UN ANGEL Y DOS TONTOS ENAMORADOS.
Capítulo I.
Un triste comienzo.
La habitación era blanca y el sonido de los aparatos de hospital, se escuchaba alto y claro, una joven de 19 años descansa apaciblemente entre las sabanas de una cama, su piel que antes era de un tono pálido como la nieve pero al mismo tiempo sonrosado levemente ahora estaba opacada y sin su brillo característico además de pequeñas marcas hematomas que no querían desaparecer por completo, sus labios que antes eran de un rosa irresistible y carnosos cambiaron a unos resecos y partidos a pesar de estar hidratada, sus parpados ocultan esos hermosos ojos color cielo que siempre brillaban como estrellas y reflejaban a un ser puro, pero que la ultimas que se cerraron transmitían solo vacio, dolor y frío; pero sobretodo miedo y decepción, su cabello rubio que alguna vez fue la envidia de varias chicas por ser hermoso, largo y brillante ahora estaba opaco y áspero, lo único que desencajaba con esta imagen reprobable de la joven dama eran tres cosas su brazos abrazaban protectoramente su gran vientre abultado de casi 8 meses, su rostro era la tranquilidad en persona a pesar de su estado y en su boca estaba una sonrisa calidad una imagen poco creíble pero que mantenía pese a su estado.
A un lado de la cama donde yacía la joven, sentado mientras entrelazaba sus manos en señal de ruego, un joven rubio ojos azules, de piel bronceada y tres marquitas en cada mejilla con apariencia destrozada, contemplaba la escena mientras, derramaba lágrimas sin darse cuenta y su rostro demostraba melancolía y tristeza.
-¿Por qué?.-susurraba bajito.-Lezti ¿Por qué?-exigía al aire recordando la noticia que le dio el doctor y las palabras de este.
=FLASH BACK=l
-lo siento joven Uzumaki Namikaze Naruto san, pero la señorita Millaray Lezti es un caso especial, si no mejora en tres semanas se hará una cesaría para poner a salvo a sus bebes, entiende a lo que me refiero, al estar en coma la cirugía es mas riesgosa, puede que ella no sobreviva”.- podía sentir la voz frágil y llena de tristeza del doctor y eso lo destrozaba más.
-¿ella va a morir? -Pregunto no muy seguro de oír la respuesta y en un murmullo.-que hay de los bebes ¿están en peligro?.-apenas articulo con voz quebrada.
-no deseo adelantarme a los hechos joven Uzumaki además.-el doctor sonrió cálidamente y vio el a la joven embarazada.- ella es fuerte verdad, usted siempre lo dice.- y volvió a ver al rubio que solo asintió y también vio a la joven.
=FIN FLASH BACK=
A pesar de las palabras reconfortantes del doctor su corazón dolía y arto de todo ese dolor y no poder estar en esa habitación sin dejar de derramar lagrimas el joven rubio se incorporo y comenzó a caminar lentamente asía el balcón de la habitación. Una vez hay aprecio la hermosa luna y se dio cuenta que ya era de noche, pero le gustaba sentir en su soledad el viento helado de la noche que lo tranquilizaba.
Desde que paso el accidente con su pequeña Lezti chan que la dejo en coma hace casi 5 meses; después del shock inicial y escándalo había desarrollado la rutina de levantarse de lunes a viernes, a las 5 de la madrugada, ducharse y bajar a desayunar, posteriormente ir a la universidad de konoha donde estudiaba administración de empresas y mercadotecnia, después de sus clases era recogido en una limosina negra y trasladado al hospital donde pasaba el resto de la tarde en la habitación de Lezti, posteriormente era recogido a las 10:30pm de la noche para volver a la misma rutina acepto los fines de semana esos días solo estaba desde el viernes en la tarde hasta el domingo en la noche que se marchaba a las 10:30pm, para empezar el lunes de nuevo con su semana, solo los trabajos de la universidad, o un asuntos familiares perturbaban su rutina pero de ahí nada lo asía separarse de la joven rubia; por el vivía en el hospital con su tesoro de cabellos dorados, pero sus padres y los doctores no se lo permitían por miedo a que el dolor se multiplicara al ver los pocos avances de la joven. Lo que ellos ignoraban es que a pesar de mostrarse sereno y calmado por fuera, forzara la mayoría de sus sonrisas y forma de ser se Perdía poco a poco.
Hoy era sábado así que no se preocupaba por cuidar el tiempo para irse a casa generalmente siempre los fines de semana perdía la noción del tiempo y solo cuando las enfermeras le traían algo de comer se daba cuenta de que tenía hambre y debía comer o para salir del hospital el chofer siempre subía para avisarle que tenían que partir.
De repente el sonido de una hermosa melodía le llego a sus oídos y lo aparto de su tranquilidad, así que saco su teléfono del bolsillo de su pantalón y contesto sin ver el número.
-Bueno.-contesto desganado el Uzumaki y conteniendo un bostezo.
-{hola Naru chan que te he dicho de estar despierto a estas horas deberías de descansar son la 3 de la madrugada}.-aunque la voz era gruesa y firme se escuchaba preocupada y con un toque de regaño.
-lo mismo digo.-se llevo una mano a sus cabellos y los desordeno.- que quieres Itachi.-dijo en un susurro apenas audible para el otro.
-{aunque lo niegues la falta de sueño te afecta el ánimo}. -respondió Itachi
-otra vez lo mismo, si solo llamas para eso mejor cuelgo.-contesto bruscamente el ají azul.-“además no es eso lo que me cambia el ánimo”.- pensó tristemente.
-{no espera Naru chan, no cuelgues solo hable porque acabo de salir de hacer un trabajo de la universidad en equipo y me preocupe por tu salud se por tus padres que siempre te quedas despierto hasta la madrugada los fines de semana y tus ojeras lo confirman, debes dormir y ya que tu no lo recuerdas yo lo haré por ti, además quería saber cómo esta Lezti y los bebes, hay algo nuevo.}- hubo un gran silencio.-{bueno sigues hay Naru chan.}-Itachi escucho un sozollo.-{Naru chan.}- pronuncio preocupado Itachi
-estoy bien.-el rubio ahogo un sozollo y limpió las lagrimas que no supo en que momento volvieron o si se fueron alguna vez.- mañana hablamos si Itachi ahora no me siento bien.- Se escucho la voz quebrada del rubio.
El rubio escucho un suspiro al otro lado de la línea.-{muy bien iré mañana al hospital pero todo está bien cierto.}- se escucho la voz preocupada de Itachi.
-por ahora.- contesto el rubio y colgó, después se limpio las lagrimas y se adentro en la habitación se acomodo en la cama de la joven abrazándola protectoramente mientras, arropaba a ambos entre las cobijas para disponerse a dormir; no sin antes darle un beso en la frente a su pequeña y susurrar un buenas noches a todos con voz dulce sobre su abultado vientre.
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