Se empezaron a escuchar murmullos de todos lados. Murmullos que tuvieron que callar todos los profesores y el director.
Astoria Gress tuvo que tironear de su mejor amiga ya que se había quedado petrificado al escuchar tremenda noticia. Bueno era mejor eso que tenerla chillando durante horas.
Miaya como buena Slytherin que era puso su mejor cara de arrepentimiento falsa y se excuso sin lamentarlo nada. La chiquilla se lo merecía.
Dumbledore disimulo como pudo sus ganas de reír. Miaya nunca cambiaria, seguía teniendo el mismo carácter explosivo. Era muy interesante. Ella siempre aparecía con sorpresas.
Harry solamente atino a reírse. Por primera vez alguien le cerraba la boca a esa loca.
“Draco es mío” pensó Harry.
Puso los ojos como platos ante ese pensamiento ¡¿Qué diablos?! ¿Por qué lo llamaba Draco? ¿Por qué decía que era suyo? ¿Por qué deseaba levantarse en ese momento, ir hasta donde estaba Draco y besarlo, para mostrarle a Parkinson que le pertenecía?
¡Aaaahh! Esto era una pesadilla.
“Pero Draco no es feo y a demás hasta ahora no te ha dicho nada” dijo una vocecita en su cabeza “Muchas personas desearían estar en tu lugar y a ti jamás te fue indiferente”
Harry tenía ganas de golpearse la cabeza. Seguramente todo esto era un efecto secundario de lo que sucedió con Malfoy. Si, tenía que ser eso.
-¡Harry!- grito Hermione para llamar la atencion de Harry.
Harry ante esto se toco un oído y soltó un quejido.
-¿Qué sucede, Mione?- murmuro Harry.
-Te estaba diciendo que es extraño que la tía de Malfoy esté aquí en Hogwarts, ni siquiera sabía que tenía una tia y además luce muy joven-dijo Hermione. Ella tenía que ver de qué se trataba todo esto.
-Seguramente hizo un pacto con el Demonio, después de todo estamos hablando de la familia Malfoy-dijo Ron uniéndose a la conversación.
-¡Ronald! Que sea una Malfoy no significa que sea igual-le recrimino Hermione.
-¡Pero viste como le hablo a Parkinson! Es obvio que es igual al resto de su familia, se cree mejor que todos- le contesto Ron.
-Pero que conste que Parkinson no es ninguna santa, además, Miaya no es mala-dijo Harry.
Ante lo dicho los dos Griffindor giraron sus cabezas para mirar boquiabiertos a su amigo.
-¿La conoces?-le preguntaron los Griffindor a Harry.
-Es parte de lo que luego debo contarles- dijo solamente Harry.
-Uff, compadre, ya me estoy preocupando-dijo Ron.
Harry solamente pudo darle la razón a su mejor amigo.
********
Despues de que los alumnos de primero fueran seleccionados a sus respectivas casas Dumbledore dijo unas palabras y apareció la cena.
Ron empezó a devorar todo lo que estaba a su alcance siendo observado críticamente por Hermione, mientras que Harry intentaba que su primer bocado pasara por su garganta. Sin mucho éxito.
Esto era todo culpa de Malfoy. Con la noticia que había recibido hace unas horas su apetito había desaparecido, y parecía que no iba regresar en lo que restaba del día.
Harry solamente pudo maldecir su divina suerte.
En otra mesa totalmente diferente a la alborotada mesa de los griffindor un rubio miraba con lastima la cara lastimera de su pareja. Se veía tan lindo incluso con un aura deprimente a su alrededor.
Despejo esa última idea de su mente, no importaba lo bello se viera el otro, sino que él estaba deprimido por alguna razón. Era la tarea de Draco arreglar ese detalle.
El tenia varias ideas para quitarle esa aura tan deprimente y muchas de esas seguramente serían desaprobadas por su tía, pero no le importaba ella no está cada segundo del día con él y cuando eso pasara Draco se divertiría.
Mia miro intensamente a Draco con una pizca de gracia en sus ojos.
