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Murmullos del insomnio. (One shot's EXO) por LuceroHood

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Notas del capitulo:

He aquí el Taoris n.n salió más largo de lo que pensé, pero estoy muy feliz del resultado, espero les guste.

Dedicado a Senyazel, sister, te amo y espero te guste porque puse mucho empeño en él TTwTT

¡A LEER!

Entre tus dedos. (TaoRis)

 

 

 

Pov Kris.

 

-YiFan, no puedo seguir así -a mi espalda Tao hablo, por primera vez en la noche le preste la suficiente atención, o por lo menos hasta ese momento lo demostré-. No puedo más.

 

Sus ojos comenzaban a cristalizarse, por algunos segundos deje de respirar, mirándolo, hasta que no pude más y comencé a respirar solo un poco más agitado de lo normal, la falta de aire me había hecho respirar, escuchar las palabras de Tao me hicieron darme cuenta de todo el daño que le había causado.

 

-Panda -me levante del sillón que se encontraba en mi habitación y camine hacia él.

 

-No me llames así -una lagrima rodo por su mejilla, intente limpiarla, pero él se alejó.

 

-No me toques -ahora él era quien evitaba mi mirada.

 

Había sido todo un patán.

 

-Tao escúchame -hable serio y fuerte.

 

-¿Ahora si me hablas? Te recuerdo que fuiste tú quien no me hablo en toda la semana Kris, me ignoraste, me lastimaste -pude mirar sus hombros temblar-. Tal vez lo que pasa es que el único que siente algo aquí soy yo, no quiero molestarte más, no quiero más tus rechazos.

 

-Tao...

 

-Lo mejor será dejar las cosas así -camino a la puerta de la habitación rápidamente, pero antes de que pudiera salir impedí que esa puerta se abriera, la volví a cerrar y lo gire-. Kris...

 

-Ahora quieres irte -mi boca actuaba más rápido que mi cabeza-. ¿Quieres irte porque tienes a alguien mas no es así?

 

Lo estampe contra la puerta y hable ocupando mi tono más frio, luego bese su cuello dejando pequeñas marcas.

 

-YiFan... -pude sentir como pasaba saliva-. No sé qué estás hablando, estas demente.

 

Forcejeaba para que lo dejara en paz, pero mis actos solo se intensificaron pasando mis manos por su cintura y pegándolo a mí.

 

-Entonces ahora dirás que Sehun y tú no tienen nada que ver... -sus ojos se abrieron al igual que sus labios, una clara mueca de asombro.

 

-Eres un idiota, no puedo creer que pienses algo así -me separe de él ligeramente-. Entre Sehunnie y yo no hay nada.

 

Fruncí el ceño al escuchar la forma en que lo llamaba, yo no era tonto.

 

-Mientes Tao -el me miro dolido.

 

-No puedo creer que pienses eso, ahora además de ser un maldito me inventas esto, no puedo creerlo.

 

-Yo un maldito ¿Porque, porque lo dices? Seguramente Sehun es más tierno y atento ¿verdad? -las palabras salían con sorna de mi boca.

 

-Eres un maldito porque siempre me ignoras, intento ser lindo contigo, intento verme bien por ti, soporto todo aquello que me dices, dejo que me trates como se te pega la gana, pero a ti pareciera que no te importa nada de lo que hago, eres frio, distante, eres un idiota conmigo, ya sea solos o ante los demás, ya no puedo Kris, no puedo con esto -las lágrimas de Tao comenzaron a caer por su rosto, lentas, letales, cada lagrima derramada se sentía como un cuchillo filoso y helado en mi cuerpo, en mi pecho, gruñí molesto.

 

-Y qué pasa con lo demás, ¿no te defiendo? ¿No te cuide cuando estuviste enfermo? ¿Quién se encarga de complacer las exigencias de su majestad y su gusto por las compras? ¿Quién te cuida más que yo?

 

Su mirada bajo, un tanto avergonzado, enojado.

 

-Al diablo con todo ello Kris, haces cosas por mí, pero tu actitud es la que no logro soportar, ahora me lo echaras en cara... ¿me humillaras más de lo que ya lo has hecho? ¿Ahora crees que puedes comprarme por algo así? -su rostro mostraba enojo y dolor, esa cara jamás la había visto.

