Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

The World around Us por Aoilex

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Laliho~ [hace una gran entrada]

¿Qué tal? ¿Alguien me ha extrañado? ¿No? ¿Nadie? Bueno... Aquí les traigo el tercer capítulo. La falta de inspiracióna atacó y bueno, se imaginan, pero yo... como hombre de palabra he venido para dejarles la actualización, tarde~ pero la he traído.

HHAHAHA, ya enserio, pido perdón por haber demorado tanto. A esas personas que se dieron el tiempo en mandarme un rw se los agradesco como no tienen idea. Siento que la historia no está gustado mucho, pero aún así la seguiré escribiendo aunque sea para lo 2 o 3 gatos que me leen.

Adelante y disfrutenlo.

-Vamos señor Potter. Es hora que levante su perezoso trasero y se mueva de esa cama.

La voz se oía tan lejana, parecía como si lo llamaran desde un punto lejano. Un punto inexistente en el espacio, algún lugar inalcanzable para un simple humano como él.

Lo primero que visualicé fue el techo blanco de la habitación en la que me encontraba.

La Madriguera.

Todos los recuerdos pasados habían llegado a mi mente.

Luego de la confesión de parte de Ron, todos los Weasley me quedaron mirando como si fuera alguna especie de loco psicópata.

-Hahaha- uno de los gemelos rió tratando de aligerar el ambiente- Vamos Ronnie, eso no es divertido.

El comentario no me hizo mucha gracias, aún con el Petrificus encima me quise ir sobre el que había hablado pero, por motivos obvios, no pude hacerlo.

Los tres hermanos rieron…

No lo hicieron por mucho tiempo.

La seriedad de Ron y Hermione hacían sus palabras muy creíbles. Todos se quedaron en silencio, las respiraciones eran lo único audible en la habitación. Yo solo podía mover mis ojos desesperadamente mostrando mi inquietud ante toda la situación que se había desarrollado.

-Señor Potter- ahí estaba esa voz otra vez.

Traté de ignorarla y seguí mirando al techo. No era posible.

-Harry- el sonido de mi nombre saliendo de sus labios. Esa voz madura, suave (a su manera) y aterciopelada que tenía el poder de someterme con una sola palabra.

-Harry- volvió a llamar.

Cerré los ojos y me aferré  a las sábanas que cubrían mi cuerpo. Las lágrimas se negaban a dejar de desplazarse por mis mejillas, era no imposible no llorar. Pero, ¿por qué yo? ¿Por qué mi mente me hacia sufrir de esa manera? No le bastaba con que la gente a mi alrededor me criticara por tener sentimientos hacia mi muerto profesor de pociones si no que, ahora, se ponía en mi contra creándome alucinaciones.

-No soy una alucinación, Potter- masculló con esa voz seria con la que solía atormentar a sus estudiantes.

-¿Sev?- su nombre escapó involuntariamente de mis labios.

-Que inteligente- me respondió con sarcasmo. Bufó.- Ahora que dejamos de lado lo obvio, ¿me mirarás?

Mi cuerpo actuó sin pensarlo, mi cerebro aún no había digerido la idea y; sin embargo, yo ya había volteado hacia el lugar de donde provenía la voz. Al parecer era cierto eso de que los gryffindor éramos impulsivos.

-Por supuesto que lo son- Severus rodó los ojos como si estuviera cansado de repetírselo a todo el mundo.

-Sev- su nombre se transformó en un sollozo.

No podía creerlo, frente a mi estaba él. Podía verlo, su cabello negro y lacio; sus ojos negros, oscuros, como dos pozos que te tientan a sumergirte en ellos; su nariz, aristocrática, como yo solía llamarla.

Me quedé en silencio, solo observándolo. Mi respiración se aceleró, una presión en mi pecho se hizo presente, era horrible, mis ojos escocían y cada vez me costaba más trabajo respirar.

-Harry- sonaba preocupado. Pude ver como se movía, cada movimiento era ágil, con gracia, como todo en él.

