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Compatibles [SeBaek] por Laura Carreon

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Notas del fanfic:

¡Hola! *-*/ 

Bueno, mi primer SeBaek porque amo a esta couple *uno de mis guilty pleasures* y sólo se me ocurrió. 

Muy patoso y fluff (?) cosa que se me complica escribir, por si no lo han notado xD 

En fin, está básicamente inspirado en una historia de Rol del SeBaek en Facebook; donde yo y un amigo roleamos a un SeHun todo raro y complicado (este del fic lol) y tenemos a un precioso Baek como ukesito *-* 

Notas del capitulo:

Se lo dedico a mi Fran (que rolea a SeHun compartiendo conmigo) que es uno de los mejores hyungs del mundo y un shipper del SeBaek y a Diego, mi precioso BaekHyun que se deja ukear por mí :D jksadjasdk 

¡Espero que les guste y dejen sus opiniones! Esta pareja me resulta terriblemente adorable, ojala hubiera más fics siempre ellos :c

¡Disfruten! 

Ellos se aman dolorosamente, aunque no lo demuestren todo el tiempo. De hecho, es mucho más probable que BaekHyun explote en cólera antes de  que SeHun se atreva a decirle una frase romántica o poema. No importa si SeHun ha comenzado una carrera exitosa como escritor amateur de novelas románticas, él no tiene esa vena de poeta realizado que todos esperarían de él. Oh SeHun escribe novelas románticas, sin embargo no tiene idea de lo que es el romance en sí. Aún así, BaekHyun nunca ha pensado en irse de su lado.

 

Se conocieron cerca de tres años atrás por mera casualidad. BaekHyun llegaba tarde a la universidad y tuvo que tomar un taxi en el centro resignándose  a perder la primera y parte de la segunda clase; los días anteriores había estado tan cansado y con pocas horas de sueño que había colapsado sobre el pequeño escritorio de su habitación y no se había despertado hasta el día siguiente, por lo tanto iba tardísimo. SeHun, por su parte, había conseguido una cita con una empresa editorial para la posible publicación de su primera novela y estaba horriblemente atrasado y asustado de tan sólo pensar que por su retraso su oportunidad se fuese a la mierda.

 

Ambos se subieron al mismo tiempo al mismo taxi. No fue nada del otro mundo, ni siquiera se asemejó a las típicas situaciones románticas de los dramas de televisión, apenas se miraron el uno al otro comenzaron una disputa por el dominio del vehículo.

 

“Bájate. Voy tarde a una cita importante” fue lo que dijo SeHun en ese momento. BaekHyun había fruncido los labios en una línea recta negando con la cabeza. “Bájate tú. La universidad está muy lejos y voy tardísimo” reclamó el muchacho de cabellera castaña y ojos delineados. Discutieron durante unos cinco minutos aproximadamente hasta que el conductor del taxi les pidió amablemente que se bajaran los dos o que viajaran juntos porque le estaban haciendo perder el tiempo. A regañadientes y con malas caras, ambos se acomodaron en el taxi y éste se puso en marcha.

 

Ninguno esperaba volverse a ver después de tan fatídico, además de que BaekHyun se perdió dos exámenes sorpresas y SeHun no pudo conseguir una segunda cita en la editorial. ¿Por qué querrían volver a verse si se habían arruinado mutuamente el que parecía podría ser un buen día?

 

 

+

 

 

BaekHyun nunca había sido de muchos amigos, era más del tipo antisocial y retraído que continuamente se veía frustrado ante su timidez para con los demás. Afortunadamente JongDae apareció para convertirse en su compañero de al lado en la clase y su nuevo mejor amigo; era un chico alegre y juguetón que encajaba perfectamente con la personalidad del castaño más joven. BaekHyun había asumido que era homosexual cuando tenía cerca de quince años más o menos, la reacción de sus padres fue tan desastrosa que el muchacho temió que sus progenitores lo cocinaran en la cena de navidad de ese  año, pero afortunadamente se abstuvieron de comentarios con la advertencia de “Nada de demostraciones frente a nosotros, BaekHyun. Eso mantelo en privado” por lo que él no sabía a ciencia cierta si sus padres eran verdaderamente homofóbicos o simplemente no querían ver a su hijo mancillado por las mieles del amor.

