Sawada Tsunayoshi cumplía con su rutina diaria que se basada en su asistencia a sus clases, el
entrenamiento con Reborn, las labores en casa y planes con sus amigos. Pero ultimamente se sentía
cansado y frustrado, lo que hacía que su entrenamiento con el Bebé resultara agotador y sin resultados...
Reborn buscó la solución y se le ocurrió una idéa. Y ésto pasó...
En casa del Vongola:
-Tsuna: "Ultimamente mi rutina se ha vuelto monotona. Siémpre es lo mismo, clases, entrenamiento,
labores y etc"- suspiró- Como me gustaría que algo cambiara mi rutina- dijo el mientras regresaba a su
cuarto luego del baño. Se sentía como si no hubiera una sola cosa que lograra emocionarlo, hasta que en un
momento de relajación una imagen transformó su semblante apatico.
Esa imagen hizo latir su corazón tan fuerte que el Pelimarrón lo escuchaba en sus oídos. No era
un paisaje, ni una imágen familiar, sinó una figura que además de hacer latir su corazón le causaba temor y
escalofrios.
Tsuna no se creía que esa imágen fuera Hibari Kyoya, su Guardian de la Nube, una de las personas más
ateradoras que conoce. Pero se sintió un hipocrita, porque él no era malo como el resto pensaba, estaba
seguro de su amabilidad y cariño, y la prueba estaba en que los animales lo quería, sobretodo a los
pequeños.
Entra Reborn a la Habitación.
-Reborn: Tsuna- llamó- No has podido concentrarte en tus lecciones, te noto cansado, ¿Tengo razón?
- Tsuna no dijo nada, solo asintió- Eso creí... Ten ésto, te será de utilidad- le arrojó una pequeña botella.
-Tsuna: ¿Que es ésto Reborn?
-Reborn: Para que recuperes tus energias- dijo- Debes de tomar 5 gotas cada noche, y no te preocupes, no
sabe a nada- sonrió con malicia.
Dudó de esa sonrisa sospechosa, pero no le dió importancia- Gracias, la tomaré ahora- salió de la
habitación.
-Reborn: Ese Dame-Tsuna es despistado-" Aún no se da cuenta de sus sentimientos, no entiende que está
enamorado de Hibari. Todo ese cansancio es solo frustracion sexual, por eso cuando lo ve su corazón y
cuerpo laten hasta dolerle"- pensó-" Bueno, me voy a dormir, no vale la pena pensar tanto. Lo bueno es
que ese afrodisíaco acelerará las cosas... No es dañino, y su efecto es diferente a cualquier otro, pero
servira".
Tsuna regresa y se duerme para mañana ir a la escuela.
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Al levantarse no nota nada diferente y se alista para la escuela. Allí encuentra en su escritorio a sus amigos.
Todo es como siempre, sin cambios... Suena la campana del receso y Tsuna y compañía van a la azotea,
pero él toma otro camino, no sabe hacia donde, solo que tiene que continuar.
De un salón vacio y sin poder reaccinar salió una mano que lo arrastró dentro. El Ojimiél escuchó el seguro
de la puerta y se encuentró con la oscuridad (cortinas cerradas) Siente dos brazos abrazandolo y un rico
aroma que desvanecía sus fuerzas y hacía a su corazón latir sin control. No veía nada, pero sentía una
respiración caliente golpear su cuello... Ya no pudo mantenerse en pié y calló aún sujetado por esa persona.
Tsuna quería saber quién era, y por qué le hacía eso... Cuando un poco de claridad entró el Pelimarrón vió
que se trataba de su Guardián de la Nube- ¿Hibari-san?... ¿Que estás hacien...- lo interrumpió un beso suave
y lento que lo sorprendió- "Hi-Hibari-san me está besando, ¿P-Por qué?- pensó sonrojado, el
beso paró por falta de aire, las respiraciónes eran pausadas y sus miradas se conectaron.
