-Camila... ¿Acompáñame?-
-¿A donde?-
-¿Si o no?-
-Ya vamos-
Le ofrecí mi brazo y ella acepto, la lleve hasta el pequeño "jardín" del liceo y hice que se sentara en una pequeña banca.
-¿Y porque vinimos aquí?-
Me miraba incrédula, me sentía totalmente nerviosa y estaba a punto de no decirle... pero los sentimientos que sentía por ella... me estaban comiendo por dentro.
-¿Que?-
Comencé a sonrojarme y me rasque la nuca, la mire de reojo y suspire.
-Ya po'... me estas poniendo nerviosa-
Cerré los ojos y le dije de un tirón.
-Me gustas...-
Comencé a abrir mis ojos de a poco. Tenia los malditos audífonos puestos.
-¿Ah?-
-Nada-
La deje ahí sentada y me fui totalmente enojada a el salón de clases.
-Aurora... oye-
-¿Que?-
Dije fríamente dándome vuelta para mirarla a los ojos.
-¿Que me dijiste?-
-¡Que me gustas!-
Se quedo helada. Tenia su mirada fija en la mía... me arrepentí, fue mal momento para decirle que me gustaba. Era una idiota.
-Nada... hace como que no has escuchado nada... y tampoco le digas nada a nadie...-
Me di la vuelta en dirección a el salón. No quería ver su cara... al menos hasta que fuera capaz de mirarla otra vez.
Al llegar me fui a refugiar en los brazos de Paty. Una amiga que siempre me abrazaba, y así, se me quitaba la inquietud.
-!Paty~!-
-¿Ah?-
Le estire los brazos y ella me recogió.
-¿Que paso?-
-Nada~-
Dije mirándola con una gran sonrisa para que me creyera.
Mire hacia la puerta y vi entrar a la chica por la que estaba completamente loca. Venia algo seria y sonrojada, evito el contacto visual y siguió caminando hacía su puesto.
-¿Que pasa?-
-Nada, nada... de verdad-
Luego de la ultima clase del día, tome mis cosas para irme, pero sentí una tímida mano tirando de mi poleron.
-Aurora...-
Me di la vuelta y ella no me miraba. Lo evitaba.
-¿Que?-
Aun estaba enojada, pero sus ojos color café... su cabello tapando sus ojos... su timidez... ella no podía hacer que me enojara... era la única que no lo podía hacer.
-Perdón... pero... yo no-
Tape su boca con mi mano y hice que me mirara.
-Da igual... no importa... simplemente hagamos como si no paso nada y sigamos como amigas. ¿Bien?-
Aparte el cabello de su frente y puse mis labios en esta. Fui sacando mi mano poco a poco de su boca, pero no apartaba mis labios de su frente.
-Te quiero... U-KE~-
Le sonreí y me despedí. Quería llorar, pero tenia que admitir, que ha sido la primera vez que he sido tan fuerte como para soportar que a quien amo... simplemente no me ame.
-Me voy... nos vemos-
~*~*~*~*~*~
Al día siguiente simplemente no fui. No quería verla, sentirla serca o algo asi. No quería ver esos ojos que me enamoraron.
-¿Auri?-
-¿Mmm?-
Mi hermana era la única que sabia que me gustaba una chica.
-¿Le dijiste?-
-Si...-
-¿Y?-
-Somos amigas...-
-Ouch... lo lamento-
-Mmm...-
Camila. Camila. Camila. Camila. Tenia que ser ella... esos malditos ojos... los cuales me dejaron... wow... enamorada.
~*~*~*~*~*~
Al otro día, me arme de valor y fui a la escuela. Ahora, simplemente la tendría como amiga. Mejor poco que nada... al menos así la tendría cerca.
Al llegar al salón de clases, hice lo se siempre, saludar a mis amigas y pedirle a alguien que saliéramos al frió.
Al salir al frió, mi mente se despejo, la tencion me dejo y pude desatar el nudo en mi garganta. Era un nuevo día... y ella seguiría a mi lado... ya fuera amiga o novia...
-¡Aurora!-
Abrí mis ojos y mire en la dirección por la que escuche mi nombre. Era ella, y venia con una gran sonrisa. Le abrí mis brazos para un abrazo y ella accedió. Como era un poquito mas bajita que yo, mi boca alcanzaba sin problema su frente, así que la bese... y ella se tenso.
-Tranquila... no te voy a hacer nada-
Tome sus brazos y los acaricie. Le sonrei y la solte. No quería estar tan cerca de ella... mis impulsos no pagaban por nada.
Me cubrí la boca con mi bufanda y seguí en mi camino junto al frió y a mi acompañante friolenta. Mire hacia atrás para ver a aquella chica tan tierna. Le sonreí y seguí avanzando.
Eramos amigas. Igual que siempre.
