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Hombre de Hojalata por 5kn_akatsuki

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Notas del fanfic:

Ahhh ;n; no sé, a veces tambien soy de Hojalata. 

Notas del capitulo:

Espero que lo disfruten <3 

No sé por qué nunca sonríes.

No sé por qué siempre estás solo.

Tampoco sé por qué no me puedo acercar a ti como quiero hacerlo.

Siempre estás solo, sentado en la banca del patio principal en la universidad leyendo un libro. Siempre comes solo pese a que la mesa es al menos para ocho personas. Siempre que alguien te saluda sólo sonríes de medio lado y desvías la mirada.

Ni siquiera sé por qué cuando te conté aquel chiste no reíste si las personas a los alrededores se carcajearon.

Ni siquiera debería de interesarme tu persona, tu mundo y todo lo que conllevas.

Sin embargo no puedo sacarte de mi mente.

Sé que te llamas Minho, que estudias en la Faculta de Cinematografía en el quinto semestre, que eres el numero uno de tu clase. Pero no sé por qué ocultas de esa manera tu sonrisa.

¿Alguna vez alguien te dijo que tu sonrisa era la mejor? ¿Que era más bonita que el resto? ¿Por eso no la muestras?

No lo sé, y quizá tampoco tú.

Me gustaría acercarme a ti, saludarte y comer en la misma mesa. Pero sé que al intentarlo sólo me dirás “Buen día” y seguirás con tu comida o el libro en turno.

Te he visto solo pero no estás triste.

Te he visto entrar a tu casa pero no anuncias tu llegada.

Te he visto mil veces que incluso he llegado a soñar contigo.

He soñado que eras alguien, alguien que convive con el resto de la gente. Alguien que cierra su libro cuando está con otras personas, alguien que comparte sus metas con sus amigos.

Alguien que sonríe.

Pero entonces despierto y me doy cuenta de que ese sólo es mi deseo. Uno egoísta en el que no te pido permiso y hago de ti lo que yo quiera que fueras. Perdóname por todo eso.

Quisiera que algún día lograras salir de tu capullo y te aventuraras a vivir algo más que las hojas de los libros, que no limitaras su visión a la mesa de desayuno. Que sonrieras cada vez que eres feliz. Que rieras con cada chiste que te cuentan.

Quisiera que tuvieras otro carácter.

Uno que me permita acercarme a ti. Uno que fuera más fácil de manejar. Sin duda, desearía que fuera uno menos inalcanzable.

Me he imaginado un montón de tardes juntos, haciendo lo que te gusta hacer, leer libros. Imagino un circulo de lectura contigo y se me llenan de mariposas el estomago. Imagino que estamos juntos.

Que en los días de Universidad antes de que entres a tu salón de clases vas a revisar si ya he llegado, en donde al dar el timbre para salir a comer vuelves a ir por mí, y juntos vamos por las bandejas de comida. Que ahora tu mesa no es “tu mesa” sino la mesa en la que otros compañeros se sentarían y charlarían con nosotros.

Hablaríamos de lo mal que enseñan los profesores. De sus problemas emocionales, criticaríamos hasta sus atuendos, lo que sea, imagino que todo se vuelve más sencillo para ti también.

Que sigues siendo el numero uno de la clase pero ahora tienes más de un amigo. Que puedes confiar en cualquier persona y que todos desean ser tu amigo.

 A veces sueño con los ojos abiertos mientras te miro.

Veo como cambias de hoja del libro, como al terminarlo lo cierras y sacas uno más. Incluso como tomas agua de la botella que sueles cargar para seguir leyendo.

¿Por qué eres así?

¿Qué te orilló a serlo?

Eres una persona misteriosa y eso llamó mi atención.

Muchos quieren ser tu pareja pero estás cubierto de una armadura de diamante que es sumamente difícil de romper. No nos permites ver tu verdadero yo y por eso muchos se alejan, por eso te dejan solo.

¡Pero yo estoy aquí!

Soy ese pequeño de cabello negro que te mira detrás de la puerta, desde el pasillo, detrás de un árbol, al final de la fila en la cafetería, el que espía en los pasillos de la biblioteca para saber qué cosa te interesa esta vez.

Mis amigos dicen que debería de dejar de intentar algo contigo.

