Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Whiplash: my idol, my pet por YasuAmaya

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Para ser honesta, escribí esto por impulso. Simplemente, ¡no pude evitarlo! Necesitaba escribir algo y esto fue lo que salió.

No sé cómo irá avanzando la historia. Espero que sea emocionante y entretenido tanto para ustedes como para mí.

 

Veamos qué vendrá a medida que avancen los capítulos...

Notas del capitulo:

¡Bienvenidos a un nuevo fic de Yasu!

M: eh... ¿No deberías estar estudiando? Tenés examen el miércoles.

Y: eso creo... ¡Pero necesitaba escribir esto! Btw, soy Yasu.

M: y yo soy Miku-conciencia... Ah... Hoy Takuya y Yui no pueden venir tampoco porque no tenían ganas (?)

Y: ah... Bien... Eh... Bueno... Este es mi nuevo fic... Sí, ya sé que debería terminar los que ya tengo empezados... ¡Pero no puedo!

M: no llega la inspiración para esos fics.

Y: pero cuando llegue, van a amar las contis (espero). Bueno, este fic es raro... Me inspiré en algo que hablé con Miru XD Y así salió.

M: es curioso que hayas escrito este capítulo mientras escuchabas FEMM...

Y: creo saber porqué lo decís XD En fin... No hay mucho más para decir... ¡A leer!

M: ¡Primer capítulo de Whiplash: my idol, my pet!

Toda mi vida he sido muy tímido. Cuando era pequeño y los adultos me saludaban en la calle, mi cara se ponía roja, bajaba la mirada y me escondía detrás de mi madre, quien se disculpaba con un “Es bastante tímido, pero es un buen niño” y una risita. Santa mujer que me ha salvado en más de una oportunidad a lo largo de los años. Es una lástima que ya ni sepa absolutamente nada sobre ella. Desde que dejé la casa de mis padres con tan solo diecisiete años, contadas con una sola mano son las veces en que he tenido oportunidad de hablar con ellos. ¿Seguirán viviendo en la misma casa que recuerdo? ¿Mi habitación estará igual que siempre o la convirtieron en un depósito para cosas “que tal vez algún día podríamos llegar a necesitar, pero todos sabemos que son basura”? ¿Me recordarán?

 

Esa es una pregunta que asecha mi mente apenas abro los ojos, todos los días. Pero no me refiero a mis padres solamente. ¿La gente me recordará en un par de años? ¿De qué manera lo harán? Ser olvidado es como morir, aun si permaneciera con vida.

 

Una vez, hace ya mucho tiempo, leí en un cómic –creo que era coreano– algo que decía más o menos así: “Por más que los hombres no vivan siquiera cien años, en este breve tiempo, logran transmitir su esencia a los propios hijos. A través de la piel, las venas, la respiración y el latido del corazón de sus hijos renacen y viven dentro de ellos, y luego en los hijos de sus hijos. Es así que los hombres alcanzan la inmortalidad sin abandonar nunca a sus seres queridos”. Bonito, ¿no? Mas no es algo que vaya a ocurrir conmigo.

 

Ser padre no es algo que se me haya cruzado por la mente jamás, ni siquiera casarme. Es decir, pasar el resto de mi vida junto a una sola persona y, además, traer vida a este mundo que cada día me hace perder esperanzas, no es algo que quiera hacer. Si puedo ahorrarle a un simple ser la amargura de vivir en este mundo, lo haré; no soy de corazón tan frío, después de todo. Pero, ¿casarme? ¡Ni soñando! Soy demasiado para una sola persona. Me conformaré con alguna acompañante ocasional que me satisfaga, sin tanto papeleo y discusiones. Así será el resto de mi vida. Si necesito a alguien más, entonces compraré una mascota.

 

Los animales siempre me han gustado. Son muy bonitos, en especial los perros y los gatos. Aunque ya hace mucho tiempo he tenido uno. Aún no supero la partida de mi fiel compañero Hiro, que en paz descanse en el paraíso canino. ¿Qué clase de vida tendrás ahora, amigo mío? ¿Podré volver a verte algún día? Yo espero, y confío, que sí. Aunque tuviera “miles de amigos” humanos, nadie lograba entenderme tan bien como tú lo hacías. Bastaba solo tu mirada para que yo comprendiera, y mi frío corazón se derritiera por tu ternura tan pura y angelical. ¡En verdad te extraño! Ya nada es igual sin ti.

 

Creerán que soy un exagerado por pensar así de mi difunta mascota, pero es que Hiro, más que un perro, era mi mejor amigo. Solo podía mostrar mi verdadera forma de ser, mi timidez, mis dudas, miedos, todo mi yo débil y frágil frente a Hiro. Él no me juzgaba, y si hacía algo malo, él me miraba como diciendo “No eres perfecto, no te aflijas tanto. Yo te quiero igual”. ¿¿¿Cómo resistirse a eso???

 

A veces pienso que me gustaría haber sido un perro o un gato, ellos parecen llevar una buena vida. Solo duermen, comen, juegan, y reciben mucho cariño. ¿A quién no le gusta eso? ¿Dónde tengo que firmar para poder llevar ese estilo de vida?