 

Debido a eso se vio envuelto en una cita doble gracias a JongDae cuando tenía diecinueve años. Aparentemente su amigo salía con un chico llamado Kim MinSeok al que conocía desde la infancia y había organizado una salida para que se pudieran conocer; no obstante, JongDae aprovechó el momento para invitar a su mejor amigo y que BaekHyun pudiese conocerlo y quizá incluso pudiesen terminar interesados en el otro. El castaño no se sentía entusiasmado en su totalidad, nunca había tenido una cita con nadie, prácticamente era un tanto inexperto; claro, como todo adolescente tuvo sus etapas de descubrimiento con la excitación, la masturbación y cosas similares pero nunca había compartido eso con otra persona. Así qué estaba jodidamente nervioso y temeroso por no dar una buena impresión.

 

JongDae le pasó la dirección donde se llevaría a cabo el encuentro y le dio la hora a la que debía presentarse. Por eso, BaekHyun estaba frente a una heladería un sábado por la tarde con sus mejores ropas y las manos sudadas. Entró al local con las piernas temblorosas y suspiró de alivio cuando vio a su amigo con el que debía ser  su novio: un muchacho más bajito que ambos, de mejillas regordetas y sonrisa adorable. El tal Kim MinSeok. Los saludó con una pequeña sonrisa y se sentó comenzando a mirar el menú del sitio. Inmediatamente se dio cuenta de que su “cita” o estaba muy retrasado o lo había plantado. Estaba consternado cuando finalmente pasaron treinta minutos y la cuarta silla junto a su mesa seguía vacía.

 

“Me parece que tu mejor amigo me dejó plantado, Chen Chen” se había quejado con cierta decepción.

“SeHun siempre llega tarde, es un hábito. Vendrá” le aseguró JongDae con una sonrisa, impaciente y mirando hacia todos lados como esperando el verlo llegar en cualquier  momento.

“SeHun acaba de terminar una relación. Quizá esta cita fue un error” argumentó MinSeok un tanto incómodo.

“Una relación fugaz con un casi egresado, mi amor. SeHun perdió el tiempo con ese tonto” reclamó el muchacho.

BaekHyun no quiso meterse en la discusión de la pareja. De todos modos, para él SeHun era un completo desconsiderado. ¿Y si aún estaba enamorado de su ex pareja y por eso no había querido conocerlo? ¿Y si Chen le había mostrado una fotografía suya por casualidad y pensó que era feo?

 

BaekHyun era una calificación promedio en una escala de atractivo visual, o así se consideraba él. Quizá era feo y SeHun lo había deducido rápidamente.

 

 

+

 

 

SeHun llegaba tarde a todos lados todo el tiempo, era un hábito suyo que había desarrollado desde el parto porque nació tres días  después de la fecha esperada. Se había mostrado reacio a la supuesta cita que le había organizado JongDae, su amigo de la infancia y hyung favorito por supuesto. Él no tenía tiempo para pensar  en posibles parejas sentimentales, era bastante joven para querer estancarse en ello. El próximo año comenzaría la universidad y estaba concentrado en su carrera como escritor perfeccionando sus escritos; desde que tenía memoria las personas solían alagar sus novelas  y eso lo había impulsado a esforzarse. Quería hacer todo lo posible para escapar de  casa; un padre ausente y una madre alcohólica aunque ni siquiera eran sus progenitores. Su padre había muerto cuando él tenía doce años y su madre el año siguiente producto de  la depresión al perder a su esposo. SeHun se había quedado desamparado y terminó viviendo junto a sus tíos, un matrimonio que nunca pudo procrear hijos propios.

 

Sus tíos eran problemáticos y aunque él los vio siempre como sus padres, lo único que deseaba desde siempre era escapar de ellos completamente. Incluso si había escapado por largos periodos de tiempo, siempre volvió. Resumiendo las cosas, SeHun había crecido solo, con una personalidad bastante irritante y ‘especial’ según sus tíos. Ahí fue cuando conoció a LuHan, cuando apenas contaba con diecisiete años y como un idiota se había enamorado, lo había entregado todo con la inocencia que sólo un niño posee, y al final LuHan lo había dejado hecho pedazos sin mirar atrás. SeHun no tenía ganas de abrirse al amor una vez más, estaba asustado.

