El viento sopla duramente en las calles y congela a todos a su alrededor, más YiXing esta tan perdido en la música, que no ha sido capaz de ver que JongIn se ha detenido y ahora jadea tirado en el piso, tratando de recuperar el aliento. Por su parte, YiXing sigue moviendo sus piernas con gracia, manteniendo el ritmo de la melodía que flotaba en el estudio. Tan pronto las notas dejaron de hacer eco en su cabeza, se dejó caer de rodillas y se llevó la mano a la frente para retirar el húmedo cabello que ahí se adhería a su piel por el sudor.
Respirando con dificultad se encontró con los ojos cerrados, apoyando una de sus manos en el suelo para sostenerse y no irse de boca, aunque en ese momento le sonaba bastante tentadora la idea de recostarse contra la fría madera sobre la cual baila día con día. En cambio, no quería llevarse un gran golpe por dejarse caer y dar de cara contra el pulido puso.
—Es hora de tomar un descanso— declaró, sin darse cuenta de que la respiración de JongIn era la de quien se ha quedado dormido tras un día de arduo trabajo y no le podía importar menos, aunque el joven era su amigo y compañero de baile, estaba demasiado cansado como para preocuparse por alguien que no fue sí mismo yendo de cara contra el piso en ese preciso momento, que aunque trato de meter las manos, estás solo le ayudaron para no llevarse un buen golpe en la nariz.
Entonces sus pensamientos empezaron a nublar su la capacidad de razonar, orillando a rendirse y caer rendido en las estelas del cansancio, quedandose dormido en el piso, al igual que su colega.
Cuando abrió sus ojos se encontró con un par de profundos ojos color café oscuros, casi negros, los cuales estaban llenos de preocupación. Dió un respingo y casi saltó, asustado ante la posibilidad de que un extraño haya entrado en su estudio de baile. Se sentía perdido, un poco mareado, la cabeza le daba vueltas y le costaba trabajo enfocar la vista, casi seguro de que iba a darle un colapso por cansancio.
—Oye ¿estás bien?— un melodiosa y preocupada voz le preguntó, provocando que enfocara la vista en la persona frente a él, girando la cabeza tan rápido que se provocó un nuevo y más marcado mareo. —No luces bien— suspiró la otra voz, antes de que una textura suave le rozó la frente, toque que reconoció como el de una fría y reconfortante mano. —Kai, tu amigo comienza a asustarme, no dice nada pero no tiene fiebre ¿Acaso es mudo?
—Él no es mudo, idiota— aseguro una voz que pronto reconoció, dándole un poco de alivio al saber que no era un desconocido. Quizás un amigo de KyungSoo, el novio de JongIn.
—Ey, no me ofendas… Yo solo quería asegurarme de que él estaba bien, parece como que esta a punto de vomitar.
—Oh no, eso no— exclamó JongIn, yendo rápido hacia YiXing para ayudarlo a levantarse. Grave error, pronto YiXing estaba en el piso sobre JongIn, quien maldijo en voz baja. —Joder Lay, te dije que no te sobre cargaras o volverías a ver estrellitas y vomitar, y jodido sea el pendejo de tu novio por no pararte por un día y meterte en la cama para follarte hasta que pierdas el conocimiento, que es lo que tú necesitas para quemar toda esa energía que tienes, no gastandola como la gasta en estas cosas…
La verdad fue que YiXing dejó de pillar todo lo que su amigo le decía después de que hablo sobre follar y su novio, si, definitivamente eso le hacía falta. Tener relaciones sexuales con su pareja estaría bien, quizás llegando a su casa y después de que haya descansado y comido algo, atacaría a JoonMyeon y lo ataría a la cama si eso llegase a ser necesario.
—Para tu tren, bobo, no ves que YiXing ni te esta haciendo caso— ahí estaba de nuevo la voz de KyungSoo, tan reconfortante y suave cuando era necesaria. Y YiXing alaba que ese pequeño sujeto fuera capaz de frenar el sermón de JongIn para con él, porque estaba bastante cansado como para prestarle atención o algo por el estilo.
—Sólo dame un respiro, siento como si la cabeza me fuera a estallar— después de decir eso, YiXing se volvió a perder en la bruma en su mente y se quedó dormido en un instante.
Lo siguiente que supo, fue que estaba despertando en su cama con un horrendo dolor corporal y malestar general, lo último que le faltaba, enfermarse en plena temporada otoñal.
