpático y buen compañero cuando había llegado fue uno de los pocos que se le había acercado y de inmediato se habían hecho amigos. Un buen colega, pero eso no quitaba que también era un tanto estricto.

 

Contesto solo para escuchar que debía regresar en ese mismo instante que su jornada laboral aun no terminaba. Se maldijo y maldijo el tiempo que pasaba muy rápido cuando estaba con Luffy y no podía quedarse más a comer de su escena maravillosa y benefactora. Delicioso veneno.

 

-          Lo-Lo siento mucho Luffy pero tengo que volver… - Justo en ese momento el moreno menor tenía la mirada perdida nuevamente. Le observaba, con atención con ¿Eso era deseo o es que ya su cabeza pervertida y desesperada estaba haciéndole ver alucinaciones graves?

 

Sin embargo Luffy se le había quedado mirando puesto que estaba molesto, no molesto no era la palabra… Era como si hubiese querido quitarle el celular y que se quedara con él, no importaba que el hambre atacara su estómago si Ace se quedaba era suficiente. No le gustaba que su hermano le dejara, no le gustaba que haya recibido esa llamada, no le gustaba que fuera porque OTRO se lo había pedido. Su mirada era tan fija que hizo estremecer de pies a cabeza al pecoso.

 

Ace sintió que ya no podía más. Demasiado tiempo deseando tocarlo, demasiado tiempo. Su vida amorosa se podía resumir en una palabra; ser espera.

 

No vio en que momento ser acercó nuevamente a Luffy quien le seguía expectante, como si estuviese y no estuviese mirándole. Levantó su mentón delicadamente con miedo a que se evaporara, a que se esfumara entre sus dedos. Se acercó con lentitud saboreando cada segundo que avanzaba un milímetro, Luffy sintió como el abdomen se le acalambraba. Demasiada cercanía, demasiados nervios. El pecoso finalmente rozó sus labios, solo un roce efímero, fue el presente que no existe, el tiempo en un espiral a toda velocidad, fue la expresión de una estrella fugaz en sus labios.

 

Al alejarse y darse cuenta de lo que había hecho, la cara se le coloreó de tal forma a Ace que creyó que se le reventarían las mejillas de vergüenza pura, llevó su mano con rapidez a la boca abriendo los ojos de par en par, le ardía el cuerpo, le quemaban los labios, se le fundieron los sentidos. Solo había sido un segundo pero Luffy cerró los ojos mientras esperaba el contacto de su hermano, solo por mera intuición. Esa carita tan angelical manchada por una cicatriz, esos ojos grandes y seguros que habían bajado sus telones a la espera de una ovación, esa boquita con la que tanto había añorado fue tocada por sus labios impuros y desconfiados. Salió corriendo sin más, si no fuera por las escaleras hubiese llegado en medio minuto a la motocicleta en la que hacía las entregas y se esfumaría de la presencia de su hermanito por completo.

 

Por su lado Luffy Abrió los ojos cuando sintió a su hermano correr y cerrar de un portazo la puerta, estaban un poco confundido. ¿Ace le se había acercado? Si, ¿Ace le había pasado con delicadeza la mano por el mentón? Si, ¿Ace había acortado la distancia entre ellos hasta ser ínfima? Si, ¿Ace rozado sus labios con los de él? ¡Si!

 

En ese momento sintió como la sangre se le subía a la cara de golpe, se sintió ligeramente mareado, las piernas le flaquearon y la habitación volvió a subir de temperatura ¿O era él?

 

¿Qué era eso? ¿Qué era eso? ¿Qué era eso? El pánico de pronto de invadió. Corrió hasta su habitación sin saber qué hacer, el aire intoxicaba, el corazón taladraba tanto que lo sentía en la garganta y en los oídos, le costaba respirar y el hambre increíblemente había pasado a segundo plano. Entró sin miramientos en su cuarto y se encerró en este.

 

Estuvo un par de minutos con las manos en el picaporte sin entender nada, sin que las sensaciones que revolucionaban su cuerpo se desvanecieran. Ya las piernas flaquearon de tal forma que se fue deslizando de a poco por la puerta ¿Era eso normal         ?

 

Ace era su hermano, nunca le había visto de otra forma, pero de un tiempo acá se veía tan bien, no entendía nada, pero sí de que Ace se veía bien, muy bien ¿Cómo explicarlo de otra forma? Si hasta cuando su boca se curvaba en una sonrisa o cuando salía del baño con la toalla adornándole alrededor de su cuello se veía ¡DEMASIADO BIEN!

 

Se llevó las manos al cuello y por fin se dio cuenta que estas temblaban ligeramente ¿Por qué si solo había rozado sus labios con los de Ace? ¿No debía eso provocarle cierto asco? Después de todo era su hermano, su hermano mayor, el que siempre le trataba con amabilidad pero que terminaba aprovechándose de él, aquel que conoció a los siete años y le trataba con frialdad pero que aun así terminó siendo su amigo. Ese era Ace, el que no importaba como, trataba de mantenerse a sí mismo a él y más encima estudiar en una de las más prestigiosas universidades.

