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Best Friend por YasuAmaya

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Notas del fanfic:

Escribí esto durante una noche de insomnio, cansada de tanto leer para mis clases en la universidad. 

Notas del capitulo:

¡Bienvenidos a mi nuevo one-shot!

M: me sorprende la cantidad de one-shots que tenés ahora, Yasu.

T: sí, antes no podías escribirlos.

Y: mal XD Como sea... Soy Yasu, y escribo fics hace cinco años.

M: yo soy Miku-conciencia.

T: y yo Takuya-sentimientos.

Y: ¿Y Yui, mi lado maternal?

T: está durmiendo. No es hora para que una nena esté despierta. 

Y: oh, ya... Bueno, no tengo mucho para decir sobre esto. Estaba bastante inspirada cuando lo escribí, pero como ya era muy tarde, no pude hacer mucho XD

M: lo escribió hace bastante... Me parece increíble que hayas aguantado tanto tiempo sin haberlo publicado.

Y: fue gracias a mi Super Yo.

M: o sea yo.

Y: eh... Ponele. En fin... Mejor vayamos a leer.

T: sepan disculpar los errores.

¿Cuándo fue que comencé a quererte tanto? Fue algo que sucedió sin darme cuenta. Pero siempre estabas allí, riendo, llorando, mostrando tu enojo y también tus tristezas y defectos. Todo tu ser es algo muy importante para mí. Sonará trillado, pero ya no imagino mi vida sin ti. Sin embargo, eso no es algo que te pueda decir. ¿Por qué? Porque te quiero demasiado. Tanto como para callar todas las frases que quieren salir por mi boca y dar cuenta de todo lo que siento por ti. Y aún hay más. Te quiero tanto, tanto que no puedes imaginarlo siquiera. Es algo tan fuerte e intenso que estoy dispuesto a tragarme toda la amargura de no poder abrazarte y decirte todo esto como desearía poder hacer.

 

¿Cuánto te quiero? ¿Has visto las estrellas en el cielo nocturno junto al mar? Cuenta todas las estrellas, y ese es el número que le pongo a este sentimiento. ¿Ya me crees? No, no lo haces, y eso es porque ni siquiera lo sabes... Dudo mucho que llegues a saberlo algún día. ¿La razón? Simple: no pienso decirte nada sobre esto. Claro que sabes que te quiero, mas no sabes cuánto... Nunca has contado cuántas estrellas hay en el cielo nocturno que puedes ver junto al mar, ¿verdad? El día que las cuentes todas, prometo que te lo diré.

 

Prometerte cosas es algo que suelo hacer seguido. Es que tu carita me convence a hacer de todo. ¡Es injusto! ¿Por qué me haces esto? Lo peor es que sé que yo no causo el mismo efecto en ti. Y tampoco es como si tuviera una dulce carita como la tuya. ¿Y sabes qué más? Todas estas cosas no las he dicho jamás; nunca han salido a través de mis labios. Tampoco es como si te las pudiera decir fácilmente. ¿Y a qué se debe? Es que soy muy miedoso... Y tú... Pues... Eres un chico. Pero eso no significa que si tú fueras una chica te lo podría decir con facilidad. ¿Y si yo fuera mujer? Entonces ya sería más difícil.

 

Aún recuerdo el día que me lo dijiste. ¡Estaba que no me lo podía creer! Tú temblabas, y yo no pude evitar abrazarte con todas mis fuerzas... Y llorar. Me siento algo tonto aún por haber llorado aquel día en que fuiste totalmente sincero conmigo, como nunca antes lo habías sido. ¿Cómo pudiste haber pensado que te odiaría por algo así? Yo también soy igual a ti, también tengo "ese gusto vergonzoso". Pero no es nada vergonzoso amar a una persona de tu mismo sexo. Lo verdaderamente vergonzoso es amar a alguien y simular lo contrario, pensar incluso que lo mejor sería que ese sentimiento muera. Matar a una persona está mal; quitarle la vida a alguien está mal. El amor crea vida de muchas maneras. Entonces matar al amor es un pecado imperdonable. Y eso sí sería vergonzoso.

 

Te amo. 

 

¿Desde hace cuánto te amo? A veces creo que desde antes de nacer. Y está bien si no me crees, ya que es difícil creer en algo que parece imposible. Y es que este amor por ti es imposible que sea correspondido.

 

Sí. Sé que me quieres. Pero "querer" y "amar" no son lo mismo, y eso es algo que todo el mundo debería saber. También entiendo que el amor, al igual que la vida y la energía, vienen en distintas formas, tamaños y colores. Nuestro amor se llama "amistad", y, debo admitir, estoy muy orgulloso de nuestro amor de amigos. Es algo que me hace inmensamente feliz, tan feliz que no te haces una idea... Tan feliz que cuando pienso en ello no puedo evitar llorar.

 

Y ahora estoy pensando en ello. Pero no puedo llorar, no mientras tú estés presente.

 

Me miras y me preguntas porqué voy tan callado. "Solo pensaba" es lo que respondo. Me regalas una sonrisa contagiosa.

 

¿Por qué siento que quiero proteger esa sonrisa por siempre? Ah, sí... Porque te amo. Y eso no lo sabes, tú, chico listo de gafas y carita tierna. Me recuerdas a un gatito, y es por eso que a veces se me da por tratarte como uno. ¿Y yo? Pues soy como un pobre perro callejero que sabe su final se aproxima.