-Hibari: Hm~ Tu sabor es el mejor- sonreía de lado. El Ojimiél volteó hacia otro lado con las mejillas
teñidas de rosa, al presidente le pareció adorable- Hmp, no te disgustó- dijo burlón- ¿Quieres más verdad?
-Tsuna: ¡No, no quiero!- ofendido- Sueltame, tengo que regresar con mis amigos.
Una de las manos del Azabache se deslizó por debajo de su camisa. El Pelimarrón temblaba y gemía- Ah...
no... No lo hagas, ah- trataba de no hacer sonidos extraños, pero no pudo, ya estaba a merced del
Azabache...-" Se siente bién "- ya no le importaba nada. Con mejillas rojas miró al Azabache, éste lo notó y
se sorprendió por esos hermosos ojos color miél mirandolo fijamente con lagrimas y rogando por más.
El mayor ya no sintió la necesidad de refrenarse y dijo- Te hare sentír realmente bien- empezó a desvestir al
Pelimarrón mientras que sentía la suavidad de su, algo tostada, piel.
-Tsuna: Hibari-san, me da verguenza.
El Azabache sonrió- No tienes de que avergonzarte, eres realmente hermoso- comenzó a besar el pecho del
Ojimiél, sacando todo tipo de gemidos ahogados y sensuales- Mejor baja tu vos, ¿No querrás que todos en
la escuela nos escuchen verdad?
-Tsuna: Si- cubrió su boca. Mientras el presidente tomó en su mano el miembro del Ojimiél e hizo un lento
vaivén que provocó espasmos en el menór, los cuales se aumentaban cuando el mayor aumentaba la
velocidad. Descubriendo su boca el Pelimarrón gimió- Ah, ah, Hibari-san... N-No puedo m-más- y en un
grito suave llegó a su climax, quedando agotado.
El Presidente dijo- Es es todo por hoy, mañana seguiremos- ayudó a Tsuna a limpiarse y enderesarse y lo
acompañó hacia la salida.
Ya en casa el Ojimiel recordó lo pasado esa mañana, sonrojandose mientras su corazón palpitaba. Le
había gustado lo que le hizo el Presidente, y sentía que quería más. Recordo lo que dijo el Azabache
- " Mañana seguiremos"- impaciente tomó su medicina y se fué a dormir.
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Al día siguiente el Pelimarrón llegó al mismo salón del día anterior con su corazón a mil por hora, pero al
abrir la puerta el Azabache no estába. Recorrió la escuela buscando al Presidente, pero no encontró rastro
de él... Creyendo que solo se había burlado de él salió caminando muy triste a la entrada de la escuela, solo
para encontrarse con el Presidente recargado sobre un auto negro.
-Hibari: ¿Que estás haciendo?- preguntó el Azabache- Apresurate y sube.
El Pelimarrón, desconfiado, secó sus lagrimas- Lo siento pero, me voy a casa- se giró para correr, solo para
ser atrapado por un enojado Azabache que lo metió dentro del coche, quedando encima de él.
-Hibari: ¿Donde piensas ir? Creo haberte dicho que hoy continuaríamos lo de ayer- dijo mirando a su presa.
-Tsuna: ¿De que hablas?, ¿No me estábas jugando una broma?- temblando y apartando su mirada.
Acariciando su mejilla le contestó- Con lo que hicimos ayer ya deberías saber que hablo enserio- enfocando
sus orbes negro brillantes en los color miél del menor.
Tsuna sintió que se quemaba con la mirada obscura, y poco a poco se relajó, permitiendo que ámbos se
unieran en un calido beso. …se beso era diferente, más húmedo y apasionado, por un momento creyó que se
derretiría.
Un minuto después se separaron por falta de aire.
-Hibari: Escucha y pon atención- dijo con una expresión seria- Me gustas, Sawada Tsunayoshi- el menor se
sorprendió y se sintió felíz por esas palabras, y con una ronrisa le respondió al Azabache.
-Tsuna: Yo también... ¡También me gustas, Hibari-san!
Ámbos sonriendo comenzaron otro beso.
