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Si fuéramos novios por Higary

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Notas del capitulo:

Holi hola, gente bonita!! Como puse en el resumen, este oneshot ya había sido publicado en esta página, sólo que ahora por fin lo subo a mi cuenta n.n ¡Muchas gracias a quienes dejaron reviews! (Kyuu: Los mencionamos abajo) ¡Y también muchas gracias por su apoyo a todos los lectores y a los administradores! Esta loca idea quedó en segundo lugar en el concurso de oneshots organizados por la página de Facebook “Por amor al sasunaru y al yaoi” XD Bueno, cuando diseñé este oneshot las escenas (las frases que verán en cursiva)  las escribí en una hoja, pero algo ocurrió y dicha hoja se me perdió T_T Como el tiempo del concurso se me vino encima, sólo escribí lo que gané recordar. Me exprimí el cerebro intentando hacer memoria de todas las escenas, pero sólo me acordé de otras tres más, incluyendo la que originalmente debería ser la última, de modo que aquí se las incluí, jejeje (Kyuu: Ahí también va el mini epílogo que le pidieron tanto en los reviews como en Facebook ¬¬). Este oneshot va como otra de mis aportaciones al Festival literario sasunaru, ¡sigan participando y chequen las historias que ya han sido publicadas! :D Yo esperaré sus comentarios con saludos, golpes, felicitaciones, pedradas, flores, cebollazos, amenazas, jitomatazos, bombas y demás. Ahora sí: ¡¡a leer!!

 

Disclaimer: Como todos saben, los personajes son propiedad del trollero de Kishimoto. La idea de este fanfic es producto de lo que mi cerebro pudo rescatar de aquella hoja que nunca volví a encontrar T_T

 

Agradecimiento: Yamile, Inga, Uzuna, gemma, samadhy78, kaia shirley, nezumi ross, Zanzamaru, yume hinamori, naru-fan-chan, Hiikarii, reysel y Monse-Uchiha, quienes dejaron review en la publicación original.

SI FUÉRAMOS NOVIOS

 

En el Colegio Konoha, institución sólo para varones, las clases transcurrían normalmente. Claro que ahí lo que se incluía como parte de la “normalidad” era ver al alumno más serio e inteligente y al más hiperactivo discutiendo por cualquier tontería. A veces sus compañeros no entendían por qué seguían tratándose de esa manera si Uchiha Sasuke y Uzumaki Naruto eran mejores amigos desde niños. Quizá porque eran polos opuestos como frío y alegre, moreno y rubio, callado y hablador, en fin.

-Ya te dije que es imposible para ti, usuratonkachi –decía Sasuke

-¡Cierra la boca, bastardo! Nadie pidió tu opinión –reclamaba Naruto

-Si no fuera por mí ya habrías ido a dar al hospital.

-Tranquilícense los dos –intervino su amigo Nara Shikamaru, fastidiado-. Son tan problemáticos.

-Deberían tratarse mejor –opinó Inuzuka Kiba

-Él tiene razón –apoyó Shimura Sai y sonrió-. Mejor deberían darme consejos ahora que oficialmente estoy saliendo con Gaara.

-Idiota –murmuró el mencionado Sabaku no Gaara

-¿Por qué nosotros te aconsejaríamos? –preguntó Naruto

- Tú y Sasuke tienen mucha más experiencia en esto de salir con otro chico.

-¡Estás locos! –gritaron ambos

-¡Nosotros no salimos! –exclamó Sasuke

-¡El teme no tiene tan buena suerte! –dijo Naruto

-¡Eso debería decirlo yo, dobe!

-Tienen que estar bromeando –opinó Gaara-, si se comportan como si fueran novios.

-¿Acaso están ciegos? –preguntó el Uzumaki al ver a sus demás amigos apoyarlo

-Si Naruto y yo fuéramos novios, haríamos cosas diferentes.

-¿Cómo cuáles? –interrogó Kiba, divertido

 

Si fuéramos novios…

 

“Nos tomaríamos de las manos”

 

Durante la clase de Deportes el profesor dividió a los alumnos en dos equipos para realizar una serie de competencias. Para hacer las cosas más entretenidas colocó a Sasuke y Naruto en bandos opuestos, ya que para nadie era secreto que esos dos eran sumamente competitivos y odiaban perder.

