A Slip Off The Tongue
Un Desliz de la Lengua
Muchos me lo preguntan constantemente, tanto que hasta yo he empezado a preguntármelo también…
¿Soy un estúpido?
La primera vez que te vi yo supe que habia caído completamente, estaba completamente enamorado de ti. Tú estabas ahí como hasta ahora caminando de un lado al otro por la cafetería, siempre sonriéndole a los clientes con esa calidez tan característica de tu personalidad tan amable, con tu cabello negro revuelto moviéndose de aquí para allá algunas veces molestando en tus ojos por el flequillo tan largo, siempre conversando alegremente con todos incluso con los pequeños rebeldes que siempre iban a tu cafetería. Tú eras tan hermoso y lo sigues siendo, sigues siendo tan cálido y hermoso como el dia en que te conocí y me atrapaste también en tus ademanes amables y tus sonrisas sinceras siempre brillantes; tú eras perfecto a mis ojos y aunque lo sigues siendo, mi orgullo siempre ha sido el problema entre los dos.
La primera vez que te acercaste a mí, yo quería decir tantas cosas… quería tomar tu pequeña mano entre las mías y aunque sabía que posiblemente podría asustarte, yo quería robar un beso de tus labios…esos que me parecieron el paraíso, quería que tu negra y oscura mirada fuera solo a mí a quien viera con aquel brillo característico de tus ojos, yo quería ser quien provocara los sonrojos de tus abultadas mejillas, quería ser aquel a quien le pertenecieran tus más sinceras sonrisas y por supuesto, yo quería tener tu corazón porque el mío ya estaba perdido por ti.
Pero yo simplemente hice a un lado esos sentimientos, selle mis labios para que de ellos no escaparan palabras innecesarias, le advertí a mi cabeza que dominara sobre mi corazón…que lo encerrara si fuera posible y le prohibí a mis ojos que se ablandaran en tu presencia, yo solo quería ignorarte porque te odia y te amaba; te odiaba por hacerme amarte y volverme débil, algo que no soy. Pero tu apareciste frente a mí y tu olor inundo todos mis sentidos, todo tu frente a mí fue un shock demasiado grande para mis sentidos, y aunque yo seguía tratándote fríamente como cualquier otro cliente, por dentro estaba peleando una batalla que estaba perdiendo; asi que cada dia volvía por café-aunque lo odiaba- y galletas o pasteles que siempre traías diligentemente.
Pronto ir a verte se volvió una rutina en mi vida y el dia en que no aparecía en tu cafetería me sentía agotado. El tiempo más largo que tarde en aparecer fue una semana, un mes después de frecuentar la cafetería, lo recuerdo tan bien; fue una época de exámenes en la universidad y todos los trabajos cayeron sobre mí, siempre fui un estudiante sobresaliente pero tanto trabajo me estaba irritando, además no podía verte y aunque no lo admitiera, seguía sintiendo la urgencia por verte. Los chicos me decían que estaba peor que nunca y hasta yo estaba creyéndoselos, en verdad estaba insoportable y eso es mucho decir de mi parte, fue la peor semana de mi vida hasta que pude verte de nuevo.
Ese dia aparecí temprano mucho antes de que el sol se pusiera, asi que rayos anaranjados aun podían divisarse en el cielo, recuerdo que no habían muchas personas a esa hora… solo unas cuantas en el interior y otras en la terraza, en el momento en que entre aquella campanilla sonó y tú que estabas dándome la espalda te giraste pronunciando un “Bienvenido” a medias, nos quedamos mirándonos unos momentos eternos que se rompieron cuando una vez más yo y mi indiferencia pudieron más, recuerdo haberme girado dirigiéndome a mi mesa de siempre y mientras lo hacía podría jurar que un sonrojo se habia instalado en tus mejillas; luego de eso las cosas simplemente salieron de forma natural y esa fue la primera vez que me hablaste como si fuéramos conocidos de toda la vida.
A partir de ese momento cada vez que llegaba a la cafetería era como tu momento de descanso, ibas por mi pedido y te sentabas a conversar conmigo, yo no hablaba mucho en realidad… me gustaba escucharte atentamente; tu hermosa voz con ese toque rasposo pero que tan suave a la vez me dejaba hipnotizado, me encantaba aunque muy por el contrario mi cara no mostrara nada en absoluto, pero a ti nunca te molesto eso y lo siguiente que supe es que éramos amigos, tu tenías mi número y yo el tuyo; siempre llamabas para saber si estaba bien, si habia comido, si iría a comprar más pasteles o simplemente para hablar, yo me acostumbre a eso y a pasar mucho tiempo mandando mensajes de texto porque sabía muy bien que mi voz no era de confianza cuando hablaba contigo.
