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Hot heart por devilasleep11

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Notas del capitulo:

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGRRRRRRRRRRRRR!!!!!!!!!!!! (grito interno hahah xD)

VAYA QUE ME HA COSTAD SUBIR EL FINAL DE ESTA HISTORIA TT^TT *sniff, sniff

Siempre aunque sea un two-shot cuesta mas que nada terminar haha xD pero parece que yo me pasé hahaha :3

Espero que les guste como termina... 

Aquí va...

Capítulo 2: “Me queman estas… ¿Sensaciones Misteriosas?”

 

I

 

 

-          ¡Hola!

 

Estaba mirando el sol. Brillaba con tanta intensidad que le dejaba encandilado ¿Había en algún momento de su vida visto algo parecido? Nunca.

 

Esa carita angelical, esa sonrisita sin mancha, esa aureola que se formaba a su alrededor. Y jugaba con él los destellos de algún mal o de algún bien que no supo describir del todo ¿Había en algún momento de su vida visto algo parecido? Todo hasta ese momento era confusión y oscuridad.

 

Le regaló una mirada hostil y sin contestar al simpático saludo y subió a su habitación. No soportaba ese sol  que se le formaba en la cara ¿Quién le había dicho al Viejo que podría llevarse bien con ese muchachito?

 

Su corazón latía a mil por hora, sus mejillas se colorearon de un rojo intenso por sobre la vía  láctea de pecas que en ellas se formaba, la respiración no quería calmarse por más profundo que respirara. Había deslumbrado la inocencia de una sonrisa.

 

-          ¡Oye...! - ¿Lo había perseguido? El estómago se le acalambró fuerte y el corazón le pegó un brinco. No lo había escuchado subir las escaleras.

 

Sus ojos se desviaron hasta encontrarlo. Ese cabello negro y desordenado, esa piel morena, esas mejillas infladas en un moflete infantil, tierno. Sintió que el alma se le escapaba por la boca

 

-          Soy Luffy… Un gusto en conocerte… - Le extendió la mano y su sonrisa volvió a irradiar ese fulgor alucinante. De nuevo le pareció estar mirando directo al sol. Ese que algún día le quemaría, ese que algún día incineraría sus entrañas.

 

Por miedo a que ese abrumador calor le destrozara le rechazó el saludo de nuevo. No se dejaría evaporar en el aire, no se dejaría arrancar el alma. Esa manito estaba llena de espinas de lava. Sin embargo quiso tomarla quiso acariciarle, quiso fundirse con ella…

 

 

 

Entrelazó los dedos con los suyos, como hacen los amantes. Besó sus labios, aquellos que se curvaban siempre en una sonrisa para él, tomó un trocito de su piel y la fundió en una caricia. Esos ojos que antes le miraban con tanta inocencia malentendida ahora el  fulgor que tanto los caracterizaban se lo llevaba uno de los pecados capitales. Le deseaba más que nunca.

 

Él murmuró su nombre con necesidad, con anhelo ¿Cómo podían unas caricias quemar tanto?

 

Ace le besó el cuello sin prisa, mandando una onda eléctrica por todo su cuerpo. Aprisionó parte de la sábana en su mano.  Sin embargo quiso tomarla quiso acariciarle,quiso fundirse con ella...Su hermano le había cargado hasta su habitación, en donde, no esperó siquiera a que terminara de sacarse la polera, puesto que el calor iba en aumento, cuando se vio siendo atacado por esos labios tan abismales. Ace le hacía perder la cabeza en algún sentido ¿Era acaso porque le gustaba? De seguro esa debía ser la razón.

 

Lamió su clavícula y resbaló por esa piel morena hasta posiciones en su pecho. Luffy era tan o más delicioso de lo que su mente había idealizado. Ese cuerpo, aunque no lo supiera con exactitud, encontraba la manera de que se le escapara de las manos el afán. Temblaba, su anatomía completa temblaba al tenerle tan cerca y a su disposición. Besó indeciso uno de sus pezones. Luffy soltó una risita.

 

-          Hace cosquillitas… - Dijo divertido, haciendo que cierto miembro despierto se agitara. Por alguna mórbida razón saber que estaba a punto de ultrajar su cuerpo ingenuo acrecentaba desmedida mente su deseo.

 

No dijo nada puesto que en ese mismo momento una lengua húmeda y hambrienta se paseó por ellos. Luffy sintió algo extraño y más cuando sin compasión su hermano mayor succionó con cierta fuerza, más cuando mordió despacito haciendo que el calor le volviera sin medidas. Jadeó con fuerza.

 

-          ¿A-Ace? – Dijo cuándo su hermano comenzó a torturar su torso. Una onda eléctrica atravesaba su columna. No comprendía como es que el solo hecho de que Ace le estuviera haciendo tal cosa se sintiera tan extraño.

 

El pecoso por su lado soltó una risita sobre la piedrecilla endurecida de tanta tortura, lanzándole encima una bocanada de aire caliente. Luffy se estremeció de pie a cabeza. La visión le daba vueltas. Quería más que eso y la vez que el calor se apagara. Era angustiante el límite entre el temor y la decisión, por un lado estaba el abrumante calor y por otro; la necesidad de que su hermano le besara de nuevo, que resbalara por su cuerpo.

 

Tan dulce, tan exquisitamente soñado. Intercambiaron miradas, cuál de las dos más anhelante, cuál de las dos más desesperadas. Ace en su afán por seguir tocándole comenzó a descender por su estómago, aquel en el que una gran cantidad de comida podía caber sin que los delicados músculos de moreno, marcados como una barrita de chocolate amargo; una probadita liberaba en su cuerpo esa sensación de placer que le hacía pendular en el vacío.

 

Luffy sintió como una explosión d mariposas se desencadenaba en barriga y por defecto esta de contrajo en un sabroso calambre. Esa lengua ardía demasiado, y como no, si estaba afiebrada de lujuria.