 

Respire profundamente, pasé mi mano por mi cabello, frustrado, tal vez incluso derrotado, Tao, él era mi maldita única debilidad, tire la lámpara de alado de mi cama haciéndola añicos en el piso, patee un banco cercano a mí, quería poder destrozarlo, gruñí y me gire a Tao, golpee la puerta tras de él con mis puños,  el me miro un poco asustado, encogiendo sus músculos en su lugar, serró los ojos, estaba asustado, lágrimas seguían cayendo por sus ojos, golpee una vez más la puerta y cerré fuertemente mis ojos, me acerque a su cabello, inhale profundamente, no sé cuántas veces lo hice, pero lentamente fui controlando mi mente y respiración, si, lo admitía, era todo un gilipollas, un maldito como dijo Tao, lo he sido todo el tiempo, lo lastime, ¿merecía una oportunidad?

 

-No hagas esto difícil Kris... -murmuro seriamente, mostrándome una mirada con miedo pero decidida, esa mirada me recordó a esa tarde en que me confeso sus sentimientos, decidió a declarar sus sentimientos pero con miedo al rechazo, el Tao que amo, ese Tao quería dejarme ahora-. Ambos sabemos que es lo mejor.

 

-Lo mejor, ¿para quién? -la última pregunta la murmure tan bajo que dudo mucho que él la haya escuchado-. ¿Que harás si te dejo Tao?

 

Él no contesto, solo sollozo y bajo la mirada.

 

-Está bien -hable normal, ronco y alto-. Te dejare ir Tao.

 

Su mirada ahora mostraba dolor, un dolor tan grande ante mis palabras, él sabía que si yo decía algo lo cumplía, y si el quería dejarme, no me opondría a ello.

 

-En-entonces... -su voz se cortaba con pequeños hipos-. Creo que de-debo irme.

 

Su frase se cortó, se giró dándome la espalda y pude notar sus hombros temblar, Tao tomo la cerradura, pero yo lo abrace por la cintura pegándolo a mi cuerpo y recargando mi cabeza en su hombro para susurrar en su oído.

 

-Te dejo ir pero... quédate solo esta noche -su cuerpo se tensó, su espalda tembló y un jadeo salió de sus labios.

 

-No Kris,  no por favor -mordía su labio mientras su mano iba a la perilla de la puerta-. No...

 

-Prometo no tocarte, confía en mi -deje que mi aliento acariciara su cuello y me aleje de la puerta, Tao se giró sorprendido, era tarde así que era hora de dormir, mira a ése mi bello panda congelado en la puerta, mirando aun triste,  fui hacia el armario y saque mi pijama, girándome en mi sitio cambie mi pantalón por el de franela negro que había sacado, mire la parte de arriba de la pijama, yo nunca las usaba, quien usaba la parte superior de ellas era Tao, camine hacia el que ahora miraba el piso, la coloque frente a su rostro.

 

-Puedes usarla si gustas -dije bajo, como si intentara no asustarlo, él la tomo y fue al baño a cambiarse.

 

Curioso la facilidad con la que todo se volvía incomodo,  por lo menos para él. Retire la camisa que llevaba, solo dormía en pantalón y cuando mi pecho estuvo desnudo me dirigí a la cama, tomando un libro para leer un rato, aunque la verdad es que no podía concentrar mi mente, más bien mi mente comenzaba a jugarme chueco, comencé a pensar en mi vida sin Tao, sin mi bello panda, todo lo que sería diferente sin él, definitivamente todo crecería de sentido si él se fuera...

 

Suspire y la puerta del baño se abrió, Tao llevaba la parte superior del pijama y el resto de su ropa en sus manos perfectamente doblada, las dejo en el sillón y siguió con su camino, lucia excelente en mi camisa de dormir, era negra, así que hacia parecer un poco más blanca su piel, sus piernas, firmes, largas, cuando lo mire de arriba hacia abajo él se sonrojo ligeramente, sus ojos ahora lucían más hinchados que antes, sentí una punzada en el pecho.

 

-Ven aquí -dije firme, no quería que tuviera miedo pero quería que me obedeciera, bajo su mirada y asintió.

 

Miro el piso de alado de su lugar en la cama, este seguía lleno de videos de la lámpara que antes yo mismo había roto, si caminaba por ahí podría cortarse, así que no le quedó más remedio que subir desde la base de la cama, lo mire fijamente, era excitante esa imagen de Tao subiendo gateando por la cama, pero no podía hacer nada, no ahora.