El Azabache se separó- Seguiremos en un lugar más cómodo, iremos a mi casa, así que avisa que dormirás
ahí- el Ojimiél asintió con las mejillas rojas y una gran sonrisa.
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Llegando a su destino, y sin más demoras, los dos entraron a la ducha para la noche más importante de
sus vidas... El Pelimarrón cayó en cuenta- " …sta noche y en éste lugar, tendré mi primera vez, con
Hibari-san".
Ya caída la tarde los dos jóvenes se sentaron en la cama y empezáron con un beso suave. El Azabache
derribó al Pelimarrón y lentamente comenzó a desvestirlo.
Completamente sonrojado el Ojimiél miró a su Presidente y le dijo- ¡Hibari-san!...- para llamar su atención
- Ayer fuí el único en recibir, hoy quiero hacerlo para ti- con mejillas rojas y sujetando el rostro de su
amado.
Anonadado por la petición sonrió- Hmp... Entonces juntos- y así empezaron.
Los dos sentados, besandose apasionadamente y dandose placer. Tsuna se sorprendió de lo grande del
miembro del mayor, la sensación éra tan cálida que pronto llegaron rápidamente al climax, separando sus
labios para un ronco/sonoro gemido.
Hibari vio lo adorable que se veía su pequeño y frágil amante luego de soltar su semilla- Eres demaciado
hermoso, Tsunayoshi- Tsuna se sonrojó- Puede que ésta parte duela, pero tengo que prepararte para
tomarte, intenta soportarlo.
-Tsuna: Si, me esforzaré... Kyoya.
-Hibari: Tsunayoshi...- sonrió
El temía perder el control, pero por el bien de su amante se sobrepuso y comenzó a prepararlo... Para
dilatar su entrada usó sus dedos y la semilla del menor, provocandole un grito ahogado de dolor.
-Ittai- se quejó el Pelimarrón.
-Relajate, pronto estarás mejor.
Ya acostumbrado Tsuna pensó- " Ya no duele como al principio, ahora se siente bién... Ha (suspiro interno)
quisiera me tocara más, quiero sentirlo más"- miró deseoso al mayor, por supuesto éste se interpretó sus
deseos, comenzando a frotar sus pezones.
-Tsuna: Ahh, ah, ah... Kyoya, más... tócame más.
-Hibari: No te preocupes, no planeo detenerme en toda la noche- mordiendo su cuello.
-Tsuna: Que bueno... Ah, ahh, ngh.
Ya preparado Hibari acomodó al menor y colocó la punta de su miembro en la entrada de Tsunayoshi,
sintiendo como se tensaba y viendolo aferrarse a las sábanas.
-Hibari: ¿Tienes miedo?... Si no quieres no lo haremos.
-Tsuna: No es eso... Es que me sorprendí porque nunca pensé que estaría contigo así... ¡Estoy Realmente
Feliz!- con lagrimas y una sonrisa.
El corazón del Azabache latió como nunca.
-Hibari: Te amo Tsunayoshi... Y nunca te haré daño- dijo volviendose uno con su pequeño pequeño.
-Tsuna: ¡Ah!... Ah, Kyoya, te amo... Por favor, no te detengas... ¡Quiero hacer el amor contigo!- llegando al
fondo Hibari sujetó a Tsuna de las muñecas y lo besó, dejandolo acostumbrarse a su tamaño.
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Ya acostumbrado Tsuna enredó sus brazos en su Azabache.
-Hibari: Empezaré a moverme- y así lo hizo, empezó a moverse, rozando las entrañas de su adorable y
lujurioso conejo que comenzó a mover sus caderas mientras gemía con placer.
Hibari tomó el pequeño miembro y lo acarició lentamente. El conejito se sorprendió, pero le gustó. Kyoya
aumentó la velocidad en ambos lados, haciendo que Tsuna se estrechara bastante (fué muy placentero para
Hibari).
Ambos compartieron un último beso dulce, que terminó al llegar al éxtasis. En ése punto el interior de
Tsunayoshi se llenó completamente de Kyoya, y la esencia de Tsunayoshi manchó a ámbos.