Ella sabía por dónde iba el pensamiento de su sobrino, después de todo ella también era una Malfoy y en su tiempo había sido una maldita pervertida, pero no podía permitirle el mismo lujo a su Dragón después de todo no estaban tratando con cualquier Griffindor, se trataba de un Potter.
De manera involuntaria tubo un escalofrió de tan solo pensarlo.
James Potter fue una pesadilla viviente para todos los profesores y prefectos en su época. Ella lo vivió de primera mano, ya que ella era prefecto en dicha época. Más de una vez ella fuera de sí tuvo que “tomar justicia por mano propia” por una de las bromas de los Merodeadores.
Miro al joven ojiverde que tenía un aura depresiva a su alrededor y parecía estar meditando si se clavaba el cuchillo tenia la mano. La rubia no supo si sentirse triste o divertida por la imagen.
Su sobrino parecía que se iba lanzar sobre él en cualquier momento lo que la hizo pensar que tal vez el tenia por ahí una vena sadica, ya que ella no venia nada erótico que la pareja de su sobrino se comportara como un emo suicida.
Se encogió de hombros. No era la cosa más rara que había visto en el año así que no lo veía problemático.
Ahora lo más importante era abastecer su reserva de vitaminas, proteínas y carbohidratos. Además de hacer que Draco comiera algo si no quería hacer un papelón.
Miaya le manoteo una bandeja de salchichas a un chico, que se la quedo mirando mal ante esto, se sirvió un par y le devolvió la bandeja al joven si mirarlo siquiera. ¿Qué culpa tenia ella de que él estuviera sosteniendo por demasiado tiempo la bandejas con SUS salchichas? Ella también debía alimentarse.
Tomo un sándwich de pavo que estaba enfrente de su plato y golpeo con el suavemente los labios de su sobrino hasta que el descendió de sus sueños y volteo a verla completamente enojado.
-¿Qué diantres te sucede?- murmuro Draco mientras agarra una servilleta y se limpiaba los labios.
-Se te estaba cayendo la baba de tanto mirar a Potter y no estás comiendo nada-dijo Miaya.
-¡Yo no babeo!-Chillo Draco.
-Si lo hiciste-dijo Mia mientras empezaba a comer.
-No lo hice-le gritoneo enojado.
Miaya no le prestó atención, no contestaba a nadie mientras comía, ya que significaba dejar de prestarle atención a lo más importante que hacía en ese momento, que era comer. Eso significaba que se empezaría a estresar y eso quería decir que su metabolismo iba a decaer y si su metabolismo decaía su alimento no se procesaría tan rápido como normalmente lo hace. En resumen si no comía calladita, se estresaría y engordaría. Ella no conocía un Malfoy que fuera gordo.
Mientras masticaba su última salchicha le puso en la boca el sándwich para que se callara de una vez.
El efecto fue instantáneo. Draco mastico y trago ya que se sino se atragantaría.
Comió tranquilamente el resto del sándwich, no sin dejar de enviarle miradas furtivas cargadas de enojo a su tía.
Era completamente indignante que ella lo estuviera tratando como a un crio cualquiera.
Los postres aparecieron rápidamente y antes de que cualquiera se diera cuenta Miaya ya había tomado todas las barras de chocolate que había en la mesa y las estaba metiendo en un bolso que ella tenía escondido.
Todos los que estaban cerca de ella la miraron consternados.
-¿QUE MIRAN?-les gritoneo ella mientras mordisqueaba un regaliz.
Todos volvieron a lo que hacían inmediatamente. Nadie que tuviera bastante cerebro se metería con un Malfoy, eso cualquiera lo sabía.
-Y después dicen que yo soy el malhumorado –murmuro Draco por lo bajito.
Miaya lo dejo pasar, por el momento.
*******
Miaya se lanzo exhausta a un sillón del despacho del director mientras los demás se sentaban en las sillas que estaban enfrente del escritor del director.
El cuento iba para largo, ósea que era mejor que se pusiera cómoda.
Los únicos que se la quedaron viendo fueron dos niños de la casa Griffindor, una chica castaña y un chico pelirrojo. Seguramente eran cercanos a Harry, ya que parecían muy unidos durante la cena.