 

Llego a su sitio y se recostó boca arriba, no me miro ni un momento, yo, dejando el libro a un lado me acomode mejor en la cama y me acosté mirando en dirección hacia él,  escuche el estrago de uno que otro sollozo, era tan doloroso, el froto su ojo y un poco dudoso se giró lentamente dándome la espalda.

 

La cama era grande, ahora notaba más que nunca su extensión, su distancia, su dolor y como cubeta da de agua fría por mi cuerpo, me sentí solo, frio, vacío, la necesidad era mucha, esa necesidad de tomarlo entre mis brazos, de besarlo, tomarlo, honestamente no sabía qué hacer con mis brazos, por lo regular mi brazo era su almohada y su abrigo, ahora... ahora ya no eran nada.

 

Incomodo me puse boca arriba, mis brazos a los lados de mi cuerpo, era incomodo, gruñí, me gire, intenta abrazar a la almohada, no servía de nada, no era él. Me quede despierto, no me acomodaba, no podía simplemente dormir así, nuevamente me gire hacia Tao,  cuando lo note entre tanto movimiento que había hecho ahora me encontraba a mitad de la cama, su cuerpo tan cercano al mío.

 

-¿No puedes dormir? -su voz me sorprendió, hubiera jurado que ya estaba dormido.

 

-No, no sé qué hacer con los brazos además de abrazarte -sin pena lo dije y pude escuchar un suspiro por parte de él.

 

-Abrázame entonces -Tao hablo bajito, pero pude escucharlo perfectamente, acerque mi cuerpo más a él, pase mi brazo derecho por debajo de su cabeza y el izquierdo por encima de sus hombros, entrelace nuestras piernas, Tao no se negó, se acurruco sobre mi brazo y pude escuchar un sollozo más salir de sus labios.

 

Podía casi ver su carita llorosa, esa que tanto odiaba, que me hacía volverme el payaso más idiota de todos con tal de hacerlo sonreír, aquella cara que me hizo querer cuidarlo de todo, de protegerlo, la misma que me hizo enamorarme de él.

 

-Comienzo a sentirme solo -murmure, el suspiro.

 

-No tardaras en encontrar a alguien más, alguien incluso mejor que yo -su tono triste me hizo abrazarlo más fuerte.

 

-Tu también encontraras a alguien -murmure.

 

-Gracias -hablo como restándole importancia.

 

-Aunque dudo que mejor que yo -sonreí y una pequeña risita bien simulada también salió de labios de Tao.

 

-Siempre tan altanero -golpeo mis costillas con su codo.

 

Ya más serio y con voz suave murmure.

 

-Exactamente por eso es que ese tipo no puede ser mejor que yo, no dejes que te lastime más que yo, no debes dejar que sea mejor que yo en ello, que no sea más arrogante que yo, que no sea más idiota que yo -pude sentirlo timbrar y una lagrima caer en mi brazo bajo su cabeza, incluso sentí como sí intentara ocultarse más entre mis brazos, yo bese su cabello.

 

-Gracias por el consejo -intentaba Tao que su voz no se cortara-. Eres un gran amigo.

 

Sollozos salían de su boca, mis ojos se cerraron, los sentía arder, me sentía morir con solo esa frase.

 

-No me llames así -le gruñí, el solo tembló-. No quiero ser tu jodido amigo.

 

Tao se giró hacia mí, con la poca iluminación de la luna en la habitación pude ver sus ojos llenos de dolor.

 

-Ni siquiera eso quieres ya -su voz llena de dolor me traspasaba.

 

-Aun amigo no se le ama y yo... -intente buscar sus labios, pero el oculto su cabeza en mi pecho, mis actos eran en vano.

 

-No sigas, no sigas Kris -lo apreté en mis brazos, fuertemente, temblando ante la idea de perderlo, de no volver a poder tenerlo entre mis brazos como ahora.

 

-Lo siento Tao, lo lamento tanto.

 

-Solo no intentes volver a besarme Kris...

 

-No hablo de eso -lo interrumpí-. Lamento no haber sido honesto contigo durante todo este tiempo.

 

Intento sonar firme, sonar como si esto no me afectara al punto en que me afecta realmente, no quería hacer sentir mal a mi bello panda, no lo merecía.

 

-Kris... yo...

