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El Ciervo Dorado por Seeu neko

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Notas del capitulo:

nuevo capi es cortito pero el siguiente sera mas largo prometido

Ira. Pura y sin control. Absoluta ira. Sentía que se lo comía por dentro, que corría por sus venas. Le hacía hervir la sangre, como si fuera veneno. Así era como se sentía Severus Snape cada vez que recordaba lo ocurrido una semana atrás. Y los amables y encantadores gryffindors no desaprovechaban la oportunidad de recordárselo. “Me encanta tu ropa interior Snape”, “¿de encaje esta vez?”, “Hola Braguitas Snape”.
Mataría a Sirius Black, lo mataría después de torturarlo hasta cansarse. Cada vez que lo veía, veía todo rojo, con furia. Ya habría ido a romperle su maldita cara si no fuera por Lucius. Su amigo era su nueva sombra. Solamente en las clases se separaban, pues no iban al mismo curso. Lucius era mayor que él.
Realmente estaba a punto de decirle a su amigo que necesitaba... espacio. No podía caminar por Hogwarts sin tenerlo al lado y aunque apreciaba su compañía y sabía que lo hacía con toda la intención de protegerle no se sentía del todo cómodo... No había podido volver a la Sala de los Menesteres desde aquel día y realmente necesitaba estar solo... “Intimidad Lucius, intimidad”.
Y por fin su deseo se vio cumplido. Lucius tenía que hacer un trabajo en grupo por lo que él tenía dos benditas horas de soledad.
Caminaba por los pasillos con calma, solo tenía que llegar a la Sala de los Menesteres y podría relajarse. Ni Lucius ni Merodeadores ni imbéciles de Gryffindor o Ravenclaw para darle el maldito por culo. O eso pensaba... Pues una cabellera roja se interpuso en su feliz camino al séptimo piso...

-Lily...

 

Si había una palabra para describir como se sentía James era “agotado”. Nunca pensó que su mejor amigo Sirius pudiera llegar a agotarle... pero estaba muy equivocado. No había un segundo del día que el joven Black no estuviera intentando planear algo para su venganza. Solo podía hablar de eso. “Ese maldito de Snape me las va a pagar”, “pienso cobrársela”, “Nadie humilla a Sirius Black, ¡Nadie!”. Sinceramente... ya se había cansado. Y no era el único. Remus prácticamente se pasaba el día en la biblioteca o con algún amigo prefecto, alejándose de Sirius todo lo que podía. Además, era evidente que Snape estaba bien protegido por Malfoy, que no se despegaba de él mas que en las clases.
Por él bien podían ir a tomar por culo. Snape, Malfoy y hasta Sirius. Estaba agotado y no tenía malditas ganas de hablar con nadie. Y para rematar Evans lo esquivaba como si tuviera alguna enfermedad contagiosa.
Gruñiendo alguna incoherencia se alejo de Sirius, dejando la Sala Común. No se sentía mal, seguro que Peter estaría encantado de oír todo lo que tuviera que decir. Se alejo de la torre de Gryffindor, caminando en silencio. Entonces sacó el Mapa del Merodeador, buscando a Remus. Estar con el licántropo le ayudaría a relajarme.

-Juro Solemnemente que mis intenciones no son buenas.

El mapa se reveló ante sus ojos y las motitas que representaban a las personas se movían de acá para allá. Había encontrado a Remus en el patio cuando dos nombres que acababan de encontrarse hizo que sus ojos se clavaran en el Mapa. “Severus Snape” y “Lily Evans”. Esos dos nombres se acababan de encontrar... a un par de pasillos de donde él estaba.
No tuvo que pensarlo demasiado. Sacó la capa de invisibilidad echándosela por encima y corrió hacía los dos jovenes. Cuando estaba a unos pasos escucho la voz del Slytherin.

