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Exchange por Moenitas

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Notas del fanfic:

Esta historia estará en un principio contada desde el punto de vista de Vanitas (osea se centrara más en el que cualquiera porque la historia se basa en sus acciones) y luego consecuentemente estará contada desde el punto de vista de Sora, Roxas y Ventus.

Como podrán deducir esta historia se va a centrar en estos cuatro y por ende serán los que conformaran las parejas principales: Soroku,Vanven.

Pero eso no quiere decir que no vaya a haber otras en la historia, al principio notaran ciertos hints a otras parejas como Riku x Sora y unas que otras que desparramare dependiendo como se desarrolle la historia aunque no es definitivo y no afirmo que serán pareja sino que habrá unos winkwink para imaginarse que hay onda xD.

Parejas principales: Vanitas x Ventus, Sora x Roxas (si, Sora seme no jodas jajaja)
Parejas secundarias: Riku x Sora y quizás otras no se.

Disclaimer: Kingdom Hearts no me pertenece sino al maricon de Tetsuya Nomura y Square Enix solo me abstengo a hacer cosas homosexuales yolo.

Notas del capitulo:

Solo lean (?)


Exchange

Capítulo I

No me jodas


Podía notar lo que sea desde su asiento, más en particular ciertas miradas que le correspondían a dos chicos de la siguiente fila donde el mismo se sentaba. Los podía ver girando ligeramente la cabeza cuando el profesor se colocaba de espalda frente a todos escribiendo ecuaciones sin sentido en el pizarrón, sino fuera porque uno de ambos jóvenes era su hermano gemelo, este quizás le hubiera importado un comino que se miraran tan seguido y para colmo rieran en voz baja por los sms que se estaban enviando mutuamente.

Tampoco era que los vigilara ni que era que quisiera verlos por voluntad propia pero siendo uno de los que se sentaba detrás de todos en el aula, era casi inevitable no poder ver que es lo que hacía el resto de la clase.

El pelinegro retuvo un gruñido casi sordo dentro de su garganta mirando nuevamente hacia su cuadernillo de apuntes para suprimir su insaciable ganas de matar al susodicho peliblanco de ojos aguamarina delante de su banco, al parecer lo habían colocado delante de el con el mero propósito de sacarlo dequicio o eso era lo que pensaba Vanitas al levantar la mirada y encontrarse con el sin pensarlo. Con la palma de su mano izquierda sostenía su mentón inclinado ligeramente hacia el lado de la ventana mientras que con la otra mano, la derecha, hacia movimientos circulares, dibujando garabatos en su libreta.

Estaba claro que no le agradaba, aunque en definitiva no había nadie en la escuela que realmente le agradara lo suficiente al pelinegro para llamarloamigo, bueno quizás había uno pero estaba seguro que el otro no pensaba lo mismo sobre él.

Sus ojos color ámbar volvieron a concentrarse en los dibujitos que hacía en el cuadernillo mientras ignoraba las explicaciones de su profesor.

Entre esos psicodélicos garabatos podíamos encontrar frases como "me aburro de esta mierda" "el profesor seguro se la mastica." "Ven lleva unos pantalones que marcan ese culito redondo, que ganas de jalármela que tengo." Entre otras cosas que no más de uno podría llegar a imaginar que podría estar pasando por la cabeza de un adolescente como él aunque podríamos decir que de entre los demás había algo que sobresalía demasiado de su hoja cuadriculada y era:

"Lo voy a matar si le toca."

Podía verse gracioso pero para Vanitas era algo serio, muy serio.

Ahem.

Claro estaba que no era un fanático de las matemáticas, todo lo que tenía que ver con números él era un genio innato pero, Vanitas era demasiado perezoso para hacer brillar la bombilla y sacar más de ocho en los exámenes que siempre hacía sin haberse leído un sope.

Solo cinco minutos de repaso antes del examen y ya tenía la mitad de los ejercicios resueltos.