 

¿A qué me dedico? Pues, ¿me creerán si les digo que soy el máximo ídolo masculino de todo Japón en la actualidad? Dicho así, suena muy simple, lo sé. Pero no puedo comenzar a sacar a relucir todas mis dotes y mis habilidades infinitas. Soy guapo, atlético, canto, bailo, y, con práctica, puedo actuar. Miles de mujeres pagarían una fortuna y venderían su alma al “Innombrable” para pasar una noche conmigo. Cientos y cientos de hombres desearían ser yo, e incluso me admiran y envidian. Soy muy querido, idolatrado y respetado en mi país. ¡Podría decirse que soy el orgullo de esta tierra que me ha visto nacer!

 

No hay nadie que no conozca mi nombre.

 

—¡¡Estúpido!! ¡¡Levántate ahora mismo!!

 

Esa voz, ¡esa insoportable voz que me despierta todas las mañanas!, es mi queridísima y mejor amiga de toda la vida: Emily. Ella es casi como mi hermana, así que vive regañándome, pero solo porque me quiere. Y obviamente, yo a ella. Aunque les parezca extraño, es la única mujer con la cual me siento realmente cómodo y aun así no deseo avanzar más con ella. Como he dicho, es como mi hermanita. Era mi vecina cuando éramos niños, así que jugábamos mucho, y por esas cosas de la vida, terminó siendo mi representante.

 

—Nnh…— me quejó, mientras me cubro la cabeza con mi almohada— Ahora no quiero.

—Pues lo siento. Tenemos muchas cosas por hacer hoy, y ya vamos media hora retrasados. Así que levanta tu trasero y comienza a alistarte.

—Cancela todas mis citas de hoy— le digo, junto con un bostezo—. No tengo ganas de salir de aquí, y creo que me quedaré así todo el día.

—Nada de eso, muchachito— me toma de la pierna izquierda—. No dejaré que arruines tu carrera por pereza— y me jala, hasta hacerme caer de la cama.

—Auch…— le lanzo mi mejor mirada asesina a mi castaña amiga.

—Tú te lo buscaste— pero mi mirada no tiene efecto en ella; creo que la mía no se compara con la suya. Me asusta—. Ve a prepararte. Tenemos un desayuno con Sano. Ya sabes que no debemos hacerlo esperar— me levanto del piso, rascando mi cabeza y despeinando aún más mi cabellera rubia.

—Sí, sí…— bostezo— Dame unos quince minutos para una ducha rápida.

—De acuerdo. Pero solo quince. Si te retrasas un solo segundo, te sacaré del baño yo misma y te llevaré hasta el lugar acordado con Sano estando tú desnudo.

—Trato hecho.

—Te dejaré la ropa lista. Ahora, desaparece de mi vista.

 

Aunque Emily pueda parecer intimidante y malhumorada, es muy divertida y dulce… A veces me recuerda a mi madre y eso me asusta. Pero es la única amiga que tengo, a decir verdad. No tengo verdaderos amigos. Todas las personas que me rodean son o mentirosos, o hipócritas, o interesados, o todo eso –exceptuando a Emily, claro. Pero no es algo que pueda evitar. A veces debes aprovecharte de esas personas que fingen ser tus amigos, mas hay que procurar tener mucho cuidado con esa gente; un descuido, y pierdes la pulseada. Eso es algo que he aprendido a lo largo de mis treinta años de vida, y mi amiga también lo sabe.

 

La fama tiene un precio, ¿saben? Pero cuando eres un alma perdida en una gris y solitaria ciudad repleta de gente, sin haberle encontrado sentido a tu vida, el elevado costo de la fama no es tan caro, en especial si eres tan cobarde que ni siquiera quieres recurrir al suicidio. Podría decirse que ese es un pequeño resumen de porqué decidí convertirme en un ídolo. Con el tiempo te acostumbras a las fans acosadoras –e incluso puedes sacar algo de ventaja de ellas–, al público en general, a los conductores de programas absurdos de televisión, a ir de un lado a otro con giras, grabaciones, sesiones de fotos y demás; en definitiva, te mantienes bastante ocupado, tanto que hasta te olvidas de lo patética que era tu vida antes.

 

Ya son casi las nueve de la mañana, y me encuentro con Emily yendo a un elegante café, para desayunar con mi productor. Mi chofer personal, Teruki, conduce el auto. No tengo idea de qué vayamos a hablar hoy. Hace ya mucho que he dejado de prestar atención a los demás durante las reuniones; luego Emily me contará todo, como siempre.

 

Suspiro pesadamente.

 

—Wow… Hacía mucho que no suspirabas así— dice mi amiga, sin despegar la vista de su tablet—. ¿Ahora qué tienes?

—Hmm… No lo sé.

—Volviste a dejar la terapia, ¿verdad?

—La psicología no funciona conmigo, Riri.

—Quizá tú no quieras cambiar, y por eso no te funciona— me mira de reojo.

— ¿Crees que no me gustaría cambiar?