 

Las imágenes amables e inocentes de su hermano sonriendo, besándole cariñosamente la frente o simplemente regañándole o dándole un golpe fueron subiendo de tono, sin saber cómo.

 

Pasaron a ser de Ace con ropa ajustada, Ace sin polera, Ace sonrojado, Ace robándole un trocito de cielo, Ace tocándole, Ace intoxicándole. No quería un roce, quería que sus labios se unieran definitivamente, quería sentirle, quería tocarlo, quería ¿Comerlo? ¿Cómo a la carne? No, definitivamente no era eso, más bien era… era… quería pasear su lengua por la piel que se exponía ligeramente en su garganta, los labios en ese momento urgían y hormigueaban por poder posicionarse en el hueco que se le formaba entre su cuello y el hombro… ¿Cómo se le llamaba a eso?

 

Supo en ese momento que su cuerpo se había excitado y antes de entender que es lo que le ocurría, antes de comprender las sensaciones, emociones y los tiritones que iban al compás de la melodía del corazón que aun pujaba en sus oídos. Antes de darse cuenta, sus manos se habían fijado en su hombría, antes de que su cerebro podría asimilarlo soltó un ronco gruñido al pasear sus manos delicadamente por la tela que apresaba sin piedad su incipiente endurecimiento. Inspiró entrecortadamente y mordió su labio. Era instinto, puro instinto.

 

Ya se había cansado de hacerse preguntas, se dejó hacer por las imágenes ya sean imaginarias o recordadas que su cerebro enviaba una y otra vez. Sus movimientos eran torpes, demasiado torpes, pero necesitados, extraños, incomprensibles, la naturaleza le susurraba al oído como seguir.

 

Ni aun cuando ya tenía su miembro flácido entre sus manos manchadas de su propio líquido y su pecho subía y bajaba con rapidez, entendió que es lo que le ocurría. Claro que si sabía que se había excitado, no es como si no entendiera a su cuerpo, después de todo como cualquier adolescente despertaba todas las mañanas con su amiguito saludando al cielo, además de que habían pasado muchas clases de biología enseñando el significado de esas reacciones del cuerpo. Kid tenía una forma muy especial de explicarlo. El estudiante de mecánica le había dicho una vez:

 

Es simple, no es nada más ni nada menos que mera calentura. Cada vez que eso te pasa, quiere decir que estas caliente… Menéatela un poco y se te pasará”

 

En ese momento Law después de golearlo se había reído un poco. 

 

Caliente… Si, había sentido como si se pudiera derretir, pero… ¿Pensando en su hermano? Si, pensando en Ace.

 

Luffy llegó a una sola conclusión. Ace quemaba… Ace le ponía caliente...

 

II

 

-       ¿Alguna vez se han sentido calientes? – El rubio con la ceja rizada y el peliverde pararon de pelear, el moreno de cabello largo y rizado dejó la mariposa que estaba haciendo con una hoja de oficio; para mirar sorprendidos los tres al menor de los hermanos D.

 

-       ¿Qué? – Sanji fue el único que se atrevió a preguntar si es que lo que había escuchado había definitivamente salido de la boca de ese glotón con cerebro solo para a carne. Luffy les miró con decisión en los ojos.

 

-       Se han sentido calientes ¿Cierto?

 

¿Luffy? Luffy el que nunca había presentado curiosidad siquiera por mirar a una chica con otros ojos que no fueran de amistad, aquel que parecía que nunca había tomado en cuenta una clase de sexualidad en biología, el que los tres juraban que ni sabía lo que era tener una erección, de la nada preguntaba si alguna vez se habían sentido ¿Calientes? ¿Eso había dicho? ¿Luffy?

 

Zoro saliendo un poco de su impresión dejó de lado a Sanji que hasta ese instante aún se aferraba a su camisa. Entrecerró los ojos y se cruzó de brazos. Ya sabía que Luffy estaba un poco extraño desde que habían lo ido a buscar a su departamento, demasiado callado, si hasta no le había pedido carne una vez llegaron a su casa en donde pasarían un rato, después de todo habían quedado de estar en la piscina del peliverde con los demás pero con las vacaciones familiares de algunos solo estaban ellos allí. Sabía que algo pasaba con él y es que después de todo era uno de los que más conocía a Luffy esto era porque a pesar de parecer alguien sumamente simple en el fondo era un tipejo complicado aunque idiota (nota: tiene cara haha).

