Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El cielo más grande. por sukichoco

[Reviews - 129]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola de nuevo!!!
Muchas gracias por seguir leyendo y bueno no les quito su tiempo

¡¡DISFRUTEN!!

El cielo más grande

11.- Locura

 

Narrado por Reborn

Lancé los papeles al aire mientras le gritaba escandalosamente a uno de mis empleados. Él miraba el suelo con una expresión de humillación y aunque usualmente me hubiera autodetenido por eso, en esta ocasión tengo las ganas de seguir atormentándolo.

Levanté mi mano para darle una abofeteada por su error, nadie podía detenerme ni juzgarme, yo soy el jefe aquí.

- ¿No es suficiente? – Una mano atrapó mi muñeca en el aire con la intención de detenerme y lo logró

Volteé molesto para encontrarme con la cara de mi vicepresidente quien tenía una sonrisa fastidiosa  y aunque su amarre era lo suficientemente fuerte como para detenerme no pudo retenerla cuando yo la retiré molesto.

- ¿Qué crees que haces? – le pregunté enfadado pero sin alterarme

- Que curioso, yo debería preguntarte eso – me contestó burlón pero serio

Sus ojos me decían que tuviera cuidado, estaba por hacer algo estúpido y lo sabía pero no podía detenerme a mí mismo.

Miré de nuevo a mi empleado y él de ninguna manera subió su mirada.

- ¡Haz esto para hoy! ¡¿Entiendes?! – asintió y yo me dirigí a mi oficina completamente enojado.

 

Colonello entró después que yo.

- Eres un niño – se burló de mi

- ¡No puedes detenerme en frente de mis empleados! – lo sujeté del cuello, la furia se apoderaba de mí.

- ¿Y debería dejarte golpear a alguien para que llegue una demanda contra nosotros? – me preguntó sarcástico, aun cuando lo tenía sujetado y con el riesgo de que lo matara, solía ser temerario pero parecía como si tuviera la extrema confianza de que no le golpearía siquiera.

- ¡No lo vuelvas a hacer! – le sugerí con tono amenazante y con una mirada rabiosa de la que me respondió con una llena de seriedad. Luego lo solté

- ¿Has escuchado de ella? – me preguntó serio

- No me interesa – contesté tratando de esconder mi enojo.

Había pasado ya un año desde que Dame-Tsuna desapareció. Aunque le pregunté al noveno sobre su paradero él nunca dijo nada que me diera una referencia de donde podría estar y me di cuenta que al parecer ya no confía tanto en mi desde entonces.

El último año resulto ser un verdadero fiasco. Aunque Dame-Tsuna parecía no ser alguien de suma importancia para mí, su desaparición provoco que me preocupara tanto que las acciones de mi empresa habían bajado por primera vez desde su fundación.

Me sentí molesto de mí mismo ya que parecía como si yo estuviera locamente obsesionado con ese travesti que se largó sin avisar.

Las actitudes después de eso fueron severas para todos, hace un momento pensaba en golpear a un empleado cosa que antes ni siquiera hubiera cruzado por mi cabeza.

No puedo relajarme por completo y es que aun cuando digo que olvido a ese sujeto, los recuerdos de esa cara de ángel siguen apareciendo y la preocupación no disminuye para nada.

 - Que lastima – dijo mi vicepresidente mientras me miraba nuevamente sarcástico – Mis conexiones lo hallaron

Mi cerebro dejo de funcionar, el bastardo de Colonello había encontrado a alguien quien ni siquiera yo había podido hallar. Molesto pero sin mostrarlo lo observé fijamente.

Él se sentó en uno de los sofás y me miró con ojos burlones.

- Está en Francia – dijo como si le hubiera preguntado

- ¿Cómo lo sabes?

- Es extraño que me preguntes, cuando sabes el tipo de conexiones que tengo – admito que sus conexiones en el bajo mundo resultaban ser admirables pero no podía creer todo lo que me estaba diciendo

- ¿Por qué en Francia?

- Al parecer está estudiando repostería francesa en una academia en Paris

Me sentí avergonzado, Dame-Tsuna estaba muy cerca y sin embargo no pude hallarlo.

- Por primera vez le veo utilidad a tu bajo mundo – le sonreí de lado

- Gracias – contestó divertido – supongo que tu mal humor por fin será curado

Arqueé una ceja en señal de molestia  y el suspiró cansado mientras negaba con la cabeza.

- Todos en la empresa supieron que se había ido tu prometida cundo tus actitudes hacia los empleados  cambio a ser más violenta y grosera – chasquee la lengua, le encantaba ponerse al límite burlándose de mi – no te culpo, si una preciosura como ella fuera mi prometida y me dejara de lado, me sentiría igual de molesto que tu

- Ignoraré lo que acabas de decir solo porque me diste buena información

Me acerque a mi teléfono y le llamé a mi secretaria.