—Pues hace dos noches parecías divertirte bastante en aquel bar con la compañía de… ¿Cuántas eran? ¿Cuatro?— vuelvo a suspirar y me cruzo de brazos.  

—No sucedió nada con ninguna de ellas, al final.

— ¿Y estás frustrado por eso? Ay, Haru— suelta una risita—, a veces puedes ser tan infantil.  

—No te rías, Riri. No es gracioso. Además, no me rebajaré para rogarle a ninguna mujer.

—Haces bien— sonríe de medio lado—. Pero no creas que todas las mujeres serán sumisas y harán todo lo que les pidas.

—Lo sé. Tú me enseñaste eso— mi amiga ríe y me revuelve el cabello.

—Es que tú siempre has sido muy tonto. Recuerdo cuando te defendía de los chicos que siempre te andaban molestando.

—Si tu intención era animarme, no lo estás consiguiendo, Emily.

—Ja, ja, ja… No era mi objetivo de todos modos— inflo mis cachetes.

—Eres cruel.

—Así son las cosas, Akiharu.

 

Giro mi rostro, para mirar a través de la ventanilla. Estas calles abarrotadas de vehículos y gente me estresan. A veces pienso que lo mejor hubiese sido quedarme en el campo; allí todo es tranquilo. Pero también puede ser muy aburrido, y yo odio aburrirme.

 

¡De acuerdo, lo admito! ¡Quiero dejar de ser un ídolo! Pero regresar al campo y ser nadie no es algo que quiera hacer. No quiero que luego la gente me diga cosas como “Lo dejaste todo para volver a tener nada. Qué estúpido eres”… La historia de mi vida, básicamente. Por eso no puedo dejar mi carrera en el mundo del entretenimiento. Sí, es divertido. Pero… creo que no fui hecho para esto.

 

—Me gustaría dejar de ser yo…— digo para mí mismo— al menos por un rato.

 

De pronto, se escucha un fuerte sonido, como de la chapa abollándose. Mi cuerpo se siente muy liviano, no entiendo nada de lo que está sucediendo. Hay sangre en la cara de Emily. Los vidrios se han roto. La parte trasera de mi cuello duele como no tienen idea. Creo que mi columna vertebral se ha salido de lugar. ¿Por qué todo va en cámara lenta? ¿Por qué ya no siento nada? ¿Por qué todo está tan oscuro y frío?

 

~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~

 

Los pájaros cantan. De a poco voy recobrando los sentidos. Alguien me está abrazando, alguien con brazos que parecen ser fuertes. Es muy cálido. No quiero abrir los ojos, estoy muy a gusto así. Siento que me están meciendo. Creo que acaba de pasar una persona en bicicleta, haciendo sonar su timbre. De cierta forma, esto me trae recuerdos de cuando aún vivía en el campo.

 

De acuerdo, abriré los ojos para ver dónde estoy.

 

Qué extraño. Alguien me lleva en brazos; parece ser un hombre. Miro al piso y veo sus pies mientras camina. El suelo parece estar muy lejos. Me hace sentir pequeñito. ¿Por qué será que me está cargando? Levanto la cabeza, para mirar hacia arriba, y así lo confirmo: es un hombre, tiene cabello castaño oscuro, casi negro, lleva lentes, y ha comenzado a crecerle la barba. Parece agradable.

 

Me mira.

 

—Oh…— sonríe— Despertaste.

“Eso creo”, le respondo.

 

Un momento… ¿Por qué no oigo mi voz? Estoy seguro que hablé, pero no fue así. En verdad, no miento, intenté responderle. Pero… Esperen… ¿Quién es este sujeto y porqué me tiene en sus brazos?

 

—Ya pronto estaremos en casa— me dice con una sonrisa, y luego acaricia mi cabeza.

“¿Casa? ¿Dónde estamos? ¿Quién eres tú y a dónde me llevas? ¡Escúchame!”. Guau…

 

¿Eso fue lo que creo que fue? ¿Acaso… acabo de ladrar?

 

 

 

"¡Me convertí en perro!".

Notas finales:

M: ¡¿Soy un perro?!

Y: eh... Técnicamente, es el Miku de mi fic. Y sí, es un perro. Yo digo que Miku es un perrito -w-

M: hmm... Ya sé cómo se te ocurrió esto... Bueno, no sé qué decirte.

Y: mejor no digas nada XD ¿Qué les pareció? ¿Es interesante la historia? Sé que ya escribí algo "parecido" a esto durante la semana de Yasu.

M: Kiss the rain.

Y: sí, pero también es muy diferente XD Eh... No sé cuándo vendrá la conti, pero no creo que vaya a tardar mucho. Tal vez en noviembre. Podría usar ese método para publicar, ¿no?

M: no estaría mal, creo.

Y: ¡Entonces vendrá en noviembre! Para estar al tanto, me buscan en Twitter como @YasuA_Y

M: eso fue todo por hoy.

Y: así es. Si gustan, ya saben que los reviewa son siempre bienvenidos. ¡Nos vamos!

M: ¡Cuídense!

Y: bye bye!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).