Se sentó a mi lado, pasó sus brazos por mi cintura y me pegó a su pecho. Su calidez embargó mi cuerpo, se sentía tan real, pasé mis brazos en torno a su cuerpo y me aferré, me aferré como si de eso dependiera mi vida. Tenía tanto miedo, miedo de que volviera a desaparecer.

Sus manos se deslizaban lentamente por mi espalda, de vez en cuando eran alternados suaves movimientos que poco a poco iban logrando que me calmara.

¿Cómo era posible? Ron, Hermione y yo lo habíamos visto morir. Sabía que no era verdad, él estaba ahí, conmigo.

Me pegué a su cuerpo tanto como podía, necesitaba sentirlo, necesitaba convencerme que era real, que no estaba delirando.

Cuando pude ver su rostro, luego de estar escondiendo el mío en su pecho, me enfoqué en sus hermosos ojos, descendí lentamente recorriendo su rostro hasta que llegué a sus labios, entonces estos se curvaron ligeramente y sonrieron para mí.

-En verdad eres tú- a pesar de haberme calmado, no podía evitar que unos cuantos sollozos escaparan de mis labios.

La emoción que me embargaba no tenía equivalente alguno. Parecía que mi mundo podía volver a brillar, que todo volví a cobrar sentido. Ya no me sentía perdido.

-Soy yo, pequeño, soy yo- sus palabra resonaban en mis oídos.

El sonido de la puerta rompió nuestro pequeño reencuentro. Lo miré totalmente aterrado, tenía miedo de estar despertando y verlo desaparecer.

Se paró de la cama y fue hasta una esquina a esconderse, me sonrió desde ahí y luego se movió hacia el lado más oscuro para poder ocultarse.

-Adelante- dije tratando de ocultar mi emoción.

 

-¿Cómo andas compañero?- Ron entró con una bandeja llena de comida. Por mi estado no me dejaban moverme, decían que aún tenía que recuperarme de mis heridas causadas por el Lord y estabilizarme emocionalmente luego de haber presenciado todas aquellas perdidas.

-Mejor- le dije con una sonrisa más que sincera. Mi mejor amigo se alegró de verme tan recuperado y luego de darme un par de palmaditas en la espalda salió de la habitación.

Al parecer todo volvería a ser perfecto.

Los días pasaron en la Madriguera, poco a poco iba recuperando mi humor  y Sev se encargaba de acompañarme cada día a cada momento. Cada vez que despertaba lo veía a mi lado, velando mi sueño; cuando necesitaba un apoyo, él se encontraba a mi lado.

El tiempo lo pasábamos conversando sobre nuestras memorias de Hogwarts o simplemente recordando momentos que compartimos dentro del lugar que llamamos hogar.

A pesar de todo eso, tenía ganas de decirles a Ron y Hermione la verdad tras mi alegría. Nadie había vuelto a mencionar algo sobre Sev y yo les agradecía eso de su parte, aunque, claro, ellos creían que estaba muerto.

Cuando le mencioné la idea, su expresión cambió a una de total enfado.

-No puedes- refutó parándose de la cama y caminando de un lado a otro como solía hacer cuando se encontraba frustrado.

-Pero, son mis mejores amigos- no me causaba gracia esconderle algo a aquellas dos personas que me habían acompañado en la larga búsqueda de Horrorcruxes.

-Ellos no lo entenderán- fue lo último que dijo con respecto a ese tema.

Luego de aquella pelea, no volví a sacar el tema a colación, por lo que nuestros días siguieron en paz. Aún así, me parecía extraño que Severus se viera en la necesidad de esconderse cada vez que alguien entraba en la habitación.

Un par de días después la respuesta llegó a mí.

Me encontraba somnoliento, había pasado la tarde caminando por los alrededores de la casa aprovechando que toda la familia Weasley había salido. Severus se había encargado de acompañarme en cada momento y cuando me vio lo suficientemente cansado me obligó a ir escaleras arriba para descansar.