Muchos dirían que su mente es brillante pero él se catalogaba así mismo como alguien 'decente', en realidad usaba el sarcasmo para llamarse a sí mismo un genio solo para fastidiar a los nerds de la clase.

La verdad era que no le molestaba usar sus neuronas, lo malo era que lo usaba con otros fines y no precisamente educativos como por ejemplo el molestar a cierto rubio de ojos azules que siempre se encontraba en su rango visual, segunda fila a la izquierda comenzando a contar desde el pizarrón.

Seguramente con esta información uno o más se habrá dado cuenta que nuestro protagonista (cabe decir que él quiere que lo llamemos así) siente un algo especial por un chico de su misma clase, y ese algo especial iba más allá de la simple y oh inocente amistad.

Si, le tiene unas ganas…pero luego sabrán con lujo de detalles el porqué.

Con un leve suspiro el pelinegro termino de hacer su cuarto garabato mientras el profesor de matemáticas terminaba de explicar por tercera vez en el día como resolver una ecuación con más de dos incógnitas y más cuestiones que Vanitas decidió ignorar porque ya las sabia, acto seguido la campanilla sonó y era hora del almuerzo, se escucharon murmullos de cansancio, uno que otro suspiro de alivio y uno que otro balbuceando que podría comerse una ballena entera.

Otra hora del horror había terminado, solo quedaban tres clases más y podrían ser libres por el resto del día, el pelinegro se encogió de hombros y cerro su cuadernillo levantando la mirada hacia el frente, no paso ni medio minuto para que su disgusto regresara, su entrecejo se arrugo suavemente al ver como cierto moreno de ojos azules se levantaba rápidamente para ir a la mesa enfrente de la suya para hablar con el susodicho peliblanco el cual Vanitas quería matar hace unos cinco minutos atrás.

El castaño llevaba en sus manos una caja envuelta en un pañuelo y unos cubiertos envueltos sobre ella, era obvio que ese era su almuerzo el cual su madre había insistido hacer como agradecimiento por las clases extras que Riku le daba a su hermano menor ¿razón? Simple, porque el nabo era pésimo en matemáticas, maldecía el día en que Sora había tirado su poco orgullo a la basura para que su mejor amigo le enseñara matemáticas…

-¡Hey Riku! ¿Quieres que vayamos a almorzar juntos? Hoy mamá preparo omelette y me dijo que te diera la mitad como agradecimiento por ayudarme a preparar el examen de matemáticas.- sonreía de oreja a oreja con entusiasmo, era común ver a Sora animado y con ganas de esparcir brillantina de todos los colores a donde fuera y darle sonrisas de idiota al que se le cruzara por su camino.

Su personalidad era todo lo contrario a la de su hermano gemelo y eso se denotaba en su apariencia, castaño de ojos azules y una tez de piel morena veraniega que era todo lo opuesto a Vanitas, pelinegro azabache de ojos dorados y tez de piel blanca, algo pálido porque odiaba el verano (incluyendo al dios Sol)

El peliplateado termino de guardar sus libros de matemáticas y miro a Sora con una leve sonrisa, asintiendo levemente.-Me parece bien, dale las gracias a tu madre luego.- dijo un tanto seco pero todos sabían que el peliblanco era así, callado y reservado menos cuando Sora estaba enfrente de él porque era el único que hacía sacarle una sonrisa sincera.

Y ahí estaba Vanitas, los miraba con un profundo odio (más bien a Riku le miraba con odio, a Sora con cara de me niego a reconocer que este sea familiar mío) no porque envidiaba su relación ni poco menos lo inseparables que eran desde pequeños, sino porque él sabía perfectamente que Riku estabaenamorado de su hermano.

El peliblanco noto la mirada asesina proveniente de sus espaldas como también noto al pelinegro mirarlos a los dos fijamente, el albino alzo una ceja en forma inquisitiva y Vanitas simplemente sonrió de una forma venenosa hacia el cerrando su cuaderno y colocándose al lado de su hermano menor.