 

-¿En que falle Tao? ¿Que hice mal? -a mi mente llegaron sus palabras de minutos antes en la habitación, ser frio, egoísta, ser un patán.

 

-Lo siento Kris... no quiero esto -sus manos intentaron alejarme desde mi pecho, luchaba por crear espacio entre ambos, pero no lo deje.

 

-¿Sabes una cosa? Ahora me arrepiento, pensé que si era tierno, si era complaciente contigo, tendrías poder sobre mí, no permitiría que pasara eso -sus brazos dejaron de alejarme lentamente-. Pero que equivocado estaba, aun sin que fuera de ese modo contigo, siempre fuiste mi mayor debilidad, la única, tal vez por eso tuve miedo, no quería que nadie se diera cuenta de lo débil que me vuelvo a tu lado, ni tú mismo, quiero ser fuerte, quiero poder protegerte y no mostrar debilidad por ti, porque si alguien te ocupara en contra mía, estaría perdido. Lamento no haber sido honesto desde un principio Tao.

 

Hundí mi cara en su cabello, aspirando su aroma, embriagándome de él por última vez, dejando a mi corazón descansar cuando después de todo ese tiempo Tao poso sus brazos alrededor de mi cintura, apegándose a mi cuerpo, a mi pecho y con sus pies acariciar los míos.

 

-Te lo llevas todo Tao, te vas, como agua entre tus dedos, todo se va.

 

-YiFan... -los hipos del llanto cortaban su voz, tanto que me asustaba que pudiera darle algo, intente calmarlo acariciando su espalda.

 

-Shh... No necesitas decir nada, yo estaré bien, pero debes prometer que tú también lo estarás, debes ser fuerte y así yo también lo seré, ¿entendido?

 

Dolor, no había nada más que dolor en aquellas palabras, pero me mantuve firme, y me pregunte ¿Cuánto tiempo me costaría superar algo así? Tal vez jamás podría superarlo...

 

Cerré los ojos, fuertemente, intente pasar saliva para quitar ese nudo que se formó en mi garganta, pero fue inútil y solo me causo más pesar, logrando que de mis ojos cayeran un par de lágrimas, solloce una sola vez y subí mi rostro abriendo grandes los ojos como intentando que el aire las evaporara, intente reír un poco, me sentía tan idiota por llorar.

 

-Deja de fingir YiFan-ge eso solo te hace más daño, hasta el guerrero más fuerte a llorado, eso nos hace más humanos, nos hace mejores personas -Tao subió su rostro y beso mi mandíbula,  ese roce me hizo temblar y suspirar-. Perdóname Kris Ge-ge.

 

Lo mire y de sus ojitos comenzaban nuevas lagrimas a brotar.

 

-No llores -baje mi boca besando su cabeza, su frente, sus parpados, sus mejillas de las cuales limpie algunas de sus lágrimas con mi lengua y así llegue a sus labios, los que tome de forma tierna, tranquila y profundamente, explorando su boca, dejando que jugara con mi lengua, dejándolo morder mis labios y de vez en cuando yo mostrando de nuevo mi dominio, sometiéndolo, mordiendo, robando su aliento, me separe ligeramente de él con una sonrisa en el rostro-. No llores, así luces más feo de lo que ya eres panda.

 

Tao me miro ofendido y yo reí mostrando mis dientes, y sin poder controlarse el también sonrió, sus ojos formaron medias lunitas y con su mano golpeo mi pecho.

 

-Eres un tonto -hizo un tierno puchero que bese.

 

-Y tu un panda feo, uno al que amo más que a mí mismo, y mira que eso ya es mucho.

 

Tao sonrió y dejo salir su risa, esa risa extraña pero que por algún motivo no lograba imaginar mi vida sin ella. Las bromas siguieron, Tao me obligo a repetir algunas de las palabras que había dicho y sin vergüenza las repetía en su oído muy sugerentemente, notando como él se sonrojaba o se sacudía un tanto incomodo ante mis palabras "amorosas", sonreí de lado, creo que las frases cursis servían para hacer avergonzarse a mi panda, definitivamente en el futuro lo ocuparía, aun siendo romántico con él yo podía seguir ganado esas graciosas reacciones de mi bello novio Tao.

Notas finales:

¿Les gusto? ¿No les gusto?

¿Por qué no comentan? TT.TT ¿Me odian?

¿De quien les gustaria el sig. cap?

XOXO


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