 

Pero ahí estaba él, con una hora de retraso pero presente al fin y al cabo. No quería decepcionar a JongDae, lo haría por él. Se adentró en la heladería-esos lugares  ñoños típicos de Chen que no iban para nada con su personalidad- y buscó entre la gente presente a sus dos amigos. Cuando los localizó se detuvo unos segundos tomando una gran bocanada de aire al notar que había un tercero ahí. Su cita, obviamente. ¿Estaría muy molesto, decepcionado? Sacudiendo la cabeza se acercó hasta la dichosa mesa y se aclaró la garganta logrando que los tres se giraran en su dirección.

 

“Oh. Mierda” lo único que pensó. Su cita era el chico del taxi.

 

 

 

+

 

 

Después de dos odiosas horas en una cita incómoda y sin buen argumento de conversación, todos pudieron marcharse a su casa. SeHun no iba a mentir; el comportamiento infantil y patoso de BaekHyun lo aburría. Era el típico niño “bonito e inocente” que le caía bien a todo el mundo pero que en su defecto ignoraba el peso de la realidad.

BaekHyun tampoco tenía una mejor impresión de SeHun. Un chico normal de dieciocho años con mentalidad con cuarentón y muy mal humor. Eran completamente opuestos; piezas de dos rompecabezas diferentes, día y noche, agua y aceite. No importaba la emoción en los ojos de JongDae ni las palabras dulces de MinSeok. Ellos no volverían a verse nunca.

 

 

 

+

 

 

 

Varios meses después, SeHun consiguió una cita en otra editorial gracias a su amigo YiXing que había quedado maravillado con su novela y se la había presentado a su superior que había solicitado verlo. De verdad iba a lograrlo, podría publicar su primera novela con sólo diecinueve años. YiXing y su novio de toda la vida, JunMyeon los llevaron hasta dicho lugar para desearle suerte  con la cita. Estaba nervioso pero a su vez ansioso.

Media hora después, era oficial. Ellos publicarían su novela. Era el mejor día de su vida; eso hasta que al salir del edificio editorial chocó con alguien que iba corriendo en dirección opuesta a él y éste resultó ser BaekHyun el odioso amiguito de JongDae. Vale, era un hyung y todo eso pero SeHun era más alto y más maduro, él parecía el mayor.

 

“Ah… eres tú otra vez. ¿A caso me estás siguiendo?” preguntó con el ceño vagamente fruncido y esa expresión imperturbable que surcaba su rostro las veinticuatro horas del día.

 

BaekHyun resopló, indignado.

 

“¿Por qué estaría yo siguiéndote a ti cuando es más interesante mirar una roca todo el día?”

 

Entre malas caras y quejas cada uno siguió su camino, secretamente esperando no verse más, secretamente deseando otro encuentro que marcara la diferencia en sus monótonas vidas. Aunque claro, ninguno lo admitiría en ningún momento.

 

 

Hay quien podría creer que es algo del destino o sacado de una mala versión de un drama adolescente pero definitivamente no lo era. Ellos no eran de mundos parecidos; eran sentidos opuestos e impenetrables. Pero eventualmente sus encuentros se prolongaron al año siguiente, cuando SeHun terminó en la misma universidad que BaekHyun y pasó a ser parte de su círculo social junto con JongDae y MinSeok. Ni siquiera eran amigos, sin embargo todo había cambiado.

 

BaekHyun comenzó a notar esos pequeños detalles en el menor; la forma en que constantemente se mordía el labio o pasaba su lengua sobre el labio inferior mientras  fruncía el ceño, o las pequeñas arruguitas en sus ojos volviéndolos pequeñitos cuando se reía (aunque SeHun tampoco era una persona muy alegre y eso sucedía pocas veces). A sí mismo, SeHun comenzó a notar eso en BaekHyun; la manera infantil en la que sonreía con esa apariencia de niño de vecindario que era terriblemente dulce y empalagosa, sus pucheros típicos cuando trataba de conseguir algo o ablandar algunas situaciones, y sobre todo su risa… su risa era de colores.

 

Ahí, sin retorno alguno, SeHun se dio cuenta de que comenzaba a mirar a BaekHyun de una manera muy distinta. Una manera rara en la que no se tenía permitido mirar a nadie porque él no se ataba, él sólo vivía de aventuras.

