No te bastó... (BaekYeol)
Pov. Baek
Entro a mi habitación lentamente, luzco tranquilo, pero la verdad es que muero de nervios y de ansiedad, otra vez, otra vez estaré con él, viene a verme y yo sé que es lo que justamente quiere tomar de mí.
Entro ahora al baño, debo prepararme, debo alistarme, comienzo a retirar mi ropa, prenda por prenda frente al espejo, quito mi playera y miro mi blanco pecho, no tengo grandes músculos marcados, mis curvas son perfectas eso sí, pero más allá de eso, no encuentro explicación a lo que te gusta de mí, retiro mi pantalón y puedo ver mis firmes piernas, no tan delgadas ni tan grandes, lo justo para sostener mi ser, blancas, lisas, impecables, miro mis muslos ligeramente más grandes al resto de mis piernas y puedo imaginarle mordiéndolos, eso me hace estremecer así que solo lo dejo de pensar, quito mi bóxer y me giro de lado, no tengo nada que decir de mi miembro, ante él me siento como un idiota, mis erecciones jamás se compararían con las suyas pero aun así, creo que eso no es lo que más le gusta de mí, miro mi trasero, no tan grande, pero perfecto para mí, pues se lo mucho que le gusta y el inmenso placer que le hace sentir.
Me miro nuevamente de frente, mi rostro no es nada del otro mundo, soy lindo, creo yo, creo que tengo más facciones de chica que de chico, debe ser eso lo que le gusta de mí.
Cierro los ojos y respiro varias veces, profundo y tranquilo, enciendo el agua y dejo que tome la temperatura adecuada para mi cuerpo.
Entro y la sensación del agua inmediatamente me relaja, es hasta ese momento que noto que mis hombros estaban arriba, o por lo menos no estaban relajados, lavo lentamente mi cabello, shampoo con olor a vainilla, un toque dulce, lo lavo masajeando mi cabeza, imagino a Chanyeol masajeando mi cráneo, sus grandes manos en mí, pero me doy cuenta del rumbo de mis pensamientos y rápido enjuago mi cabello como si con ello pudiera alejar esos pensamientos.
Lavo mi cuerpo minuciosamente, entre cada dedo del pie, atrás de los oídos, cada parte pues ante el quiero sentirme lo más cercano a ser "puro".
Enjuago mi cuerpo y tomo la bata que está colocada en el lavabo, me cubro con ella sujetando las cintas que cuelgan de la bata en mi cintura, tomo la pequeña toalla y la paso por mi cabello, por mis piernas y no puedo evitar afeitarlas por si acaso, aunque sé que no hay ni un pelo de más en mi cuerpo, aplico crema humectante en todo mi cuerpo, en mis manos y rostro, tomo la secadora de cabello y cepillo mientras lo seco, cuando mi cabello está listo abro la cajonera de bajo del lavabo y saco todo el maquillaje que tanto me gusta, mi ropa se encuentra en mi cama a la espera de que llegue a usarla, solo falta el maquillaje y estaré listo para salir y vestirme...
Toc... Toc...
El ruido en la puerta de mi baño me saca de mis pensamientos, un poco molesto por la interrupción contesto.
-¿Quién es? -casi pienso matar al tonto que me interrumpe.
-Baekyun... ¿Estas ahí? ¿Aun te estas duchando? -diablos, es Chanyeol.
Siento mi corazón latir desbocado, no puedo creerlo, ha llegado más temprano de lo que pensé, aun no estoy listo... ¿cómo se supone que saldré así?
-Sí, estoy aquí, ya acabe de bañarme, podrías esperar un momento, aun no estoy listo -corro a la puerta a cerciorarme de que el seguro esta puesto, gracias a dios si lo está-. En un momento salgo.
-Baek -su voz es grave pero a la vez tan aterciopelada que hace mi interior removerse, adoro que me llame con esa voz, esa voz que me obliga a dar la vida por él-. Abre la puerta, por favor.
Demonios ese por favor, esa petición es la que me hace flaquear...
-Aun no me maquillo Chanyeol, espera solo un momento ¿sí? -aún estoy recargado en la puerta.