-Así que un omelette, que casualidad que sea también mi platillo favorito.- hizo una pausa y miro con una socarrona a su hermano.- Sora, ahora que me acuerdo me debes un almuerzo.- el moreno miro a su hermano de regreso con una mirada de cansancio.

Aquí vamos otra vez…

-E-eso no es verdad, te pague con mi almuerzo de ayer Van.- dijo entre gruñidos, la verdad era que Sora había derramado jugo en la camiseta favorita de su hermano el día anterior y habían hecho un pacto para que él lo olvidara, lo peor del caso es que Vanitas nunca olvida lo que le hacen y siempre, repito, SIEMPRE, consigue lo que quiere.

Más de su hermano favorito, con lo que le encantaba hacerlo sufrir…

Se rió un poco y luego colo un brazo por alrededor de la nuca de su pequeño hermano, Sora solo rolo sus ojos a un costado claramente molesto por lo que seguía después.

-¿Quieres que te haga memoria de lo que hiciste esta mañana? Mira que tengo una foto guardada en mi celular para refrescar tu memoria.- Sora enseguida parpadeo procesando lo que fatídicamente su cerebro había intentado borrar lo ocurrido esa mañana temprano, una mueca de horror enseguida se formó en su cara y parpadeo mirando a un costado.

Eres un maldito ¡Chantajeando así a tu gemelo!

Vanitas sonrió más ampliamente al lograr hacer recordar ese pequeño detalle a su queridísimo hermano.

-o-oh si…ahora re-recuerdo.- dijo casi en un susurro, el peliblanco delante de ellos no le gustaba lo que estaba sucediendo y se cruzó de brazos esperando a que su conversación terminara sin dejar de mirar de forma amenazadora a Vanitas el cual solo le retornaba la mueca con otra de triunfador. Sin pensarlo dos veces le entrego la caja a su hermano y resignado suspiro bajando la mirada, el pelinegro lo tomo y con una sonrisa se retiró.

-Pero que buen chico eres hermanito, oh bueno creo que por ahora esta saldado, si le dices algo a mamá lo publicare en facebook.- dijo caminando hasta la puerta para ir a comer el delicioso almuerzo que su mamá había preparado.

Sora gruño y resignado pateo la silla a su lado, le dolió pero retuvo el chillido para hacerse el macho frente a su mejor amigo, pero al mirarlo sobresalían pequeñas lágrimas en los costados de sus ojos azules.

Bien echo tonto.

-¡Es un maldito, siempre me chantajea! Lo siento Riku, no era mi intención que se llevara el almuerzo.- dijo sobándose el pie un momento y a cambio recibió una acaricia en su cabeza, el castaño parpadeo y miro hacia arriba logrando encontrarse con una leve sonrisa.

-Vamos, no importa siempre puedo ir a tu casa a comer de todas formas, tengo el mío y es suficiente, podemos compartirlo sabiendo que tu estomago a esta hora pide clemencia.- con eso era suficiente para sacar otra sonrisa enorme de la cara del moreno, en unos segundos pudo notar como su estómago gruñía como una bestia enfurecida cosa que hizo al moreno reírse de la vergüenza.

-Sabes que no puedo decirle no a las ofrendas ¡Vamos a comer!.- con eso tomo el brazo de Riku jalándolo fuera del aula para ir a la cafetería en su mesa de siempre nadie iba a molestarlos, en el pasillo se asomó un rubio que los miraba con cierta molestia a distancia.


-Es un idiota, me había prometido que hoy comeríamos juntos pero otra vez se fue con ese imbécil de Riku.- murmuro mientras le daba un mordisco a su sandwich de salamín y queso con lechuga y tomate, la pelinegra que se sentaba a su lado se rio un poco por la usual actitud molesta de su mejor amigo el cual no dejaba de ver con recelo a la mesa de la esquina donde una cabeza revoltosa con cabellos castaños y una cabeza peliplateada sobresalían del resto.

