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Amor de hermanos [HunHan] por Laura Carreon

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Notas del fanfic:

¡Hola! Aquí vengo con un nuevo One Shot HunHan para ustedes. 

Las advertencias están en el resumen, ya lo advertí (?) bastante corto pero aún así, lo hice con amor:3

Notas del capitulo:

Un One Shot HunHan para mi hyung, Fran que aunque no es shipper, le encanta esta couple y me presionó para hacerle un shota, huehue. 

JongIn es todo un pervertido y el KrisHo es muy sexy, eso chingus. 

¡Disfruten! 

LuHan se sentía cada vez más inquieto.
No era la primera vez que SeHun se metía en su cama para sentirse protegido en una noche de tormenta, pero esa noche estaba llegando a su límite. El cuerpo de su hermano estaba enredado en el propio mientras que su cabeza estaba recostada sobre su pecho, respirando contra él. 
 
Su padre, Kris, había salido a una cita con su actual pareja, JunMyeon por lo que asumía que no llegaría a casa hasta el día siguiente. Aún así se sentía nervioso, SeHun era la persona más tierna y bonita del mundo. Se sentía extraño todo el tiempo; ¿Quién se enamora de su hermano, después de todo? Ambos eran hombres, él era mucho mayor que SeHun, eran hermanos. Tenían el mismo padre, habían tenido la misma madre, quien falleció años atrás. La misma sangre transitaba por sus venas. 
 
 
¿Cómo se atrevía a enamorarse de SeHun, su precioso hermanito menor? 
 
 
Nunca se había sentido así, todo era tan contradictorio para él. Aún así el televisor de su habitación permanecía encendido mientras el de cabellera color chocolate miraba sus dibujos animados preferidos, como todo niño de su edad a veces podía llegar a tener gustos infantiles como esos. Eso era lo que más le gustaba a LuHan; qué su hermano fuese tan adorable e inocente para su edad. Lo sabía porque JongIn, su amigo de la escuela, era sólo un año mayor que SeHun y era un niño de malas influencias, más si KyungSoo estaba por ahí incitándole a tener ideas nada propias de un niño casi adolescente. 
 
SeHun era puro e inocente, siempre cuestionándolo todo y sintiéndose asustado ante los nuevos descubrimientos. Esbozó una sonrisa mientras los créditos de los dibujos animados avanzaban y se removió en su cama, sintiéndose repentinamente nervioso. Sus cuerpos estaban completamente unidos, lo cual lo hacía sentirse un poco extraño. El pequeño cuerpo de su hermano parecía amoldarse completamente al suyo, el problema era que él tenía una erección por estar pensando en cosas nada decentes sobre ambos. SeHun parecía aún muy centrado en el televisor, lo cual agradeció. Soltó un suspiro cuando el muslo de SeHun rozó su erección aún sobre la ropa y las sábanas y  se mordió los labios para no llamar la atención.
 
No funcionó. SeHun volvió la cabeza hacia él y frunció el ceño.
 
 
— ¿Qué te pasa, hyung? ¿Estás bien? — preguntó preocupado. Sus preciosos ojos oscuros se abrieron olímpicamente mientras se enderezaba para poder sentarse sobre la cama. LuHan desvió la mirada, sintiéndose más y más inquieto.
 
 
—N-no es nada… n-no te preocupes. —murmuró torpemente, se acostó de nueva cuenta y se enredó en el cuerpo del mayor pero rápidamente se soltó de nuevo cuando sintió un bulto extraño sobre las sábanas. 
 
 
—Ah… se siente raro ahí, hyung. ¿Te duele tu cosita? —preguntó el niño mirándole fijamente. 
 
 
—No es nada, mejor duérmete, Hunnie. Ya es tarde. — le animó sujetándole por el pecho para que se recostara sobre la cama. Se situó encima de su cuerpo y le acomodó las almohadas hasta que escuchó un suspiro esta vez de los labios del niño. Se sorprendió ante ello, pero rápidamente notó que había sido su culpa. Su propia erección había sido la causante. Se alejó sintiéndose avergonzado y se tapó la cara con ambas manos.
 
 
—Ahh… Lu-ge… ¿Por qué está tan dura tu cosita? Se siente raro.  —medio gimió el menor mirándole con sus ojitos curiosos. 
 