-Hibari: ¿Estás bién Tsunayoshi?... ¿Te duele?- respirando con dificultad- Disculpame... Pude haber sido
más suave.
Tsuna enredó sus brazos en el cuello de su amante y le propinó un beso- ¿De que estás hablando?... Me
sentí muy bién, y no me duele nada. Además, estoy muy felíz, finalmente me volvi uno contigo- contestó
radiante como el cielo.
-Hibari: Tsunayoshi...- sonriendo.
-Tsuna: Nunca me dejes ¿Si?, no creo poder pertenecerle a alguien más... Quiero ser tuyo para siempre.
-Hibari: Hmp, es bueno que digas eso... Al fin que soy muy posesivo y lo que me pertenece nunca me lo
arrebatarán- dijo con media sonrisa y ojos filosos pero dulces que solo miraban su amante.
Así empezaron a salir oficialmente y hasta tenían citas normales como ir al cine, salir a comer, divertirse en
festivales, etc. Pero el lugar que más frecuentaban era la escuela donde pasaban el tiempo juntos, además les
gustaba mucho hacer travesuras después, antes y durante las clases.
Tres meses pasaron desde que comenzaron a salir, Tsuna estaba preparandose para ir a dormir. Reborn
entró a la habitación después de su baño y le dijo...
-Reborn: Tsuna, has cambiado.
-Tsuna: ¿Lo creés?, pues yo me siento igual que siempre.
-Reborn: Si lo creo, últimamente te ha ido bién en la escuela y en el entrenamiento.
-Tsuna: Si, creo que tienes razón... Al menos en eso he cambiado.
-Reborn: ¿Podria ser el poder del AMOR?- sonrió maliciosamente.
-Tsuna: ¿P-Por que dices eso Reborn?- dijo ligeramente sonrojado.
-Reborn: Estás saliendo con Hibari, ¿Creés que no lo sé?
-Tsuna: ¿C-Como es que lo sabes?, ¿Me estábas espiando?
-Reborn: Por supuesto que si, pero no es por eso que lo sé... Después de todo deberias estarme agradecido.
-Tsuna: ¿Como que agradecido?, ¿A que te refieres?
-Reborn: Es gracias a mi que Hibari y tu estén saliendo- dice sonriendo.
-Tsuna: ¡Explicate!
-Reborn: ¿Recuerdas la medicina que te di?
-Tsuna: Ah si, últimamente no la he estado tomando.
-Reborn: Ya no es necesario que la tomes, despues de todo cumplió su función hace mucho.
-Tsuna: ¿Que quieres decir?- tenía un mal presentimiento.
-Reborn: …sto no éra medicina para el cansancio, sinó un estimulante.
-Tsuna: ¿Estimulante de qué?- preguntó preocupado.
-Reborn: Estimulante de feromonas- contestó.
-Tsuna: No se que son las feromonas, explicame mejor.
-Reborn: Todos tenemos feromonas que los animales son los primeros en dectectar. …stas amplifican
cualquier sensación o sentimiento... En el caso de Hibari él sentía una fuerte atracción por ti, pero no
actuaba, seguro por lo despistado que eres. Pero como tu cuerpo emanaba tantas feromonas fué imposible
que se contuviera.
-Tsuna: Entonces... ¿Kyoya no me ama realmente?- preguntó dejandose caér al suelo.
-Reborn: Oh, lo llamaste por su nombre. No tienes nada de que preocuparte, el te ama con locura, yo
solo les di un pequeño empujón... Ahora deja de llorar, es por esto que te llaman dame-tsuna.
Tsuna lloraba de felicidad, nunca dudó dudó de los sentimientos de Kyoya pero la sola idea de que todo
resultara falso lo había aterrado... Esa noche se hizo una promesa: " Nunca dudare de Kyoya ni de sus
sentimientos, y cuidaré de éste amor toda mi vida, después de todo soy lo más importante para Kyoya y el
es lo más importante para mi".
FIN.
Amor Yaoi
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