El cielo más grande
16.- Un adiós
Narrado por Tsuna
Nos separamos y en ese instante pude razonar de nuevo.
- ¿Cómo entraste aquí? – le pregunté verdaderamente sorprendido, tenía demasiada protección mi habitación
- ¿Creíste que un par de musculosos me iban a detener? ¿De quién diablos te enamoraste Dame-Tsuna? – me pellizco la mejilla un poco irritado de mis dudas.
- No es eso… - guarde silencio, dentro de mi habían tantas cosas que quería decir que no sabía por dónde comenzar - Estoy feliz…
- ¿Esa es tu cara de felicidad? – arqueó una ceja
- Es que… tu aparición es demasiado repentina y…
- Está bien – me tapo la boca con un dedo – Tenemos que salir de aquí cuanto antes
Camino hacia el tocador y puso sobre el un maletín que traía consigo. Lo abrió y de el sacó un traje de hombre, perfectamente listo para ser usado. Me miró y lo lanzó.
- ¡Póntelo! – me ordenó mientras seguía buscando en el maletín
Lo observé desconcertado pero sentí prisa por la voz de mi abuelo en el megáfono y acaté sin chistar. Primero me quité el vestido y me puse tan rápido como pude los pantalones, la camisa, saco y el moño.
Vi a Reborn observarme y entonces vi que tenía unas tijeras en las manos.
- ¿Qué planeas Reborn? – no pude contenerme a mí mismo el preguntarle eso
- ¿Me amas? – me preguntó recargado en el tocador
- ¿No te lo dije en la carta? – le pregunté avergonzado, una cosa era escribirlo, pero una muy diferente era compartirlo personalmente
- Quiero escucharlo de tus labios de nuevo
Me sentí un poco incómodo. Inconscientemente apreté las piernas y junte mis brazos a mi cintura como tratando de contener la vergüenza que me ponía cada vez más rojo.
- T-Te amo Reborn – lo miré a los ojos, el sonrió con una expresión que nunca antes había visto. Su rostro de cariño provocó un vuelco en mi corazón
- Yo también
Escucharlo me erizó la piel. Sentí mi cuerpo arder y mi mente irse por completo a algún lugar desconocido. Reborn me dijo que me amaba con tanta seguridad que me sentí completamente en sus manos.
Se acercó a mí con las tijeras en las manos y tocó mi cabello. Estaba tan corto hasta el hombro, pero al comprender lo que Reborn quería hacer únicamente asentí nervioso. Entonces el comenzó a cortarlo con cuidado.
…
Me miré al espejo, realmente parecía otra persona. Hace un momento las estilistas me dijeron que parecía una princesa y ahora soy un hombre común.
Toqué el espejo para sentirme verdaderamente identificado, esa persona frente a mí era mi yo real, aquel que escondí por tantos años. Sonreí porque me gustaba, me gustaba a mí mismo, me sentí feliz de verme de esa manera, tan real.
Reborn se acercó por atrás y besó mi nuca.
- ¡¿Cuál es tu maldito problema?! – abrí los ojos espantado de su regaño
- ¡¡¿Ehh?!!
– Con todo luces extremadamente… ¡Agh!
Lo miré completamente en blanco, Reborn estaba perdiendo los cabales.
- ¡¿Q-Qué haremos ahora?! – pregunté tratando de cambiar el tema
Entrecerró los ojos y pego su frente a la mía.
- Salir de aquí
Tomo mi mano con brusquedad que duro poco hasta llegar a la puerta, entonces me soltó.
- Calm down- me aconsejó antes de salir y luego abrió la puerta
Los guardias estaban dormidos afuera de mi puerta. Parecían como bebes. Supe que Reborn había hecho algo, pero me guardé la pregunta.
Caminé atrás de él hasta la sala principal, podíamos pasar por ahí o atravesar la cocina en donde todos me conocían. Reborn decidió pasar por la cocina.
- ¡Espera! – lo detuve antes de entrar – Todos ahí me conocen, si pasamos por aquí no saldremos…
- Tranquilo – nuevamente sin cambiar sus planes se aventuró conmigo por la enorme cocina que nos daba la salida trasera
Los empleados como lo supuse me miraron con completa sorpresa, pero ninguno dijo nada. Algunos sonrieron de lado y otros hicieron como si no me hubieran visto. Hasta que llegamos con la empleada más importante del lugar.