- Dígame Reborn-sama

- Quiero dos boletos de primera clase hacia Francia para mañana en la mañana

- Los compraré ahora

Colonello me miró serio pero en su interior estaba impresionado, quizá nunca pensó que yo hiciera este tipo de cosas por tan solo una simple persona, aun cuando fuera mi prometida, resultaba imposible en mí.

- ¿Dos boletos? – me preguntó extrañado

 

 

Las calles de Francia continuaban teniendo la misma vida que en años anteriores cuando estuve en el preescolar. Sin embargo ahora gente amable pero hipócrita se podían encontrar en cada esquina con la misma sonrisa falsa que escondía las mediocres vidas que tenían pero no se atrevían a reconocer.

 - Reborn – la mujer a mi lado abrazaba con completa devoción mi brazo mientras caminábamos juntos en una calle particularmente llena de gente donde se vendían todo tipo de comestibles. - ¿Podemos para un momento? Quiero comprar unas cuantas cosas para prepararte algo en la noche

Le sonreí y ella de inmediato se acercó a los pequeños puestos de verduras.

Contrario a lo que aparenta Bianchi era una chica autosuficiente que podía hacer de todo, desde algo tan inocente como cocinar así como defenderse por sí misma. Sin embargo elogiarla no era mi objetivo en Paris, sino encontrar a Dame-Tsuna.

Ya que era mi primer día en Paris, decidí pasear un rato con Bianchi para que esta no sospechara de mis verdaderas intenciones al llevarla ahí; además ahora Dame-Tsuna no podía escapar a ningún lado.

Vi con interés el puesto de periódico y una revista que solía comprar cuando vivía aquí, así que sin pensármelo mucho me acerqué a comprarla para gastar mi tiempo mientras Bianchi pasaba a comprar ropa en cada boutique que encontrábamos.

- Merci beaucoup  

Mientras compraba la revista, unos colegiales pasaron a mi lado platicando entre ellos y con un presentimiento difícil de explicar volteé a verlos sin un verdadero interés. Sin embargo por obra del destino pude vislumbrar del otro lado de la calle a cierta joven de cabello corto y castaño, ojos enormes del mismo color y vestida con una blusa blanca; falda plisada de color beige hasta la rodilla; sandalias con tacón y bolsa de lado miel que adornaba su hermosa cara con una brillante sonrisa  que me hizo molestar.

Dame-Tsuna estaba en frente de mí, hablando con un par de amigas con gran entusiasmo.

Admiré la escena desde mi posición, conllevaba unos fuertes deseos por tomarlo del brazo y reclamarle su ausencia, sin embargo tampoco podía hacerlo.

Las dos chicas y él avanzaron ante el cambio de luz en el semáforo. Me pregunté si es que acaso Dame-Tsuna se imaginaba que os encontraríamos de esta forma, inocentemente él mismo caminaba hacia mí.

 Di un paso adelante cuando ya casi llegaban a mi acera y me sonreí victorioso.

- ¡Reborn! – los gritos de mi acompañante resonaron con fuerza en el lugar.

Pude ver que Dame-Tsuna se paralizó un momento cuando ya estaba enfrente mía; levantó la mirada lentamente mientras era dejado atrás por sus amigas y los dos nos vimos frente a frente.

Sus ojos se abrieron con gran sorpresa y hasta miedo. Yo lo miré fija y penetrantemente. Sus ojos lo delataron cuando de pronto pequeñas lágrimas se formaron dispuestas a salir y estropear su leve maquillaje.

Soporte el deseo de tocarlo pero  al ver que trataba de susurrar mi nombre, di otro paso adelante para tomarlo pero todo lo impidió

- Tsuna – una de las amigas que lo acompañaban le llamó con gran felicidad - ¿Qué haces ahí? ¡Vamos!

- ¡Reborn! – Bianchi atrapó mi brazo por atrás – ¡No te vayas sin avisarme! ¡Creí que te habías perdido!

Miré a Bianchi primero y luego volteé a ver a Dame-Tsuna para dar una explica…. ¡No! Ese era mi objetivo, que me viera con Bianchi y que el viniera a mi como la última vez…

Me vio con confusión y dolor pero luego suspiró y me sonrió con alegría, después retomó su camino.

Quedé impactado y como espectador viendo como seguía caminando con completa naturalidad.

Un desagradable dolor se apodero de mi pecho y entonces enojado volteé con dirección hacia donde se había ido. Su espalda pequeña era lo que veía y por ello una fuerte jaqueca apareció.

- ¿Hay algo mal Reborn? – me preguntó preocupada Bianchi a mi lado.

Todo estaba mal. No solo me había equivocado, ahora Dame-Tsuna estaba más lejos de lo que creía.