 

Por su parte Luffy después de ese suceso había ido al baño a lavase las manos y decidió darse un baño, aún era demasiado temprano para eso pero igual se lo dio. Preparó la tina con agua caliente, demasiado caliente. Todo le parecía tan caluroso. Se quedó en ella hasta que el agua se enfrió. Al igual que su apresurada cabeza. Se sentía confundido cuando después de salir del baño con el pijama ya puesto y el sol escondiéndose a lo lejos Zoro había llamado, quería confirmar su presencia al día siguiente ya que Franky había declinado de pronto por cierta cosa que debía hacer, obviamente se emocionó y dijo que sí, la piscina de Zoro era muy buena y estar con los flotadores en ella era muy cómodo. Una vez su amigo cortó, después de unos diez minutos de estar hablando de trivialidades con él, se había ido a acostar son importa nada más, ni siquiera había sentido a Ace llegar y mucho menos irse al día siguiente. Esa mañana había llegado con Sanji y Ussop en el auto del profesor Mihawk, padre de Zoro.

 

No había podido en ningún momento sacarse la da cabeza la idea de Ace, la sensación de sus labios rozándole ya no daba abasto. Se sentía de pronto muy desesperado, acorralado. Quería saber que era lo que le estaba ocurriendo ¿Cómo era posible todo lo que le había ocurrido en unos cuantos minutos? Su mente no alcanzaba a comprender del todo el porqué de su “calentura”. Aún más cuando vio la cara sorprendida de sus amigos su curiosidad se acrecentó de pronto.

 

-       ¿Qué quieres decir exactamente por caliente Luffy? – Los tres miraron a Zoro como si fuese obvio, como si fuese idiota, sin embargo antes siquiera que Luffy moviera su boca o que los otros dos se dieran el lujo de burlarse aclaró su pregunta - ¿Significa que tu cuerpo en si se sintió caliente o fue que te excitaste por ver algo o alguien en particular? – Sanji y Ussop comprendieron a donde iba el peliverde. Era cierto estaban hablando con Luffy y este podía utilizar palabras para describir una situación o síntoma de una forma bastante primitiva. Luego de mirar a Zoro dirigieron su vista al pelinegro que frunció el entrecejo.

 

-       Solo caliente no… Mirando… - Luffy había  cruzado los brazos y se esforzaba por explicar lo que le había ocurrido y que sus amigos pudieran entenderlo.

 

-       ¿Mirando? ¿Cómo cuando ves a una chica bonita y provocadora? – Ussop comenzaba a entender la conversación, estaba bastante sorprendido por que fuese Luffy el que empezara una de ese tipo.

 

-       ¿Eh? – Sanji tan solo había necesitado el escuchar “chica” y “bonita” para revolotear como loco - ¿Quién es? ¿Es un bombón? Para que tu cabecita de mierda se muestre interesado de esa forma en una chica debe ser ardiente como nunca… - La mente del rubio idealizó demasiado a la supuesta muchacha que terminó desangrado en el piso, a Ussop se le resbaló una gotita de sudor por la sien. Luffy volvía a fruncir el ceño.

 

-       No… - Dijo afligido, rascó frenéticamente su cabeza tratando de encontrar las palaras – De un tiempo acá se ve muy bien… Luego de eso… Emss… ¡Imágenes! Si la cabeza se me llena de imágenes. Ayer pasó lo mismo pero me calenté…

 

-       Te calentaste por mirar a esa persona… - Dijo Zoro tratando de seguir el hilo a las ideas del moreno.

 

-       ¡Si! Caliente por mirarla – Luffy sonrió al saberse entendido.

 

-       ¿Muy caliente?

 

-       Si, muy caliente…

 

-       Así que muy caliente ¿eh?

 

-       ¡¡Ahhh!! – El grito lo había dado Ussop tapando la boca de Luffy – Tanto escuchar “caliente” me pone de los nervios… cómo es que tú utilizas esa palabra – El narigón apuntó a Luffy, quien le miró como si fuese una respuesta obvia. Zoro y Sanji le miraron, era cierto, el moreno no acostumbraba a utilizar ese tipo de lenguaje.

 

-       Bueno cuando ves a alguien que se ve muy bien te excitas ¿cierto? – Ussop asintió – Y luego la temperatura comienza a subir ¿no? – Ussop volvió a asentir – Luego te dan ganas de bajar esa temperatura – Ussop volvió a asentir con la frente tapada en sudor, ya sabía a donde iba todo eso – Y luego terminas tocand…

 

-       Ya, ya, ya… Lo sé – Ussop había tapado la boca de Luffy de nuevo completamente sonrojado no podía creer que el moreno dijera esas cosas tan a la ligera.

 

-       ¿Por eso dices que te sentiste caliente? – Otra vez era Zoro cuestionando. Luffy zafándose de la mano opresora del narigón negó energéticamente.

 

-       Kid me dijo que así se le llamaba a eso que sentía… - Ahora los tres entendía cómo es que Luffy hablara de esa manera.

