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DIFFICULT SITUATION por traublemaker

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Notas del capitulo:

Aquí les traigo una historia Kaibaek, la verdad es media melancólica, en este capítulo hay varios flashbacks xd espero que les guste. Sin más... A leer!

Jongin regresaba a casa, fue directo a su habitación ignorando los gritos de su madre, se miró al espejo para luego despeinarse el cabello desesperado; lagrimas querían salir de sus ojos, la melancolía consumía su cuerpo, cayó al suelo con la espalda apoyada en la cama, juntó sus rodillas hundiendo la cabeza; las lágrimas y sollozos inundaron la habitación; el moreno no quería salir de su posición, simplemente no quería hacer nada, ya no sabía si quería vivir o no, su razón de vida se había esfumado. Su cabeza se empezó a llenar de recuerdos que lo atormentaban aún más…

 

-Jongin, ven juega conmigo- decía un niño de 11 años de ojos grandes.

El moreno obedecía a su hyung acercándose y empezando a armar un castillo de arena, realmente el menor disfrutaba pasar tiempo con Kyungsoo, se conocían desde que el de ojos grandes se había mudado, convirtiéndose en el vecino de Jongin.

-Siempre estaremos juntos- decía Jongin muy emocionado.- ¿lo prometes?

-Sí, lo prometo- respondió el de ojos grandes para luego juntar el meñique con el de su amigo.

 

Jongin lloraba recordando esos momentos con su primer amor, había pasado muchos momentos con Kyungsoo, realmente lo amaba. Le dolía que ya no podría estar con él, que ya no iba a poder ver esa sonrisa que le alegraba el día…

 

-N-No puede ser verdad- dijo Jongin empezando a sollozar- No Soo… tú… es mentira ¿cierto? … dime que no es cierto – sollozó más fuerte- dime q-que estas bien… por favor – las lágrimas no dejaban de salir.

-Escúchame amor- Kyungsoo levantó el rostro del menor- estaré bien, quiero pasar el tiempo que me queda contigo, hablé con mis padres, no haré ningún tratamiento, no quiero prolongar algo que igual va a suceder- el más bajo  limpiaba las lágrimas del menor- quiero estar contigo hasta que suceda ¿puedes hacer eso por mí?-

Jongin asintió, se sentía horrible, él no quería que Kyungsoo se fuera, pero no podía hacer nada con lo que el mayor quería. Kyungsoo tenía leucemia, lo había tenido desde que nació, pero no lo habían detectado a tiempo, y ya no se podía hacer nada, él se iría…

 

Jongin había ido a ver a Kyungsoo al hospital, la madre de este le había llamado, esa llamada era la que Jongin nunca quiso recibir, sabía lo que le esperaba…

-¿Kai?- había dicho el chico de ojos grandes, con un hilo de voz

-Sí, amor… estoy aquí- el moreno aguantaba el llanto, pues sabía que a su novio no le gustaba verlo llorar y le prometió que no lloraría frente a él a causa de su enfermedad.

-me alegro de verte- soltó Kyungsoo, pasando con dificultad- sabes que ya es tiempo que…-

-no lo digas, Soo… no quiero escucharlo… por favor- rogaba el menor.

-necesito que me prometas algo, Jonginnie- habló con cariño el más bajo.

-lo que quieras-

-quiero que cuando me vaya… vuelvas a hacer tu vida, no quiero que sufras…-

-Soo, no… no puedo, yo te amo, no podré ser feliz con nadie más- aseguró al borde de las lágrimas el moreno.

-no Kai, eres joven, si tú eres feliz yo también lo seré, esté donde esté… prométemelo Kai, por favor, no quiero que te quedes solo, promételo- rogaba el mayor agarrando las manos de su novio.

-lo prometo- susurró Kai, dando un leve beso en las pálidas manos de Kyungsoo, para luego mirarlo con ternura.

El moreno realmente amaba al ser que cada minuto se iba de sus manos, Kyungsoo estaba pálido, las ojeras se le notaban mucho, sus párpados amenazaban con cerrarse y eso aterrorizaba cada vez más a Kai, él quería que todo fuera una pesadilla de la que despertaría y a su lado estaría el bajito de ojos grandes regalándole una sonrisa y que le dijera que todo estaba bien, que él estaría bien y jamás lo dejaría; pero bien sabía que esa era su realidad y en cualquier momento esa persona especial se iría y tendría que vivir la parte más difícil de su vida.

-Te amo- se escuchó de pronto, Kyungsoo poco a poco empezaba a apagarse.

-También te amo, Soo- Jongin se acercó a los labios del menor rozándolos suavemente.

-Kai… llama a mi… madre, por favor- pidió el mayor, a lo que el moreno accedió, dando nuevamente un suave beso en los labios de su novio, tal vez sería la última vez que los podría probar aún tibios.