 

Entre lamidas impuras e impacientes llegó al borde de su pantalón en donde coló su mano furtiva tratado de alcanzar aunque sea un poco de tocar su piel. La respiración de Luffy se entrecortó cuando sintió que su hermano puo una mano sobre su miembro y desbrochó a cremallera que lo aprisionaba. Impaciente, curioso, lleno de temor e incontrolablemente expectante. Algo allí dentro se agitó expandiendo aún más su calor. Ace podía sentir como parecía que su pequeño se evaporaría ante sus ojos en cualquier momento, si es que hervía esa complexión temblorosa. Mordió su labio mientras deslizaba los pantalones con lentitud dejando uno que otro beso en su camino, plantaba brasas en cada uno.

 

A Ace le maravilló la imagen que tuvo el privilegio de ver; ese cuerpo semidesnudo oscilando en el tiempo, esa piel tan deliciosa derritiéndose en las sábanas claras de la cama, su cabello tan desordenado, sus ojos tan vidriosos, su boca entreabierta, esas mejillas coloradas. Tan maravilloso, tan sublime, tan angelical, que solo podía ser una pintura pincelada por querubines. Se deshizo en amor, aún más cuando su mirada se posó en la ropa interior de Luffy y como dentro de ella estaba aprisionada su inocencia endurecida, dispuesta.

 

Se le fue acercando poco a poco, como hipnotizado. Entre beso y beso, pero entonces Luffy le paró un poco antes de que llegara al lugar sensible que quería saborear como fuera. Lanzó un gruñido frustrado.

 

-          ¿Qué pasa…? – Dijo mirando esta vez sus ojos incandescentes, estos parecían disolverse en una lujuria sin precedentes.

 

-          No es justo… - Murmuró.

 

-          ¿Eh?

 

-          No es justo ser el único así… - Dijo refiriéndose a su falta de ropa.

 

-          ¿Quieres verme así también? – Ace sonrió de lado provocando un estremecimiento en el menor. Su cara se coloreó aún más, sin embargo asintió tímidamente.

 

La sonrisa seductora coqueteó un par de segundos con su sonrojo antes de comenzar a desabotonarse la camisa. Luffy jadeó con el ímpetu en el cuerpo. Demasiado lento, demasiado seductor.

 

Fue entonces en que un nuevo trance el pequeño moreno se le abalanzó sin contenerse. Comenzó a besarlo, desesperado por sentirle cerca. Otra vez no soportaba como le provocaba pero ¿Provocarlo en qué? No lo sabía con exactitud pero había algo en esa forma en que se movía, en esa forma en que le besaba que le exasperaba.

 

No sabía por dónde comenzar solo que quería sentiré. Le arrancó la polera con salvajismo, dos de los botones que aún no desabotonaba. Esto no se comparaba con el deseo que había sentido y por el cual había terminado tocándose, pero eso no se había sentido tan bien como las manos de Ace en ese momento. Demasiado bien… Si, así era como veía a su hermano, no era que se viera bien; era como si le incitara,  o que sea que tratara su cuerpo en ese momento. Pero quería morderlo, lo hizo, quería besarlo, lo hizo, quería lamerlo, lo hizo.

 

Parecía que de alguna forma ese cuerpo estaba hecho para que él llegara y le besara, para que el pusiera sus manos encima.

 

No era justo de ninguna manera, Ace era demasiado atrayente, demasiado vistoso a sus ojos, se veía tan bien, con esa sonrisa violenta sacándole la polera, la misma que ahora era parte del suelo, tan especial y ardiente cuando resbalaba como jabón por su cuerpo haciéndole tiritar. Como un banquete que se exhibía ante sus ojos y de que no dudaría darse a la glotonería.

 

Las manos de Luffy se pasearon por el  escultural torso de Ace mientras este suspiraba como todo un enamorado, se moría de deseos por su hermanito, el mimo que en ese momento le hacía y deshacía.

 

No fue hasta que por arte de magia; Luffy se deshizo por completo de su ropa que por fin entro en razón. Estaba completamente desnudo ante los ojos de su hermano menor, con el miembro dispuesto y el cuerpo avergonzado.

 

-          O-Oye, Luffy… - Dijo Ace con cierto temor. En los ojos de Luffy no había nada más que deseo, como si este lo hubiese consumido por completo – Luffy… - Volvió a llamarle pero su mirada fija en todo su cuerpo hizo que se entrara la vergüenza en forma de vasodilatación en sus mejillas - ¡Oye Luffy! – Lo cogió de los hombros.

 

-          ¿Q-qué? – Dijo saliendo de esa fascinación en a que parecía estar sumido. E miraba esta vez con la inocencia vuelta a sus ojos.

 

-          ¿E-estás bien? – Ace estaba un poco preocupado y obviamente abochornado, si hasta pareciese que hubiera estado a punto de comérselo con esa pasión en la mirada.

 

-          Yo… - En ese momento fijó sus ojos en el cuerpo de su hermano y los colores se le subieron a la cara igual que a su hermano. Ambos apartaron la mirada avergonzados por lo que estaban a punto de hacer, aun así en la mente de cada uno había una sola respuesta; había que seguir.

 

Volvieron a mirarse para cerrar los ojos y besarse castamente, sin prisa, no era necesaria después de todo. Las mariposas les atacaron el estómago cuando se separaron. Ace le acarició la mejilla a Luffy con lentitud mirando directamente a sus ojos, tan puros ante su alma marchita, ante su propia impureza. Le sonrió y besó divertido uno de sus ojos.

 

-          ¡Oye!

 

-          Ves no solo tu primer beso en la boca sino que también tu primer beso en el ojo es mío… - Soltó entre risitas.

 

-          ¿Pero qué estás diciendo? – Dijo sin entender por completo. Con ese acto la locura de hace unos instantes bajó un poco, aun así seguían con el calor en el cuerpo.

 

-          Mira… - murmuró esta vez ladeando la cabeza e inclinándose hasta llegar a su oreja le soltó de pronto con una voz cargada por el deseo nuevamente - ¿Puedes sentirlo? – Acarició el miembro despierto aun de Luffy por sobre la ropa interior que aun llevaba puesta.

 

-          A-Ace… - Suspiró Luffy - ¿Qu-qué es esto…? – Si es que tenía que sentir algo eso era el escalofrío subiéndole por la espalda y la sensación de derretirse junto con esa delicada caricia. Se aferró a sus hombros.