Suspiró poniéndose en pie, se colocó su bata sobre la pijama y fue hacia la cocina, necesitaba agua y alimentos, estaba tan hambriento que podría comerse todo lo que hubiera en la nevera.
Una vez que se sintió mejor, decidió comprobar si tenía mensajes y llamar a JongIn para darle las gracias por lo de la noche anterior, estaba seguro de que su amigo lo había llevado hasta su casa y le había colocado el pijama.
Comprobó mensaje por mensaje, encontrándose con algunos de LuHan, otros de YiFan y otro de JongIn, pero nada de JoonMyeon, al parecer su novio estaba bastante ocupado otra vez. Como si eso lo fuera a sorprender, su pareja estaba bastante ocupado como para tener tiempo para él, y eso realmente no le importaba o eso creía.
Sin darle vueltas al asunto, respondió a cada uno de los mensajes y cuando hubo terminado, llamó a JongIn. Cuando iba por el segundo tono, su amigo atendió, su voz somnolienta y llena de cansancio.
—Diga.
—JongIn, soy YiXing, sólo quería darte las gracias por lo de ayer.
—No hay de que, amigo.
—Claro que lo hay, fue un gran detalle el cambiarme la ropa sudada y meterme a la cama, te juro que lo aprecio bastante.
Entonces se hizo el silencio y YiXing comenzó a preguntarse si no debio haber sacado eso a colación. Sin embargo, por su mente nunca pasó la idea de que JongIn no hubiese sido quien lo hizo.
—No fui yo quien hizo eso, de hecho, tampoco fui quien te llevo a casa y lamento decirte esto por teléfono, pero un desconocido se preocupa más por ti que el bastardo de JoonMyeon.
Rayos, no era necesaria tanta maldad y ambos bailarines lo sabían.
—No necesitas hacerme saber lo obvio, pero gracias por tirarme alcohol en la herida hombre.
La voz de YiXing sonaba herida y JongIn se maldecía por provocarle tal dolor a su amigo, sin embargo, lo aprecia lo suficiente como para dejarlo hundirse con su “relación estable y de ensueño” con el bastardo ese, que jamás se aparecía por la casa de YiXing a menos de que fuera muy necesaria su visita.
—Lamento sonar como un bastardo, pero debes recordar la vez que te dije que no iba a dejarte hundir nunca y no lo haré, ni siquiera aunque creas que eres feliz con ello ¿me oíste?
¿Qué si lo había oído? Por supuesto que lo había hecho y cada una de las palabras de su amigo le dolían tanto como le hacían sentir afortunado, afortunado de tener un amigo tan bueno como JongIn y dolido de que su situación era justo como JongIn la describe.
—Este no es un buen tema a tratar por teléfono, porque no nos vemos en un rato y nos unimos a Kris y LuHan en la cafetería de siempre.
—Eso suena bien para mí, nos vemos más tarde.
—Nos vemos.
Y cuando YiXing estaba por colgar, JongIn le disparó una bomba.
—Y fue el mejor amigo de Soo quien te llevo a tu casa anoche— y la línea dejó de funcionar. JongIn le había dejado colgado con un montón de preguntas. La más importante de todas ¿Quién coño es el mejor amigo de Do KyungSoo? Y ¿Por qué no lo conocía?
Un par de horas más tarde, YiXing se encontraba sentado al lado de LuHan, enfrente de YiFan y JongIn. Estaba cerca de ser sermoneado por no cuidar su salud y casi que estaban a punto de castigarlo por ser un niño malo. Patetico.
—Mira YiXing, yo entiendo que no eres un niño y que estas en tu derecho de hacer lo que se te da tu puta gana, pero no me gusta la idea de que tengas un colapsó a causa del trabajo— LuHan trataba de exponer su punto, ya que era su turno para regañar a YiXing.
—Tu novio es un jodido idiota sin huevos, no puedo creer que siquiera haya ido a verte después de que lo llame la noche anterior para avisarle que estabas enfermo— YiXing resoplo, estaba harto de que sus amigos se metieron con JoonMyeon por estar ocupado, no era su culpa que fuera médico y necesitase mucho tiempo para trabajar.
—No es mi madre como para correr asustado a mi casa para comprobar que no tengo nada, carajo ¡Somos una pareja de adultos!— estalló y sus amigos callaron por un momento, dándole una mirada criminal al chico.
—Pero… ¿Ni siquiera una llamada o un mensaje?— cuestionó YiFan, escrutando seriamente con la mirada al otro. —Si hubiera sido mi chico quien hubiese estado en problemas, te juro que habría corrido a su casa para cuidarlo o por lo menos para saber que esta bien.