-Bueno para los que no se conocen. Miaya estos aquí presente son Ronald Weasley y Hermione Granger, son los mejor amigos de Harry. Sr Weasley, Srita Granger ella es Miaya Malfoy, es la tia del Sr Malfoy- dijo Dumbledore señalándolos respectivamente.
La rubia agito su mano desde el sillón desganadamente a modo de saludo.
Ya había aceptado la idea de que iba convivir muy de cerca con los demás Griffindor.
Ron y Hermione asintieron a modo de saludo.
-Bueno ustedes están aquí ya que como esta siempre alrededor del señor Potter tiene que estar enterados de la nueva… ¡ejem!… situación- dijo el Director sin saber como explicar lo que estaba sucediendo.
-¿A qué se refiere y que tienen que ver con todo esto los Malfoy, director?-dijo Hermione intenta ver como se podía conectar todo esto.
-Mi parte Veela escogía a Potter como mi pareja-dijo Draco desde un rincón con los brazos cruzados.
Hermione se quedo callada e hizo su típico gesto de “ya- lo-sabia”
En cambio Ron, bueno, digamos que él no se lo tomo tan bien como Hermione. Parecía una estatua. Pero unos instantes después para el desconcierto de muchos empezó a retorcerse de la risa.
-E-enserio qu-que buena broma-dijo Ron mientras intentaba recuperarse.
-No es ninguna broma Sr Weasley. Draco en verdad es un Veela, el primer sumiso desde hace muchos siglos en la familia-dijo Mia mirando distraídamente sus uñas.
Se podía ver claramente como pasaban lentamente las emociones de Ron en su cara. Confusión, comprensión, terror, odio, rabia, confusión otra vez, alegría, diversión.
Todos, si señores, TODOS, incluso Dumbledore quedaron confundidos ante la notaria cara de felicidad del pelirrojos.
-Ron, amigo ¿Qué sucede?-pregunto Harry. Le resulto extraño ya que pensó que su amigo se podría a gritonearle a Draco.
Ron le sonrió ampliamente como respuesta y ante esto Harry lo miro preocupado.
-Es que acaso no lo comprenden. Malfoy es un sumiso eso significa que él será el que este abajo y el será el que quede embarazado-dijo Ron efusivamente como si estuviera dando la mejor noticia de toda la vida.
Hermione se cubrió el rostro con ambas manos mientras negaba lentamente al ver la estúpida razón de la felicidad de su amigo.
Los dos Malfoy se comportaron de manera distinta, Miaya pataleo fuertemente mientras se revolcaba de la risa en el sillón, mientras que Draco miraba con el seño fruncido a Ron.
Juraba que se vengaría en algún momento aunque obviamente lo haría sin que Harry se enterara de nada.
-Bueno regresemos al tema que estábamos hablando. Según la tradición Harry y Draco tienen que vivir juntos ya que la Veela no se sentiría contenta si su pareja no está con él durante mucho tiempo. Además que se necesita la ayuda de las personas cercanas a ambas partes para vigilar que no haya interrupciones indeseadas durante la etapa del cortejo-dijo Dumbledore.
-Director ¿A qué se refiere con interrupciones indeseadas?-pregunto Hermione.
-Bueno siempre sucede que durante la etapa del cortejo alguno que otro admirador de alguna de la parte y esa persona causa problemas en la relación. Además de que es bastante común de que la familia de la Veela sea la que soluciones esos problemas y déjenme decirles que algunos familiares son muy creativos- dijo Dumbledore esto último mirando fijamente a cierta rubia.
-Tomare eso como un alago, Director-dijo una sonriente rubia desde el sillón.
-¿Cuándo se empieza a considera que alguien es una interrupción indeseada?-pregunto Harry temeroso de lo que le podría ocurrir a sus otros amigos.
-Muy sencillo, querido. Cuando hace algo que podría afectar en la relación, como por ejemplo coquetearle de manera evidente a alguna de la partes. Además no es como si esa persona fuera trata de manera muy dura solamente le advertimos que deje de comportarse de esa manera- dijo Miaya intentando calmar al oji-verde.
Ante esto Harry se calmo, pensado ingenuamente que a esa persona solamente le darían una pequeña charla.
Bueno, a veces era mejor ser ingenuo.
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