- Regresemos al hotel – la tomé de la mano y me dirigí al mi hospedaje. Me sentía con ganas de vomitar.

 

 Narrado por Tsuna

- Tsuna – Lorraine me llamaba un poco preocupada – has estado un poco ausente ¿sucede algo?

- ¡N-No! Lo siento ¿Qué decías?

-  Tsuna, me parece que estas un poco pálida – Sophie también me ve con ojos preocupados

- Perdón, es que recordé algo del pasado – les sonreí con mi mayor esfuerzo ya que creía que en cualquier momento me derrumbaría

- ¿Regresamos? – me ofreció Sophie y yo  negué con la cabeza

- Mejor regreso yo, ustedes deberían seguir charlando, ahora que lo mencionan no me siento muy bien

- ¿Estás segura que no quieres que te acompañemos?

- Estaré bien, vivo muy cerca

- De acuerdo, pero vete con cuidado

- Claro

 

Salí a toda prisa de la cafetería y corrí a la esquina donde había visto a Reborn, sin embargo él ya no estaba.

Me pregunté si había sido una imaginación mía, pero era imposible ya que era demasiado real.

Volteé a los lados para saber si estaba aún cerca, pero nada me dio una pista.

Volví a mi camino, tampoco deseaba verlo si era real se encontraba con Bianchi y no quería ver eso.

La confusión me llegó de golpe y me senté en un banco en el parque.  Necesitaba tranquilizarme porque las lágrimas estaban saliendo. No verlo durante un año había sido lo suficientemente duro y cuando por fin tenía la intención de olvidarme como lo era mi propósito al venir aquí, me lo encuentro de frente.

Lloré un rato más y finalmente me levanté para seguir caminando.

La tarde pasó a ser noche y desde mi lugar la Torre Eiffel brillaba con gran esplendor.

No supe porque pero algo me motivó a acercarme a ella para evitar escuchar mis pensamientos.

En mi camino encontré a un sinfín de parejas de todas las nacionalidades que caminaban hacia mí misma dirección y cuando estaba por llegar, vi a una en particular desde atrás que me hizo todo un revuelo dentro de mí.

- Reborn, gracias por invitarme y traerme aquí

Reborn tenía una cara de malestar incomparable y además parecía ignorar los comentarios de Bianchi. Yo los miré discreto.

- Olvídalo – respondió seco, pero a Bianchi no le pareció importar y siguió abrazando su brazo.

Caminé al sentido contrario, ya no podía soportar verlos juntos, no sé la razón por la que estuvieran ahí, pero de ninguna manera quería saberlo tampoco.

“En tu ausencia puede que Reborn consiga a alguien más”

Las palabras duras de mi abuelito llegaron a mi cabeza y me mordí los labios, entonces corrí con todo lo que pude a mi casa.

 

Narrado por Reborn

Escuché unos pasos correr atrás de mí pero no me dio importancia y seguí mirando con fastidio la torre.  

Bianchi era molesta y su compañía comenzaba a desagradarme, aunque fuera una mujer muy hermosa prefería la de Dame-Tsuna.

- Reborn, mis padres estaban muy sorprendidos de éste viaje – la miré fijamente – ellos están muy emocionados con nuestra relación y…

- No me casaré contigo

Me miró sorprendida y luego molesta.

- ¿Qué quieres decir?

- Lo que dije, no me casaré contigo – le deje nuevamente en claro lo que sabía que pasaría

- Entonces ¡¿Por qué me trajiste aquí?! – soltó mi brazo y me miro directamente con ojos rabiosos

- Eras parte de un plan para que una cierta persona regresara a su lugar a un lado mío – le conté tratando de no parecer grosero, después de todo con solo traerla ya la había humillado- sin embargo, eso no pasó y yo…

Me dio una abofeteada que acepté sin rechistar.

- ¡¿Quién crees que soy?! – me preguntó molesta – ¡no soy un juguete Reborn! – me dio una nueva abofeteada

- Sin embargo ya no me sirves de nada – me di la media vuelta y la dejé en esa plaza sola.

Gracias a mi conversación y viaje con Bianchi pude darme cuenta que Dame-Tsuna se había convertido en algo muy importante, más que cualquier cosa, más que cualquier persona, más que yo mismo. Creo que es el culpable de mi locura actual.

Tomé un taxi con dirección al hotel, debía sacar mi equipaje antes que Bianchi regresara también.

CONTINUARÁ…

 

Notas finales:

Gracias por leer!!

Ahora sí! Los sentimientos de Reborn ya son reconocidos por el mismo (Porfin LOL)

Sin embargo el final no esta muy cerca aún XD

Espero que les haya gustado y tambien ruego por que me dejen un review!

Las leo chicas!

Bye


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).