 

Ace no contestó si no que siguió manoseando descaradamente a su hermano. Luffy por su lado se dejaba llevar por esa nueva sensación que encendía su cuerpo como nada. De alguna forma necesitaba más, necesitaba sentir algo más profundo, ya no era un beso, ya no era que sus lenguas danzaran sin parar sobre el mar, ya no era que tocara su cuerpo, ni siquiera deseaba que Ace apagara ese calor abrasante que le invadía, por el contrario quería más, más, muchísimo más. Lamió el cuello de Ace lo cual se estremeció con fuerza y un gemido se le escapó pequeño y un tanto meloso, le encantaba que Luffy hiciera eso, en el fondo de su alma sabía que le encantaba.

 

Luffy al parecer se percató de ello y volvió a hacerlo. Sentir el cuerpo de su hermano tiritar ligeramente en sus brazos mientras seguía acariciando su parte baja.

 

-          A-Ace… - Soltó dulce y hechizante.

 

-           ¿Qué?

 

-          Quiero…

 

-          ¿Quieres?

 

-          No solo esto… Más… - Ace soltó una sonrisita satisfecha, Luffy parecía que no iba a aguantar más y eso que solo era un par de caricias.

 

Ace acostó a Luffy en la cama. Acarició la mejilla calurosa de su hermanito, la misma que fue cayendo por su cuerpo vagando sin rumbo fijo.

 

No importaba que hiciera Ace el calor se acrecentaba no fue hasta que llegó de nuevo a su sensible zona en la parte baja, fue entonces cuando Ace agarró su ropa interior y la deslizó por sus piernas dejando un reguero de besos. De nuevo plantaba las brasas en su pie exígete.

 

-          ¡A-AHH! - ¿Qué había sido eso? Ace le miraba con pasión desmedida,  desde el interior de sus muslos apretados ¿Su hermano mayor había mordido? – No soy comida… - Susurró más para él que para Ace.

 

-          Pero te vez tan delicioso… - Obtuvo por respuesta, la vergüenza le atacó cuando le vio con los ojos abiertos de par en par esa boca hambrienta seguir su camino y acercarse a su miembro liberado. Sintió el corazón acelerarse más de la cuenta.

 

-          No… - Dijo apresurado cerrando sus piernas antes de que Ace posicionara su boca sobre su pene.

 

-          ¿No? – Su voz era ronca, profunda, pareció retumbar en sus oídos - ¿No quieres que te toque? Déjame decirte que ya es un poco todo como para que me digas algo como eso.

 

Sin previo aviso engulló el miembro de su hermanito. Luffy arqueó la espalda abriendo desmesuradamente los ojos sin creer en la sensación que se desató por todo su cuerpo. No se comparaba a cuando se había tocado a sí mismo, ni siquiera a las suaves caricias que estaba recibiendo poco antes. Esto se acrecentaba en cien. Su voz se escapó sin poder atraparla, quedó suspendida en el aire y volvió a salir cuando Ace ascendió por su miembro succionando fuerte. Raro se sentía raro, como si pudiera derretirse en ese mismo instante.

 

Arriba, abajo, arriba, abajo una y otra vez, sin que sus dientes le rozaran en momento alguno. Su lengua subía en zigzag y le lamía la punta virgen, donde besaba y succionaba con lascivia. Era como si estuviese en un vaivén de pacer desconocido y endemoniadamente delicioso. Más, su cuerpo exigía más.

 

No supo cómo sus manos fueron a posicionarse en la cabellera oscura de su hermano, entrelazando sus dedos con cada hebra sedosa. Se sintió morir cuando con fuerza empujó para que la succionó fuera profunda, certera. Ace sintió el miembro de su hermano en la garganta, después de todo Luffy no tenía nada que envidiarle a nadie, ni a él mismo. Y aún más completamente excitado como estaba. A pesar de sentí que los ojos se le cristalizaron con fuerza aguantó y siguió el ritmo que Luffy le marcaba, tan instintivo como siempre.

 

Ace…Ace… Estoy en a boca de Ace… Repetía otra vez su cabeza, sorprendiéndose con fuerza.

 

Luffy… Luffy… Luffy… Por Dios… estoy haciendo esto… con Luffy… Ace simplemente no podía creerlo. Era todo tan exquisito, liberador. La forma en como desesperado movía sus caderas al sentir por primera vez al placer arremeterse contra su cuerpo, sentirle temblar tan desesperadamente. Se estaba volviendo loco con tan solo hacerlo.

 

Le fascinaba esa vehemencia con la empujaba, cesa necesidad con la que parecía diluirse. Sintió suevamente que en cualquier momento podía esfumarse de sus manos. Apretó un poco fuerte las caderas de su hermano arañándolas sin querer, cosa que Luffy no pareció sentir. Algo venía, algo venía, le llegaba, ya no aguataría, no más…

 

-          A-Ace…mmm… kuhh…. Ya… No… Algo… ¡Nommmah! – Inspiró con fuerza. Mientras su cuerpo se convulsionaba de pronto sintiendo que ya no podía aguantar. Fue frío y ardiente, como si se debatiera entre el hielo y la lava, sintió que electrocutaba.

 

Ace se le apartó con la semilla de Luffy escurriéndose por la comisura de los labios. Agridulce… Más dulce que nada, tragó sin pensarlo. El sabor de su hermano, la esencia de su hermano ¿Cuánto había deseado poder hacer algo parecido? Años viéndole tan despreocupadamente cuando los días de calor se quedaba dormido en la sala esperándolo y tenía que llevarlo a su habitación, a la hora de llevarlo a la cama la indecente sudadera se le corría un poco dejando ver por entremedio sus pezones ardientes, su piel expuesta como cuadro de la maravilla. Tanto deseo, cuando le veía salir del baño a veces hasta desnudo por completo. No hubiese podido aguantar tanto tiempo sin tomarle en sus manos.

 

-          Yo…. Y-Yo… - Musitaba Luffy sin entender todavía lo bien que se había sentido todo eso. Pero antes de que dijera algo Ace le acercó a la cara y le besó la mejilla, Luffy se sintió un poco extraño, más después de ver que Ace no había botado el líquido que había salido de él.

 

-          No digas nada…

 

-          Pero… - Su respiración era tan agitada que hizo que Ace flotaba en las nubes.

 

-          Dime Luffy… - Dijo de nuevo atacando su oreja con esa voz grave y ronca – Quieres sentir mucho más…

 

-          ¿Más?

