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... Pero nunca lo sabras... por Rin Bunny

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Notas del capitulo:

Hola... de nuevo por aca ^_^

Les traigo el capitulo 8.... es el mas largo que he escrito jejeje

Tengan claras las platicas y comentarios... 

Que lo disfruten ^_^

Si, han sido dos días perdidos para mí, en dos días más me voy a Japón, hoy estoy solo en mi departamento, Minwoo salió a preparar y hacer todo el papeleo para el viaje, Suk y Jun estuvieron ayer en casa… fue cuando me entere que mi lindo Baby siempre supo de mi amor por ti, no quise preguntar cómo o cuando o quien se lo dijo… solo me pregunto ¿por qué no dijo nada antes? Y una sola respuesta llega a mi mente, conociendo a este chico, no dijo nada por no querer hacerme pasar un mal rato al divulgar mi “secreto”, que si lo pienso bien ya no lo es… son mmm son 7 personas las que saben de mi “secreto”, excluyendo al “Doctor” que saben que me gusta alguien, pero exactamente QUIEN no.

Siete personas… te preguntaras quienes, conoces a la mayoría Saeng, Kyu, Suk, Jun, Minwoo, mi madre… si mi mamá, ellas tienen una intuición indudable. Sin decírselo y solo viéndome – sabia ya que sufría por un amor no correspondido – Siempre decía: “Park Jung Min, eres demasiado guapo para ese ciego-idiota que no ve lo bello de su entorno” jajajaja, se dio cuenta cuando iba a visitarnos al departamento que compartíamos cuando éramos aprendices. Se sorprendió al saber que Saeng era tu novio… por unos meses estuvo molestando diciendo que era mejor que me salga del grupo, que si seguía viéndolos a los dos terminaría mal, muy mal. En cierta parte tenía razón.

Y por último, la niña loca que me recomendó escribir mis “cartas perdidas” y quien me dio el cuaderno… por eso la pasta colorida y el ¿poema? De la primera hoja.

Es una chica muy alegre, divertida, entusiasta, llena de energía, de amor por dar y recibir… pero con un cruel y triste final. Su nombre es Esperanza, es de Italia. Nos conocimos de la manera más graciosa que pueda haber. Una confusión de mochilas en el aeropuerto de coreano, en el 2008 cuando aún éramos un grupo, Kyu la conoció ya que estuve con él en el incidente. Tú, Saeng, y Jun se habían adelantado y no esperaron a los demás, óseas a Kyu y a mí… iba a tomar mi mochila cuando una chica, bajita, no más de metro cincuenta la tomo de un asta y yo de la otra… me la quede mirando y ella igual, no sabía qué hacer y ella me dijo en un coreano gracioso “disculpe, pero este – señalando la mochila – es MI EQUIPAJE, así que suéltelo por favor, que estoy apurada.” Yo no sabía que hacer… si reírme por ese acento, molestarme porque no soltaba mi mochila o preguntarle de donde era… tenía que saber qué idioma hacia que el coreano sonara muy gracioso jajaja aun lo recuerdo. Atine a decirle que: “Lo siento, pero se está confundiendo, esta es mi maleta”, “Pues lo siento mucho joven, pero está confundido… mira este parche, pues yo lo puse, por ende en mía” me dijo todo eso señalando un parche del conejo Bozz Bunny, avergonzado solté la mochila y me disculpe, ella solo sonrió y se despidió de mi con una movida de mano y diciendo “espero encontrarnos de nuevo chico bonito, Chau” yo solo me quede perplejo, los extranjeros siempre tan… relajados jejeje.

 

Después de ese encuentro y mal entendido, nos volvimos a encontrar muchas veces más. Era el destino, como ella siempre dijo: “El destino nos quiso juntar Minimi, no podemos escapar de él, solo afrontarlo con la mejor cara y paciencia que se tenga”. Fue de esta manera que en menos de 6 meses, Esperanza se volvió una de mis amigas más queridas y la que más me apoye, porque de una u otra forma siempre que me sentía triste o mi corazón sufría… ella me llamaba o me la encontraba en el mejor momento. Aún recuerdo lo que me decía después de escucharme, darme consejos y consolarme: “Minimi, deja de llorar y sonríe a la vida, los días que nos queden de vida deben ser los más felices, porque luego vendrá la muerte y no habrá nada más… no sufras por ese chico, no lo merece”,pero muchas veces terminaba insultándote y diciendo que si te llegaba a conocer te partiría la cara, siempre me hacia sonreír… siempre.