-Por favor, no me interesa que no lleves maquillaje, abre la puerta Baekyun.
Obedezco lento, pero obedezco, tomo el pomo de la puerta y lo giro tratando de esconder mi rostro tras mi largo fleco que gracias a dios logre arreglar antes de que llegara.
Mi mirada esta hacia el piso, puedo sentirme aún más diminuto de lo que soy ya a su lado, paso saliva, ¿Es que acaso esta sensación jamás se ira?
-Te extrañe pequeño -coloca su mano sobre mi hombro y me encojo aún más en mi lugar.
-Yo también Yeol -siento su mano tomar mi barbilla y subirla en su dirección.
La miro a los ojos un tanto avergonzado, no llevo maquillaje seguramente me veo fatal. Chanyeol tiene que subir demasiado mi rostro, nuestras estaturas son considerablemente diferentes, él mira mis labios, yo comienzo a ponerme de puntillas para acercarme un poco, mi esfuerzo es estúpido, necesitaría de un tacón de más de 20 centímetros para alcanzarlo bien, pero el nota lo que ambos queremos y se inclina hacia mi tomando tiernamente mis labios, lento al principio, para que luego de algunos segundos yo mismo comience a intensificarlo mordiendo ligeramente sus labios.
Él me toma de la cintura me levanta apegándome a su cuerpo como si fuera lo más liviano del mundo y camina hacia la habitación, fuera del baño donde me encuentro, mi piel tiembla por el cambio de temperatura, tan cálido en el baño y ahora fuera el frio invadía mí, aun un poco húmedo, cuerpo.
-Llevas el collar que te di, me alegra mucho que lo uses para mí -muerdo mi labio, jamás me quito ese collar, ni siquiera al ducharme.
-Solo para ti -aseguro y Yeol me sienta en la cama, a un lado puedo ver mi ropa limpia que esperaba a que terminara de bañarme, el también la mira.
-Me hubiera gustado verte con ese atuendo -se levanta y mira la ropa mientras la va poniendo en sus manos, una camisa blanca de cuello "V" que deja ver mis clavículas y sin mangas, unos pantalones de cuero negro que me quedaban ajustados haciendo lucir más mi trasero, los favoritos de Yeol, pero mi cara solo se puso roja cuando alzo entre sus manos mi bóxer corto negro mostrándomelo-. Interesante... eso quiere decir que no traes ropa interior.
Cruzo mis piernas por instinto e intento cubrir más de mis piernas con la bata que traigo puesta.
-Llegaste antes de lo habitual, no me diste tiempo de nada, ni de arreglarme correctamente.
Chanyeol aventó la ropa, que se supone usaría, a un sillón cercano y luego camino sentándose a mi lado.
-No necesitas de nada mas que no tengas ahora para verte así de sexy -Yeol comenzó a acariciar mi rodilla-. Es más, esa bata estorba más de lo que pensé, ¿porque no la quitas para mí?
Mi cuerpo temblaba bajo el toque de su mano, esa zona la sentía quemar, comencé a respirar más agitadamente pero también me levante colocándome justo al frente de Yeol, sus ojos me mostraban lujuria, eran obscuros, como un león asechando a alguna presa, todo era tan excitante.
Tome entre mis manos el moño que había hecho para que no se soltara la bata y lo deshice, la delicada tela se deslizo por mi cuerpo y en un movimiento de hombros hice que esta se deslizara hasta el suelo rodeando mis pies, Yeol me miraba y ese bulto que comenzaban a formarse en sus jeans me hacían sentir más y más ansioso.
Baje la cabeza en señal de sumisión lo único que adornaba mi cuerpo era el collar que Yeol me regalo ya casi mes y medio atrás.
-Ahora si te vez perfecto Baekyun -vi sus pies cerca de los míos desnudos, estaba justo frente a mí, pero no lo mire, solo seguí sus pies los cuales comenzaban a rodearme lentamente, pude sentir su mano en mi cintura deslizarse por mi cuerpo mientras caminaba en círculos en torno a mí, hasta que el quedo justo detrás de mí, acaricio mis hombros lentamente, luego se deslizo por mis brazos, paso a mis costados, mis caderas y de ahí dio un salto casi enloquecedor hacia mis muslos, inconscientemente me tense y él lo noto riendo ligeramente tras de mí, los masajeo, los apretó entre sus grandes manos pasando desde la parte externa hasta la interna, esos roces algo bruscos comenzaban a hacerme reaccionar, mi cordura se iba era arrebatada pedazo por pedazo por las manos de ese gigante.