 
—No es nada malo, no te preocupes. —le dijo con un amago de sonrisa. —Iré al baño un momento, ya vuelvo.
 
 
 
El niño le sujetó del brazo impidiéndole que se pusiera de pie. Se abrazó a él y se acomodó en su regazo. Si en algún momento LuHan tuvo la sensatez de no tocarle de ninguna manera, en ese momento todo se colapsó para él. Su hermano le abrazó por la espalda, respirándole en el cuello a la vez. Cerró los ojos soltando una especie de gemido ante la sensación.
 
 
—No me dejes solo, tengo miedo, Lu-ge. Aún no se acaba la tormenta… —el niño se abrazó a él mientras negaba con la cabeza. LuHan pudo escuchar uno que otro trueno y la lluvia golpeando fuertemente contra las ventanas, los relámpagos reflejándose en las ventanas. Se sintió conmovido ante su actitud infantil. SeHun era caprichoso y terco, jamás había podido negarse  a ese niño con sus labios rojizos y metro y treinta y cinco de estatura. 
 
 
—Ya… está bien, me quedo aquí pero… bájate Hun, eres un poco pesado. —se excusó. Soltó una pequeña risita ante su cometario, porque a decir verdad el niño era bastante delgado y ligero pero de todos modos no desistió de sus palabras. 
 
 
Aunque contra todo pronóstico, SeHun le jaló por los hombros para atraerlo consigo; LuHan quedó encima de él de nueva cuenta pero en ese momento no tuvo voluntad para quitarse. Había deseado a SeHun desde siempre, no sabía exactamente desde cuándo porque había pasado mucho tiempo desde entonces… SeHun era la persona más importante en su vida, le amaba de una forma en que nadie podía entender, que era mal vista pero a para él era un sentimiento más fuerte. Probablemente muchos ya se habían dado cuenta porque no se esforzaba en disimular; cada vez se le iba la mano con más frecuencia, acariciándole, besándole muy cerca de los labios… toques que SeHun jamás notaba pero que seguramente a los ojos de los demás eran bastante obvios.
 
 
 
—Lu… se siente rara tu cosita. La mía también se siente así… ¿Por qué se puso dura? —murmuró SeHun. El mayor se sorprendió y rápidamente desvió una de sus manos hasta su entrepierna y la tocó lentamente. Oh, estaba casi tan dura como la suya… ¿Por qué SeHun tiene una erección?  Intentó detenerse, pero no tuvo la voluntad suficiente y rápidamente se encontró masturbando a su pequeño hermano.
 
 
 
— ¿Se siente bien, Hunnie? ¿Te gusta? — preguntó esbozando una sonrisa tímida. El niño tenía los ojos cerrados y se mordía el labio moviendo la cabeza de un lado a otro. LuHan se sintió poderoso cuando el otro asintió.
 
 
Había deseado eso durante mucho tiempo, no iba a detenerse. No podía… 
 
 
 
—Ah… se siente bien, Lu-ge.
 
El rubio subió lo suficiente para poder estar a la altura de su rostro y repartió besos en sus mejillas, en su frente, su mandíbula, todo su rostro hasta llegar por fin hasta sus labios. Le besó lentamente disfrutando de la cavidad bucal de su pequeño, siendo el primero en poder probarla. SeHun abrió la boca para dejar escapar un gemido y LuHan aprovechó para meter su lengua y disfrutar del húmedo contacto. Ambos jadearon a  la vez, sintiéndose presas del mismo calor que los había atrapado.
 
 
La mano que le masturbaba subió hasta sus caderas y le sacó la camisa que estaba vistiendo en ese momento; su piel era pálida y sin imperfecciones. Sintiéndose un animal en celo besó su pecho, dejando un ligero rastro de saliva sobre él. SeHun se restregaba contra su erección haciendo ruiditos de lo más parecidos a gemidos y jadeos que quedaban amortiguados por su mano que reposaba sobre su boca, avergonzado de sí mismo.
 
 
—Eres precioso, Hun… —le alagó el mayor apresurándose a quitarle lo que le quedaba de ropa. Tembló una vez que pudo contemplarle finalmente en su desnudez, sintiendo su boca hacerse agua, deseoso de probarlo todo. —Te amo, ¿Lo sabes, bebé?
 
 
El menor asintió tímidamente, con las mejillas sonrojadas en demasía. LuHan nunca creyó que pudiese verse más hermoso como en ese momento. Tan delicioso, tan provocativo. Oh, Dios. No iba a poder resistirse. 
 