Nuestra primera cita fue todo obra tuya y las que le siguieron también, nuestro primer beso fue gracias a ti y todos los que le siguieron a este, el volvernos novios también fue gracias a ti y yo solo pude aceptar mientras te miraba embobado pero siempre con esa mascara de frialdad en mi rostro, esa mascara de la que quería deshacerme en tu presencia pero que aún no podía completamente. Nuestra primera vez quizás no fue algo que me hubiera imaginado nunca, pero hasta hoy sé que no pudo haber sido de otra manera; simplemente no pude resistirme a caer en tus caricias o en tus besos, en tus palabras cálidas o en tu mirada tan llena de sentimientos y todos ellos eran por mí, sentía que debía demostrarte cuanto me importabas ya que siempre fui tan distante y frio, por eso me deje hacer y fui completamente tuyo como hasta hoy, pero yo era ambicioso y quería tu amor completamente, quería disfrutar de ti… que fueras solamente para mí.
Mi posesividad era la que nos hacía pelearnos o más bien yo peleaba y replicaba, gritaba y maldecía mientras tú te dedicabas a observarme y a sonreírme irritándome más, para luego calmarme con tus besos y más sexo apasionado. Todo era como un círculo vicioso entre nosotros, yo te replicaba y te odiaba intensamente por ser asi, tu venias a mí siempre con esa actitud tan suave y decías que me amabas, yo me entregaba porque estaba arrepentido de ser asi y tú me correspondías, para luego al final seguir con lo mismo.
Después de tres años juntos yo sigo comportándome de esta manera y tú sigues amándome, y el amor que yo siento por ti y creía desaparecería en algún momento, aún sigue aquí moliéndome el corazón y el cerebro. Hoy fue uno de esos días en los que te lastime, hoy en nuestro aniversario… ¿qué mejor escenario para ser cruel que hoy?
¡Nunca te quise demasiado!, ¿Puedo salir Primero?
Yo ni siquiera recuerdo porque demonios esas palabras abandonaron mi boca, estaba molesto y con la cabeza caliente como la mayoría de las veces…
Como un tonto, con un desliz de lengua, te dije esas palabras que ni siquiera iba a decir…
En verdad no iba a decir nada de eso, pero esas palabras simplemente salieron de mi boca sin permiso como todas las que he dicho hasta ahora que han logrado herirte…
¿Al menos te enojas?, dices que esto no es correcto…
Tengo miedo de que en realidad estés consolándome…
Esa es una pregunta que siempre me hago, ¿en realidad te enojas cuando te trato asi?
Por más que dices que lo que digo no es correcto, que no es lo que quiero decir-lo sabes perfectamente- que no es lo que debo decir, tú simplemente no te enojas y solo sigues consolándome y a eso es a lo que más miedo le tengo.
Las lágrimas vienen, tu sonrisa, el sol brilla sin tacto
Tal vez yo soy la única persona triste en esta calle, todo el mundo parece tan feliz.
¿Porque será que todos se ven felices?
Sinceramente debo verme patético llorando mientras camino, pero esta es la única vez que me he permitido llorar y es solamente por ti y por nadie más; aún recuerdo tu sonrisa brillando debajo del sol para mi mucho antes de acercarte, pero ya estaba molesto y la felicidad de los otros solo lograba molestarme más, justo como ahora que estoy sufriendo mientras ellos son felices… por eso es que me pregunto ¿que está mal conmigo?
¡No nos vamos a ver nunca otra vez!, ¡yo soy el que está harto de ti!…
Digo esto sin pensar, palabras locas en tu cara
Y después me di la vuelta, sabía que todo habia terminado…
Ese recuerdo me golpea con más fuerza…
Fue un estúpido, el más idiota de todos… ¿cómo fui capaz de decir algo asi y luego irme?
Yo no debí dejarte ir de esa manera, pero quizás sea lo mejor… alejarte de una persona como yo, aunque…
¿Que acabo de hacer?
Es la única pregunta que sigue rondando por mi cabeza, porque es la que más me duele de todas.