—No lo sabes, porque en primer lugar no tienes un chico al cual cuidar y nunca ha habido alguno, eres hetero pendejo— exclamó YiXing con exasperación, principalmente porque sabía que sus amigos tienen razón.
—Que alguien llame a un medico, creo que Lay ha perdido la cabeza— escandalizó JongIn y después suspiro. —Sabes que no se refería a eso, sin embargo estas tan ocupado idolatrando a ese idiota que no has notado lo jodidamente imperfecto que es para ti.
Esas palabras lo tocaron ¿qué JoonMyeon era imperfecto? Joder, que todos en esa jodida mesa lo eran y no por eso estaban siendo llamados idiotas cada dos minutos.
—¿Quién en esta vida es perfecto?— cuestionó sin dejar de lado su irritación y molestia, ellos habían claramente cruzado la línea.
—Conozco a alguien que sería jodidamente perfecto para ti— aseguro JongIn y todos en la mesa se centraron en él.
—¿Quién? Dime ¿quién lo es?— exige, cruzando los brazos sobre su pecho y JongIn estaba lo suficientemente cabreado como para detenerse.
—Aquel que se preocupo tanto por ti al verte tirado en el piso, él mismo que te recosto sobre su piernas y limpio todo el sudor en tu cara, aquel que te llevo hasta tu casa y se tomó la molestia hasta de cambiarte de ropa y meterse a la cama, todo eso sin aprovecharse de tu estado de vulnerabilidad y tú me estás preguntando quien es perfecto en lugar de preguntar por el amable samaritano que ayer te trato como si fueras la cosa más frágil y delicada del jodido mundo, tanto así que llamó a su cita y le cancelo para asegurarse de que llegaras bien a tu jodida casa.
Cuando JongIn término, YiXing estaba cerca de caerse de espaldas por la revelación. Estaba sorprendido de que alguien se hubiese tomado un momento para él y sobre todo, que aun siendo un desconocido, el sujeto lo trado de la forma más suave y pura posible.
—No es quien yo estoy pensando ¿Verdad?— cuestionó LuHan con preocupación, claramente conocía a alguien que coincidía con la humanista y noble descripción que JongIn les lanzó del sujeto.
—Si su apellido empieza con K, seguro que lo es.
Y entonces la imagen de unos ojos oscuros mirando directo a él, impactó tanto a YiXing que creía que iba a vomitar sino descubria quién era esa alma caritativa que había cancelado su cita para asegurarse de que un extraño estaba bien.
—JongDae es un pendejo caliente que no se preocupa ni por su mamá ¿Por qué hacerlo por YiXing?— aventuro LuHan y tan pronto había lanzado la pregunta, se arrepintió cuando se topó con la sonrisa cansada de un joven castaño frente a él.
—Disculpame por ser un pendejo caliente que no se preocupa ni por su madre, LuHan.
Esa voz, tan suave y melodiosa que le provocó un estremecimiento. Al parecer, YiXing pronto sabría quien era el mejor amigo del novio de su amigo. Confuso ¿cierto?
—Deberías cuidar tus palabras y conocer a la persona antes de hablar sobre ellas, LuHan— y ahí estaba la de KyungSoo, al parecer las cosas se iban a poner feas si alguien no intervenía pronto.
—Amor, LuHan no quiso decir eso sobre JongDae, estoy seguro de eso— trato de calmar JongIn, pero para ese momento KyungSoo ya estaba tomando la mano de su amigo y negando con la cabeza, justo antes de caminar y acarrear con él a su mejor amigo.
—Me importa una mierda si quiso decir eso o no, ese idiota acaba de herir a mi amigo y por mí se puede ir a la mierda.
Entonces, así como habían llegado se estaban llendo y no había forma de que los frenaran. LuHan acababa de atacar a JongDae ¿Ese era su nombre? Sí, el nombre de su héroe…
>Espera ¿qué?< Se cuestionó YiXing, abriendo ampliamente los ojos y en un impulso se puso de pie, corriendo hacia donde KyungSoo y su amigo se alejaban de la cafetería.
Sus piernas cogieron velocidad tan pronto salió de la cafetería y corrió hacia ellos, sin saber por qué lo hacía, detuvo al castaño.
—Espera, aún no he tenido la oportunidad de agradecerte lo que hiciste por mi la otra noche— se apresuró a decir, cuando vio al otro de frente y se encontró con el sujeto más caliente que había visto en su vida, ese desconocido era completamente su tipo.