 

-          ¿Quieres probar algo mil veces mejor…?  - ¿Podía haber algo que se sintiera mejor? Si era así, si quería, sin embargo en su cara se formó un moflete tierno junto con una cara un tanto molesta que con la respiración aun irregular no convencía de todo - ¿Qué? ¿No quieres? – Luffy negó con la cabeza energéticamente.

 

-          No es eso… Si quiero, pero con una condición… - Dijo con ojos determinantes.

 

-          ¿Una condición?

 

-          Solo si tú también te sientes bien – Ace no pudo reprimir una carcajada al escuchar eso. Se notaba a leguas que Luffy entendía muy poco lo que le estaba proponiendo.

 

-          Créeme que los dos nos sentiremos bien… Puesto que lo que te propongo es algo que nos va a conectar…

 

-          ¿En serio? ¿Puedo estar conectado contigo?

 

-          Ya lo estamos… Nuestros sentimientos nos conectan – Todo con el dedo índice sobre el corazón de Luffy que latía a mil por hora y más al escuchar eso de la boca de Ace – Pero de esta forma nuestros cuerpos quedaran vinculados para siempre…

 

-          ¿Eso se puede?

 

-          Claro… Yo quiero hacerlo. Sentirme uno contigo Luffy… Te amo… Deja que mi cuerpo te lo diga, que mi corazón te lo grite… - Tomó su mano y como si fuera un caballero cortejando a su ser amado el beso con delicadeza los nudillos, siempre había querido hacer eso, deshacerse en una frase de amor. Estaba cumpliendo tantos sueños privado que no podía creer que en realidad eso estaba pasando. Luffy se sonrojo más de lo permitido.

 

-          E-Entonces está bien… murmuró avergonzado de nuevo.

 

Ace al escuchar el consentimiento de su hermano sintió que el corazón se le paraba para latir con fuerza después. Ese comenzó a subir por su brazo besando, piquito a piquito, hasta llegar al hombro y pasar por la clavícula, su meta estaba fijada, así que subió por el cuello en donde murió ligeramente. Paseó por el mentón y llegó hasta sus anhelados labios de donde bebió del néctar que de ellos destilaban. Se deleitó como su un rio de aceite perfumado cayera sobre su cabeza. Le amo en un beso, de aquí hasta el destino.

 

Fue entonces que se separó y metió sus dedos a la boca y comenzó a lamerlos lentamente ante la atenta mirada incrédula de Luffy ¿Cómo es que Ace podía ponerle así? De nuevo el calor se apoderaba de su cuerpo arremetiéndolo. Ace le miraba con lujuria para cerrar sus ojos y soltar un pequeño gemidito ahogado, como un si le estuviese saboreando de nuevo, algo comenzó a reaccionar de nuevo.

 

Una vez lubricados, inclusive más de la cuenta los llevó a su entrada, un hilo de salva se le escapaba de sus labios. Estaba tan encendió que sentía que en cualquier momento su miembro iba a explotar. Pero su autocontrol le impresionaba hasta a sí mismo.

 

-          Respira… - Dijo al tiempo en que introducía un dígito en su entrada. Luffy que hasta el momento había abierto las piernas las cerró de golpe como mariposa asustada – Lu-Luffy…

 

-          Lo siento… - Volvió a abrir sus alitas, dejando que Ace hiciera con él.

 

Le daba todo, todo lo que quisiera. Al principio fue tan extraño, una sensación de incomodidad. Dolía en cierta forma. Al ver la cara de su hermanito Ace comenzó a estimular su miembro no tan dispuesto como antes. Luffy jadeó.

 

Los dígitos fueron entrando uno a uno mientras Luffy suspiraba y gemía bajito. No fue hasta que por esas casualidades de la vida el pecoso metió fuerte sus dedos dentro de su hermano pasando a rozar cerca el punto sensible que hizo que el moreno menor pegara un respingo.

 

¿Qué había sido eso? Tan extraño, miró a Ace con ojos de plato obteniendo como respuesta una sonrisita seductora.

 

Agarró su miembro sacando los dedos de su interior, ya estaba listo. Observó a Luffy conteniendo la respiración.

 

-          Relájate… - Dijo más para él que ara Luffy. Quien estaba atento a cada movimiento, como su hermano posicionaba la punta en su entrada, como su estremeció al sentirle tan cerca, como comenzó a entrar de a poquito, sintió dolor, aunque no tanto como aparentaba.

 

A Ace le costó la misma vida no sumirse de una sola vez en ese apremiante ardor. Apretado, le asfixiaba.

 

Se quedó así aferrado al cuerpo de su hermano, tratando de controlarse, saboreando la sensación de estar con él, ser un solo amasijo de deseos. Le besó el cuello que tenía a su alcance, y hundiendo su cara en el hueco que se le formaba entre el hombro y el lugar en donde poseyó con sus labios. Inspiró hondo. Era realmente la fantasía materializada.

 

El aire intoxicaba.

 

-          Luffy… - Su voz era tan entrecortada – Lo siento, no puedo… Voy a moverme…

 

Luffy asintió, ya se había acostumbrado a sentir ese dolorcito. Esto era la unión de dos cuerpos, estar con él contactado hasta el alma, El cuerpo de Ace era tan lindo, se estremecía y se volvía loco con eso, el suyo también estaba totalmente revolucionado aunque no lo comprendiera del todo. En realidad solo sabía que era de Ace y Ace era suyo e uno solo y eso era lo único que importaba.

 

Salió un poco y jadeó con fuerza Luffy oprimió un poco, en realidad no quería que lo sacara. Conjuró su nombre en momento en que volvió a ser oprimido. El cuerpo entero de Luffy reaccionó, Ace le había dado de llenó en su puto sensible, eran miles de manos acariciando su cuerpo. La mirada ardiendo de Ace se juntó con la suya, la cual se paseó por su cuerpo las manos que apresaban a su anatomía se incendiaron. Gimió sin poder reprimirlo.

 

Una y otra vez, se movía dando en donde Luffy perdía la cordura. Sentía que ya estaba a punto de llegar al cielo cada vez que Ace se movía, este por su parte gemía por lo bajo, nunca creyó que su hermano fuera tan estrangulador, se sentía a mil grados Celsius en ese momento. No daba más pero quería sentirlo, sentirlo por siempre, estar así por siempre , sintiendo ese calor, ese amor que le daba de comer, que le dejaba respirar, sin eso no era nada y nada tenía más que un poco de consuelo en su sonrisa.