 

Nunca entendí a qué se refería cuando me decía eso, hasta que… Eran mediados de agosto del 2009 cuando me llamo y me cito en un parque cerca al departamento, ella supo quién era yo, ya que un día cuando salíamos nos cruzamos con un grupo de fans y pidieron mi autógrafo, aún recuerdo su cara sorprendida… se molestó por no haberlo dicho quién era yo “¿Y SI ME LINCHABAM O ME PEGABAN? ¿POR QUE NO ME LO DIJISTE ANTES? NO ES JUSTO… ahora para que te pueda disculpar, dame tu autógrafo jejeje”, una chica alegre siempre, siempre quise presentárselas, pero no hubo una buena ocasión.

 

Esperanza (E): ¡Minimi, por acá! – la vi sentada en una banquilla con sombra bajo un árbol, estaba con un vestido verde claro, el cabello más lacio y negro que he visto en mi vida suelto y con un lazo color verde sujetándolo como bincha… le llegaba hasta la cintura y a un costado la mochila que hizo que nos conociéramos. En todo el año que la conocí jamás le vi con vestido, ella me dijo que los odiaba y que el día que la vea puesta un vestido, ese día se marcharía para siempre por la vergüenza que tendría, quien me hubiera dicho que en verdad pasaría eso, hubiera desaparecido todos los vestidos de Corea y del mundo si hubiera sido necesario, pero al final… ella se fue.

J: “Hola Esper, ¿esperaste mucho? Siento la demora”

E: “No te preocupes Minimi, acabo de llegar” – hubo un silencio extraño, ella nunca estaba callada, hablaba hasta por los codos – “Minimi te compre algunas cosas, he hice algunas otras yo misma en ellas para ti” Abrió la mochila, “primero te compre esta camisa… a que no es bonita” – era una camisa manga larga color crema con rayas de colores degradados y en los brazos tenía varios estampados y bordados, se notaba que eran a mano – “es bonita no? Yo hice los bordados… están en italiano, en este dice: “Sonríe y no mueras en el intento” “Amate más que a nada” “Se valiente y confronta tus medios” “Se sinceró contigo y los demás te respetaran” “Jung Min gracias por ser mi amigo” “Jung Min, lucha por tus creencias, por tus tradiciones… lucha por tu amor”.

J: “No debiste molestarte, nos es mi cumpleaños y no te compre nada…”

E: “No te preocupes, con que aceptes mis regalos me conformo… bueno el segundo es este collar, es la luna menguante…”

J: “Oh esta hermosa, gracias”

E: “El tercero… toma” – fue cuando me extendió el cuaderno verde llamativo y me dijo que “este será el encargado de guardar tus ‘cartas perdidas’ ”, pero que para eso debía que escribir en ella.

J: “Esper tú no tienes remedio, escribir… mejor me compro un diario.”

E: “Es eso también… un diario en el cual escribirás tus sentimientos y tus dolores, tus alegrías y buenos recuerdos y cuando los leas sentirás que esa piedra inmensa que cargabas sobre los hombros desaparecerá”. Hubo un corto silencio, mientras yo observaba la pasta del cuaderno “Jung Min-ah” me sorprendió que me llamara por mi nombre, ya que a ella le gustaba decirme Minimi. “Jung Min-ah gracias por la amistad y la confianza que ha depositado en mí, gracias por tus secretos, recuerdos buenos y malos. Gracias por dejarme ser tu amiga no famosa, gracias por todo. Gracias de verdad”

J: “Esper no debes agradecer por una amistad dada, si alguien debe agradecer ese sería YO… me ha ayudado tanto, tan joven, tan madura y sabia. Gracias a ti por cuidar este tiempo de mí. Kyu y Suk, unos amigos te gustarían conocer… siempre les hablo de ti, tanto tú como ellos me han apoyado mucho dándome consejos, apoyo moral y lo más importante su amistad sin juzgar.”