-Pero Lily...
-No Severus, me has decepcionado. ¡Yo siempre diciéndole a la gente que en realidad eras un buen chico y mira!
-Pero ellos empezaron, ¡Si supieras lo que me...!
-¡Me da igual! ¿Cuántas veces te dije que los ignoraras?
-¡Lo dices como si fuera fácil!
-¡A mi no me grites!¡¡Se acabó, no quiero que vuelvas a hablarme!!
-P-pero...-la voz de Snape sonaba desesperada.
-¡No se como pude defender a una serpiente!
-...-de pronto la voz del slytherin salió con enojo-¿Sabes qué? ¡Tienes razón!¡¡Nunca debimos ser amigos!!¡¡Ya puedes irte con tus amiguitos, Sangresucia!!

James vio como Snape se alejaba mientras Lily le mira totalmente ofendida y se alejaba por otro pasillo. Sentía ira... estaba muy enfadado. ¿Quién se atrevía que era Quejicus para hablarle así a Lily? Decidido a decirle un par de cosas le siguió, sin quitarse la capa.
El slytherin se metió en un pasillo oscuro y poco transitado. Siguiéndolo hizo una mueca, ¿dónde diablos iba? Por fin, lo encontró de espaldas, apoyado en una pared. Estaba a punto de quitarse la capa y gritarle cuando escucho un sollozo. Se quedo paralizado, viendo como Snape se daba la vuelta, apoyándose en la pared. Su rostro de nieve estaba bañado en las lágrimas. Podía ver sus hombros agitarse mientras trataba de contener el llanto, pero no pudo. Pronto se agarró la túnica a la altura del pecho y empezó a sollozar. Su llanto era desgarrador. Lloraba como... como...
“Como si le hubieran roto el corazón”, pensó el gryffindor con pena. Las palabras se habían atascado en su garganta... Nunca había visto nada tan triste... ni tan hermoso. Su pecho se encogió y sin poder aguantarlo se quito disimuladamente la capa y saco un pañuelo.
Al colocarse delante de Snape éste levanto la mirada, abriendo los ojos horrorizado al darse cuenta de quien era. Debía pensar que no había nada mas humillante que aquello, pero James no quería humillarlo...
Con suavidad, alzó el pañuelo y limpio las mejillas llenas de lágrimas del Slytherin, ante su mirada incrédula. Durante un segundo... quiso abrazarlo... pero sabía que eso le incomodaría. Así que se limitó a limpiar sus lágrimas.

-No llores...

Si hubiera algún hechizo para mandar a alguien a una dimensión paralela Severus se jugaría una mano a que se lo habían lanzado... Los ojos de Potter le miraban con tristeza y algo de preocupación. Mientras limpiaba sus lágrimas con aquel pañuelo rojo y dorado pareciera que quería protegerlo, lo miraba como si fuera algo frágil.
Por una parte... se sintió terriblemente avergonzado y alagado... porque Potter lo miraba como quien mira una importante y delicada obra de arte... Pero por otra, estaba enfadado... muy enfadado. No creyó ni sus actos ni su mirada. ¡Era James Potter por Merlin! Lo más probable es que en cuanto se descuidara aprovechara para burlarse de él... como siempre.
Con ira apartó la mano del Gryffindor de su cara y gruñó, apartándose de él. No quería ni sus mentiras ni sus burlas. Estaba cansado... cansado de todos ellos. De todos...

-No me toques. ¡Ya puedes ir a burlarte de mi con el capullo de Black!-le echó en cara- Estarás contento, ya no volveré a acercarme a Lily.

Nada más decir aquello salió corriendo como si le fuera la vida en ello. James se quedo allí, mirando el pañuelo en su mano. Se sentía... como un autentico cabrón. Remus había tenido razón desde siempre... Eran unos... ¡joder eran unos hijos de puta! Y se sentía terriblemente mal por ello. La mirada de Snape... le había mirado con tanto dolor... y tanta ira.
De alguna forma a James le había recordado a un animal herido... agresivo y desconfiado. Había deseado tanto abrazarlo y jurarle que no quería dañarlo... no quería volver a dañarlo. Por fin le había visto tal cual era... solo era un chico frágil... tan frágil... ¿Cómo no lo había visto antes?

-Lo siento...-susurró para si mismo- Lo siento Severus...

 


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