Ellos dicen que pierdo mi tiempo, ellos dicen que debería de hacerles caso a las personas que quieren ser algo de mí, ellos no saben cómo eres y jamás lo sabrán porque no tiene la perseverancia que yo.

Ni la astucia.

Ni las ganas de ser tu amigo.

O pareja.

¿Qué me falta para acercarme a ti?

Me falta 10% de suerte para poder atraparte justo en el momento que tus ojos miran hacia alrededor, después de clases, un libro o la comida. Me falta 20% de habilidad para contarte mejores chistes, para hacerte sonreír, para acercarme a ti sin estar oculto detrás de algo o alguien.

Me falta 15% de concentración para poder interpretar todo lo que dices sin hablar, me falta 5% de placer y así poder disfrutar de tus actividades en solitario, cuando tenga todo esto habrá un 100% que será al razón para recordar mi nombre.

Lee Taemin, el chico que te bautizó como el Hombre de Hojalata.

Para mí, además de todo lo que representas y eres. Te has convertido en un Hombre de Hojalata.

Eres como ese robot que hace todo y lo hace de maravilla. Pero no lo disfruta, no vive, no tiene sentimientos.

Eres de Hojalata justo en el momento en el que te saludo y sólo sonríes de medio lado para seguir con tus pensamientos.

Eres de Hojalata cuando alguien te pregunta “¿Me puedo sentar contigo?” y sólo te encoges de hombros.

Eres de Hojalata porque no sonríes.

Eres de Hojalata porque eres duro, has soportado esa soledad amigable por ya un buen tiempo.

Eres de Hojalata porque los Príncipes Azules destiñen con el tiempo.

Pero ¿sabes una cosa? Me gusta que seas de hojalata, alguna vez me llamaste Muñeco porque habías visto un número en el festival de la Universidad en la que bailé y al parecer, fui muy flexible para tu sorpresa.

Desde ese día me convertí en un Muñeco y tú en un Hombre de Hojalata.

Algún día cuando camines hacia tu casa piensa en lo gracioso que sería ver un Muñeco caminar junto a un Hombre de Hojalata, es divertido hasta el momento en el que el Muñeco deja de ser de Trapo para tener piernas y brazos de verdad, que el cabello de estambre pasa a ser natural de color negro.

Que los ojos de botones se convierten en globos oculares de color negro. Y la sonrisa pintada se convierte en una verdadera. Una que te dedicaría.

Sería ese mismo momento en el que al Hombre de Hojalata se le cae su armadura para dejar ver su cuerpo, que su rostro se descubre para mostrar el tuyo y que tu corazón ya no es de tuercas y tornillos, sino que late por el calor que te entregaría.

Pensándolo bien, no suena tan mal.

Pero ¿dejaría el Hombre de Hojalata que se acercara un simple Muñeco de Trapo?

¿Me permitirías ver y disfrutar de tu sonrisa?

¿Ser yo quien las provoque?

Aquí en el mundo real la vida es muy estresante pero es divertida vivirla. En los libros que lees siempre el amor triunfa, siempre la princesa se casa con su hombre perfecto, siempre hay poemas y versos para enamorar.

¿Dejarías que yo te dedicara uno?

¿Ese verso te sacaría una sonrisa?

¿El Hombre de Hojalata se atrevería a vivir la vida?

No lo sé pero me encantará saber las respuestas. Estaré en la Fuente de Sodas durante dos horas, esperándote. Si llegas mi corazón saltará de alegría, me propondré sacarte toda la hojalata que te cubre para hacerte feliz, o, me cubriré de hojalata para ser igual de feliz que tú.

Pero si no llegas no me rendiré. Tal vez no hoy ni mañana, ni en lo que queda de la Universidad pero algún día podré hacer que sonrías, que disfrutes de las emociones no sólo por las letras que lees, sino que seré yo mismo quien te abrazará, quien te hará llorar y quien estará para ti en todo momento.

Espero que lo tomes en consideración.

Taemin, el Muñeco de Trapo.

Una lágrima se deslizó por la mejilla del Hombre de Hojalata, dobló la carta y suspiró. Si tan sólo supiera que leía muchos libros porque no podría vivir las aventuras que ellos contaban. Tan sólo 13 días más. 

Notas finales:

Me gusta pensar que este es la contra parte a DLN, un fi mio hecho ya ahce unos años. 

Gracias por leer mi pena ;n; 


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