 

No quería, simplemente después de esto no podría nunc volver a vivir de solo una sonrisa, si no le beba, si no le acariciaba, su no lamía cada rincón de su cuerpo, si no entraba en ese apremiante quemazón.

 

-          Ace… Aghh… kuh… No… No aguanto… mmm… Yaaahhhh… - Jadeos y suspiros que combinaba con gemiditos casi melódicos.

 

-          N-No...

 

-          Pero yo… mmm… AAHHHH… nngg…. ¡ACE! No puedo…. ¡Ahh! No puedo mnnn…

 

-          No digas eso

 

-          AHH… Ah… No… No AguMmmnn… aguant… - Si eso seguía así, Ace quemándole de esa forma, dando de lleno en ese punto terminaría de nuevo envuelto en ese vórtice de sensaciones tan misteriosas que esa colección acrecentaba tanto que no podía manejar. Estaba fuera de sus manos. La cama crujía con violencia, claro si de a poco las envestidas fueron llenado más rápido, elevado la pasión.

 

-          Todavía no… - Gruño extasiado, y su mano vagó desesperada hasta el miembro de Luffy en donde presionó tanto la punta como la base.

 

Luffy pegó un grito meloso y excitado a mil. Cada vez que se movía ya no podía aguantarse. Venía con pasos acrecentados la sensación de liberación. Ace se ensañó con su torso besando y chupando las piedrecillas paradas y temblorosas.

 

-          No… - Era demasiado, ya no más, quería que le dejara, ese calor era tan abrumador le entraba pánico el que su cabeza se perdiera por segundos y que su boca no pudiera callar los sonidos que escapaban para morir en los oídos de Ace. Trató de alejarlo. Pero a la vez no lo quería lejos.

 

-          Por favor… Lu-Lu… aghrr… Mu… Muéstrame un poco más…

 

Tan erótico, su cuerpo se contorsionaba oscilando en el placer sin mentiras, ese cuerpo quería más, mucho más. Sensual, seductor, erótico e inocente ocultando con un brazo sus ojos y boquita entre abierta pidiendo ser besada con salvajismo, las ligeras lagrimitas que le resbalaban por las mejillas, y las mejillas encendidas. Estaba poseyendo a un ángel.

 

Nadie más lo ha visto con esta cara. Nadie más… Solo yo… Ace se sintió dueño y señor del infierno como un demonio mancillando el cuerpo de un inocente querube que salió a fisgonear por las callejuelas podridas del inframundo. Solo él.

 

Estaba concretando el acto de monopolizarlo. Era suyo por siempre y para siempre su dulce flor de lirio.

 

Le beso acallando los gemidos que pasaban a ser chillidos y gruñidos. Ambos no podrían aguantarlo más. No.

 

En un beso, en una caricia  estaba n en  la máxima expresión del amor, en la píesa de música perfecta, en el infierno ardiendo como nunca, no había espacio para paraísos inventados, estaban en las llamas del mismísimo averno, mientras las lenguas serpenteantes del fuego les calcinaban hasta los huesos.

 

El clímax fue simplemente delicioso. Ambos acallaron sus gemidos finales con en un beso, en donde las lenguas no se daban tregua.

 

Ace se quedó dentro de él.

 

Eran uno, uno y solo uno.

 

-          Te amo… - Le pareció silbar en su respiración alterada al igual que la de Luffy.

 

-          Yo también – Respondió deleitándose con cada palabra. Desde lo más profundo lo entendía hasta la última célula de su cuerpo.

 

Ace… Ace era el amor en persona, el amor que le abrazaba. No le ponía caliente, no eran sentimientos que no tuviesen significado.

  II

 

 

-          ¡Llegamos perras! – La puerta principal salió volando dejando el paso a un pelirrojo con un gran bolso al hombro seguido de un moreno de ojos grises.

 

-          Parece que no están en casa Eustass-ya… - Dijo el moreno haciendo que dibujara una mueca lasciva en su cara.

 

-          Si ese es el caso… ¿Por qué no aprovecha ese hacho…?

 

Se miraron y el pelirrojo con fuerza mandó a volar esta vez el bolso y atajando al moreno de su cintura delgada le acercó con violencia a su cuerpo. Trafagar Law aspiró ese aroma tan dominante y se le hizo agua la boca. Un fin de semana no bastaba. Claro le necesitaba en cualquier momento.

 

Pero justo en ese momento sintieron que algo caía fuerte en la pieza de Ace que al ser tan pequeño el departamento se escuchó fuertemente.

 

Se miraron y miraron en dirección de donde se escuchó el golpe ¿Era la habitación de Ace? Se alejaron un poco, con una interrogación en la cara cada uno. Se encaminaron hacía el cuarto del pecoso tomados de la mano, como toda una pareja recién llegada de una satisfactoria luna de miel.

 

Kid posicionó su oreja en la puerta y escuchó una risa. A Law le entró la curiosidad al ver la cara de desconcierto de su novio.

 

-          ¿Qué pasa…? –

 

-          Shh… - Lo paró el pelirrojo en seco. Law puso mala cara y se decidió a golpear a Kid por hacerlo callar, pero el pelirrojo sabiendo de sobra lo que planeaba el moreno lo paró con una mano para luego dirigir uno de sus dedos a sus labios y luego apuntó a la puerta – Esta con alguien… - Kid articuló lentamente la frase para que Trafalgar entendiera, dicho y hecho, Law abrió los ojos rompiendo con su inexpresivo rostro.

 

-          No te rías de  mí… - ¿Ese era Ace? ¿De verdad? Pegó aún más alcanzó a escuchar un ruidoso beso y otra risita.

 

-          No… Eso hace cosquillas…

 

La incredibilidad se pintó en la cara de pelirrojo haciendo que Law se deshiciera en curiosidad ¿Esa voz era de quien creía que era? Como es claro en una situación como esta – Por lo menos para Eustass Kid es normal –, Kid se enderezó y con una determinación abrumante se echó hacia atrás y con maestría abismal entró la puerta del cuarto de Ace, Law no tuvo ni un segundo para reaccionar, pero para ser sincero ya estaba acostumbrado a aquellas locos impulsos de Kid.