 

-       Pero dinos… ¿Cómo lucía esa damita para que te atrajera tanto…? - el claro segundo sentido en las palabras del rubio irritó un poco al peliverde.

 

-       ¿Cómo lucía? – Luffy movió su cabeza había un lado sin comprender ¿Por qué le había dicho damita?

 

-       Ya sabes cómo andaba… Su ropa…. No me digas que no tenía nada… Que mal chico mirando a una chiquilla desnuda…

 

-       Ya te gustaría ser tú...

 

-       Cállate alga sobre desarrollada.

 

-       ¿Qué dijiste?

 

-       Mi conversación es con Luffy no contigo no te metas Marimo.

 

-       ¿Cómo? ¡Maldito cejar de caracol!

 

-       Hey, hey…

 

 

-       Ams… Pero si yo he visto a Ace muchas veces sin ropa pero es ahora cuando esto me pasa… - Dijo Luffy con simpleza haciendo que el mundo en ese instante se congelara ¿Habían escuchado mal? De nuevo el moreno había frenado una pela del rubio y el peliverde, además les dejó mucho más perplejos…

 

-       Luffy…

 

-       La persona de la que estabas hablando…

 

-       Ace… - Dijo el moreno sonriendo – Ayer fue a dejar un paquete al departamento y su polera le quedaba un tanto apretada, se veía muy bien… luego de eso por alguna razón tenía ganas de comérmelo, iba a acercármele pero Marco lo llamó, me molestó bastante pero se me pasó… porque él se me aceró y rozó sus labios con los míos y se fue con la cara rojísima… No sé por qué pero sentí que el corazón se me salía por la boca y obviamente me calenté pensando en él…

 

¿¡Cómo era posible que Luffy dijera todas esas cosas con una simpleza sin vergüenza alguna!? Los tres muchachos sintieron que el piso desaparecía y caían por efecto gravedad al vacío. Nuevamente fue Zoro el primero en aterrizar en la tierra de nuevo. Volvió a cruzarse de brazos y suspiró para luego mirar con seriedad a su amigo de toda la vida.

 

-       Luffy… - El moreno le prestó toda la atención, poniendo una cara igualmente seria coque la de Zoro - ¿Sabes qué significa lo que nos acabas de contar?

 

-       ¿Qué significa? – Luffy ladeó la cabeza en un gesto tierno de no comprender. Luffy estaba sentado en el suelo de la habitación del peliverde, más tarde se irían a meter en la piscina, Zoro se bajó de la cama en donde estaba con Sanji y se sentó frente al moreno como un indio y apoyó las manos en las rodillas. Su cara aun no dejaba de ser seria.

 

-       ¿Desde cuándo sientes que él se ve bien? – Zoro no había respondido a la pregunta que le había hecho pero Luffy no le prestó atención a ello.

 

-       No lo sé… Solo una mañana lo vi después de tomar un baño y pensé eso – Dijo con simpleza. Ussop ocupó el lugar que era de Zoro antes y se quedó mirando a Luffy atentamente como lo hacía Sanji.

 

-       ¿Qué sientes exactamente Luffy?

 

-       ¿Eh?

 

-       ¿Sientes ganas de abrazarlo, de estar con él? ¿De darle un beso? ¿Te pone celoso que otro se le acerque? – Luffy no comprendió del todo y se le reflejó en la cara, Zoro suspiró - ¿Te molesta que otras personas hablen con él? Nos dijiste que te dio un beso ¿No? ¿Te gustaría repetirlo?

 

-       ¡Claro! – Dijo con una sonrisa – No me gusta que se vaya cuando Marco lo llama, creo que no me gusta que lo llame… - Hizo un tierno puchero - ¿Qué quieres decir con “beso”? – A los tres se le cayó una gotita por la sien, simplemente Luffy era un idiota o demasiado inocente… Los chicos decidieron por una casualidad mental que era la primera.

 

-       Que junte sus labios con los tuyos… - Dijo Zoro lentamente destacando las palabras. Luffy abrió los ojos y las mejillas se le colorearon. Ninguno creyó lo que veía, al parecer el moreno se había ¿Avergonzado? Imposible, era Luffy, eso era simplemente imposible.

 

-       Sí… Sí quiero… Se sintió extraño pero… Sí quiero…

 

-       Ya veo… - Se quedaron en silencio. El peliverde estaba un tanto sorprendido, pero de lo lento que era su amigo, de lo lento que eran todos en verdad. Bueno al principio no se había dado cuenta, pero es que al fin y al cabo esa relación que tenían era muy rara. Ace lo protegía de una forma casi obsesiva, como un amante celoso, y Luffy era muy afectivo, si bien siempre abrazaba a todo el mundo con Ace era distinto, demasiado distinto, lo confirmó luego de hablar con Robin, la profesora de Historia que se juntaba con ellos. No es que Luffy tuviese esos sentimientos antes como contaba, solo que no se había dado cuenta de ellos y ahora experimentaba lo que era desear a la persona que se quiere. La culpa obvia de la pubertad.