—No hay nada que agradecer, solo hice que lo que cualquiera hubiera hecho— dijo JongDae con un encogimiento de hombros, tratando de restarle importancia al asunto.
—Pues presentarme a ese cualquiera, porque estoy seguro como el infierno de que nadie cancela una cita con alguien que le interesa por un desconocido.
—KyungSoo es uno de esos cualquiera.
—Estas de coña Dae, yo no haría eso y todos los presentes lo sabemos, incluso el idiota de LuHan sabe que eres el único que lo haría.
—Me estás sobreestimando, querido Soo.
—No creo que lo haga, lo que hiciste por mí fue… Ni siquiera encuentro palabras para describir lo que has hecho por mí— YiXing dijo con seguridad, dándose cuenta de que JongDae necesitaba darse cuenta de que es un gran tipo y aprender a valorarse por ello.
—Creo que estás exagerando— JongDae le veía como si le hubiera salido una segunda cabeza al pelinegro.
—Claro que no, lo que hiciste ha sido lo más dulce que alguien ha hecho por mí— aseguró y sin darse tiempo para pensar, se inclinó para besarle.
Fue solo un inocente roce, pero eso bastó para que YiXing se diera cuenta de que estaba haciendo las cosas mal y que acababa de traicionar a JoonMyeon. —Yo… Lo siento.
—No te disculpes, solo no vuelvas a hacerlo.
Y ellos se quedaron parados en medio de la acera, mientras KyungSoo se acercaba con JongIn y el resto de sus amigos, lanzandoles una mirada preocupada por el extraño comportamiento del pelinegro.
Desde aquella vez, YiXing y JongDae comenzaron a frecuentar un par de veces, haciéndose así amigos y confidentes. Pronto el castaño pasó de ser un desconocido, al amigo que le daba una toalla cuando terminaba de bailar.
YiXing jamás creyó que las cosas fueran tan perfectas, hasta que comenzó a verlas desde la perspectiva de JongDae.
—No es que sea perfecta en sí, simplemente cada cosa es perfecta a su manera— JongDae aseguro, entregándole una botella de agua al pelinegro.
—Tu forma de ver las cosas es fascinante— YiXing evadió, dándole una sonrisa al otro y cuando vio las mejillas de este sonrojarse, no pudo detenerse de pensar que era extremadamente dulce. Le dio una mirada mientras bebía de su agua, notando como los rosados labios de JongDae se veían sumidos, quizás a causa de su tip por mordisquear y lamer los mismos cuando estaba nervioso.
—Dices eso porque somos amigos— JongDae dijo de forma casual, alejándose del pelinegro para ir hacia donde JongIn se estiraba con suavidad. —InIn, acabo de escuchar la canción que me has recomendado y es fantástica, quizás considere tu petición.
—¿En serio? Eso es grandioso— JongIn sonrió al castaño, antes de tirarlo a sus brazos y abrazarlo. YiXing no pudo evitar sentir una punzada de celos, preguntándose qué clase de petición le había hecho el moreno a JongDae.
—¿Qué petición?— YiXing preguntó con suavidad, acercándose al par y logrando así que estos se separaran y le miraran, aunque la molesta punzada de celos seguía viva en cada fibra del cuerpo del pelinegro.
—Resulta que este tipo tiene una voz de angel y va a cantar una serenata para mi aniversario con KyungSoo ¿No es eso genial? —JongIn cuestionó con emoción, sus oscuros ojos brillando. JongDae se encogió de hombros y le dio una ligera sonrisa a YiXing, murmurandole sin sonido que el moreno estaba loco.
—¿Quién tiene voz de angel?— cuestionó una voz que YiXing reconocería a kilómetros de distancia.
—JoonMyeon ¿Qué haces aquí?
—¿Acaso no puedo venir a ver a mi novio?— JoonMyeon se escuchaba ofendido y el pelinegro se maldijo por sentirse mal por eso, no importaba que tan distanciados estuvieran o que tan poco se vieran, ellos son pareja.
—Claro que puedes, solo no te esperaba y estoy sorprendido— YiXing aseguro y fue a abrazar a su novio, antes de que este le diera un duro beso en los labios. Ajenos a la pareja, JongDae y JongIn se mostraron decepcionados, el primero sin estar seguro del porqué.
—Ahora que nos hemos saludado ¿vas a decirme quien tiene voz de angel?— JoonMyeon evadió, mirando al otro par con recelo.