Sé que todo ha terminado ahora luego de haberte tratado de esa manera, yo sé que no podrás con una más de las heridas que te he hecho, no podrás seguir a mi lado… solo un masoquista lo haría.
Me gustaría poder ir a diez minutos atrás, a cinco minutos de nuevo
Hasta el último momento que marco nuestro fin… pero sé que no es posible, las oportunidades fueron muchas y yo las desaproveche todas y cada una de ellas.
Tú eras mi todo y ahora te vas, las lágrimas caen sin tacto…
Cosas que quiero decir que me vienen a la garganta, pero no puedo decir ni una sola palabra, y me odio por eso…
Ya he perdido toda oportunidad, no me queda nada más que seguir lamentando lo que he perdido por mi estupidez, no puedo culpar a nadie por mis errores y menos a ti que lo has dado todo por mí; tal vez algún dia logre expresar todo lo que siento verdaderamente, pero tú eres a la única persona a la que amare toda la vida, asi que esa oportunidad también la he perdido.
Estoy caminando solo, sin un lugar a donde ir
Tal vez yo soy la única persona…
Triste en esta calle, todo el mundo parece tan feliz…
Tú eras mi todo…
Tal vez en verdad soy un estúpido como todos dicen, tal vez me quedare solo por siempre y espero que asi sea porque ya no quiero a nadie más a mi lado que no seas tú.
Continuo caminando y ya la noche ha llegado a cubrir la ciudad, más personas siguen felices caminando a mi alrededor y yo no lo soporto; por eso es mejor volver a casa a la soledad en la que siempre he vivido para olvidarme de ti, cosa que se nunca podré hacer realmente.
Cuando llego a mi casa no soy capaz de encender ninguna luz, mis ojos están hinchados y duelen hasta mas no poder por eso sé que si enciendo algo me hare más daño; mis pies están muertos de tanto caminar sin rumbo, mi cabeza duele a horrores y ella misma-mi cómplice en maldades-es la primera en juzgarme por haberte dejado, junto a mi corazón que sigue castigándome por todo lo que te hice.
El silencio y la oscuridad en el apartamento hacen que me sienta ahogado, pero no puedo pensar mucho en eso, el dolor que siento no me deja ser consiente de nada más y sé que desde otro punto de vista debo verme como un muerto en vida, totalmente desahuciado; ahora yo solo quiero dormir, un sueño largo en el que tú y yo estemos juntos sin que mi lengua intervenga una vez más, por lo menos ahí quiero seguir estando a tu lado.
Voy caminando hacia mi cuarto ese que fue testigo de tantas noches juntos, pero que ahora no lo será más; la ropa me resulta molesta e incómoda asi que me deshago de ella lo más rápido posible para meterme en la cama que tantas veces compartimos, las sabanas aún conservan tu aroma a café y solo por eso nuevas lagrimas comienzan a caer y nuevos sollozos salen de mis labios; pero ninguno de ellos son nada en comparación a los que vienen después, cuando siento tu calor inconfundible calentando mi espalda, cuando siento tu piel pegada a la mía y tus brazos abrazándome desde atrás, menos cuando tus labios dejan un camino de besos en mi nuca y hombros.
Pasamos minutos asi, yo llorando ahora frente a ti contra tu pecho, mis brazos aferrándose fuertemente a tu cuerpo y tu consolándome con tus palabras cargadas de amor; mi mente no puede entenderte pero supongo que tu si puedes entenderme totalmente y por eso es que estas aquí a mi lado todo el tiempo.
-No creas que te dejare escapar de mi tan fácilmente babykyu…-murmuras feliz contra mis labios mientras tus manos se pasean por todo mi cuerpo-Tal vez soy un adicto a ti o un masoquista… eso no lo sé, pero de lo que si se es de que te amo…
Yo no soy capaz de contestar, solo puedo llorar y abrazarte y besarte… pero es mi oportunidad, te tengo aquí frente a mí y puedo decirte lo que tanto quiero decir y sé también que tú lo esperas con ansias…
-Puedes dejar de luchar ahora Kyuhyun… sabes que te amo, ¿me amas también?
-Ssi… te amo Jongwoon…
Vi tantas sonrisas en tu cara por tanto tiempo que me acostumbre a todas ellas, pero ninguna de ellas fue tan hermosa como esta, quizás más adelante siga repitiendo estas palabras para ti más seguido.