- Mary-san – escuché a Reborn llamarla lo cual me sorprendió bastante ya que creí que nunca se habían conocido - ¿Todo está listo? – le preguntó serio
- El coche está listo para cuando usted lo necesite – respondió con seriedad y luego bajo su mirada para verme.
Su sorpresa era grande pero finalmente me regalo una cálida sonrisa y entonces entendí que Reborn había planeado todo desde adentro.
- Tsuna-chan – se dirigió a mí – espero que tenga un buen viaje, visítenos de nuevo tan pronto pueda
Asentí con lágrimas en los ojos, era bastante afortunado de tener esa gente tan maravillosa a mí alrededor. Gente que velaba por mi felicidad, aunque su trabajo éste de por medio y aunque yo no les había dado nada.
Reborn y yo salimos por la puerta trasera no sin antes escuchar por lo bajo, como un susurro, la despedida de todos los empleados.
Llegamos finalmente, tan fácil que me parecía irreal, a la salida de la mansión, entonces caminamos unos metros más allá y pude ver un carro que parecía abandonado. Reborn se acercó a él y lo encendió.
Subí al copiloto y suspiré profundamente, ahora mi destino desconocido me llenaba de esperanza.
Narrado por Hibari
Me sentí nervioso. Nunca hubiera sentido ese temor que siento ahora, sino es por que conocí a Tsunayoshi. Las personas que entraban en la recepción me eran conocidas pero extrañas al mismo tiempo. Una boda se supone ser únicamente con personas que conoces y amas, entonces… ¿Por qué no es así?
- Hibari – apareció el abuelo de Tsunayoshi – La ceremonia comenzará de un momento a otro…
Sus ojos reflejaban poca confianza en éste acto tan unilateral, como abuelo supongo que no estaba de acuerdo en entregar a su nieto a alguien con él que alcanzar esa fase de amor resultaba casi imposible, sobre todo por la presencia de otro sujeto.
Pudo haber sido ésta la boda que tanto él como yo hubiéramos deseado, pero gracias a él esto se vuelve repulsivo incluso para mí. Quisiera dejar atrás este lado caprichoso mío con ese deseo de tener a Tsunayoshi, pero el pensar que de inmediato correrá a los brazos de aquel sujeto, me llena de rabia.
Probablemente en un futuro, después de estas amargas experiencias que le estoy obligando a vivir, el brillo y el cielo de sus ojos se nuble para dejarme a n lado de lo que fue la persona que más amaba en el planeta.
- Así es - contesté tratando de no verme afectado de todo lo que internamente pensaba para mí.
- Mi nieta quedará en buenas manos – me dijo con una sonrisa amarga, parecía como si tratara de convencerse.
- Lo estará… - realmente ni yo estaba seguro si podría hacerlo feliz algún día.
- Hibari-kun… ¿me puedes jurar que en algún momento te amará? – susurró para que nadie escuchara
- Quizá. – sus ojos descendieron poco a poco pero luego me dio una palmada en el brazo junto a una sonrisa para retirarse y sentarse en su respectivo asiento.
Las luces se iluminaron en el escenario y una llamativa mujer comenzó a hablar por el micrófono.
- La ceremonia tomará inicio en cinco minutos, por favor vayan ocupando sus lugares
La masa de gente en medio de risas y parloteos se fue acomodando y de pronto se hizo el silencio. Yo subí al escenario con un fuerte dolor de estómago, no era nervios, sino simplemente un extraño malestar que jamás había sentido.
Desde el escenario, que no era muy alto, apenas treinta centímetros para que todos pudieran ver la ceremonia, veía a los invitados sentados en las mesas redondas que se distribuían de manera que dejaban un largo camino en medio que daba a una puerta de vidrio de donde saldría mi futuro esposo.
Las luces pasaron a ser tenues, todo estaba calculado, siete segundos después entraría Tsunayoshi por la puerta, pero en vez de ver a un hermoso ser con vestido de novia, entró la jefa de la vigilancia con cara de terror.
Lo supe antes de que saliera de sus labios, Tsunayoshi ya no estaba en el solar.
CONTINUARÁ…