-Vamos Roxas, si actúas así es lógico que Sora no te pele, sabes que es despistado y a veces olvida las cosas.-dijo con paciencia otra rubia que se sentaba en el lado contrario al rubio, la joven estaba escribiendo algunas notas mientras saboreaba su ensalada especial.

El rubio gruño y dejo a un lado su sándwich refunfuñando por el comentario de su hermana menor, por otro lado la pelinegra seguía tomando de su jugo con cierta diversión de ver al rubio tan celoso.

-En realidad siempre se olvida Nam, la otra vez me prometió que me acompañaría al centro comercial a comprar lentes de contacto nuevos y el idiota ¡se olvidó! ¡Y mira que vivimos juntos!- señalo la pelinegra haciendo un puchero mientras jugaba con su jugo.

-Creo que Riku está cerca de lograrlo, digo últimamente se los ve muy juntos.- comento otro en la mesa, nada más ni nada menos que el mejor amigo del rubio, el pelirrojo esquivo un golpe que iba a ser proporcionado en su cara a no ser que se moviera a la izquierda.

-Que te quedes quieto así te pego.- gruño Roxas con un vaso en la mano con intenciones de acertarle la próxima vez, Axel sonrió pícaramente y se acercó para hacerle una llave.

-No jodas renacuajo ¡Puedo agarrarte y dislocarte esos afeminados brazos que tienes cuando quiera!- dijo riéndose a carcajadas como Roxas se puso rojo y comenzó a mover sus brazos como loco a los lados.

-¡MALDITO PIROMANIACO DE MIERDA, DÉJAME O TE DOY POR EL CULO!- grito enojado el rubio intentando zafarse del agarre del mayor, Xion y Naminé se rieron, esos dos siempre comenzaban a hacer estupideces y llamar la atención de todos.

Roxas también conocía a Sora desde pequeños, se hicieron los mejores amigos cuando Riku se mudó a otra ciudad con su familia por cuestiones laborales del padre; el rubio se apegó al pequeño moreno cuando apenas tenían siete años y hacían todo juntos, daba la casualidad que sus padres eran mejores amigos también y no dudaron en hacer que sus hijos se conocieran y la pasaran juntos.

Y así sucedió, se volvieron inseparables y con los años el amor que sentía el rubio por el moreno había sobrepasado el estándar de mejores amigos, cuando se dio cuenta sobre su verdadera sexualidad (vale decir que no le costó saber que bateaba para el otro lado) y sentimientos más profundos por Sora ambos tenían doce años.

Era poco decir que el moreno nunca se percató sobre esa clase de sentimiento, el siempre trataba a Roxas de una forma diferente a los demás. Parecía algo inexplicable, ambos tenían una relación única en la cual a veces no era necesario las palabras para saber lo que el otro pensaba o sentía, bastaba solo una mirada para saber que el otro no estaba bien o necesitaba compañía, tenían gustos parecidos y ambos eran verdaderos al otro.

Todo iba perfecto y sentía que Sora podría corresponder sus sentimientos pero todo cambio cuando Riku volvió a la isla para reintegrarse en la misma preparatoria y con ello la ilusión del rubio comenzaba a desmoronarse a pedazos.

Ugh te odio maldito destino.

Roxas era el del medio de sus hermanos, convivía con su familia el cual era pacífica y bastante normal. El rubio tenía otro gemelo el cual era similar en apariencias pero completamente diferentes en personalidades.

A veces le molestaba ser el gemelo menor porque salía a relucir su actitud inmadura frente a ciertas situaciones en las cuales resaltaba su falta de paciencia, impulsividad, terquedad y orgullo pero a veces sobresalía en ciertas cualidades de las cuales, Ventus, su hermano gemelo mayor, no tenía.

Hablando de Ventus ¿Dónde estaba el rubio?


-¡Deja de seguirme maldito pervertido!

