Podía oír la respiración entrecortada cerca de su oído, sentía los húmedos labios posarse sobre su cuello y se estremecía ante el cálido tacto de aquellas manos que se enroscaban alrededor de su cintura, escurriéndose por debajo de su ropa...
Niel abrió los ojos algo sobresaltado, sintiendo su respiración agitada y con la sensación de haber experimentado un sueño realmente vívido. La luz de la mañana ingresaba a través de la ventana y le hería la vista, por lo que giró hacia un costado en la cama y dio un salto al ver la hora en su despertador. Aún tenía tiempo, pero si no se apresuraba llegaría tarde al primer día del año en la universidad. Se levantó, se vistió rápidamente e ingirió un leve desayuno antes de tomar sus cosas y abandonar el departamento.
Llegó a la universidad con tiempo de sobra pero aun así gran mayoría de los asientos se hallaban ocupados.
-Disculpe, ¿Puedo utilizar este asiento?- preguntó a una muchacha sentada en un extremo del aula, señalando el asiento contiguo.
-Claro- contestó alzando la vista, y Niel se sorprendió al ver que no se trataba de una chica. Su contextura era pequeña y sus rasgos delicados pero aquél era sin duda un hombre. -¿Daniel?- inquirió de pronto mientras Niel se sentaba a su lado y este lo miró extrañado; ¿Acaso se conocían? -Soy Byunghun, Chan Hee nos presentó en el verano- añadió ante la cara de desconcierto del otro y sonrió amablemente.
-Oh, claro. Lo siento, no te reconocí-. Y le hubiera costado hacerlo, aún si no consideraba el hecho de que el día en que se vieron por primera vez Niel había salido con Chan Hee y sus amigos y había acabado la noche en un estado deplorable. El vago recuerdo que tenía de Byunghun era de una persona extrovertida, confiada y algo pagada de sí misma, mientras que la persona que ahora se sentaba a su lado se veía más bien tímida e ¿inocente? Tal vez no fuera esa la manera correcta de describirlo, pero sin duda le tomó más de un instante a Niel asimilar que se trataba de la misma persona. – No sabía que asistías a la misma universidad que yo.
-¿No te lo mencionó Chunji? De todas formas, creo que es la primera vez que compartimos una clase.
Antes de que pudiera contestar algo, el profesor ingresó al aula y todos guardaron silencio. Al finalizar la clase ambos salieron al pasillo y cuando Niel se disponía a irse a su próxima clase, Byunghun lo detuvo.
-¿Tienes un momento?- inquirió; parecía nervioso.
-Claro- respondió sintiéndose curioso por el repentino cambio en su actitud.
-Sobre lo que sucedió aquella noche...
-¿A qué te refieres?
-Tú... ¿No lo recuerdas?- su ojos, que se habían mantenido mirando ligeramente hacia abajo, se fijaron ahora en los de Niel con sorpresa. -Entonces olvídalo, no es nada- sonrió entre aliviado y avergonzado y se despidió con un “Lamento haberte molestado”, dejando a su desconcertado acompañante parado en medio del pasillo.
"¿Qué se supone que debo recordar?" aquella pregunta rondó la mente de Niel el resto del día, pero no podía forzar a su cerebro a recordarlo, no solo por la gran cantidad de alcohol que recorría su sistema en ese entonces, sino el hecho de que habían pasado ya un par de semanas desde aquel momento.
Al volver a su departamento por la noche se encontró que no podía concentrarse en nada, por lo que luego de cenar y darse un baño relajante se recostó; mas el sueño se negaba a llegar a él. ¿Por qué le inquietaba tanto el comentario de Byunghun? Se mantuvo pensando en hechos de importancia que pudieron haber ocurrido durante un rato más antes de finalmente caer dormido.