-Te amo, mañana vendré a verte- dijo Jongin a lo que recibió de respuesta una sonrisa, quería creer que todo saldría bien y que si habría el “mañana” para ver a Kyungsoo.

Los pies le pesaban para salir, pero lo hizo, encontró a la madre del mayor y le avisó que Kyung lo quería ver. Poco después se fue a casa, cayó en su cama, sabía que Kyungsoo estaba cada vez peor, el sonido del celular hacía que su corazón latiera rápido con el temor que una de esas llamadas sea para comunicar lo que menos quería.

“mañana vendré a verte” Kai realmente esperaba ese ansiado “mañana”, pero poco le duró la esperanza…

-¿Aló?- respondió el celular aún adormilado el moreno

-J-Jongin… lo siento… K-Kyungsoo – era la madre de su novio y lloraba, Kai sabía lo que significaba, sus ojos empezaron a llenar de lágrimas- mi bebé… Soo se fue, Jongin…. s-se fue- sollozaba la mujer mayor- Jongin cayó al suelo soltando por fin esas lágrimas que tanto amenazaban con salir, su corazón se rompió en mil pedazos, quedó totalmente bloqueado, el teléfono cayó de sus manos, ya no escuchaba nada, podía sentir sus latidos muy rápidos, sus pecho subía y bajaba a causa de su respiración agitada, se había olvidado de todo, ahora nada valía la pena, Kyungsoo se había ido dejándolo, empezó a odiar la vida, ¿por qué se tuvo que llevar a Kyungsoo? Era muy joven, él hubiera querido que su novio tuviera más tiempo para vivir, ¿qué había hecho para que Dios se llevara lo único que lo había hecho feliz durante años?, prácticamente se había llevado su vida entera, sus manos temblaban junto con su labio inferior, ocultó su rostro entre sus rodillas, mientras sus lágrimas resbalaban mojando sus prendas, se llevó las manos a la cabeza jalándose un poco los cabellos para luego despeinarse, realmente no sabía cómo iba a superar todo, su vida simplemente se había acabado…

 

Jongin había regresado del funeral de Kyungsoo, estaba en su cama llorando a mares, acercó una almohada a su boca para luego morderla y empezar a llorar a gritos; la puerta se había abierto dejando ver la silueta de la madre de Jongin, también con lágrimas en los ojos, se acercó a su hijo tocando levemente su espalda, sintiendo los espasmos que hacía el cuerpo de su pequeño; de pronto sintió que Jongin se levantaba y la abrazaba, ver así a su hijo rompía cada vez más el corazón de la mujer.

-Se ha ido, mamá... – sollozaba el menor, su cuerpo temblaba y las lágrimas empezaban a mojar el vestido negro que usaba su madre- me dejó … él … n-no cumplió su promesa- la mujer acariciaba la cabeza de sus hijo- m-me prometió que … siempre estaríamos juntos… ¿por qué se tuvo que ir, mamá?.... n-no es justo- Kai lloraba cada vez más.

Se quedaron en esa posición por unos minutos, hasta que el llanto de Jongin cesó, había llorado tanto, estaba cansado, tal vez lo que más quería era dormirse y jamás despertar para así poder estar con su Kyungsoo, pero sabía que la vida no lo complacería y que al contrario le daría un golpe haciéndole abrir los ojos al día siguiente.

 

Los meses pasaban muy rápido, el humor de Kai había cambiado mucho, sus amigos lo habían notado, todos lo habían notado, pero nadie dijo nada al respecto sabían la razón del comportamiento del muchacho.

La madre de Jongin le dijo que consiguiera un trabajo para que se pueda distraer, pues su anterior trabajo lo había dejado para poder cuidar de Kyungsoo. Lo había hecho, ahora empezaría a trabajar en una cafetería.

Jongin se dirigía a su nuevo trabajo, se estaba apresurando pues no quería llegar tarde y dar una mala impresión. Llegó al lugar y abrió la puerta, recibiéndolo un muchacho alto y con sonrisa contagiosa.

-Hola, tú debes ser Jongin, el nuevo ¿me equivoco?- dijo el chico con una mueca muy divertida

-Sí, soy yo- respondió el moreno con su ahora normal tono apagado.

-Mucho gusto, soy Chanyeol- hizo una reverencia

Chanyeol era una persona muy entusiasta, bromeaba con Kai, a pesar que apenas se conocían, lo que el menor agradecía pues no le gustaba la forma en que las otras personas lo miraban, todos tenían esa mirada de “comprensión” y “pena”.

El trabajo no era tan malo, pues Kai se había adaptado muy bien, pero ese día descubrió algo peculiar. Un muchacho de piel blanca no tal alto, con cabello negro estaba en la mesa de la esquina de la cafetería, Chanyeol lo había atendido, le había llevado el café con un par de galletas, el muchacho agradeció y sonrieron, la sonrisa de aquella persona llamó mucho la atención del moreno, pero había algo en esos ojos que le causaba curiosidad, el muchacho tenía como la mirada perdida cuando estaba solo.