 

-       Zoro… - Dijo Luffy rompiendo el silencio que se había implantado, todos habían sacado sus propias ideas pero llegaron a la misma respuesta.

 

-       ¿Mmm?

 

-       ¿Qué significa lo que siento…? No lo sé… Pero es como si no aguantara… ¿Pero no aguanto qué? – Zoro rompió con su cara de seriedad para pasearse la cara por la cara. ¡Demasiado lento!

 

-       ¿En verdad no lo sabes?

 

-       ¡Si lo supiera no preguntaría! – Sanji miró al peliverde incrédulo ¿Le iba a decir eso? Ussop por su parte tragó saliva.

 

-       No es que estés caliente Luffy… Son más bien como sentimientos misteriosos, y que sean sentimientos misteriosos quiere decir que te gusta. Te gusta tu hermano Ace…

 

-       Mis sentimientos misteriosos… ¿Me gusta Ace? – Al pronunciarlo no pudo evitar que le entrara calor a la cara y se escondió entre los brazos apoyados en las piernas, los chicos lo miraron sorprendido “Que linda reacción” pensaron al mismo tiempo – ¡Sí! Me gusta… Pero ¿¡Que debo hacer!? 

 

Era la primera vez que Luffy les preguntaba qué hacer. Por lo general siempre tomaba una decisión completamente definitiva que junto con esa terrible determinación hacía milagros. Pero en eso era tan nuevo como un bebé… ¡Si ni siquiera sabía lo que era en sí un beso! Esta vez el que suspiró fue Sanji que se había dado por vencido. Era tan obvio que Luffy sentía algo por Ace que no había que ser un genio para darse cuenta, pero por alguna razón esa reacción cariñosa hacía su hermano pasaba tranquilamente por afecto entre familia, uno extraño, pero es que Luffy era en sí extraño.

 

-       No te preocupes Luffy… - Dijo en tono protector y delicado, nunca en su vida le había hablado así a un hombre, pero e que Luffy era una personita especial, un amigo que estaba en problemas, uno que necesitaba de su ayuda y se la daría sin importar nada – Está bien… No son cosas que uno pueda controlar, no te preocupes… - Tuvo ganas de encender un cigarrillo pero era la habitación de Zoro y a este parecía molestarle a veces el olor a tabaco – Pon en esto todo tu esfuerzo como siempre lo haces de seguro que te irá bien… - Dijo acercándose y acariciando sus cabellos negros.

 

-       ¡Ci-Cierto! El gran Ussop-Sama te dará su apoyo y te ayudará si es necesario – Dijo haciendo una pose victoriosa en la cama. Luffy sonrió con sinceridad. Era buenos amigos, muy buenos amigos. Se sintió feliz de saberse rodeado de gente que lo quería tanto.

 

-       Bueno… - Dijo Zoro poniéndose de pie atrayendo la atención de los demás, sonrió de medio lado – Que tal si celebramos el primer amor de Luffy con un helado en la piscina…

 

-       ¡CLARO! – Gritaron Ussop y Luffy, Sanji se limitó a sonreír.

¿Quién diría que ese remolino de alegría y decisión tuviese sentimientos como esos?

 

III

 

Luffy miró por enésima vez el reloj. Aun no llegaba y eso que era bastante entrada la noche.

 

Mordió sus uñas expectante y se echó en el sillón. Estaba hecho un amasijo de nervios. Era la primera vez que los sentía, el estómago parecía que estaba suspendido en el aire y el corazón tenía un ritmo más rápido que lo normal, además de no saber cómo reaccionar ante las cosas que le estaban pasando.

 

Luego de ir con los chicos a tomar helado al lado de la piscina de Zoro se habían puesto a conversar de sus experiencias en el amor para darle a Luffy un cierto consuelo.

 

Aunque nadie había dicho nombres, a excepción de Sanji que nombró a Nami y a Robin. Era bueno saber que no era el único que se sentía así por otra persona y que esos sentimientos misteriosos eran completamente normales. Sintió como en la garanta sus latidos se agolparon al recordar la promesa que había hecho

 

-       Entonces… ¿Le dirás a Ace? – Dijo el peliverde.

 

-       ¿Decirle?

 

-       Tienes que hacerlo Luffy, no es bueno guardarse esos sentimientos o terminarás arruinándolo todo…

 

-       ¿Arruinándolo?

 

-       Estoy seguro que si le dices a Ace lo que sientes te irá bien…

 

-       Está bien… ¡Prometo que esta noche cuando vuelva de trabajar le diré! – Exclamó con la llama de la convicción en la mirada.

 

¿Cómo iba a decirle a Ace lo que le estaba pasando? Y más importante ¿Cómo apagar esas ganas tremendas de abrazarlo, de que pase de nuevo sus labios por los suyos?