 

Y nosotros, finalmente, llegamos a la intersección donde separaremos nuestros caminos. Sé que mañana nos volveremos a encontrar en el salón de clases de la universidad, así como hacíamos en nuestros días de escuela, que ahora son recuerdos hermosos. Y son hermosos porque pude estar contigo. Eso es algo por lo que siempre te estaré agradecido. 

 

— ¡Takuya, Miku!

 

Una voz conocida nos llama. Y vemos llegar a cierto pelinegro y un rubio de sonrisa destellante, aquel que pronunció nuestros nombres. Tú te alegras de verlos. Yo también, a decir verdad. Pero sé que te alegras por alguien en particular. Y eso, para mí, es muy doloroso. ¿Sabes cuánto me gustaría que mostraras esa emoción cuando me ves llegar cada vez que nos encontramos? He soñado despierto con ello infinidad de veces... Pero nunca lo sabrás. 

 

— ¿Esperaron mucho?— pregunta el pelinegro de peinado extravagante, como me gusta llamarle.

—Acabamos de salir de nuestra última clase— les respondes.

— ¿Cómo estuvo?— cuestiona el rubio.

—Igual que siempre— respondo.

—Ja, ja, ja... ¿Y eso es bueno o malo?

—Miku estuvo a punto de quedarse dormido varias veces— dices junto con una risa.

—Ja, ja, ja, ja... ¡Kanon igual! Se llevó varios golpes de mi parte.

—Hum...—el aludido lo mira mal— Tienes la mano pesada, Teruki.

— ¿Qué harías sin tu mejor amigo, eh? 

—No hubiese terminado la secundaria siquiera— comento.

—Puedo defenderme solo, Miku.

—No, no puedes— le dices—. Necesitas a Teruki para eso.

—Ja, ja, ja, ja... Eso, Takuya— chocamos los cinco.

—Me las pagarás, Tsukiyama.

—Ja, ja... Sí, sí... En la noche.

—Oh... Hablando de noche— dice Teruki—, mañana regresa Yuuki de Alemania.

— ¿Qué?

— ¿En serio?

—Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que lo vimos— digo.

—Desde las vacaciones de invierno— nos recuerdas.

—Se siente su ausencia— continúa Kanon.

—Bastante...

—Tú solo quieres alguien para jugarle bromas, Miku— me dice mi amigo rubio, revolviendo mi cabello del mismo color.

— ¡Oye!

—Creo que ya debemos irnos— dices.

—Es verdad... Tengo mucho por leer... Recuerda mañana traerme el libro que te dije, Kanon.

—Lo haré. Confía en mí.

—Yo se lo recordaré. No te preocupes, Teruki.

—Ja, ja... Confío en ti, Miku.

— ¿Ah?— pregunta confundido el pelinegro.

—Nada, nada— ríe—. Mejor vámonos, Takuya.

—Sí... Nos vemos mañana, Kanon... Miku, te traeré mis apuntes para que les saques fotocopias.

— ¡Por favor!

—Ja, ja... Hasta mañana.

—Sí. Hasta mañana.

—Nos vemos.

 

Y te vas.

 

Todos los días, siento que te alejas un poco más. Odio cuando las clases llegan a su fin, porque eso significa que tendremos que separarnos... Me duele. Pero es más doloroso ver que te alejas de mí estando acompañado.

 

Tengo celos, muchos celos. Y ha sido así desde aquel día que te abracé con todas mis fuerzas... Creo que esa fue la verdadera razón por la cual sentí ganas de llorar hasta deshidratarme. Hmm... ¿Qué hubiese sucedido si te lo decía antes? Esa es una pregunta que me hago todos los días, al despertar, al verte llegar, cuando te vas, cuando duermo en los brazos de alguien que no eres tú.

 

Siento mucha vergüenza, ¿sabes? Pero no es porque ambos seamos hombres, o que tú no seas una chica, o porque a veces pienso que sería mejor que este sentimiento muriera. Siento vergüenza por ser mal amigo y amante.

 

— ¿Nos vamos?— esa pregunta me hace reaccionar.

—Ah... Sí— respondo, a medida que comienzo a caminar.

— ¿Estás bien?

—Sí, lo estoy. ¿Por qué lo preguntas?

—Porque no escuchaste nada de lo que te estaba diciendo.

—Oh... Lo siento— digo con un puchero.

—Ya qué— suspira.

—Hum...— abrazo a Kanon del brazo derecho.

—Oye, ¿qué pensará la gente si nos ve así?

—Que estamos muy enamorados, tal vez.

— ¿Y eso no te importa?

—Creo que no. Después de todo, eres mi novio.

—Sí... Pero...

—Al que no le guste, que no mire, y se acabó— con eso, Kanon esboza una pequeña sonrisa.

—Es verdad— y yo lo abrazo más fuerte.

—Te quiero, Kanon.

—Y yo a ti.

 

"Querer" y "amar" son dos cosas distintas... Y yo te amo, mi mejor amigo. 

Notas finales:

Y: ¿Qué les pareció?

M: fue cortito.

T: como la de-...

M: ¬¬

T: pero Kiss the Rain fue más cortito.

Y: sí XD Qué raro, antes me daba la impresión de que era más largo. Bueno... Esto fue todo por hoy. Espero que me dejen saber sus opiniones y demás.

M: ¿Mañana volvés?

Y: así es... Y traeré el fic más raro que he escrito en estos cinco años que llevo con los fics XDDDDDDD

T: será más raro que B.A.P.

Y: sí XD ¡Nos vamos!

M: ¡Nos leeremos!

T: cuídense.

Y: bye bye!!


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