De pronto Kai tuvo que atender a los demás clientes y perdió de vista a aquella persona, y cuando volvió a mirar la misma mesa, estaba vacía, el muchacho se había ido; algo despertó en su interior, Kai realmente tenía curiosidad sobre ese chico.

Al siguiente día también lo vio, y al siguiente, y al siguiente después de este; siempre sentado en el mismo lugar y con el mismo pedido, café y galletas- aunque cambiaba los sabores- Jongin se dio cuenta que Chanyeol se llevaba muy bien con el chico, siempre lo atendía él. Hasta que un día Chanyeol enfermó y Kai tuvo que cubrir su turno… nuevamente el muchacho estaba ahí. Por fin hablaría con él, no sabía la razón de su repentina emoción, cosa que duró poco, al acordarse de Kyungsoo. El moreno suspiró y se acercó a la mesa.

-Hola, bienvenido ¿puedo tomar tu pedido?- dijo Kai, el muchacho frunció un poco el ceño extrañado.

-Hola… disculpa ¿No está Chanyeol?- preguntó el chico jugando con sus manos.

-No, él enfermó y pues yo te atenderé, espero que no estés decepcionado- respondió Jongin.

-Claro que no, solo tenía curiosidad… quiero pedir…- respondió el bajo con una mueca como pensando.

-una taza de café y galletas ¿de qué sabor?- interrumpió Kai

-¿C-Cómo lo sabías?- soltó el contrario

-Siempre pasa por aquí y pues es lo que pides ¿cierto?- el pelinegro soltó una risita y asintió.

-Galletas de chocolate, por favor- respondió

-Disculpa ¿Puedo saber tu nombre?- dijo Kai de pronto, realmente quería saber el nombre del conocido cliente.

-Baekhyun… Byun Baekhyun-

-Bien Baekhyun, soy Jongin, si se te ofrece algo no dudes en avisarme, ahora traigo tu pedido- y sin más, se dirigió a la cocina para luego llevar el pedido de Baekhyun “bonito nombre” pensó de pronto, pero había aun un sentimiento que molestaba a Kai, sentía que el muchacho que acaba de conocer le llamaba la atención, pero también sentía que empezaba a traicionar a Kyungsoo.

Nuevamente la cafetería se llenó y se distrajo, perdiendo de vista a Baekhyun, cuando vio la mesa en la esquina el muchacho había desaparecido y la mesa estaba limpia, por lo que supuso que otro camarero había cobrado la cuenta de Baekhyun. Mañana lo vería de nuevo, sonrió casi sin darse cuenta.

 

-Hey ¿estás mejor?- preguntó el moreno a Chanyeol quien tenía la nariz roja.

-Aun me duele la cabeza, pero no quiero que me descuenten más, así que…- se encogió de hombros.

La campanita de la puerta sonó, indicando que alguien había llegado, dejando ver a Baekhyun quien se dirigía a su mesa, mientras esperaba. Chanyeol lo vio y sin dudarlo se dirigió a atenderlo, mientras Jongin atendía a un grupo de colegialas.

Miraba de reojo a la mesa de Baekhyun y lo veía sonreír con Yeol, realmente su sonrisa era muy bonita.

-él siempre viene ¿cierto?- preguntó Kai a Chanyeol, señalando con la mirada a una mesa.

-Sí, Baek es un cliente muy querido aquí- de pronto miró a Kai- Y muy lindo ¿eh?- y empezó a sonreír picarón mirando al moreno.

El tiempo pasó y Jongin conversaba con Chanyeol cuando de pronto ven a Baekhyun pararse de la mesa, pero algo extrañó a Kai, el muchacho tocaba la mesa varias veces para luego buscar en su bolsillo la billetera, pero nunca quitaba la mirada del frente. Chanyeol iba a dirigirse al comensal. Cuando sintió la mano de Kai, con mueca de confusión.

-Baekhyun es ciego- explicó- le ayudaré a contar con lo que va a pagar- sonrió y se dirigió a Baek.

Kai se quedó estático, ¡¿cómo no lo había notado?! Por eso Baekhyun tenía esa mirada tan perdida, se sintió idiota, mientras veía a Chanyeol ayudaba a Baekhyun a pagar su cuenta, de pronto, ya para salir el más bajo sacó como un bastón blanco dirigiéndose a la puerta. Algo se movió en el interior de Kai, el muchacho le había robado su atención, pero nació algo más, tenía esa necesidad de querer proteger a Baekhyun.

Notas finales:

Si estas leyendo esto es porque terminaste de leer el capítulo, gracias por hacerlo y espero me regales un comentario :3 aprovecha, es gratis

¿Qué tal? ohhh Kyungsoo con leucemia y Baek ciego asdfghjkl que mala soy.

Nos leemos el proximo capítulo, espero reciban bien la historia para que me den animos de actualizar rápido :3 Nos leemos!

traublemaker


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