 

Una de las competencias consistía en una carrera hasta llegar a una bandera y el primero que la sujetara ganaría. Como era de esperarse rubio y moreno corrieron como si sus vidas dependieran de ello. Sujetaron la bandera al mismo tiempo y, ya que ninguno pensaba soltarla, comenzaron a jalonearse.

-Suéltala, bastardo, yo la tomé primero.

-Estás loco, usuratonkachi. Perdiste como siempre.

Con la mano libre sujetaron al otro de la camisa y aproximaron sus rostros en actitud desafiante. Se podían sentir las chispas saltando entre ellos. Comenzaron a empujar, patear, soltaban golpes, arañazos, mordidas y lo que fuera necesario para hacer desistir a su oponente.

-Sólo les falta arrancarse la ropa –comentó Sai mientras los veían rodar por el césped todavía sin soltar la bandera

-Qué par más divertido –reía Kiba

 

“Saldríamos a citas”

 

-Ya te dije que no, dobe.

-¡Pero siempre eliges lo que haremos el sábado, teme!

-Es porque tú eliges la comida. ¡Y siempre es ramen!

-Mentiroso, a veces escojo pizza.

Ambos chicos se encontraban discutiendo durante la hora del almuerzo. Sus amigos sabían que ellos dos estaban tan acostumbrados a convivir que les era natural pasar todos los fines de semana juntos.

-Tsk, cada viernes es lo mismo –se quejó Shikamaru-. ¿No pueden acordar sus citas sin discutir? Vayan al cine, al parque de diversiones…

-O a un hotel –intervino Sai, riendo

-¡Imbécil! –le gritó Sasuke, golpeándolo

-¡No son citas! –dijo el rubio- Simplemente es parte de nuestra rutina.

Claro, pensaban sus amigos, por eso incluso si peleaban un día antes se presentarían el sábado sin falta para cumplir con los planes ya acordados a base de gritos. Por favor, si nada más faltaba que Sasuke llegara a recoger a Naruto llevándole un enorme ramo de flores.

 

“No discutiríamos por tonterías”

 

-¿Pero por qué en mi casa? –alegaba el rubio- ¡Tú tienes más espacio!

-Eso no tiene nada que ver, usuratonkachi.

-¡Siempre te quejas de que mi habitación está desordenada! Prefiero pasar la tarde en los dominios de un maniático de la limpieza como tú.

Shikamaru y Chouji presenciaban la pelea de ese día entre esos dos. Todo había comenzado luego de que en la última clase les asignaran una tarea en parejas. Apenas sonó el timbre de salida, Sasuke y Naruto comenzaron a discutir sobre el lugar donde realizarían dicho trabajo. El pleito se agravó cuando el Uzumaki dijo que quería ir a la mansión Uchiha.

-Ellos son divertidos –decía Chouji comiendo papas

-Son un par de problemáticos –suspiró el Nara-. Kiba alcanzó a huir de esto, igual que Sai y Gaara.

-¡No seas así, teme! –gritaba el ojiazul- ¡Además en tu casa estará Itachi nii-chan! Hace mucho que no lo veo.

-Claro, para que te pongas a platicar y reír con él mientras yo debo hacer todo el trabajo.

Ahí estaba todo el meollo del asunto. Si Uchiha Itachi supiera que se había convertido en una manzana de la discordia entre su hermano y Naruto, seguro estaría felizmente burlándose de ellos.

-¡Voy a ir a tu casa y punto, teme! –dio media vuelta y se fue

-¡¿Qué?! ¡Usuratonkachi, ven acá! –corrió para alcanzarlo, dejando a sus otros dos amigos

-Shikamaru, ¿crees que sean celos por parte de Sasuke?

-A veces pienso que es más la costumbre absurda que tienen de discutir por cualquier cosa –respondió, suspirando

 

“Pensaríamos todo el día en el otro”

 

-No puede ser…

Suspirando, Naruto dejó caer su cabeza sobre la mesa de la cafetería. El resto de sus amigos lo observaron sin entender, así que Akimichi Chouji decidió ser el que los sacara de la duda.