-Yeol... -dije en un jadeo y me removí en mi lugar.
-¿Me dejaras en ropa mientras tú ya no llevas nada? -me gire hacia él, una sonrisa de lado adornaba sus facciones y sus manos se cruzaron en su pecho-. ¿Que harás ahora Baek?
- Desnudarte, después ¿Que más quieres que haga? -su sonrisa se ensancho y lleno a mi oído susurro.
-Quiero que hoy me sorprendas.
Sonreí ligeramente, lo tome de la chamarra abierta que llevaba y lo senté en el colchón, por lo menos así tenía más acceso a él.
Tome su gorra, característica que siempre llevaba, la quite y la puse sobre mi propia cabeza, él sonrió.
-Ahora no podre evitar excitarme al ver esa gorra –me sonrió acariciando mi mejilla-. Te queda excelente.
Sonriendo quite su chamarra y camisa negra que llevaba, al tenerlo desnudo de la parte superior me acerque lentamente, el tomo mi cintura y me sentó en su regazo con una pierna a cada lado de su cuerpo, comencé a besar su cuello, repartiendo solo besos húmedos, bese y mordí su manzana de Adán y fui a su pecho marcado, lo bese, era tan masculino y bello, cada parte de él me volvía loco.
Comenzó a crear fricción entre nuestros cuerpos, su pantalón se veía cada vez más ajustado y mi miembro comenzaba de igual manera a levantarse por la sensación del áspero pantalón en aquella zona tan sensible, como pude y con el uso de todas mis fueras lo detuve, para colocarme entre sus piernas e hincarme quedando a la altura de su cadera, toque su abdomen marcado y me deleite con los gruñidos y diminutas contracciones de sus músculos buscando contacto, solo esa acción era lo único que necesitaba de él, saber cuánto deseaba mis caricias.
Mis manos fueron a su pantalón soltando su cinturón, desabrochando el botón y bajando el cierre lo más lento posible, pero también tocando de vez en cuando más de la cuenta, Yeol me ayudo bajando sus pantalones, los quitamos junto con sus tenis de marca y así quedo solo en boxes ante mí, eran azul medianoche, se le veían estupendos, pero lo mejor era lo que guardaban, deslice sus bóxer liberando su erección, Yeol me miró fijamente con una sonrisa ligera en el rostro, con los ojos retándome, gira la visera de la gorra que yo aún portaba dejándola hacia atrás y me incline besando la punta de su miembro erecto.
-Baek… -mi nombre entre gruñidos era la cosa más caliente que podía existir, y saliendo de labios de Chan lo eran aún más, eso me dio suficiente valor, comencé a estimularlo con la lengua, besando húmedamente lo que podía, saboreando como si de una paleta se tratase, mordiendo ligeramente como si de una copa de vino se tratase, pude sentir las manos del gigante en la gorra y de ahí marco el ritmo que considero el adecuado parar él, follaba mi boca, lo hacía sin ningún cuidado, pero no me molestaba, me gustaba, me gustaba que el tomara mi cuerpo.
-Baekyun... -y se corrió en mi boca, pero sus manos fueron a mi garganta apretándola entre sus grandes manos, evitando que pudiera pasar, dolía y sentía que no podía respirar, el orgasmo de Yeol fue poderoso, sentí el semen húmedo y caliente en mi boca, incluso un poco caer por la comisura de mis labios Yeol no me dejaba tomarlo, sus manos lo impedían, me sentía ahogar.
Yeol abandono mi boca algunas contracciones del reciente orgasmo se hacían notables en su abdomen, me miro jadeando con los dientes apretados y hablo roncamente.
-Tómalo todo de una sola vez, quiero sentir mi esencia pasar por tu garganta -asentí rápidamente.
