Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Después de un beso... ¿qué pasa? por Haruka Eastwood

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes de Kuroshitsuji son propiedad de Yana Toboso - sama y la historia es cien por ciento mía ♥

Notas del capitulo:

¡Espero que les guste!

Titulo: Después de un beso… ¿qué pasa?

Resumen: “Tan solo déjate seducir por el demonio en esta noche sin luna, sumérgete en el pecado de sus labios y goza del placer de su cuerpo… Shhhh no hagas ruido y permíteme enseñarte la sinfonía de sus gemidos al compas de su danza de amor… ¿me dejaras?”

Categoría: Kuroshitsuji

Clasificación: Mayores de 16 años

Género: Romance.

Advertencias: Lemon

N° Capítulos: Único.

Por: Haruka Eastwood

~ * o0O0o ♦ o0O0o * ~

Después de un beso… ¿qué pasa?

Capítulo único: Tus labios

“Tan solo déjate seducir por el demonio en esta noche sin luna, sumérgete en el pecado de sus labios y goza del placer de su cuerpo…”

Dirijo mí vista hacia la ventana observando una profunda oscuridad, envolvente y aterradora, porque hoy, la luna ha decidido abandonar su lugar en el firmamento para dar pasó al excitante juego del demonio, cautivándote y seduciéndote. Como es nuestra costumbre cada luna nueva.

Siendo sinceros, no recuerdo como es que comenzó, solo sé que ya no lo puedo detener, tampoco es que quiera hacerlo, simplemente he creado un acuerdo que me sentencio al pecado sin siquiera saberlo, al menos eso quiero creer. Rete al demonio y afrontare las consecuencias, aunque estas sean morbosas, cuyo único propósito es satisfacer sus deseos carnales, aunque actualmente ya no sé quien satisface a quien.

Por un momento mi mente divago en «el principio de toda esta locura». Ansió recordar, sin embargo no puedo por más que lo intento, lo peor de todo es que no tiene caso hacerlo, igualmente este juego no se detendrá... estoy atrapado, sumergido y cautivado, tanto que he llegado a disfrutar cada “sesión”.

Noto que mi respiración es demasiado agitada, mi pecho sube y baja de manera casi desesperante para intentar llenar de oxigeno mis pulmones, lo cual es absurdo ya que puedo permanecer horas sin respirar, pero no ahorita, no con él haciéndome eso… me muerdo el labio inferior con tanta fuerza que lo hago sangrar. Inútilmente intento acallar mis sonoros gemidos, mientras aprieto las sabanas entre mis puños fuertemente.

Pero no puedo estar callado cuando sus estocadas son cada vez más profundas y certeras, con un ritmo malditamente rápido y delicioso… siento que me desmayo del placer, que mi cuerpo está en el límite del éxtasis, mientras estoy a nada de llegar al séptimo cielo con cada fuerte arremetida. Sus caderas se mueven con ahínco, provocando un vulgar sonido cuando sus testículos chocan contra mi trasero en un plac-plac constante.

—Di mi nombre —susurra con ese venenoso tono de voz aterciopelado y seductor sobre mi oído, mientras lo lame lascivamente; logro sentir a la perfección su mentolado aliento que me eriza la piel por completo.

—Idiota —articulo entre gemidos.

Me desespera su odiosa risilla de burla y socarronería, junto con aquella sonrisa ladina que me calienta más de lo que ya estoy. Intento mirarle y sus escarlatas ojos se topan con los míos, es como si me quisiera provocar e incitar. Me reta de manera silenciosa, por lo que le dedico una mirada de superioridad.

—B-Bocchan es un niño travieso.

Ahí está otra vez esa maldita sonrisa lujuriosa que acompaño su ultima frese, han pasado siglos desde que estamos juntos y en momentos como este para él «siempre soy un niño», uno travieso, rebelde o problemático. Clavo mi mirada en esos ojos que me miran altivos y atentos a mi respuesta, pero no le daré el privilegió de verme a mí, Ciel Phantomhive, sucumbir ante su juego de caricias y placer desbordante.

—Ni… lo sueñes…  —logro decir entre jadeos…

Me siento humillado ante este demonio que logra obtener mi cuerpo como si de un dulce se tratara, que me mancilla a su antojo y me toma como lo haría con una vulgar ramera para saciar su deseo carnal y una vez conforme se larga sin mediar palabra alguna, tampoco es como si esperara una frase dulce provenir de los labios de un ser de la obscuridad. Sebastián es alguien sanguinario y sádico, por lo que las palabras de amor no van con él… lástima que tampoco conmigo.