-¿Qué te sucede, Naruto?

-Como me desvelé terminando la tarea de Matemáticas, esta mañana al salir corriendo dejé mi almuerzo en casa –volvió a suspirar con pena

-Si quieres… -comenzó a ofrecer Gaara, pero fue interrumpido por la llegada de Sasuke

-Oye, usuratonkachi, toma.

Frente al rubio depositó una caja de almuerzo. Los ojos azules lo observaron, interrogantes, de modo que el Uchiha se cruzó de brazos.

-Supuse que el idiota que me llamó ayer a media noche para que le explicara la tarea de Matemáticas se levantaría tan tarde que olvidaría su almuerzo.

-¡¿A quién llamas idiota?!

-Cállate y come, no quiero tener que escuchar tu estómago rugir durante las clases.

-Grr, sólo porque tengo hambre.

El resto de los presentes observó a Sasuke (quien traía otra caja de almuerzo para él) tomar asiento junto al chico y ambos comenzaron a comer en silencio. Aquél tipo de acciones por parte del Uchiha ya no les parecían extrañas, no era la primera vez que se anticipaba a alguna acción de Naruto.

-Le presta demasiada atención –mencionó Kiba

-Y si se lo comentamos dirá que estamos locos –apoyó Shikamaru

 

“Nos  llamaríamos de formas cursis como cariño o cielo”

 

Los chicos tenían una clase libre, por lo que fueron al patio y se sentaron bajo un árbol a platicar. Durante aquellas fechas era raro que tuvieran oportunidades como esa para relajarse dentro de la escuela, así que debían aprovechar al máximo. Y qué mejor forma que a costa de molestar a sus (como les dice Shikamaru) dos problemáticos amigos.

-Yo tengo curiosidad sobre algo –habló Chouji mientras comía unas papas-. Sasuke, ¿por qué siempre llamas a Naruto dobe o usuratonkachi?

-Porque lo es.

-¡Oye, teme! ¡¿Quieres que te rompa la cara?!

-Ni en tus mejores sueños podrías, torpe.

-Y Naruto siempre lo llama teme –mencionó Gaara

-¡Claro! ¡Miren cómo me trata!

-¿Acaso esperas que te trate como a una princesa?

-Me parece que esos apodos son su manera de mostrarse cariño –dijo el Nara-. Después de todo ellos no son muy normales que digamos.

-Es decir que son muy cariñosos a su manera –dijo Kiba y junto con Sai comenzaron a reírse

Sasuke y Naruto dejaron de alegar para observar cómo sus dos amigos reían escandalosamente, aunque no sabían por qué. Y es que Sai y Kiba ahora entendían (y agradecían) que esos dos no salieron con ninguna chica, no tenían nada de tacto y delicadeza. Lo mejor que podían hacer era enlazarse para toda la vida, sólo entre ellos dos podrían soportarse.

 

“Regalaríamos detalles empalagosos”

 

San Valentín es una fecha especial para muchos (especialmente para las chicas enamoradas), aunque para otros sólo era una fecha comercial. Pero Konoha no podía quedar exenta del ambiente lleno de chocolates, corazones, flores y colores, confesiones de aquí para allá y el comienzo de alguna nueva parejita.

-Esto es un fastidio –bufaba el Uchiha, molesto

Él y sus amigos se encontraban sentados bajo la sombra de un árbol en el parque luego del ajetreado día. Al menos así fue para Sasuke, quien en la entrada de la institución había tenido que soportar a niñas ruidosas y molestas acosándolo sin importar cuántas miradas asesinas él les lanzara.

-Eres un amargado, teme. Fue muy divertido –sonreía el rubio, comiendo alegremente

-Eso es porque cada año Sasuke te regala los chocolates que le dan las chicas por más que él las rechaza –comentó Kiba, divertido

-Detesto los dulces –dijo el moreno y lo miró, arqueando una ceja-. Además, chico perro, tú y Chouji se están comiendo los chocolates de las admiradoras de Sai y Gaara.