 

Se sentía tan extraño ¿Qué esperaba? Otro ¿Cómo se llamaba? Otro ¿Beso? Pero no como había hecho su hermano, no, quería algo más… ¿Profundo? Sí, más ¿Rudo?

 

Además, según los chicos eso solo se hacía con alguien que te gustara y a él, Ace le gustaba, así que no estaba mal.

 

Su cuerpo recordó esa anatomía envuelta en un pedazo de tela demasiado apretada, su cara acercándosele tan lentamente, los labios ardieron con tanta urgencia que frotó su mano izquierda en ellos. El calor fue descendiendo, por su cuello en un latido de la yugular sintió que quemaba, en su clavícula lentamente hasta su pecho en donde cayó en un fuerte golpeteo, resbaló por su estómago acalambrándolo. Más abajo, más abajo, más abajo. Su cuerpo entero ahora parecía que se calcinaba. Se abrazó a si mismo sin entenderlo.

 

<<Ace, Ace, Ace… Te quiero aquí…>> Pensó.

 

Como antes le había ocurrido, sus manos fueron siguiendo el camino del calor, se asombró cuando éstas se posicionaron en su miembro y lo acariciaron con un poco de rudeza. ¿Y si esas fueran las manos de Ace? Jadeó y mordió su labio. Volvió a tocarse para soltar un gemidito ahogado. Asustado sacó las manos con rapidez. ¿Podía su hermano apagar ese calor? ¿Podía su hermano  hacer que lo que dolía se calmara? Tomó aire y lo expulsó. Sus ojos eran decisivos, le diría a su hermano que le gustaba y además haría que Ace bajara ese calor que le hacía sentir, le haría tomar la responsabilidad.

 

En ese momento el moreno pudo escuchar las llaves siendo introducidas en la puerta y como éstas giraban. Al abrirse el típico chirrido que hacía esta le llenó los oídos, se quedó petrificado. Ese olor era el de la colonia de su hermano, ese suspiro cansado era de Ace. Como pudo se paró y le miró con los ojos llenos de determinación y un deje de ansiedad.

 

Ace se sacó la chaqueta  a tiró al suelo en la entrada cuando se fijó que Luffy le miraba con atención. Por un segundo se asustó pero al ver la cara que este tenía ese miedo se convirtió en extrañeza.

 

Ese día había salido casi sin hacer ruido no quería que Luffy se despertara y le preguntara por lo que había pasado el anterior. Después de salir corriendo en la camioneta se dio cuenta realmente de todo y sintió que el bochorno se le agolpaba en las mejillas más que el de la impresión. Ese día hizo todo mal, se equivocó de dirección, se le rompió una de las cajas, se peleó con uno de los clientes. Marco le había regañado como nunca para luego invitarlo a beber. Cosa que no dudo en aceptar aunque no tomo nada. Era por eso que llegaba más tarde ese día.

 

Esperaba que su hermanito estuviese durmiendo, pero no. Estaba en el centro de la sala mirándolo fijamente, con esos ojos tan fieros, de seguro estaba enfadado. Su rostro palideció.

 

-       Luf… - No pudo terminar ya que se vio siendo apresado por los  brazos de Luffy quien pasó los brazos por sus hombros y se le acercó con rapidez juntando con torpeza. Sus dientes chocaron haciendo que Luffy se alejara.

 

-       ¡Auch!… - Dijo con la mano en la boca. No entendía, se había acercado, había juntado sus labios ¿Por qué se sintió como si hubiese chocado con Ace? La verdad si había se chocado contra él. Por su parte Ace se había congelado por completo. ¿Luffy le había besado? Ni siquiera le importó que le doliera – ¡No es lo mismo! – Dijo en un puchero.

 

-       ¿Q-Que?... - Ya no comprendía nada ¿Luffy le había besado en serio?

 

-       ¿Por qué si me gustas no salió?…

 

-       ¿Qué? – El moreno menor seguía colgado de sus hombros.

 

-       Quiero que me beses de nuevo… ¡Tengo estos sentimientos misteriosos por ti! ¿¡Por qué dolió cuando te besé!? – Dijo enfadándose.

 

-       Espera, espera, espera… ¿Qué?

 

-       ¿Eres idiota? – Dijo haciendo un moflete y ladeando la cabeza, las mejillas se le habían colorado y claro si estaba cerca de su hermano, su colonia le mareaba, el estómago parecía hecho de mariposas, el golpeteo del pecho de Ace lo estremecía ¿O era el suyo? ¿Era así como se sentía estar cerca de la persona que te gusta?

 

Ace se le quedó mirando ¿Había en serio escuchado eso? A lo mejor se había quedado dormido en el metro o en la calle tirado, quizá era solo un sueño o una broma, cruel, pero su hermano no sabía que lo era en realidad. Sintió que las piernas le fallaban y que el corazón se le reventaría. Luffy estaba demasiado cerca.