 
—Te amo también, Lu-ge… —gimió el más joven, mordiéndose el labio color cereza. 
 
Las manos de LuHan acariciaron todo su cuerpo, su espalda, su trasero, sus piernas, sintiéndose maravillado de poder hacerlo. Quizá estaba mal, quizá estaba bien, no importaba. Nadie iba a amar a SeHun más que él, después de todo. Volvió a unir sus labios en un beso fogoso, chupando su legua y acariciando sus costados. SeHun gemía gustoso, abrazándose a él, emocionado ante el amor que su hermano le mostraba. Él había visto a su padre y JunMyeon hacerlo una vez en su habitación, cuando ambos creían que SeHun estaba en la sala mirando la televisión. Él había escuchado que eso lo hacían dos personas que se amaban, y él amaba a su hermano mayor. Además JongIn siempre mencionaba esas cosas, y todos sabían que su moreno amigo estaba enamorado de KyungSoo hyung. ¿Cómo podría estar mal entregarse al amor que uno siente? 
 
 
LuHan hyung jamás lo lastimaría. Él iba a cuidarle, amarle. SeHun no sentía dudas de ello, aunque jamás se había atrevido a decirlo. Después de un momento, cuando su hermano se alejó un poco para observarlo, le soltó un llevó sus manos hacia su pecho, señalando con sus deditos.
 
 
—Prueba aquí, Lu-ge… —le dijo señalando sus pequeños pezones rojizos. —Un poco aquí… 
 
 
LuHan se sintió aún más excitado por ello. Su erección aumentó hasta lo imposible sólo con aquello. Se desnudó en tiempo récord y los acostó ambos en una mejor posición sobre la cama. Besó su pecho y se detuvo antes de llegar hasta ahí.
 
 
— ¿JongIn te enseñó esto también, bebé? —cuestionó curioso, acariciando sus muslos con ambas manos.
 
 
 
—Él dijo que le besa ahí a KyungSoo hyung… creo que ellos lo hacen. —contestó avergonzado. 
 
 
LuHan no sabía si preocuparse por que dos mocosos podían estar teniendo sexo a esa edad o porque su hermano había sido informado acerca de esas cosas. Su padre jamás había hablado de sexo con SeHun porque consideraba que era muy pequeño, así que obviamente toda la culpa la tenía Kim JongIn, al cual no sabía si matarlo o agradecerle por enseñarle ciertas cosas. 
 
 
 
—No puedes decirle a nadie de esto, Hunnie. Debe ser nuestro secreto ¿Sí? —le pidió dulcemente. El niño asintió con una pequeña sonrisita cómplice. LuHan se apresuró a cumplir su petición y envolvió entre sus labios uno de sus pequeños pezones, succionando el pequeño botoncito lentamente mientras estimulaba el otro con una de sus manos; lo chupó y lamió para después hacer lo mismo con el otro, deleitándose con los deliciosos gemidos que soltaba su pequeño hermano. 
 
Besó su cuello, lamiendo la pálida piel, impulsándose por sus caderas para simular penetraciones en su pequeño cuerpo. Se deslizó tras dejarle un húmedo beso en la boca y separó sus piernas lentamente, con cuidado. 
 
 
—Lu-ge… ¿Vamos a hacer el amor? 
 
 
 
—Sí, bebé. Voy a hacerte el amor… voy a marcarte como mío, mi amor. —susurró dulcemente. SeHun asintió, lleno de confianza. LuHan se sintió abrumado por esa confianza, SeHun se estaba entregando a él sin más temores. ¿A caso tiene idea de lo que esto significa para mí?  SeHun era un niño, ¿Podría ser capaz de sentir ese mismo amor como él no profesaba? 
 
 
Besó sus muslos suavemente mientras  se acomodaba entre sus piernas aún sobre la cama, su erección palpitaba dolorosamente deseosa de hundirse en él cuanto antes, pero no quería dañarle, así que hacía uso de todo su control para no ir tan rápido en sus acciones. 
 
 
—Lu… ¿Estaré bien después? —murmuró con cierto temor. 
 
 
—Estarás bien, cielo. Te lo prometo, SeHun. ¿Confías en mí? —le miró fijamente, tratando de transmitirle todo su amor en esa simple mirada. 
 