-No niego lo de pervertido pero no te estoy siguiendo, tu estas en el mismo camino que el mío.-

Rolo sus ojos azules con desgano, era algo que no podía retener de hacer cada que escuchaba algún comentario sarcástico del otro, gruño por enésima vez en los cinco minutos que se había cruzado con el mirándolo con odio, otra sonrisa sarcástica sobresalía del rostro del otro haciendo que el rubio quisiera pegar su cara contra la puerta más cercana para que dejara de hacer eso.

Esta era la rutina que el rubio debía soportar cada día de la semana, en el receso él iba comer con sus amigos a la cafetería pero al parecer el día de hoy Aqua tenía que terminar un ensayo y Terra tenía práctica de futbol matutino con su equipo con lo que quedaba sin refuerzos para que le quitaran al maldito pelinegro de encima.

Con Aqua y Terra a su lado, él no tendría que estar lidiando con el demonio de los ojos dorados ahora mismo, mala suerte que sus mejores amigos no estén presentes para sacarlo de este embrollo.

-¡Te dije que me dejes en paz! Ve a molestar a alguien más.- dijo caminando por el pasillo donde casualmente no había ni un alma ya que era hora del receso y todos estaban amontonados como morsas para comer algo en la cafetería.

-Vamos, no es para tanto Venny, inevitablemente estudiamos en la misma escuela, mismo salón así que ¿Por qué no hacemos una tregua por hoy?No muerdo muy fuerte.- obviamente esa insinuación tenía doble sentido pero siendo Ventus como era lo vio por otro lado, el rubio quiso ignorarlo y se giró para irse pero Vanitas le tomo del brazo para empujarlo contra la pared, colocando sus brazos a cada lado así no podía escapar, el rubio abrió los ojos algo sorprendido y a la vez nervioso por su movimiento ¿Qué era lo que quería sacar con eso?

- Aléjate de mí.- intento sonar convincente pero ni el mismo se lo creía.

Podía sentir como levemente sus mejillas se sentían acaloradas, esa mirada penetrante de Vanitas sobre él tenía ese efecto, sentía como si esos ojos dorados pudieran ver a través de su alma, eran tan…atrapantes y seductores…espera ¿Qué? ¿Acaso acaba de pensar que Vanitas era atractivo? ¡NO! ¡EL NO ERA GAY! Estaba completamente seguro de que le gustaban las chicas pero de alguna forma ver al pelinegro tan de cerca le hacían dudar sobre esa afirmación sobre sí mismo.

Ósea, sabía que no era el tipo de chico que mostraba su masculinidad las veinticuatro horas pero tampoco actuaba como mujer, en ciertas ocasiones quedaba en total desventaja frente a sus hermanos porque no era del tipo rebelde como su hermano Roxas ni tampoco reservado y con total control de sus sentimientos como lo era Naminé.

A decir verdad Ventus era la oveja inocente del rebaño al que le faltaba experimentar ciertas cosas para estar 100% seguro sobre su propia identidad aunque a su edad nadie puede culparlo.

¿O sí?

-¿En serio que eso es todo lo que me dirás? No lo estas intentando demasiado Ventus.- susurro en su oído para desafiarlo, realmente no se imaginaba que el rubio se hubiera dejado atrapar tan fácilmente y no hiciera nada para detenerle.

Lo intento apartar pero no estaba usando la fuerza suficiente para hacerlo, la sonrisa maliciosa (y algo pervertida) de Vanitas se ensanchaba más al ver al rubio desistir de su forcejeo, era como si el lobo hubiera por fin dado con la oveja.

-Muérete.

-No me apetece hacerlo.

-¡Maldición Vanitas!- mascullo molesto intentando algo nervioso zafar de su agarre, fue entonces cuando al pelinegro se le ocurrió una forma de chantajearle.

-Dame un beso y te dejo ir.

Ven lo miro atónito ¿realmente le acaba de pedir un beso? Oh no, claro que no.

-¿Q-Qué?

-¿Aparte de tonto eres sordo? Lo que escuchaste, no pienso repetirlo dos veces.