 

-       Ace… - Dijo con convicción soltando a su hermano quien lo miró con atención, que sueño más realista – Tengo sentimientos misteriosos por ti y eso significa que me gustas… Me gustas Ace…

 

-       Pftt… Imposible esto es demasiado para una simple broma Luffy… - Dijo entre risas. No podía aguantarlo, era delirante, Luffy lo miró sorprendido y luego frunció el entrecejo.

 

-       ¡Es verdad! – Dijo agarrando su mejilla con fuerza y estirarla. No le gustaba que creyera que no hablaba en serio – Yo… Yo… Siento esto por ti ¿Por qué no me crees? – Los ojos se le cristalizaron, estaba desesperado se aferró con fuerza a la polera que traía puesta. Una de color naranjo pálido. Ace abrió los ojos de par en par, sintió que el mundo se frenaba y que caía al abismo para terminar en los dulces brazos de Luffy, se derritió en amor.

 

No pudo más, el verle así, el escuchar eso, sus mejillitas sonrojadas, sus ojos sinceros, su alma derramada como esperma de vela con el calor del fuego que salía de sus ojos.

 

Se acercó con parsimonia de nuevo, posicionó su mano en el pómulo caliente de su hermano menor, con el dedo pulgar le acarició la fresa pura que había gritado sentimientos que creía que le eran prohibidos, ésta tembló con ternura, tan inexperta y tan ruda, le asfixiaba. Ya no importaba nada, solo quería saborear su cavidad húmeda, quería entregarle el corazón en un beso inocente, ardoroso, inundado en añoranza.

 

No pudo más y pegó su boca con la de su hermano. Luffy sintió que subía y bajaba, eso era distinto, no había dolido, no fue solo un roce. No, Ace le besaba, le besaba, le besaba… Flotó en entre estremecimientos, se aferró con más fuerza a la polera de Ace y este le pasó su mano por la cintura haciendo su cercanía más abrumadora para luego dirigirse hasta su espalda y ascender como alma preparada para entrar en la bóveda celeste y disfrutar de la belleza.

 

Ace comenzó a mover sus labios, Luffy sintió que un rayo le atravesaba, y aún más cuando el pecoso le paseó la lengua por el labio inferior. Si no fuese porque Ace le sostenía hubiese caído al suelo, las piernas le habían flaqueado por completo. Quemaba, quemaba, las manos de Ace, los besos de Ace, el cuerpo de Ace quemaba. Se separó con los ojos abiertos de par en par.

 

La sangre se le juntó en sus mejillas, que cambiaron su adorable sonrosado por el rojo encendido de la vergüenza. Sintió resistirse a su corazón de esa tempestad, y a pesar de que latía con fuerza y de que su lengua parecía negarse a proferir alguna sílaba, hizo un esfuerzo para producir algún sonido.

 

-       T-Tú…

 

-       Yo te amo Luffy, te he amado siempre…

 

-       ¿Amar? – Se mareó otro poco.

 

-       Eso quiere decir que también me gustas… Tanto  que no puedo controlarme, te necesito… - Sonrió tan dócil que hizo que Luffy tiritara como una hoja.

 

-       En ese caso… Creo que también te amo… - Él tampoco podía controlar esos sentimientos, sin antes siquiera de decirle sus sentimientos le había intentado dar un beso.

 

El pecoso se desmoronó y el corazón de verdad le explotó. Volvió a besarle esta vez más rudo, más necesitado, sus labios se movían como cuncunas en la puerta cerrada de Luffy, que no sabía qué hacer.

 

-       Lu-Luffy… - Suspiró - ¿Podrías abrir la boca? – El moreno le miró extrañado.

 

-       ¿Así? – Dijo abriendo por fin el pesado portón, cerró los ojos al hacerlo. Ace tragó fuerte.

 

No demoró en arremeterse contra el pequeño. Entró fundiéndose en el proceso. Solo necesitaba un beso para ver el infierno y el cielo, para culminar en pecado.

 

Luffy abrió los ojos de golpe al sentir la lengua de Ace envenenando su boca con ese dulce vaivén. Le siguió los movimientos, era cálida, suave e irresistible. Eso era lo que había deseado, más profundo, más rápido, más sensaciones. Sus manos se colaron por el cuello del pecoso y subiendo por la nuca las entrelazó con las hebras carbonadas, sedosas. El bailoteo de sus músculos bucales se hizo más intenso. Avanzaron entre tropiezo y tropiezo hasta llegar al sillón en donde el pecoso arrojó a su hermanito. Sus manos se acariciaban sin compasión por sobre la tela.

