El no pod
No podía negarlo, si quería a Sakura pero, nunca la amó. Decidió darle una oportunidad para ver si podía enamorarse, empezar una nueva vida junto a la persona que, a pesar de todo nunca dejó de amarlo. Grave error. Jamás pudo lograrlo y cuando iba a cortar por lo sano, supo que ella estaba embarazada. Si era un maldito bastardo, pero nunca dejaría sola a una mujer ni menos cuando esta esperaba un hijo de él.
-Sasuke-
-¿Eh?-
-¿Qué te pasa?- De repente regresó a la realidad. Estaba en un bar cualquiera, tomándose una botella de Sake junto a su amigo, Naruto.
-Nada, solo estoy un poco cansado- Mintió y él lo sabía. No por nada era su mejor amigo, lo conocía más de lo que debería. - ¿Qué ha sido de tu vida?- Esperen ¿Sasuke preocupándose?, algo extraño pasa. Lo miró por el rabillo del ojo, desconfiado.
-Bien, Boruto ya tiene 5 años y Himawari ya tiene 3. Dios como pasa el tiempo ¿No?- Lo dijo con una sonrisa maravillosa. Él lo contempló más del tiempo debido. Era tan feliz cuando hablaba de sus hijos, era tan feliz comentando lo bien que iba su matrimonio. No podía arruinarle aquello, por eso decidió callar todo lo que sentía, desde hace tanto tiempo . Sasuke sabía que esos sentimientos estaban mal, siempre lo supo. – y esos documentos fueron lo más difíciles de hallar-ttebayo. ¿Oye me estas escuchando?-
-Dobe, si no hablaras tanto quizás podría escucharte-
-oe, teme...- se miraron fijamente unos segundos. Naruto supo que algo andaba mal.
-Teme..-
-Bueno, me voy usuratonkashi. Me esperan en casa- Por un segundo esas palabras no le gustaron, Naruto sabía que era efectivamente así, pero sentía algo, algo que le molestaba.
-bueno, nos vemos-ttebayo-
Se fue por el camino más corto. No podía negarlo, extrañaba a su hija. Porque él podía ser frío y calculador, pero esa niña era la luz de sus ojos. (Si, a veces el podía ser cursi). Ella lo vio por la ventana, al fin estaba aquí. Se miró en el espejo que tenía en la pared adyacente a ella, se arreglo un poco el flequillo y se dispuso ir a abrir la puerta.
-Sasuke- lo miró a los ojos, le dedicó una sonrisa y lo besó en los labios. Fríos, pensó- pasa, te estábamos esperando-
-si-se adentró al cálido hogar. Buscó por todas partes, pero no encontró lo que más quería- ¿Dónde está Sarada?-
-ella debe estar en su cuarto, pasa- Se dirigió a la segunda puerta a mano izquierda, la abrió con cuidado y la vio. Estudiando como siempre.
- Hey!- la llamó con una sonrisa de medio lado.
-Papá- lo miró distante.
-¿Es así como me recibes después de tanto tiempo?- La miró examinándola.
-lo siento- se levantó de su escritorio, dejó los pergaminos a una lado y se dirigió a darle un abrazo. Ella lo extraña de eso no hay duda, pero tenía una pequeña molestia en su corazón.
-¿Qué pasa?- preguntó Sasuke cuando el abrazó termino.
-Papá, si no quieres a alguien no deberías estar con esa persona ¿Cierto?- lo miró directamente.
-¿A qué se debe eso?- mierda, ella lo sabía. Estaba seguro. Nota, no confiar en niños de 5 años, son peligrosos.
-un niño de mi curso, supuestamente quería a Hikari, mi amiga. Pero resulta que solo la quería porque llevaba comida muy rica- desvió la mirada furiosa- odio a la gente mentirosa. Por ello me enojé con él, que también era mi amigo. ¿Hice bien?- No, falsa alarma.
-si hija, lo peor que puedes hacer es engañar a alguien- palabras dirigidas a el mismo.
-gracias padre- y por primera vez en días ella sonrió.
Naruto
Se encontraba en su oficina. Eran las 8pm, eso pasaba por saltarse su trabajo. Revisó por quinta vez el mismo documento, no lograba concentrarse. Suspiro rindiéndose. Se levantó de su silla y se dirigió a la ventana, contempló el cielo. Y lo único que pesó fue en Sasuke ¿Qué le estaba pasando?. No podía parar de pensar en él.