Años después
Habían hecho un daño casi irreparable. Habían dañado a todas las personas a su alrededor. Pero gracias a la compresión de sus esposas (que eran unas maravillosas personas) habían podido corregir un poco sus errores y aprendido de toda estas experiencias. Después de la noche de las confesiones. Ellos salieron a la luz. Esperaron un tiempo prudente para formalizar su relación e informarle al resto de sus amigos. Obtuvieron diferentes respuestas. Algunos se asombraron, otros los repudiaron y otros ya se lo esperaban.
Los dos tuvieron que trabajar las relaciones con sus hijos. A Boruto le costó un montón asimilar la información. Al principio actuó distante con su padre, rayando la violencia. Siempre intentaba asestarle un golpe. Pero a medida que él fue entendiendo que era para mejor que su padre fuera sincero y que este nunca lo abandonaría. Fue cediendo y poco a poco estableció una relación más sana con su padre. Himawari aún era muy pequeña para entender a la totalidad lo que ocurría. Por ello, ella logró perdonar más fácil a su padre. Hinata por su parte, después de la confesión quedó en shock por varios días. No le dirigía la palabra a Naruto, es como si hubiera quedad en piloto automático. Aunque por las noches lloraba y lloraba. Poco a poco fue asimilando la gran noticia de su ahora ex esposo. Era mejor que haya sido sincera con ella, es mejor que no la hubiera engañado. Al cabo de unos meses, decidió apoyarlo en que estuviera con su amigo. A alentarle que él fuera feliz. Un día, cuando decidió ya no vivir más con Naruto, antes de que este se mudara le dedicó unas palabras
-Gracias por haberme hecho la mujer más feliz del mundo estos 15 años que estuvimos casados-dijo tomándole el rostro con ambas manos. Naruto se puso llorar.
-Hinata, también fui un hombre feliz. No me arrepiento de haberme casado contigo. Gracias por haberme dado a mis dos hermosos hijos. Siempre seré tu amigo y apoyo en todo-no pudo evitarlo y la abrazó. Allí Hinata sintió un peso menos, como si su pecho se hubiera despejado. A pesar de todo él había sido feliz y no se arrepentía de su matrimonio. Ahora comenzaba el proceso de sanación y perdón. Él se fue, también sintiéndose más ligero. Iría a vivir a un departamento, lejos del centro de la ciudad. Algo más discreto, para poder estar con Sasuke.
Por su parte a Sakura le había costado mucho más tiempo si quiera dirigirle la palabra a Sasuke. Sentía que había perdido tanto tiempo de su vida esperando ¿Esperando qué? Pues un buen esposo, justo lo contrario a Sasuke. En todo este tiempo, que se sintió miserable. Se había dado cuenta que había idealizado demasiado al Uchiha. Ella quería cosas que él nunca hubiera podido darle, aunque él la amara. Fue un duro proceso, lleno de llanto, alcohol y enojo. Pero lo había superado, había salido adelante. Entre tanto trabajo, le había tocado dar una conferencia en un país olvidado de la nación del fuego y allí conoció a su actual pareja. Era todo lo que ella había querido. Era atento, amable, preocupado por su sentimiento, gracioso y risueño. Y allí había entendido lo que era tener un amor a medidas a tener un amor real. Sarada por su parte, se sintió muy contenta cuando su madre encontró a una nueva pareja. Ella la apoyaba, quería que su madre fuera feliz. Sarada desde el principio había aceptado a su padre, así que desde allí su relación solo mejoró. Se volvieron mucho más cercanos.
Pero ¿Qué paso con Naruto y Sasuke? Pues lo inevitable. Naruto al adquirir ese pequeño y discreto departamento, habían dado rienda suelta a su relación. Aprendiendo del otro, lo que le gustaba, lo que no, lo que le provocaba placer, que lugar era más sensible, que es lo que les hacia reír, entre muchas otras cosas. No era una relación tan fácil, puesto que Sasuke tenía una misión y Naruto era el Hokage. Por ello cuando se lograban encontrar, se amaban sin medida.
Poco a poco la gente acepto a que el Hokage estuviera con su amigo, siempre y cuando fuera una relación muy discreta y que no hubiera muestra de afecto público. Konoha le faltaba aprender mucho sobre esos temas, pero Naruto se encargaría de ello.
Fue difícil, pero todo valió la pena
FIN