 

-          ¿¡Pero que mierda!? – Aclamó Ace cubriendo a Luffy y a él mismo de la puerta que salía disparada. El corazón le latía a mil por hora, y por alguna extraña razón su cerebro recordó algo que nadie en su sentido común pensaría en esos momentos; “Puto Kid”.

 

Esa mañana el sol había dado tímido en su cara despertándolo con una tierna caricia venida desde la ventana, también una brisa traviesa le dio su mano congelada, se le había olvidado cerrar la ventana el día anterior.

 

Oyó un fuerte golpe, pero no le tomó importancia. Ya sería en el departamento contiguo, desde su habitación podía escuchar todo del otro lado, a veces realmente era incómodo, más aun sabiendo que el matrimonio con dos hijos tenía justamente en el cuarto de al lado su cama rechinante.

 

Abrió un ojo perezoso y como la luz se colaba malvada le dio de lleno una pequeña rendija por donde los rayos solares caían perpendicularmente sobre su cara. Se frotó los ojos y soltó un gruñido molesto.

 

Cuando por fin sus ojos se acostumbraron a la luminiscencia se percató de algo extremadamente raro. Ese no era su cuarto.

 

Claro que no lo era, era el cuarto de Luffy. Asombrado se sentó rápidamente en la cama sintiendo su cuerpo desnudo frotarse con las sábanas. Un mar de imágenes inundó su mente. Eso debía ser un sueño, un idilio utópico. Luffy, Luffy, Luffy, Luffy… Su mente lo repetía mil y una veces. Sintió entonces en su letargo, el calor cercano. Tuvo cierto miedo de darse la vuelta.

 

“Ace…” Recordó ese tierno gemido en  su voz, la sangre se le agolpó en las mejillas. Mierda. Se giró por fin.

 

Fue entonces cuando cayó al suelo. Lo que había visto debía estar prohibido. Era un ángel, un ángel brillante e imposiblemente hermoso, su pecho subía tranquilamente haciendo danzar su piel morena con el contacto del oxígeno. Sus ojos se quemaron con esa aura tan blanca y preciosa que le rodeaba, tenía luz propia, como un sol. Era un sol SU sol, por lo menos las miles de imágenes preciadas que volvieron a acribillar su mente se lo decían. SU Luffy.

 

Este al escuchar el estruendo de la caída de Ace se despertó.

 

-          Mmm… ¿Ace?  - Dijo frotándose los ojos, en la noche no había dormido lo suficiente. Pero al ver a su hermano denudo en el suelo con el culo expuesto por la caída, en una extraña pose casi imposible, no pudo evitar reírse - ¡Que torpe te has caído!

 

Vaya escuchar eso de Luffy dolía en el alma, ¡Que descaro! Se acomodó de nuevo sobándose el costado y se sentó.

 

Fue allí en donde le había reclamado el estarse riendo de él respondiéndole el menor con una enorme sonrisa un Buenos Días que le disipó como millones de veces el enojo. Mas alguien los interrumpió derribando con violencia la puerta ¿Quién podía ser más que Eustass Kid quien la arrojara de un golpe con esa brutalidad que lo caracterizaba?

 

En efecto, la figura alta y arrogante del pelirrojo se dibujó en el umbral con la cara completamente desencajada, detrás de él Law esta vez sí que puso cara de sorpresa para luego volver a su inexpresión de siempre.

 

-          ¡Lo sabía! – Dijo Kid con voz victoriosa – Tú pervertido… al fin has conseguido lo que siempre has deseado ¿No? – En la cara nívea de Eustass se dibujó una maliciosa sonrisa y más aun viendo a Luffy a medio cubrir con una indecente sábana y su cuerpo con evidentes marcas y a Ace como dios lo trajo al mundo protegiéndolo. Ace abrió los ojos desmesuradamente y sintió el calor envolverle la cara con violencia.

 

-          Dejamos al gato cuidando la carnicería – Dijo Law con desinterés entrando a la habitación y sentándose en la cama al lado de los dos chicos desnudos.

 

-          N-No es lo que ustedes piensan… - Tartamudeo el pecoso.

 

-          Por favor si es claro lo que pasó aquí ¿No? – Kid le guiñó un ojo a Law quien se encogió de hombros y asintió. Ace ya no daba más de la vergüenza quiso enterrarse en algún lugar y que nadie se dignara a darle importancia a su ausencia.

 

-          ¡Kid*, Torao! ¡Llegaron! - Dijo de improviso Luffy quien no se enteraba de nada de lo que estaba pasando y no le veía la magnitud de su estado.

 

De un momento a otro fue y abrazó a Trafalgar. Ace se sorprendió y pegó un respingo al ver a su hermanito abrazar desnudo al estudiante de medicina. Por su lado Law ni se inmutó al abrazo, con tal que no lo arrojara al suelo con ese ímpetu de torbellino todo bien. Kid también quedó totalmente sorprendido al ver a Luffy.

 

-          Digamos que fue un buen fin de semana – Law sonrió casi coquetamente dejando libre vía a que Luffy enredara por completo sus brazos en el cuello. Esa fue la gota que rebalsó el vaso, ambos tanto el pelirrojo como el pecoso se apresuraron en separarlos.

 

-          ¡Controla a esa máquina de prevención! – Le gritó Ace a Kid quien puso cara de demonio.

 

-          Mejor controla a tu alelí desnudo… - Dijo con voz grave – Fue él quien se aventó a MI Law – Ciñó entonces al moreno a su cuerpo. Trafalgar sonrió divertido, era graciosas esas muestras de celos infantiles y tiernos que a veces tenía Kid.

 

-          Pero fue él quien se le insinuó a MI Luffy – Vaya i todo pasaba perfectamente como una discusión ridícula de dos niños de cinco años – Además ¿no se suponía que ustedes llegaban en la tarde?

 

El cambio de tema descolocó un poco al pelirrojo quien le miró extrañado. El moreno al ver a su novio tomó la palabra.