-No nos dejaron en paz ni sabiendo que estamos juntos y perdidamente enamorados –dijo Sai abrazando efusivamente a su pareja

-Quítate de encima –se quejó el pelirrojo

-Tsk, escandalosos –murmuró Shikamaru, recostado sobre el césped

-Oye, Naruto –llamó Chouji sin dejar de comer dulces-, ¿y esas bolsas?, ¿te dieron tantos chocolates?

-No realmente, sólo acepté los que son por agradecimiento, obligación o amistad. Esto –levantó una de las bolsas y se la extendió al azabache- es para ti, teme. A cambio de que siempre me regales tus chocolates.

De la bolsa el moreno extrajo un tomate, a él le encantaban. Le dio un mordisco y luego sonrió de medio lado.

-Vaya, era hora de que hicieras algo bueno por mí, dobe.

-Cállate o esos tomates terminarán embarrados en tu cara, bastardo.

-¡Qué románticos! –exclamaron Sai y Kiba para luego comenzar a reírse escandalosamente

-¿Los tomates contarán para que Sasuke le regale algo el Día Blanco? –se preguntaba el Akimichi

-Ni idea, pero viniendo de esos dos, todo es posible –respondió el pelirrojo viendo cómo el Uchiha amenazaba a los otros dos mientras el rubio los ignoraba para seguir saboreando sus chocolates.

 

“Seríamos celosos y hasta posesivos”

 

Aquél viernes después de clases el grupo de amigos acordó ir de paseo al centro comercial. Primero decidieron ir al área de comida, pues se morían de hambre. Naruto ya estaba saboreando su preciado ramen mientras Sai y Chouji comían hamburguesas. Shikamaru y Kiba fueron los siguientes en llegar y tomar asiento.

-Miren –señaló Kiba, sonriendo con malicia-, como siempre nuestros dos galanes ya están llamando la atención.

Los demás voltearon para encontrar a Sasuke y Gaara esperando sus pizzas, sólo que varias chicas los miraban con admiración. No era para menos, ellos eran realmente atractivos y destacaban. Dos osadas chicas se les acercaron a conversar… o al menos intentarlo, teniendo en cuenta que ambos eran los más serios del grupo.

-¡Rayos! –Sai golpeó la mesa y se puso de pie- ¿Cómo se atreve esa chica a coquetear con mi amorcito?

-De todos modos tu amorcito no le está haciendo caso –comentó Chouji sin dejar de comer

-Eso no justifica que cualquiera pueda acercarse a mi propiedad. Naruto, ¡debemos hacer algo!

-¿Y yo por qué?

-¡Porque también le están coqueteando a tu Uchiha!

-No me importa –murmuró y sorbió sus fideos-. Ese teme siempre ha sido muy popular, no es la primera vez que pasa algo así.

Lo dijo como si le diera igual, pero todos notaron que tenían el ceño ligeramente fruncido.

-¿Entonces por qué pareces celoso? –preguntó Shikamaru

-¡No estoy…!

-¿Qué pasa? –interrumpió Gaara

Tras él venía Sasuke cargando su comida. Tomaron asiento con el resto de los chicos. Sai de inmediato se le pegó al pelirrojo quien intentaba quitárselo de encima.

-¿Y tú por qué estás molesto, dobe?

-Imaginaciones tuyas, bastardo.

 

Luego de la tensa comida (por parte del rubio y el azabache), decidieron ir a los videojuegos. El Uzumaki de inmediato corrió hacia las máquinas de pelea, en lugares así volvía a ser ese niño hiperactivo y escandaloso que los unió a todos. Los chicos se dispersaron por el lugar para divertirse un rato. Sasuke fue en búsqueda de su rubio amigo y lo encontró platicando animadamente con otro chico de largo cabello castaño y ojos blancos.

-Vaya, pero si es Hyuuga Neji –escuchó a Sai tras él-. No lo había visto desde que se graduó. Siempre pensé que era demasiado amable con Naruto.

-Cállate –ordenó el Uchiha y se encaminó hacia los otros dos

-Sólo espero que no nos meta en problemas –suspiró Shikamaru junto al pelinegro

-Lo dudo, él sí que es un maestro en eso de marcar territorio, jejeje.