Sabía que el otro odiaba repetir las cosas pero a Ventus no le importo para nada, seguía aún mirándolo estupefacto con expresión "en serio no me jodas, no pienso besarte porque no soy gay." y no por el hecho de que fuera Vanitas quien le estaba pidiendo eso (bueno, si era por eso más que nada) pero también porque nunca había besado a nadie y no quería que su primer beso fuera arrebatado de esa forma.

¿Besar a la persona que detestaba en toda la escuela? Debía ser una broma de mal gusto.

Muchas veces había soñado que su primer beso con que sería con una chica guapa y tierna, de esas que siempre ve en los pasillos riéndose y hablando en grupitos de tres o cuatro; si, podía soñar que hasta se lo daría la chica que le gustaba (en su imaginación, claro está) pero nunca creyó que llegaría a esta insulsa situación donde debía entregárselo al acosador de su clase y más aún, a un hombre.

Y más que a un hombre a Vanitas.

Ese idiota…

No me jodas.

-N-no.

-¿escuche mal? ¿Dijiste que no?- reitero el pelinegro apretando con más fuerza sus muñecas y mirándolo divertido. Él sabía que era su primer beso, sabía casi todo sobre el rubio gracias al chismoso de su hermano gemelo y su relación con Roxas y su familia, no había cosa que no supiera con él y con razón, el pelinegro era posesivo con el rubio.

No me jodas.

-Mira, sino lo haces todos nos verán en el pasillo en esta posición algo comprometedora y ¿Sabes qué más? No será muy difícil para alguien esparcir el rumor de que tú y yo somos pareja ¿Quieres eso? - lo miro incrédulo, debía estar bromeando pero en su rostro podía ver que iba muy en serio.

Oh por dios.

El rubio escucho la campana que indicaba que el receso había terminado, miro de vuelta a la cara de Vanitas con enojo y un poco de miedo. Lo cierto era que Vanitas era considerado como muchos uno de los chicos más populares de la escuela y no precisamente por sus notas sino por las maniobras que utiliza para engañar a la gente o simplemente hacer lo que el demanda.

No había absolutamente nadie que pudiera decirle que no, de forma directa o indirecta, siempre caían en las redes del azabache; por eso era considerado para algunos el demonio de la preparatoria Destiny, Ven era quizás el único que se atrevía a desafiarlo pero por la simple razón de que estaba cansado de los constantes acosos del pelinegro.

Nunca entendía la razón por la que Vanitas se esmeraba tanto en hacerle miserable su existencia o simplemente burlarse de él, era como si tuviera algo contra del rubio. Sin mencionar que según Vanitas, a Ventus aún le faltaba salir del closet; este negaba ferozmente su gusto por los hombres pero ni el en su sano juicio podía negar lo bien que se veían esos labios cerca de su boca, a unos centímetros de su piel, el aliento caliente pegando contra su cuello y esos brazos musculosos y bien tonificados cerca de su cuerpo…

¡JODER NO OTRA VEZ, VENTUS, CONCÉNTRATE!

Escuchaba los pasos de los demás estudiantes aproximándose a donde estaban ellos dos, en medio del pasillo central que conducía a los demás pisos del edificio.

¿Qué opciones tenía aparte de entregar su beso? ¿Por qué Vanitas era tan insoportable (y sexy)? Demonios, demonios, quería que la tierra se lo tragara en ese momento.

Nervioso y algo frustrado el rubio cerró los ojos con fuerza apretando los puños, era solo un beso, su primer beso pero un beso al fin.

Vanitas lo miro esperando su respuesta el cual escucho suavemente apurándolo para terminar con su sufrimiento, se inclinó y su brazo tapo la cara de ambos sin otra cosa más que esperar pero lo que no esperaron esos dos es que alguien conocido los vio en una esquina hacerlo.

Continuara.

 

Notas finales:

Dependiendo de si recibo algún comentario voy a actualizarlo enseguida xD sino a ver si me acuerdo que subi esto aquí, espero les haya gustando el primer cap o v o, besitoos <3.


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