Me soltó ligeramente, sus manos aun seguían en mi garganta pero apretándola menos fuerte, cerré mi boca y con los ojos cerrados pase de un solo trago toda la esencia de Yeol, pude sentir la calidez deslizarse por mi garganta como si quemara, y además también pude escuchar mi propia garganta hacer ese sonido al momento de tragar, estaba casi seguro de que el también lo había escuchado, sorprendentemente eso solo me éxito más.
Abrí los ojos y lo mire, en sus ojos la lujuria seguía intacta, pareciera como si solo hubiera crecido más y más en él, me beso, lo hizo desesperadamente tirándome a la cama, comenzó a besar mi cuerpo desnudo lamiendo, chupando, mordiendo.
-Yeol, solo una vez por noche -las palabras salieron de mi garganta lastimando mi corazón, gire mi rostro y coloque mis manos en su pecho intentando separarlo.
-Aun no has terminado tú Baek -mis ojos se sintieron arder... aun le importaba aquello.
-El servicio es para ti, no para mí -no podía perder más el control, no debía.
-Pues tendrás que soportarme por más tiempo hoy, porque por ti, pague toda la noche, eres mío Baekyun, eres mío por toda esta noche y no pienso desaprovecharla.
-Chanyeol...
Las palabras que tenía que decir murieron lentamente en mi garganta, mi gigante, aquel que venía cada dos noches pagando por mis servicios comenzaba a darme el mayor placer de mi vida, pero no era de extrañar, pues yo lo amaba y eso intensificaba las sensaciones de mi cuerpo. La recurrencia con la que comenzó a venir, la forma en que me trataba, todo y cada uno de los detalles que tenía por mí me hacían sentir especial, comencé a un principio a sentir gratitud, nunca ninguno de mis clientes fue tan tierno, hasta que apareció él, que a pesar de hacer uso de mi cuerpo también me trataba delicadamente, así fue como le entregue mi cuerpo, lo entregue completamente, porque solo así lograba sentirme a mano con él, ni todo el dinero del mundo que pudiera darme se comparaba con lo bien que él me hacia sentir, me hacia sentir amado.
Deseaba que algún día Yeol me pidiera dejar este trabajo, pero era una esperanza estúpida, el solo me miraba como un amante, y yo, yo me dejaba consumir por él, yo era destruido por sus propias manos.
Mi corazón duele cada dos días a la hora que él abandona el cuarto y tengo que prepararme para recibir a alguien más, también mi pecho duele al saber las cantidades exorbitantes que paga por estar conmigo, por pasar toda la noche junto a mí, ahora lo hacía más constantemente, ahora yo casi no tengo clientes nuevos pues el poco tiempo que tengo libre Yeol lo paga para estar conmigo.
Lo paga y eso me duele, no quiero su dinero, no quiero el mejor orgasmo de mi maldita vida, lo quiero a él, quiero a Chanyeol por el resto de mi vida, pero eso, eso es imposible.
-Baekyun, eres mío -besa mi cuello y besa aquel collar, aquel que uso por todos los días, por todas las noches incluso con otros clientes. Aquel regalo que me dio al mes de conocernos y frecuentarnos, una hermosa letra C símbolo de su nombre, símbolo de pertenencia, porque si, él tiene razón.
-Soy tuyo Chanyeol, soy completamente tuyo.
-Te deseo y te quiero Baek -mi corazón llora.
-Tómame Yeol, yo también te quiero -cuando menos lo noto ya me tiene de espaldas a él sobre la cama, Yeol besa mi espalda, la muerde haciéndome gemir, tomando todo de mí, robándolo.
Pero las palabras que quisiera decir no son solo un te quiero, mi verdad esta oculta, oculta en lo más profundo, le amo, amo a Chanyeol pero él no hace sencillas las cosas, toma todo, me lo roba, es todo tan tierno, ¿A caso me extraña? ¿Acaso me ama? ¿Tanto me desea? O ¿Solo me ve como su amante? Ya no queda nada de mí, nada, solo esas malditas dudas.
Chanyeol… No te bastó con tener mi cuerpo, también te llevaste mi alma.