 

Al separarse un hilo de saliva los unió como si fuese el hilo rojo atado al meñique. Se volvieron a besar. Estuvieron así hasta que el ardor ya no daba más, las manos del pecoso se colaron por la polera de Luffy y tocaron su piel suave, su cuerpo esbelto que expelía ese olor a dulzura, a cariño, a deseo. Fue allí cuando Ace frenó.

 

Si seguía, Luffy podría asustarse, después de todo, esos eran los primeros besos fuertes de él. Además solo unos minutos antes se habían declarado ¿Cómo llegar y mancillar tan pronto a su hermanito?

 

No se dio cuenta cuando Luffy en un trance le dio vuelta a la situación quedando encima de Ace, éste se sorprendió, ya no solo era su boca si no que Luffy fue descendiendo por su cuello chupeteando, besando, lamiendo. Se estremeció de pies a cabeza; su miembro, que de un tiempo aquí, estaba más que dispuesto pegó un respingo en el apretado pantalón, Luffy le había mordido la clavícula para luego hacerle un chupón ¡Un chupón! ¿¡De donde había aprendido él a hacer eso!?

 

Ace le apartó, su mirada inocente y sincera, estaba manchada por el rojo de la lujuria; el infierno ardía en el fondo de sus pupilas, un pequeño riachuelo de saliva caía por su mentón mientas se relamía los labios.

 

-       Ace… - Susurró roncamente, el pecoso sintió que se conmovía y se licuaba. Luffy estaba sumido en una pasión irreconocible – Tu cuerpo… - Deslizó su mano por el pecho de este, aunque la polera lo separaba de su contacto sintió que el corazón le golpeó fuerte – Tu cuerpo está ardiendo…

 

-       Eso es porque tú eres con quien estoy… - Sonrió de nuevo.

 

-       Yo también…

 

-       ¿Eh?

 

-       Yo también estoy ardiendo, Ace – Agarró su mano y la coló por el cuello de su sudadera haciendo que los dígitos de su hermano mayor tocaran la piel de su pecho – Quema… - Mordido su labio inferior – Apágame… Por favor…

 

Esos pozos negros le miraron con tanto deseo que perdió la cordura. A la mierda todo, no podía ir lento con Luffy en ese estado.

 

No lo apagaría, haría que se quemara aún más, que se incinerara en las llamas de lo prohibido. Desataría los demonios de la lujuria y le haría gemir hasta no poder más, hasta que no quede energía para seguir.

 

Ahora su vida ya no significaba esperar, había encontrado el significado en ese cuerpo urgente, en esa boca rosada y en esas mejillas fulgurosas.

 

Su vida tenía solo un significado; ser fuego.

Notas finales:

¡¡¡¡¡¡NO, NO, NO, NO, NO ME HE DADO DE CABEZAZOS CONTRA LA PARED Y HE QUEDADO TONTA NO ES ESO!!!!!!

¡¡¡¡¡BUENO, BUENO... COMO DIJE ANTERIORMENTE PARA MI LUFFY ES UN PERSONAJE COMPLICADO PERO PRINCIPALMENTE PORQUE ES UN BABOSO IDIOTA... MÁS QUE INOCENTE ES IDIOTA, COMO TU, COMO YO, COMO TODOS!!!!!

Ya... Ya me calmé... no sé, es un personaje simple y complicado... en fin...

KuroChan... Déjame decirte que no es tan solo esto... Como te prometí también te hice algo que salió de pronto y fue esto lo que me dió la idea al fin y al cabo de la historia... Me ayudaron varias personas... (Compañeros de curso y mi hermanusha) Que quede claro que soy solo una novata y que hay personas que de verdad hacen este tipo de cosas muchísimo mejor... Pero no pude aguantarme... 

Bueno he hecho un FanArt de esta historia... :3 o traté de hacerlo... Obvio que hay muchos detalles que quedaron como "¡Que horror!" Pero en fin...

Aqui esta el link para que lo veas -----> 

http://i1357.photobucket.com/albums/q758/devilasleep11/AceLu_DevilAsleep_zpsca238b71.jpg

Si no tienes inconveniente es tuya por completo... :3 

Siguiendo con el tema... PERDÓN SI ES QUE ALGUIEN QUEDÓ CON CARA DE WTF AL LEER ESTA HISTORIA O SI SIMPLEMENTE NO LOGRÉ HACER A LUFFY COMO QUISE HACERLO O ME VOLVÍ LOCA...

(No tengo confianza *llora en un rincón oscuro*)

PERO BUENO!!!

ESPERO QUE A PESAR DE TODO HAYAN DISFRUTADO DEL FIC (al que todavía le queda un capítulo... perdón también por cortarlo en esa parte U^U) TANTO COMO YO DISFRUTÉ HACIÉNDOLO!!!!!

SUS OPINIONES SON BIENVENIDAS :3

ESPERO SUS REVIEWS...!!!!

PD: Mañana subire un nuevo capítulo de mi otra historia puesto que aún me falta editarla... :D 

(~*^*)~


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