 

Probablemente no era cosa del destino que terminaran encerrados en un elevador de la universidad  y una cosa llevara a la otra y terminara en un beso incómodo y sin ritmo. Labios y dientes chocando, manos nerviosos y mucha obscuridad y calor. Seguramente no estaba escrito que eso pasaría, pero eventualmente comenzaron una extraña relación sin nombre. Ninguno se atrevía a hablar al respecto, porque los toques y los besos siempre eran tímidos, inseguros. SeHun era más  aventurero, siempre fascinado por lo nuevo, ansioso de conocerlo todo. BaekHyun era tímido, asustadizo, inseguro y siempre temeroso de su alrededor.

 

¿Por qué dicen que las personas opuestas pueden llegar a entenderse completamente?

 

Argumentos de novelas baratas no siempre se desarrollan de ese modo, eso pensaba SeHun. Pero entonces se dieron cuenta de que siendo diferentes estaban bien. Era perfecto. Los padres de BaekHyun habían quedado muy aturdidos ante la visita de SeHun, “¿De dónde carajos sacaste  a ese fenómeno?” había preguntado su madre con los ojos abiertos en sorpresa. SeHun no era como los demás, era una persona sumamente difícil de tratar; había construido murallas que les impedían a otros ver en su interior.

 

A otros, pero no a BaekHyun. Él sabía cuando SeHun se sentía feliz, cansado o molesto. Él calmaba su cólera y estallaba su felicidad. Pero sólo eran esos momentos íntimos cuando estaban solos, sin los ojos de otros encima. Porque en efecto, ellos se compenetraban completamente y sin problemas. Una vez que entendieron que las discusiones no arreglaban nada, se dieron cuenta de la realidad. El problema eran los espectadores; se cohibían terriblemente y eran incapaces de mostrar su química ante  ellos.

 

SeHun era tímido, no sabía hablarle con cariño ni hacerle mimos cuando los estaban mirando. BaekHyun no podía ser serio y maduro con él aunque fuese el mayor. Ambos estaban más preocupados por la imagen que daban, pero eso se resolvía cuando estaban solos.

 

 

En su burbuja ellos sabían que eran perfectamente compatibles, piezas del mismo rompecabezas; no se juzgaban, se comprendían.

 

 

+

 

 

“¿Alguna vez has pensado que pasaría si nos separamos?” cuestionó tímidamente el de complexión más pequeña, con las piernas enredadas en las del otro, sobre la cama de su pequeño departamento, su refugio donde nadie más los veía. Dejó caber su cabeza sobre el pecho del otro y fijó la vista en la pared como si fuese lo más interesante del mundo.

 

“No” contestó SeHun sin rodeos. Sus dedos se movían cariñosamente entre los cabellos castaños del mayor “No vamos a separarnos”

 

El mayor esbozó una sonrisa. Oh SeHun era incapaz de mencionar nada sobre ellos en público, no sabía expresarse… sin embargo, cuando sólo estaban ellos dos en la habitación, SeHun hablaba honestamente sobre lo que sentía y pensaba, sin rodeos, sin dudas. Decía las cosas como las sentía.

 

“Ellos piensan que somos diferentes” le recordó. SeHun esbozó una sonrisa, esas sonrisas que sólo BaekHyun era capaz de presenciar. Se incorporó sobre la cama y tomó el rostro de su hyung entre sus manos, hundiéndose en esos preciosos ojos que le desnudaban el alma.

 

“¿Qué importan ellos? Ellos están esperando que nos separemos, no podemos darles el gusto” murmuró suavemente “Yo te amo, Baek. Sé que no lo digo mucho… “hizo una pausa y cerró los ojos, pensativo. BaekHyun quiso decirle que sí, que en realidad si le dice que lo ama, siempre que puede, pero se queda callado” pero tú eres la única persona que ha permanecido conmigo a pesar de la forma… particular que tengo de ser.

 

Soltó una risita y se enredó en el cuerpo del otro, aferrándolo con fuerza. No quiere dejarlo ir, SeHun es lo único bueno que tiene, el único que le ha mostrado cariño infinito. SeHun es una persona fría pero él logra derretirlo, él es la brújula de SeHun y nunca se permitirá dejar  de  guiarlo.