 
—Sí, hyung. Siempre confiaré en ti. —aseguró con voz firme. 
 
 
 
LuHan dejó u último beso en su muslo derecho y se inclinó sobre él metiendo un dedo lentamente. SeHun se removió un poco sintiéndose incómodo pero recordó las palabras de JongIn “Al principio duele un poco, pero después lo disfrutas” así que se obligó a cerrar los ojos y relajarse. No quería que LuHan pensara que no le gustaba que lo hicieran. Un segundo dedo entró y se mordió el labio con fuerza, sintiendo un extraño ardor en su parte más íntima. Gimoteó pero su hermano le llenó de besos para aminorar el dolor; esperó un tercer dedo pero éste nunca llegó.
 
 
Alzó la cabeza con intención de preguntarle qué había ocurrido pero no tuvo tiempo cuando sintió algo húmedo entrar en lugar  de sus dedos. Oh, era su lengua… 
 
 
—-¡Oh… omo! Lu-ge… eso se siente raro. —exclamó con sorpresa. Pero LuHan no desistió, siguió en su tarea de dilatarlo lo mejor posible, disfrutando de los gemidos y grititos de su hermano. Deslizó su lengua en su entrada con cuidado, siendo lo más delicado que pudo. Cuando vio que estaba lo suficientemente húmedo y mojado como para poder recibirle, se apartó y se masturbó un poco para estimularse aunque el sólo poder verlo ya era motivo suficiente para enloquecer  de placer. 
 
 
Se alineó en su entrada y besándole en los labios con dulzura, le penetró de una sola. El niño gritó sobre sus labios pero no se removió, continuó el beso mientras trataba de alejar ese dolor intenso en su parte; LuHan comenzó con suaves embestidas, tocándole por todos lados, besándole y murmurándole lo mucho que lo amaba y lo feliz que se sentía. 
 
 
Tuvo de fondo sus gemidos que eran como música para sus oídos, además del televisor que seguía encendido pero que había sido olvidado por completo. SeHun se sujetó de las sábanas apretándolas fuertemente entre sus manos mientras LuHan arremetía contra él una y otra vez, cada una con más intensidad. Besó su cuello dejando marcas por todo lugar que besaba, consciente de que probablemente tendría que ocultar toda la evidencia después. Se vino en su interior con un gemido ronco, sujetando el pequeño y delgado cuerpo de su hermano contra el suyo. Le besó la frente sudada y lo acomodó sobre la cama para poder recostarse. Se besaron lentamente durante un largo rato, murmurándose palabras de amor. 
 
 
Una vez a SeHun le dijeron que él era muy pequeño para poder sentir amor, pero lo cierto era que amaba a su hermano, LuHan era lo que más amaba en el mundo, aunque los demás no pudieran comprenderlo. Lo supo mientras hablaba con JongIn todas esas veces en la escuela, cuando el moreno le decía que él estaba realmente enamorado de KyungSoo y cuando fuesen grandes podían estar juntos realmente. Él amaba a LuHan como su padre amaba a JunMyeon, era un amor tan real como cualquier otro. Y ahora él sabía que su hermano lo amaba también, del mismo modo, con la misma identidad. Quizá eran muy jóvenes, quizá porque eran hermanos, pero se amaban de todos modos. Bajo la cerradura, todas las veces que quisieran, sin la mirada de otros, sin los prejuicios, se amaron todos los días hasta que SeHun tuvo que ir a la universidad y pudo reencontrarse con LuHan en su pequeño departamento, uno que era sólo de ellos dos, su hogar. Se amaron todo el tiempo, sin dejar que nada los separara. Aunque LuHan era siete años mayor que él, aunque era su hermano. Nada de eso importó cuando su padre se mudó a Canadá con JunMyeon y él pudo quedarse con su LuHan, ese que siempre lo amó. Ellos se amaban libremente, porque nadie sabía quiénes eran en verdad, porque empezaron una nueva vida aún presos de un amor que perduró durante años hasta que pudieron ser realmente libres, sin que los demás supieran que era su amor, un amor de hermanos. 
 
 
 
Notas finales:

Espero que les haya gustado, chingus :3

Pronto un One Shot de SHINee, con couple sorpresa 7u7 Esperenlo, pronto lo subiré.

Nos leemos mañana en el capítulo de "Juguete" *-*

¡Saludos y mucho amor!<3


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