Ese mismo recuerdo, aunque trato de ignorarlo… no podía sacarlo de su mente, pues había algo que le daba vueltas en la cabeza, ya no podía leer el libro, lo dejo a un lado exasperado por no poder seguir con su lectura y se sumergió en sus pensamientos por largos minutos, pensando, recordando y atando unos cabos con otros, uniendo recuerdos con vivencia, todo esto pensaba cuando PAM… se paró abruptamente, haciendo caer su libro, su celular, su bolso de mano, el cual estaba abierto y por ende las cosas en su interior se esparcieron.
No podía ser, no eso no… no lo podía creer, sus ojos le empezaron arder, su pecho dolía, sentía como lo que le quedaba de corazón se empequeñecía… No podía haberse dado cuenta recién, no, seguro estaba mal.
Estaba pensando esto y muchas cosas más mientras recogía su tiradero, había despertado algunas personas, otras lo miraban con curiosidad… solo atino a hacer una pequeña reverencia y agacharse a recoger el tiradero que había provocado, agradecía que Minwoo tuviera los audífonos puestos y que no haya despertado en esos momentos, termino de recoger sus cosas, las puso en su asiento, tomo una billetera de su bolso y se dirigió al baño.
Al ingresar en esta se miró en el espejo y se dijo a sí mismo “No es posible que nunca lo hayas notado Jung Min, pero lo peor es que… siempre fue obvio…” se lavó la cara y volvió a ver su reflejo en el espejo, había gotas bajando por su rostro… algunas de ellas eran agua, mientras otras… otras eran lágrimas, no podía creer lo que por tanto tiempo había ignorado, ahora le era rebelado… por un libro, una frase, un recuerdo, un error, por no pensar y fijarse en esos detalles del pasado… lloraba porque todo lo que vivió, vive y tal vez vivirá es su propia culpa, por no darse cuenta antes.
Fue cuando agacho la cabeza y se fijó en la billetera que estaba a un lado del lava manos… era vieja, de color marrón, no era de cuero, era simple, pero especial. La tomo con manos temblorosas y la observo un instante… la giro y vio unas letras bordados de un color verde en ella… había un “P.J.M” y al lado de esta una carita feliz y un corazón. Había sido el primer regalo que le había dado Hyun Joong y Young Saeng después de su debut… no era cara la billetera, pero era especial, pues se la habían regalado dos personas importantes para él, la persona que amaba y su mejor amigo, por eso aun la guardaba… con pesar la abrió, vio dentro una foto de los 5 en sus 20 años cumplidos, aunque él y Jun tenían 19 aun. La foto estaba en este orden:
Kyu junto a Jun y a este Saeng, arrodillados estaban Min y Hyun, el primero a la izquierda y el segundo a la derecha… hacían un corazón con los brazos, todos tenían una sonrisa en el rostro, pero ahora al verla bien, no podía controlar sus lágrimas… saco más fotos que tenía en aquel accesorio, en todas eran la misma, no había duda, había sido un completo imbécil todos estos años… como no pudo darse cuenta, cuan ciego había sido, cuando egoísta e injusto había sido con aquel chico… se volvió a lavar el rostro y regreso a su asiento. Tomo su celular, lo prendió y busco en su álbum de fotos que tenía, en todas eran semejas la mira, la sonrisa, los ojos… suspiro y dejo caer nuevas lágrimas.
Cuan ciego puedo ser… tenía que pedir perdón, tenía que disculparse con aquella persona a la que ha dañado, porque si, Jung Min lo ha dañado… recordando todos los momentos en los cuales le reprocho sus acciones, sus decisiones, lo hirió, lo insulto, le dijo muchas cosas que ahora se arrepentía.