 

-          Se suponía que esa era nuestra intención pero a alguien se le ocurrió golpear y noquear con el dueño de la posadita en donde nos quedábamos y tuvimos que salir corriendo si es que no queríamos pasar la noche en una celda…– Miró con los ojos entrecerrados a Kid quien hacía como si no escuchara.

 

A Ace por alguna razón no se le hizo extraño el relato ya que él mismo había tenido que escapar de un lugar antes de pasar a mayores. Pero contrario de lo que creyó Law enarcó una ceja y le sonrió satíricamente.

 

-          Pero Ace… -  Dijo en tono de reproche atrayendo la ansión de los presentes – No quieras cambiar el tema, ya sabes. Tendrás que explicarnos que es lo que acaba de pasa aquí – El moreno se llevó un dedo al mentón. Ace palideció un poco.

 

-          Y-Yo no teng…

 

-          ¡Ace e quiere! – Soltó Luffy de improviso Luffy al que no le importaba en nada la conversación de los mayores simplemente quería hacer público su más grande alegría, comenzó a reír y se soltó de los brazos de Ace corriendo hacía Kid y Law abrazándolos esta vez a ellos con una enorme sonrisita, pero luego miró mal a Kid.

 

-          ¿Qué?

 

-          Me mentiste… - Hizo un moflete.

 

-          ¿Eh?

 

-          No era solo calentura yo si quería estar c Ace…

 

-          ¿Calentura? – Preguntó Law soltándose un poco del amarre del menor.

 

-          ¡Si! Kid me había dicho que cuando te sube el calor era porque estabas caliente… Y no era eso… Yo n verdad quería estar con Ace.

 

-          ¿Y por estar con Ace  refieres a lo que creo? – Esta ez fue Kid quien interpeló a Luffy.

 

-          ¡Nos convertimos en uno!

 

Ace casi se desmaya de la vergüenza y la felicidad al escucharlo ¿Cómo es que podía soltar algo así tan fácilmente? Bueno, era Luffy después de todo.

 

Por otro lado las miradas del pelirrojo y el moreno cayeron sobre él con evidente curiosidad mezclada con un claro “¿Cómo has podido embaucar a un niñito tan dulce?”.

 

-          Oh, ya veo… - Law alargó la voz y sonriendo a Ace – Que hozado de tu parte Ace-ya… Y o que creí que te quedarías  virgen por siempre…

 

Kid soltó una enorme risotada contagiando a Law un poco. Ace puso su peor cara de enfado ante la bura de sus amigos. Se cuestionó el porqué estaba involucrado desde hace tantos años con ese par. De pronto lo recordó, si bien podían ser odiosos, burlones, malpensados, impulsivos y muchas cosas malas había algo que importaba, eran completamente sinceros, nunca le habían mentido ni fallado.

 

-          ¡Ya basta ustedes dos! – Gritó el pecoso con la cara encendida a toda su capacidad. Esto no hizo más que avivar las risas.

III

 

 

-          En fin así fue como sucedió…

 

Ace tenía las mejillas un poco sonrosadas y las manos entrelazadas en la mesa. La situación hilarante en la que se encontraba parecía sacada de una mala película policiaca, en donde el detective y su ayudante le extorsionaban hasta sacarle la más mínima información. Si tan solo le faltaba una enorme lámpara que le diera de lleno en los ojos.

 

-          Así que… Tú no te hiciste de rogar ¿Eh? – Kid sonrió pícaramente – Antes eras como un perro hambriento mirando la comida puesto en lo alto y ahora ha probado del fruto prohibido – Maldita la malicia con que Kid le había dicho tales palabras.

 

Law sonrió y miró divertido a su novio pelirrojo. Vaya que era divertido molestar a Ac, y más aun viendo la cólera que se apoderaba de él. Ace era divertido, y ahora tenían un motivo más para que la diversión se prolongue.

 

-          Miren esto no tiene nada de malo de verdad…

 

Ace hizo un moflete y apartó la mirada, estaba debatiéndose con las confusiones que tenía en su interior, la cuales se estaban acrecentando con los ojos escrutadores de esos dos malvados, que con una sonrisa macabra y socarrona se burlaban de él. Arrugó la nariz cuando cerró con fuerza los ojos.

 

-          ¡No! No tiene nada de malo, yo siempre he querido mucho a Luffy, siempre le he amado y él también me quiere en ese sentido, lo sé. Él es único en este mundo… Lo protegeré y nunca le dejaré solo. No es necesario siquiera dudar de ello. No sé nada de la vida, ni del destino, ni mucho menos de la sociedad y como esta reaccionará… Pero lo amo… y es lo único que en estos momentos me importa…No sé cómo explicar todo lo que me sucede pero espero que entiendan con esas palabras ¡Luffy y yo estaremos juntos hasta que el destino diga que es necesario separarse! Y si este dictamina que es tiempo, dejaré ir su mano… Pero ruego… ruego a quien sea que esté mirándonos en este momento… que nunca llegue a ocurrir algo así…

 

Tanto Kid y Law se miraron un momento.

 

“Que profundo…”, pensaron al mismo tiempo. Claro que entendían, fuera de todo lo que aparentaban dentro de ellos ardía la misma pasión y el mismo amor quizá más retorcido que el de Ace, pero en esencia eran iguales. Ambos sonrieron satisfechos, la verdad en ningún momento dudaron siquiera del amor que decía Ace sentir por su pequeño Luffy solamente molestarlo era divertido, nada más.

 

-          ¡Pero si les digo que es verdad! – El grito provino de la sala.

 

Todos miraron intrigados a Luffy que se había sentado en el sofá en donde un segundo atrás estaba tirado como un costal de papas. Tenía el teléfono en la mano pegadito a la oreja. Tenía el ceño fruncido.

 

-          Luffy… ¿Con quién hablas?

 

-          Si… Claro… - No pareció escucharlo. Law enarcó una ceja y Kid se encogió de hombros cuando el pecoso les dirigió una mirada intrigada – Por supuesto ¡Ace y yo somos uno ahora! – El pequeño alzó la mano libre e iluminó la sala con una tierna y demasiado alegre sonrisa.

 

A Ace se le cayó la cara en la vergüenza y corrió hacia Luffy quitándole el celular. El pelirrojo y el moreno se tomaban la panza de tanta risa, era linda la forma en como Luffy llamaba a haber hecho el amor con su hermano.