E: “De nada Jung Min, pero no debes agradecer… Min yo… yo tengo algo que decirte” – estaba muy seria –

J: Claro dime, estas asustándome, ¿qué pasa?

E: – con una sonrisa única, jamás la olvidare, estaba alegre y triste a la vez – “Jung Min, yo… yo me tengo que ir, pero ya no volveré como las otras veces, esta vez no volveré más, ya no podremos seguir viéndonos” sus ojos empezaron a humedecerse.

J: “¿Cómo dices? ¿A dónde te vas? ¿Vuelves a Italia?, pero yo puedo ir a visitarte o hablar por internet o hasta llam…” me interrumpiste

E: “No Jung Min, yo no podré ir a verte al aeropuerto o recibirte en casa cuando

Me visites, tampoco responderé a tus mensajes o llamadas… Jung Min yo, esto es difícil… Park Jung Min a mí me queda solo un mes de vida” Me quede de piedra, ¿lo que me había dicho era verdad? ¿Estaba oyendo bien? ¿Un mes de vida?... “solo dos personas lo saben, la amiga con la que vivo, de la que te hable muchas veces y ahora tú… ni mis padres ni nadie más lo sabe”.

J: No es verdad… esto no podía estar pasando… Esper… Esperanza mu… ¿estaba muriéndose? ¿Cómo, cuando, por qué? – “Si esto es una broma, no me gusta para nada” –

E: “Tú crees que jugaría con algo tan delicado como la vida de una persona… no Jung Min no sería capaz. Cálmate y escúchame por favor”.

J: COMO QUIERES QUE ME calme – ya estaba alterado, hablando casi gritando, no podía creerlo y lo peor ver esa serenidad en ella… no no no no era verdad – Me estás diciendo que te vas a…, como quieres que reaccione y tu… tu tan tranquila qu…

E: YO NO ESTOY TRANQUILA, TU CREES QUE ESTO ME GUSTA, PERO NO PUEDO HACER NADA, DIOS QUISO QUE PASARA ESTO Y NO YO SOY NADIE PARA PONERME A RECLARMA… Mírame Jung Min, por favor… yo no podía oírla, estaba molesta y triste, lo supe porque por primera vez levanto la voz y estaba seria cuando hablaba, solo atine a esconder mi cara entre mis manos… no podía llorar sino ella se sentirá mal… no podía, no debía llorar en esos momentos – Jung Min hace un poco más de un año estuve muy mal… no quise preocupar a mis padres y fui sola al médico, cuando los resultados estuvieron listos mi mundo se derrumbó… enterarte a los 16 años que estas enferma, y no cualquier enfermedad sino cáncer, pero como paso si nunca antes me enferme, la respuesta fue que el cáncer estuvo en mí siempre, pero que recién se activaba, aunque ya era tarde ni con tratamientos podía impedir el trágico final… por lo decidí irme de mi país, siempre quise conocer Corea del Sur, mi mejor amiga fue mi mayor apoyo… me siguió a pesar de dejar todo y ponerse a trabajar en un país del cual ni sabía e idioma. Siempre estuvo y está conmigo en los momentos malos… es por eso que en muchas ocasiones no pudimos vernos, está mal y no podía salir de casa. Ahora solo quiero volver a casa, con mis padres y hermanos y… y morir rodeada de mi familia” lo final lo dijo con un sonrisa sincera, pero con lágrimas en sus mejillas, no supe que hacer, solo la abrace y lloramos juntos, por buen rato solo lloramos y nada más…

E: “Minimi tengo que irme” después de habernos calmado, se alejó un poco y dijo eso

J: “Aun no te vayas por favor” – dije con voz ronca –

E: “Lo siento, pero me están esperando… tengo que ir hacer unas cosas antes y luego me iré… por favor no vayas al aeropuerto.”

J: ¿COMO? ¿Que no te vaya a despedir? ¿Estás bromeando no?

E: “Jung Min, no me gustan los Adioses, los odio… prefiero despedirme de ti de esta manera, con una sonrisa y un gran abrazo de oso – me abrazo fuerte – por favor no vayas al aeropuerto, si realmente me consideras tu amiga no vayas… despídete de mí con una bella, gran y hermosa sonrisa. Quien sepa y al final… nos volvamos a encontrar” – lo dijo con voz calmada, tranquila y con un bella e inolvidable sonrisa en el rostro.

