Capitulo Uno. En Lugar Correcto, En El Momento Correcto.
-¡Papá!-. Grito un pequeño doncelito de 5 años, tenía cabellos negros y ojos de azul cielo; corría por las escaleras en dirección a la cocina.
-Espero que no estés corriendo por las escaleras.
-¿Yo?-. Dijo con aire inocente-. Jamás.
-Si, como no-. Rodo los ojos y sonrió-. ¿Qué necesitas?
-Pues… Yo… Quería-. El niño titubeaba y un sonrojo apareció por sus mejillas.
-¿Qué ocurre?
-¿Cómo supiste que estabas enamorado de papi?-. Oculto su rostro en sus pequeñas manitas.
-¿Por qué la pregunta?-. El rubio padre entrecerró los ojos.
-Tengo una tarea y pues… esa es la pregunta.
-Interesante-. Susurro, a muy sabiendas sabia que eso no era cierto, que la pregunta era porque sentía algo hacia un tal Sasori o eso le había dicho…-. Pues no lo supe en el preciso instante, llevo cierto tiempo ciertas circunstancias pero… supongo que no te quieres enterar… ¿No?
-¡No… no me importa si nos llevamos todo el día en ello!-. Grito el pequeño niño-. Quiero saber… por favor.
-De acuerdo, pero no digas que no te lo advertí-. Le tomo de la mano y lo llevo a su recamara.
Al entrar sentó al pequeño niño en la cama y abrió el ropero de la habitación, rebusco hasta hallar una pequeña caja forrada con varias copias de fotos, un aire de nostalgia entro en el al tomar la pequeña caja.
-¿Qué es eso papá?-. Pregunto curioso el niño.
-Esto, mí adorado Menma-. Abrió la caja en la cual se encontraban distintos objetos con gran valor para el rubio-. Son recuerdos que te ayudaran a entender mejor la historia de tu papi y mía, pero antes que nada, debes de saber que esto no hubiera sido posible si yo no me hubiera encontrado en el lugar correcto, en el momento correcto… -. El pequeño miro extrañado a su padre-. Cuando seas grande y hayas encontrado a la personas que más amas lo entendederas-. El pequeño se sonrojo y el mayor trato de ignorar aquel sonrojo por parte de su pequeño-. Era principios de invierno cuando conocí a tu papi…
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-¡Naruto!-. Mire hacia atrás y me encontré con mi novia, una chica con pelo color rosa y ojos verdes-. ¿Cómo te fue este fin? ¿Te la pasaste pensando en mi?-. Su nombre era Sakura, era una chica común y corriente, nada en especial a excepción de que era la capitana del equipo de porristas y bueno… yo era el capitán del equipo de americano, supongo que eso explicaba un poco mi situación.
-Por supuesto-. Ella sonrió y se engancho de mi brazo.
Comenzamos nuestra “caminata matutina” por toda la escuela, todos nos miraban, nos saludaban y hacían caravana y media, era agobiante, así que con un simple “Voy al baño” me zafe del brazo de Sakura y fui al baño.
Cuando iba a entrar al baño un cuerpo salió y me derrumbo.
-¡Hey…-. El insulto murió en mi garganta al ver que el que la persona que estaba frente de mi, por sus facciones delicadas supe que era doncel.
-Lo… Lo siento-. Susurro con la cabeza gacha-. Fue mi culpa… yo… lo siento.
-Hey-. Acaricie su mejilla y sentí algunas gotas de agua-. No te preocupes, no es tu culpa-. Mi madre me había enseñado a tratar bien a un doncel, después de todo mi hermano mayor era uno. El comenzó a levantarse pero se lo impedí-. ¿Puedo saber qué te pasa?
-No.
-Pero… ¿Es tan grave como para que estés así?
-¡Naruto!-. Se escucho un grito, gire mi mirada y ahí estaba Sakura mirándome con cara de reproche-. ¡¿Quién es este?!-. El doncel se levanto rápidamente, imite su acción.
-Es…-. Voltee a mirarlo a lo que él solo respondido con un susurro “Sasuke”-. Sasuke.
-¡Pues vale que no te le acerques a mi Naruto, perr…!-. Iba soltarle una cacheta pero tome su brazo.
-No te atrevas-. Susurre desafiante, jamás le pegarían a un doncel en mi presencia.
-Naruto-. Chillo Sakura-. Me lastimas-. La solté-. ¿Qué te pasa?
-Nada-. Me tomo de la mano y jalo, pero me quede estancado.
-Vámonos-. Dijo para volver a jalarme. Comencé a caminar a su lado pero antes le di una mirada a aquel doncel, el alzo su rostro y movió sus labios diciendo un simple “Estoy bien”.
Al entrar al salón me senté en mi lugar de siempre, me coloque mis audífonos y me puse a escuchar música y dirigí mi vista a la ventana. Por suerte Sakura no estaba en el mismo salón. Ya había pasado 15 minutos cuando por fin nuestro maestro Kakashi entro con libro en mano y pasaron otros 15 minutos hasta que decidió hablar.
-Buenos días, alumnos-. Volví mi vista y abrí mis ojos como platos, ahí estaba el doncel de hace un rato-. Hoy tenemos el ingreso de un nuevo compañero-. Le hizo una señal para que se presentara.
-Mi nombre Uchiha Sasuke, vengo de Inglaterra y tengo 17 años como la mayoría de ustedes.
-Bien, Sasuke, te sentaras con… Naruto.