Fue en uno de los momentos en que salía de mi letargo que pude entender toda la situación.

Ron y Hermione habían entrado en mi habitación. Sabía que Severus seguía a mi lado, durmiendo, ya que podía sentir su peso sobre la cama y el calor que irradiaba su cuerpo.

-¿Ves Hermione? Él está bien- mi mejor amigo habló. Al parecer la castaña estaba preocupada por mi luego de haberme abandonado todo el día.

-No lo sé, Ron.- su tono maternal se hizo presente- No te parece que Harry está muy feliz últimamente, parece como si nos ocultara algo.

Mi mejor amiga se quedó un momento en silencio. No podía creer que no se diera cuenta el motivo de mi felicidad. Aunque no quisiera, ese sería un momento perfecto para informarles sobre la presencia de Severus.

-Supongo que ya superó la muerte del murciélago grasiento- pude casi imaginar como mi amigo se encogía de hombros ante sus palabras.

-RONALD WEASLEY- lo regañó mi amiga.

En ese momento sentí como Severus abría los ojos sobresaltado, habíamos sido descubiertos.

Me incorporé en la cama y les sonreí con cierto aire de travesura en el rostro.

Ambos me miraron incomprensibles y yo solo pude inclinar mi cabeza hacia el lado donde se encontraba Severus, supuse que eso serviría como explicación.

Ambos se quedaron con un aire de preocupación en sus rostros, yo solo podía sonreír mientras miraba a Severus. Estaba seguro que, para ambos, sería algo increíble que nuestro exprofesor de pociones se encontrara en mi cama cuando se suponía que todo el mundo mágico lo consideraba muerto.

-Les dije que no estaba muerto- decidí romper el silencio viendo que ambos no lograban salir de su estupefacción.

-¿A qué te refieres, Harry?- la castaña fue la primera en hablar. Pude notar cierto temblor en su tono de voz, pero nada de lo que tuviera que preocuparme, supuse.

-¿No lo entienden?- dije con seria incredulidad- Está frente a ustedes y no lo pueden creer. Les dije que Severus no había muerto.

-Harry, cálmate- esta vez fue Severus quien habló. Su voz se había vuelto temblorosa y mostraba cierto nerviosismo.

-No me voy a calmar- grité mirándolo a los ojos- Ellos no creyeron cuando les dije que estabas vivo.

-Compañero- Ron pensó un segundo antes de hablar- ¿Con quién estás hablando?

Eso fue todo.

-Harry- la voz de mi amiga llegó hasta mis oídos. Se había acercado a mí sin que yo lo notara. Ella se había sentado muy cerca a donde Severus estaba y aún así no podía verlo. ¿Por qué?- Tranquilo- me tomó entre sus brazos.- Necesitas calmarte.

-Hermione- tenía ganas de llorar- Hermione, míralo, él está aquí- le rogué. Sabía que mi amiga si me creería, ella era la más razonable de todos.

Me dirigió una mirada de lástima, sonrió tiernamente y negó con su cabeza. No era posible. Volteé a ver a Severus, tenía que pedirle una explicación. Su mirada estaba clavada en mí, sus ojos transmitían de todo, inseguridad, nerviosismo, pánico. Había sido descubierto. Por eso no quería que le dijera a nadie sobre su existencia, él no existía. Solo yo podía verlo.

-Harry, solo estamos los tres en la habitación.

Notas finales:

¡Hurra!

Gracias por haber leído -hace una reverencia-

Espero no haberlos hecho sufrir mucho (? No se olviden de compartir (? esto y bueno, espero un review de su parte, no les tomará mucho tiempo y me alegrarán la existencia [creanme cuando digo que lo necesito]

Finalmente, estaba pensando en crear una página como autor. Ya saben, anunciar actualizaciones, compartir momentos de dudas y esas cosas~ ¿sería buena idea? ¿Qué dicen?

En fin, gracias por prestarme su atención y por seguir este relato. Hasta la próxima.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).