 

“En el fondo me gusta cómo eres. Eres diferente… eres SeHun” murmuró cariñosamente.

 

“Y tú simplemente eres BaekHyun, el ruidoso y molesto BaekHyun. Pero así te amo, aunque ellos no lo entiendan” SeHun sonrió una vez más, logrando que sus ojos se achicaran en el acto.

 

“Vamos a pelear mañana, por cualquier cosa” dijo el mayor.

 

“Sí, seguramente. Y mañana después de pelear nos besaremos una vez más y recordaremos esto y todo volverá a estar bien” aseguró el de cabello rubio.

 

BaekHyun asintió con una sonrisita.

 

“¿Esto acaso es normal, SeHunnie? ¡Somos la pareja más disfuncional del mundo!” exclamó.

 

“Quizá no es nuestro deber ser normales” murmuró dejando pequeños besos en su mejilla, paseando sus labios sobre su rostro suavemente, en pequeños toques” quizá nuestro deber es sólo ser nosotros. Aunque todo salga mal al día siguiente, lo resolveremos. Así somos tú y yo”

 

“Somos perfectamente compatibles en nuestra incompatibilidad” declaró BaekHyun.  SeHun no pudo estar más de acuerdo.

 

 

La noche cayó sobre ellos con enorme rapidez, extinguiendo la luz de la habitación. Sus labios se unieron en besos urgentes, sus manos se movieron sobre el cuerpo contrario desprendiendo prenda por prenda hasta rodar desnudos sobre la cama, murmurándose lo mucho que se aman, incluso si ellos mismos no pueden creer a lo que han llegado en tan poco tiempo.

 

Han pasado tres años y ellos siguen ahí, sin querer  separarse. Ya no saben vivir una vida sin el otro, aunque no funcionen, se comprenden, se aceptan. Se entregan al amor; entre gemidos y caricias, comprendiendo porque se aferran al otro.

 

El sexo siempre fue así entre ellos, seguramente siempre lo será. Ansioso, constante, excelente. BaekHyun es muy ruidoso pero es sexy en su estado de completa excitación. A SeHun le gusta que haga ruido, sólo porque es BaekHyun y su voz es perfectamente melodiosa. BaekHyun siempre se avergüenza, no importa cuántas veces lo hagan, siempre se sonrojará y será tímido en sus movimientos, porque le gusta que el menor tome el control; SeHun tiene más experiencia que él y su ritmo es perfecto.

 

SeHun tiene ese aire maduro que los mantiene sujetos sobre la delgada cuerda. BaekHyun es el lado inocente de su unión, siempre haciéndolos flotar sobre su nube, manteniéndolos en su propia burbuja donde nadie más puede penetrar. No importa cuántas adversidades se presenten, ellos seguirán de pie, sosteniéndose de esa cuerda sin soltar al otro. Aunque sus amigos digan que es una relación obsesiva y dependiente, ellos no lo entienden, no saben mirar más allá. Aunque los padres de BaekHyun insistan en que debe salir con TaeYeon y SeHun no deje de recibir propuestas indecorosas de otros… no importa, porque ellos saben cuál es su lugar, a donde pertenecen. Son opuestos, no encajan, no toleran la personalidad del otro pero saben cómo mantenerse; no se dejan caer porque se aman demasiado.

 

No importa si SeHun es un cuarentón amargado y BaekHyun es un niño de preescolar; no hay otra persona en el mundo que pueda darle más a amor a ninguno.

No, no es cosa del destino porque dos personas así no pueden estar juntas, chocan y rompen la cuerda que les sostiene. Quizá sólo es terquedad u obsesión. O quizá simplemente no nacieron para ser normales, no están destinados a seguir la corriente.

Son simplemente compatibles en su incompatibilidade y así son perfectos.

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

¿Y bien, les gustó? :c 

Si alguien lee mi fic "Juguete" no se me asusten, lo seguiré por supuesto pero subiré capítulo hasta el jueves >w< 

¿Por qué? Tengo dos One Shots en mente y seguramente suba uno esta misma semana (HunHan plz) y otro que es de una couple de SHINee (mi primero sdjdask) y he estado trabajando en ellos, tengan paciencia :3

¡Saludos y mucho amor!<3


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