J: Solo atine a abrazarla y darle un beso en la frente… era un niña de 17 años con un fin cerca… no lo aceptaba.

Se levantó, tomo su mochila y se paró frente a mí tomando de los hombros…

E: “Jung Min gracias por todo, gracias por todo de verdad… antes de irme debo hacer algo que siempre quise, no te moleste por favor – dijo eso mirando alrededor, como si buscara a alguien hasta que detuvo su vista un instante, quise voltear a ver a quién o que miraba pero me lo impidió – es el un último favor que le hago, si no reacciona con esto, es un imbécil – dijo en susurros, pero logre escucharla… me quede ¿Cómo? ¿De qué habla, de mi? Hay no entiendo nada –

J: No sé de qué me hablas niña… ¿último favor? ¿A quién, quién es él imbécil?”

E: “Jung Min gracias y disculpa por esto” – se agacho y me dio un beso… me sorprendió mucho, no sabía qué hacer, ella solo estaba ahí… para frente a mí con nuestro labios pegados, no quise que se avergonzara por lo que hacía y decidí corresponderla. Puse una de mis manos alrededor de su cintura y la otra la puse en su cuello, profundice el beso… al parecer ella no se esperó a que yo le correspondiera. Por unos segundos no respondió, pero luego de salir de su sorpresa rodeo mi cuello con sus delgados brazos y el beso se alargó. Me gustaba, el beso era… agradable, especial, sincero. Me gustaba ella, ahora lo se… pero como todo tiene un fin, el beso termino cuando el bendito aire nos faltó. Nos separamos y nos vimos por un momento, ella me sonrió y se alejó de mí.

E: Eso… eso estuvo… - esta sonrojada, por primera vez la veía sonrojarse por algo que hacia… era una chica a la que le importaba un pepino lo que los demás decían por sus acciones, eso me sorprendió y me gusto, ya que era la única persona en toda Corea que la hizo sentir así – Eso fue bonito…

J: “¿Bonito?... me gustó mucho, gracias – yo también empezaba a sonrojarme, las mejillas me quemaban – es… fue mi primer beso robado sabes?… eres la primera chica que me tomo desapercibido de esta manera.”

E: “Este fue mi primer beso” – dijo mirando hacia otro lado, tenía las mejillas de un color carmín bello, pero mira fijamente a algo o alguien?… no le di importancia a eso ya que volvió a verme a mí – “Jung Min, gracias por esto y por todo lo demás… siempre te querré lo sabes ¿no? Gracias por mi primer beso… nunca tuve un primer amor, pero tú eres perfecto para ocupar ese lugar en mi vida… Gracias de verdad”. No sabía que decirle… solo la jale y la volví a besar, ella me correspondió, pero este beso fue más corto, en este beso sentí el adiós que no me decía, el hasta nunca Minimi que sabía que no diría. Se alejó y me dio un último beso en la frente.

J: “Buen… buen viaje, háblales a tus hermanos de tu primer amor, ósea yo, diles de tu gran amigo, diles que los amas mucho y que siempre lo harás. Que aunque ya no estés con ellos físicamente, estarás en sus recuerdos, por es así como yo te tendré presente, siempre te recordare como la chica de la mochila y mi gran salvadora…” - no sé de dónde saque energías para decirle todo esto, solo sabía que si no se iba en unos instantes más rompería a llorar. Ella me regalo la última de sus sonrisas y me dijo: “Minimi yo se los diré no te preocupes, les hablare de ese chico tonto que conocí en el aeropuerto y se convirtió en mi mejor amigo y mi primer amor… también les hablare de las personas que conocí en Corea, de las personas que ayude a solucionar sus problemas, Aigoo habla como vieja y solo tengo 17… soy muy madura no crees jajaja” Yo solo sonreí y dijo: “Jung Min, las cosas a veces no son como parecen, las personas no son lo que parecen, abre bien los ojos y date cuenta de tu entorno… sufres por amor, pero mira bien y quien sepa no seas el único que sufre por amor, quien sepa y… hay alguien que te ama. Bueno me tengo que ir ya es tarde, mi unnie me matara. Cuídate si, come bien, dale mis saludos a esos amigos tuyos… ¿Kyu y Suk no? Diles que me hubiera gustado conocerlos, que aunque no lo hice les agradezco porque sé que no te dejo solo” y salió corriendo, yo me pare y dispuesto a correr tras ella voltio cuando ya está unos metros lejos y dijo… grito: “Siempre te recordare, hasta el último minuto de mí vida, Adiós Jung Min”.