 

-          ¡Ace…! – Hizo un moflete al ver a su hermano.

 

-          ¿¡Cómo puedes contarle eso a todo el mundo!? – Dijo el pecoso más rojo que un tomate, tenía el teléfono en la mano cerca de la cara así que ´pudo escuchar ciertas risas de otro lado.

 

-          Vamos Ace que no te de pena… - Se escuchó del otro lado.

 

-          Y yo que había apostado a que te aguantarían un poco más…

 

-          Vamos no se rían del pobre, era obvio que tan solo ver a Luffy se le iba a tirar encima…

 

Eran los amigos de Luffy hablándole. Luffy se levantó se tiró sobre su hermano tratando de arrebatarle el teléfono. Fue entonces que harto de las risas hacía su persona termino cortando. Sentía las mejillas a toda su capacidad.

 

Luffy a ver que Ace cortaba arrugó el entrecejo y se tiró con todo sobre su hermano botándole en el acto y quedando sentado en su vientre. Todo ante la atenta y jocosa mirada del par de novios en el comedor.

 

-          ¡Luffy bájate! – Si el pecoso creía que sus mejillas no podían estar más rojas se equivocó.

 

-          ¡No!

 

Luffy tomó las manos de su hermano que trata de empujarlo. La dejó a cada lado de su baza. Al ver la cara de enfado de s hermanito se le bajó un poco la vergüenza.

 

-          No se vale… - Dijo Luffy con un tono serio.

 

-          ¿Eh?

 

-          Yo te amo… Te lo dije, por fin puedo estar contigo y abrazarte sin cuestionarme… Estoy feliz de poder estar contigo y quiero que las personas que me apoyaron sepan que lo he conseguido… ¿Es que eso está mal? ¿No quieres que los demás sepan que estamos juntos...? – El tono serio de Luffy pareció quebrarse un poco. Ace se conmovió por completo y el cuerpo se le estremeció… ¿Podía, realmente, cuantificar cuanto amaba a su pequeño torbellino de alegría?

 

Con delicadeza comenzó a levantarse dejando a Luffy sobre sus muslos. Besó su frente con ternura sorprendiendo a su hermanito, el cual soltó sus manos, éstas se pasearon tiernamente por sus cabellos, por sus mejillas.

 

-          ¿Ace? – Luffy sintió las mejillas arder un poco al ver la sonrisa tranquila y amorosa se su hermano, sus ojos profundos brillaron en un cariño casi abismal e incompresible que le hizo brincar el corazón.

 

Por su lado Ace se había convencido por completo. Puede que el cariño que Luffy decía tenerle no fuera más que el deseo de monopolizar de un niñito, pero aun así si es que él aprendía a cultivar ese sentimiento puro y sin manchas, lograría que algún día que sintiera lo mismo que siente él ahora, que tan solo con escucharle soltara un par de fases con su dulce voz, con su lozana mirada le derrite el alma, y le desarma el mundo para crearlo con su risueña existencia.

 

Besó quedamente su ojo derecho y luego descendió hasta la cicatriz, la mejilla y luego a su boca, primero tanteó como descubriéndola y eligiéndola entre miles. Novatamente comenzó a besarle, devoto a sus sentimientos cerró los ojos. Luffy sintió que perdía la respiración la bomba en medio de su pecho palpitaba de tal forma que en cualquier momento reventaría, la sangre se le subió a la cabeza rápidamente y luego descendió por su cuerpo calentándole la carne.

 

Ace sin embargo luego de rodar sus dientes por el labio interior de su hermanito se separó con una sonrisa aún más boba y enamorada que antes. Mante nía sus ojos cerrados.

 

Pegó la frente suya con la de Luffy, tomando sus mejillas con delicadeza como si se fuera a disipar al mínimo toque.

 

-          No está mal Luffy… No está mal, yo también te amo. Claro que quiero que el mundo sepa que estamos juntos… Créeme que estoy a punto de salir a la calle y gritarlo a los cuatro vientos. Te quiero completamente desde la punta de tus pies hasta el fondo de tu alma…

 

Volvieron a besarse tiernamente. Law los miraba como si fuese una colegiala viendo la mejor película romántica del mundo, aunque en realidad su cara seguía siendo neutra. Kid le abrazó por detrás apoyó su mentón en su hombro.

 

El mundo se suspendió en un segundo de amor, tan efímero y eterno que necesitó de la maravilla de la casualidad y la devoción para aminorar su efecto sublime.

 

Digo, un segundo de amor, porque el amor tiene su propio tiempo, su propia lógica, su propio mundo…

 

Eran felices…

 

Felices porque si…

 

Por esa ambición de querer a otro les invadía…

 

Eran, son y serán felices… Y el destino estará de testigo…

Notas finales:

AWWWWW!!!!! <3<3<3

HAHAHA XD

Ok Ok.... me he demorado una eternidad eterna (?) en subir hahah xD

Pero el mundo está de cabezas (o soy yo) 

En fin terminé... KuroChan si lees esto fue un placer... de verdad me has dado el valor para escribir algo sobre Luffy...

En fin esto fue tan lindo *^* Y es que simplente nunca me imaginé escribiendo de Luffy y Ace pero de verdad ha sido tan divertido y a la vez estresante que no sé que decir.... Créanme que hise y rehise el capítulo unas siete veces minimo hahaha hasta que terminó así...

A todos los que leyeron y les gusto un enorme GRACIAS!!!! por leer... es hermoso saber que en cierta forma la mente se enarbola en una frase y crea un mundo (uno yaoi xD)  en donde los sentimientos se desbaratan como deseen... e donde pueden ser lo que sea y se transforman en lo que quieran.

Somos mascaras, porque nuestros entimientos son mascaras si somos reales nuestros sentimientos son los reales lo importante es saber cuando uno es una máscara y cuando es real... puede que a veces esos mundos se confundan... yo los confundo a veces...

Ya me puse profunda... hahaha xD

En fin ESO ESPERO QUE LES GUSTE Y HAYAN DISFRUTADO DE ESTE TWO-SHOT HECHO PARA UNA CHICA QUE ME CAE EXCELENTE HAHAH XD 

HASTA LA PRÓXIMA!!!!!

ESPERO SUS REVIEWS!!!!!!

(~*^*)~

 


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