Heo Young Saeng, su amigo, su hermano, su compañero… estaba enamorado, estaba enamorado del mismo chico que él, no había duda, en las fotos había sonrisas, pero sus ojos, sus reflejaban pena, tristeza, soledad… como nunca se dio cuenta de eso, y decía ser un buen amigo, decía ser el pobre chico sufrido en esta historia… no, nunca se dio cuenta que al pedirle aquel favor a Saeng, lo condeno, lo puso entre la espada y la pared, lo condeno a tomar una decisión. Ahora sabía cuál había sido, decidió callar sus sentimientos por aquel chico que le gustaba, solo por ayudar a su amigo... en las fotos, en muchas fotos pudo ver como los ojos de Saeng reflejaban dolor, pero su rostro alegría, pudo ver como indirectamente miraba a Hyun, cuando Min estaba abrazado de él la pena reflejada se notaba a simple vista, su sonrisa era la más forzada, la más lastimera que había visto antes, sus ojos vidriosos por las lágrimas aculadas. No podía creer que había juzgado a su amigo, cuando al final no se dio de su dolor, y se decía conocerlo muy bien, decía que lo conocía como a un libro, sabia sus emociones, sentimientos, personalidades…. Pero resulto siendo mentira, al final el malo de la película siempre fue el, ya que no pudo ver la tristeza del otro por la situación en la que su “amigo” lo puso; lloraba porque se arrepentía todo lo que había dicho y pensado de su amigo. Tenía que pedir perdón, pediría perdón…
Ahora todo estaba claro… pues aquel día Saeng tenía que decirle algo a Min, algo tan importante como lo que Min le dijo a él, pero lo que ignoro el menor olímpicamente, culpándolo de algo, despreciándolo, amándolo-odiando a la misma vez… Jung Min había sido una mala persona. Ahora no podía dejar las cosas así, ni bien llegara a Corea buscaría a su amigo, hablaría con él, pediría perdón por todo el daño que le había causado sin percibirlo y si era necesario arrodillarse lo haría. Sabia de ante mano que Saeng le diría que todo estaba perdonado, pues siempre fue una persona de buen corazón, pero el tenía que ganarse ese perdón… no negaría que el dolor por no tener a Hyun a su lado lo destrozaba, pero saber que por su culpa sufrió su mejor amigo, más que el mismo, eso no se lo podían perdonar tan rápido.
En las fotos, recuerdos, momentos vividos se pudo dar cuenta que Young Saeng estaba tan o más enamorado de Hyun que él mismo Min, pues ayudo a su amigo a conquistar el corazón de la persona que amaba, le estaba dando en bandeja de plata a su persona especial, pero al parecer la vida siempre fue justa, el chico que quería lo escogió a él… sabía que fue el más feliz, pues quien no, el chico que te gusta corresponde tus sentimientos… pero a la vez, fue algo duro, pues siempre sintió que traicionaba a su amigo, siempre lo supo Jung Min, siempre supo de esa culpa que Saeng lleva en su espalda, en su alma.
Young Saeng no tenía la culpa que Min fuera un cobarde, quien no pudo conquistar por sus propios medios, el amor de la persona querida, Saeng, él chico que hizo o intento que Hyun se fijara en Min, porque si señores… Jung Min no podía negar que Saeng al final de todo lo ayudo, hizo lo posible para que Hyun se fijara en él, había cambia varias veces puesto con él para que Min este al lado de Hyun, pero este no sabía aprovecharlos… muchas situaciones como estas habían pasado, pero Min nunca se fijó en la tristeza de su amigo cuando estos dos estaban juntos, cuando Hyun abrazaba a Min…
Todo estuvo claro al recordar aquel día, aquellas palabras, aquellas acciones… como no recordar que al despertar se sorprendió al ver a su hyung con los ojos hinchados y rojos y le creyó cuando este le dijo que había sido por culpa de la cebolla, tan imbécil podía llegar a ser Park Jung Min, el chico que se jactaba ser el más listo del grupo, era en verdad el más imbécil y ciego que podía tener dicho grupo.
*Jung Min lloraba en silencio, las lágrimas caían sin parar, los recuerdo venían a su mente, aquellas veces en las que encontrar triste a su hyung, los malos momentos, sus palabras hirientes, pero más… la última vez que lo vio, ahora al recordar lo que le dijo: “Felicidades Young Saeng hyung, felicidades… espero que sea feliz siempre… aunque yo este muriendo día a día, tú seas feliz” se arrepentía a mas no poder, cuan doloroso habrá sido para Saeng escuchar aquello, en su momento no le importe, pero ahora sí.
Fue Jung Min quien ignoro los sentimientos de Saeng y no al revés como siempre creyó, fue Min quien no le importo los sentimientos del otro chico.
Se arrepentía por todo lo pasado, trataría de arreglar las cosas, no conseguiría al amor de su vida, no cambiaría que este muriendo por un amor no correspondido, no era un mal sueño que esos dos se casarían en pocos días, pero al menos podía pedir perdón a la persona que le dio tanto… quien estuvo dispuesto a sacrificar su amor por la felicidad de su amigo, Jung Min no hubiera sido capaz de hacer eso, no fue capaz de hacerlo… pediría perdón y sería feliz por sus amigos, no obtendría al hombre que ama, pero tendría de nuevo a su mejor amigo, a su hermano.
Las personas a veces… muchas veces nos damos cuenta de aquellos detalles que en su debido tiempo pudieron ser utilices, pero que ahora solo eran eso… “detalles”… Min tenía una meta, recuperar a su amigo, Saeng tenía otra y Hyun otra. Los tres tenían distintos planes, pero que unían sus vidas en ellas, querían terminar con todo por distintos medios, con diferentes motivos cada uno, pero con un mismo fin… hacer feliz a la persona que aman. Aunque eso le cueste su propia felicidad.