 

Me quede estático y solo la vi corriendo y subirse a un taxi, me dijo Adiós… me dijo Adiós y volví a sentarme y no hice más que llorar. Mi amiga se iba y nunca más volvería a verla y no era por la lejanía sino por una enfermedad. No sé cuánto estuve ahí, solo supe que fue mucho, porque ya estaba oscuro y hacia un poco de frio, me limpie la cara, y me levante, empecé a caminar al departamento… era nuestro día libre, por lo que no tenía que preocuparme que me griten por no estar en el departamento.

 

El elevador estaba a punto de cerrarse y una mano la detuvo, al abrirse estabas tú parado frente a esta, ibas con zapatillas, uno buzo color azul marino, una ramera negra con gorra, lentes negros y un bufanda – yo te regale esa – si te hubiera visto de lejos, no te hubiera reconocido, se notaba que habías salido así vestido para que nadie te reconociera.

 

Me miraste, bueno eso pareció por los lentes negros y entraste al elevador… te salude con la mano, pero no respondiste. Mi corazón estaba dolido por lo de mi amigo y tú llegabas y me ignorabas… con más razón de volver al departamento, encerrarme en mi cuarto, llorar y esperar el consuelo de Kyu.

Cuando llegamos a nuestro piso el ascensor se abrió, al ver que no salías, yo camine para la salida, pero me detuviste… gire con sorpresa en el rostro y un corazón latiendo a mil por minuto – solo tu tacto hacia eso en mí – iba a preguntarte que era lo que querías, pero tú hablaste primero:

L: “¿Dónde… dónde estuviste todo el día? Te estuvimos llamando pero tu celular estaba apagado” – por inercia metí mi mano libre a mi bolsillo y saque mi celular y era cierto estaba apagado – “Se me bajo la batería seguro, lo siento… ¿para qué me buscaban?... no Hyun no me digas que era para trabajo, carajo”, dije.

L: “No Jung Min, queríamos ir a comer todos juntos, por eso te llamamos”

J: “Oh… gracias por quererme invitar, estaba… estaba haciendo unas cosas y se me fue el día en eso

L: “¿Cosas? ¿Qué cosas si se pueden saber?”

J: “Me encontré con una amiga muy querida y especial.”

L: “Tú amiga” – eso lo dijiste en un susurró, pero te llegue a escuchar –

J: “Si ella no es de Corea, volvió a su país…”

L: “Oh…”

J: “Bueno es mejor que entremos, ya es algo tarde… los chicos no vayan a preocuparse… y por cierto Hyung… ¿tú de dónde vienes?”

L: salimos del ascensor y encaminamos al departamento… “A ver un amigo también…”

J: “Aaaahhh…” – abrí la puerta e ingresamos, las luces de la sala estaban prendidas, pero el corredor estaba a oscuras – “Bueno hoy fue un día muy cansado y no muy bueno para mí… que descanses” y me encamine a mi habitación, pero cuando di unos pasos dijiste: “De verdad era tu amiga ¿no es así? Se nota que la quieres mucho por todo lo que lloraste” – me sorprendí, pero no volteé…no sé pero me pareció por tu voz estabas ¿molesto, incómodo? No lose, no le di importancia y seguí caminando.

J: “Si alguien muy importante” quien me ayudo cuando rompías mi corazón, esto lo pensé obvio…

 

No sé porque, pero estas circunstancias me hicieron recordar a Esperanza… en momentos como este la necesito… tengo Suk, Kyu, Minwoo, mi madre y ahora a Jun para poder desahogarme, pero… la relación que mantuve con Esper no podía compararla con los demás… eran hombres, mi madre, pero ella… ella era especial, en todo sentido.


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