Él me hace jadear y gritar como a una cualquiera, más nunca logra que le llame por su nombre, «un perro muy mal educado» al tratar de provocar a su amo, cuando todo lo que debe hacer es callar y obedecer sin rechistar. Aun así él desnuda mi alma, mi sentir, junto con mi cuerpo. Me lleva a los límites de la cordura misma y me sumerge en el mar de la lujuria, una lujuria infinita, desbordante y deliciosa que me hace arrastrarme por placer. Desea verme suplicar por más con un tono lastimero y vergonzoso, sabe que lo deseo, que lo necesito, sin embargo no se lo pediré. Aun no he caído tan bajo.

A manera de tortura sus estocadas se vuelven lentas y pacificas, logrando mi desespero, mas no pienso suplicar por su maldito placer, ni por sus caricias, ¡por nada! Es lo que quiere, pero no lo hare. El maldito me desespera, deseo sentirle, más profundo, más adentro y más fuerte, quiero que dé en ese punto tan delicioso y que me haga delirar, arquearme y estremecerme.

—¡Aaah!~ —él maldito me hace gemir al masturbarme con rudeza. Siento aquellas caricias tortuosas junto al camino de besos ensalivados por mi espalda que me hacen vibrar y jadear.

—Veo que mi bocchan sigue tan quisquilloso como siempre… tal vez deba ponerme “travieso” —me falta al respeto con cada maldita frase, pero ahora sé lo que para este demonio significa “travieso” por lo que le miro con ¿odio?... no, es más bien reproche y enfado.

—Ngh… estúpido demonio… ¡Pervertido!~

Siento aquel gran miembro salir rápidamente de mi interior, aquel palpitante e imperial sexo que posee, que me desgarra con cada entrega, que me llena y me satisface y que también me deja inconsciente por aquel «placer indiscriminado», provocando que cada gramo de energía en mi cuerpo se esfume cuando ha terminado de utilizarme, obligándome a dormir profundamente como lo haría cualquier humano insignificante

Caigo recostado boca abajo sobre la cama, jadeante, sudoroso y aun excitado, pero tan solo cierro los ojos y me dejo hacer, quedo a merced de los impúdicos actos de este, mi demonio y mi amante.

Con pereza me giro hasta quedar sobre mi espalda en aquella enorme cama, observando cómo lentamente él se acerca hasta mí, frotando su cuerpo con el mío en el proceso, quedando su rostro a escasos centímetros del mío. Observando atentamente cada gesto por muy mínimo que sea.

—Me llama a mi pervertido, pero sus gritos y jadeos de placer me dicen que lo disfruta tanto como yo… bocchan —inútilmente intenta normalizar su respiración mientras su frente esta perlada por el sudor y aquellos cabellos azabaches se adhieren tan sensualmente a su rostro.

Intento evadir su mirada pero bruscamente toma mi rostro arrebatándome un candente beso, profanando mi cavidad con descaro, haciendo que nuestras lenguas se entrelacen y jueguen, moviéndose al ritmo de aquella danza erótica que intento corresponder torpemente… no sé cuantos años lleva este estúpido acuerdo. Probablemente más de un siglo, puede que menos, y a pesar de que mi cuerpo ha sido poseído por él infinidad de veces «esta es la primera vez que nuestros labios se juntan»

¿Por qué? Ni siquiera yo lo sé, tal vez y solo tal vez un beso significaba romper la barrera que nos ha unido, porque ahora ya no somos amo-mayordomo, en un instante nos hemos convertido en Sebastián y Ciel… tan solo eso, no hay más. Porque un beso era el límite de nuestro escudo de indiferencia y frialdad, un escudo que ninguno de los dos se atrevía a quitar.

—S-Sebastián… —susurre tras aquel dulce, suave y excitante contacto… después de jugar durante todos estos años, por primera vez de mis labios sale su nombre a la hora de entregarme.

—C-Ciel… —susurra en aquel mismo tono de duda que yo…

Solo sé que algo ha cambiado… no tengo idea de que fue, pero aun tengo una eternidad para descubrirlo, así que por primera vez nos dedicamos una verdadera sonrisa para repetir aquel contacto denominado besar

Vuelvo a posar mi vista sobre la ventana por unos segundos… «parece que hoy no dormiré».

~ * o0O0o ♦ o0O0o * ~

Fin

Notas finales:

Muchas gracias por leer. Espero que les haya gustado, yo me despido y les deseo un excelente día/tarde/noche. 

Haruka Eastwood


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).