—JongDae, aunque eso no te importa ¿Cierto, Myeon?— JongIn apretó a JongDae entre sus brazos, él sabía más de esa extraña amistad que había formado el pelinegro con el castaño.
—JongIn, vamos a darle tiempo a la pareja y a ir por un helado, quizás un trago— el castaño pidió, casi le imploro al moreno con cada palabra que le sacase de ahí.
—La práctica se ha terminado por hoy, nos vemos luego YiXing.
Después de eso, JongDae y JongIn abandonaron la sala de baile, dejando sola a la pareja ahí, en el medio de un salón vacío.
Esa noche YiXing fue a casa de la mano con JoonMyeon, bebieron champán para celebrar los logros del médico. Razón por la cual terminaron enredados bajo las sábanas esa noche, justo después de haber supuestamente hecho el amor.
Después de eso, el bailarín no había visto a JongDae ni había hablado con él y estaba demasiado envuelto en su burbuja de felicidad por la anterior vista de JoonMyeon, como para notar la ausencia del chico, hasta que se dio cuenta de lo mucho que el otro hacía por él.
Ya no había más toallas para secarse el sudor, tampoco botellas de agua ni comida caliente al terminar de cada práctica, no más cafés recién hechos por la mañana, no más JongDae con sus atenciones y cuidados hacia con él.
Fue en ese momento en el que el pelinegro se encontraba extrañando la presencia del castaño, incluso más de lo que alguna vez había echado de menos a JoonMyeon. Anhelaba abrazar y besar sus labios, fantaseaba con escucharle cantarle su canción favorita al oído. Deseaba poderle ver una vez más, pero se había ido de viaje a Nueva York y el bailarín no podía simplemente ir correr hacia él. Él no podía abandonar la estabilidad que su relación actual le ofrecía, simplemente no podía arriesgarse cuando JongDae nunca le había dado una señal de que quería algo con él.
Entonces un día se dio cuenta de que no quería más a JoonMyeon, que ya no deseaba poder abrazarlo, aquel día en que se dio cuenta de que estaba cansado de esperar que JoonMyeon mirarse siquiera una vez en su dirección, porque estaba harto de que cada que recurría a él, era solo para follar. Y sí, la realidad es dura, de eso YiXing se dio cuenta sólo.
Los días pasaron lentos, golpeando a YiXing en el proceso y pronto él había terminado su relación con JoonMyeon, pero ya era demasiado tarde, porque para cuando JongDae regreso, YiXing sentía que no sería capaz de correr hasta él y estrecharlo entre sus brazos.
Y es que cuando el pelinegro lo vio, sonreía ampliamente mientras sostenía la mano de ese otro sujeto, entonces YiXing simplemente no podía ser tan egoísta como para ir y romper la felicidad de la persona que había aprendido a querer. No, él no era un monstruo.
Las hojas caían de los árboles afuera del estudio de baile, pero eso no impedía que YiXing siguiera bailando sin parar. Sintiendo la música acariciarle, el pelinegro se sentía consolado de aquella forma, bailando hasta perder el conocimiento.
De un momento a otro, YiXing estaba tirado sobre el piso, el pecho subiendo y bajando mientras trataba de recobrar el aliento, tenía los ojos cerrados y el sudor le corría por todo el cuerpo, pero eso no impedía que él fuera encantadoramente perfecto ante los ojos del sujeto que le observaba desde la puerta.
El pelinegro sintió la textura de algo suave, reconociendolo como una toalla que le secaba el sudor de la frente y se dejó hacer, imaginando que la persona que sostiene la tela era quien él deseaba que fuera. No fue a abrir los ojos hasta que sintió algo húmedo barrer sus labios, con los ojos ampliamente abiertos se encontró con los ojos cerrados de JongDae, descubriendo que este le estaba besando.
Por primera vez en muchos años, YiXing dejó correr las lágrimas mientras tiraba a JongDae entre sus brazos, sosteniéndolo con fuerza para que nunca más se fuera.
Porque después de esa pequeña muestra de afecto, YiXing jamás dejaría ir a JongDae, de eso estaba seguro.
—Te eché de menos— JongDae murmuró contra los labios de YiXing, luego volvió a unir sus labios en un beso.
Y entre besos, YiXing se admitió a sí mismo y a JongDae que se estaba enamorando del castaño. —Me estoy enamorando tan duro de ti, que pronto no podré vivir sin ti.
Sin embargo, YiXing no permitió que el castaño dijera nada, en ese momento no era necesario que dijera nada, no hasta que el pelinegro tuviera una oportunidad para enamorarlo.