Señaló con la cabeza cómo el Uchiha llegó junto al rubio y le dio un ligero golpe en la cabeza para llamar su atención, consiguiendo el efecto deseado: comenzaron a alegar y Neji se marchó al sentirse ignorado. Por lo que pudieron observar, al parecer Sasuke retó a Naruto porque de inmediato se pusieron a jugar juntos.

-Simplemente deberían admitir que se aman –se quejó Chouji-. Ni que fuéramos a discriminarlos.

-Es que son demasiado tercos –añadió Gaara

-Pues yo sólo espero vivir el tiempo suficiente para al menos verlos darse un beso –dijo Kiba con ilusión-. Y que no sea accidental como cuando eran niños.

 

Por la tarde cada uno tomó su camino a casa, excepto Sasuke y Naruto que continuaron andando juntos. Una vez se alejaron lo suficiente, el rubio sonrió y le sujetó la mano con cariño a su acompañante.

-Oye, teme, ¿cuándo les diremos a los chicos que somos pareja oficial desde hace dos años?

-Mmm… No lo sé –sonrió de medio lado-. Es divertido verlos intentar que “abramos los ojos” a la verdad.

-Jajaja, eres muy malo.

-Da igual –lo jaló para abrazarlo con fuerza-. Tú y yo sabemos que tenemos mucho más que esas cursilerías que dicen deben hacer los novios.

-Sí, aunque a veces seas un idiota. ¡Pero así te quiero!

-Y yo a ti, torpe.

 

Ciertamente su relación no era el típico cliché, quizá eso era lo que la volvía más interesante y divertida. Qué importaba si no había sobrenombres cargados de dulzura, que no se la pasaran agarraditos de la mano o enviándose mensajes cursis, para ellos simplemente contar con la presencia del otro era más que suficiente. Mientras tanto en la escuela seguirían aparentando con su relación de amigos y rivales, quién sabe, puede que el día de la graduación decidieran romper el silencio y decirles la verdad a sus amigos. Las caras que pondrán seguro serán épicas, lo mejor era llevar lista una cámara para grabarlos.

 

-o-o-o- EPÍLOGO -o-o-o-

“Nos besaríamos”

 

El día de Graduación llegó a Konoha, día en que una generación más abandonaría sus instalaciones y emprendería nuevos caminos. La ceremonia había sido muy emotiva y ahora los egresados eran felicitados por sus familiares y amigos.

-¡Hora de ir a celebrar! –decía Sai trayendo de la mano a Gaara (quien intentaba soltarse)

-Como sea, pero déjame ir.

-Nunca, Gaara-chan –sonrió y miró llegar a sus otros tres amigos

-¿Dónde está el par problemático? –preguntó el Nara

-Yo les perdí de vista después de la ceremonia –comentó Chouji, sacando una bolsa de papas

-¿Tuviste eso escondido toda la ceremonia? –Kiba suspiró- Como sea, debemos encontrar…

Todos se desconcertaron al ver cómo el Inuzuka iba bajando el volumen de su voz y abría los ojos con total sorpresa. Voltearon buscando la causa de ello y sus reacciones fueron muy similares.

-¡¿Pero qué demonios…?! –señaló Sai sin poder terminar de formular la pregunta

 

Y esto se debía porque a unos metros de donde ellos se encontraban, Sasuke y Naruto estaban abrazados y besándose como si la vida se les fuera en ello. Alrededor de la pareja se encontraban Itachi y los padres de ambos chicos, todos sonreían como si estuvieran acostumbrados a ese tipo de escenas (porque en realidad así era).

-Nos están mirando –murmuró Naruto cuando se separaron, tenía las mejillas ligeramente sonrojadas

-Te dije que sus caras de imbéciles serían épicas –sonreía con una mezcla de burla y victoria el moreno

Al parecer a sus cuatro amigos les tomarían varios minutos salir del trance. Pero gracias a las fotografías tomadas por su hermano mayor, tendrían plasmadas esas expresiones para burlarse de ellos durante mucho tiempo por nunca haberse dado cuenta que en realidad ellos ya estaban juntos desde años atrás.

 

FIN

THE END

OWARI


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