Como era día miércoles, nos tocaba educación física, cosa que ella no hacía y se quedaba sentada en una banca. Por alguna razón quería estar con ella, así que me hice la enferma y me senté a su lado.
-¿Acompáñame a la sala?- Me dijo, con su típica voz tímida y simpática.
Asentí y le ofrecí mi brazo, ella acepto y me miro tiernamente. Cuando llegamos a la sala de clases, cerré la puerta y la espere junto a esta. Ella fue a su puesto y me dio la espalda mientras busca quien sabe que. Me fui acercando a ella despacio, no quería que se diera cuenta. Al llegar a su espalda tome sus hombros y la di vuelta, la fui empujando con mi cuerpo hasta dejarla acorralada en la pared.Apoye en mis codos en la pared para quedar mas cerca de ella. Aparte el pelo de sus bellos ojos y me fui acercando lentamente a sus labios. Ella estaba congelada, no hacia nada... solo miraba mis ojos. Cuando estaba a punto de besarla, entre en razón y me aleje de golpe.
-Lo lamento... perdóname...-
Tape mi boca y salí casi corriendo del salón, me puse en gorro y subí mi bufanda para tapar mis mejillas. Me odie.
Yo no era así, nunca seguía insistiendo con alguien. Si me decia no, era NO.
Mordí mi mejilla por dentro y cerré los ojos. Tenia que alejarme de ella... no quería terminar besándola y que me odiara.
-¿Aurora?-
Abrí los ojos y vi a "Otra" Camila, una chica de piel un poco morena, pelo largo y castaño y con una mirada preocupada.
-¿Que...?-
-¿Que paso?-
-Le dije...-
Se quedo callada por un momento, luego se acerco y me tiro de mi poleron. La seguí hasta las mismas bancas en donde le dije a Camila que me gustaba. Hizo que me sentara y me miro.
-¿Te rechazo?-
-Bueno... si... osea... no se, no permití que terminara... seria muy penoso escuchar que la segunda chica de la que te has enamorado te rechazara...-
-Mm... ¿Y por que estabas sólita?-
-Inconscientemente... casi le doy un beso...-
Luego de un rato hablando sobre lo que hice, me convenció de que la besara. Si me terminaba odiando, no me amaría, pero quedaría con la sensación de que logre besarla. Y si me correspondería, seria hermoso.
Me devolví a la sala esperando a que aun estuviera dentro.
La encontré echa volita en un rincón, estaba abrazada a sus piernas y escondía su cara en ellas, escuche sus sollozos. Mierda.
-Cami...-
Levanto su cabeza y me miro, reventó en llanto y corrí a abrazarla. Yo no quería hacerla llorar, yo jamas le hubiera echo daño... me he decepcionado de mi misma. Me odiaba a mi, la hice llorar.
Al estar a su altura, salto a mis brazos, la sostuve y comencé a consolarla haciéndole cariño en el cabello, repitiendo una y otra vez la palabra "perdón". Se separo de mis brazos y me miro, sus ojos... estaban llenos de lagrimas. Pero aun así, me dedico una sonrisa. Y entonces, la bese.
Esos labios tan suaves y pequeños... esos labios que deseaba hace bastante tiempo. Al fin los provee.
Tome su cadera y la levante, poco a poco la fui dejando en el suelo, sin apartar mis labios de los de ella. No quería dejar de besarla, ya me tenia vuelta loca.
Me puse entre sus piernas y fui bajando poco a poco por su cuello, al llegar al hombro, lo lamí, y como quería dejar mi "marca" hice un chupón. Inconscientemente subí mi rodilla, y nunca en mi vida, había escuchado algo tan bello.
-Ahh~-
Separe mi boca de su hombro y la mire, estaba sonrojada a mil y me miraba de lado, su respiración estaba un poco agitada, y solo para comprobar, moví nuevamente mi pierna.
-Ahhh~-
Se encorvo. Sonreí picaramente, y eso dio a entender que mi auto-control, ya había desaparecido. La quería hacer mía.
Saque su polera y la deje junto a ella, el piso estaba frío, así que tirito un momento. Dirigí mi lengua a su estomago y lamí de arriba hacia abajo. Con una mano, desabroche su sostén, lo saque y poco a poco fui subiendo hasta sus botones para así lamer. Al primer contacto de mi lengua con uno de sus botones, se estremeció, arqueo su espalda y observe como mordía su labio inferior para no gemir. Pero eso era lo que yo quería, quería escuchar sus gemidos en todo el salón de clases. Entonces mordí delicadamente.
-¡Ahhh~!
Seguí lamiendo para crear una distracción mientras bajaba mi mano hacia su pantalón. Por fuera de este, comencé a acariciar con el dedo medio y el anular. Ella gemía mas y encorvaba su espalda para que yo tuviera mas "comodidad". Cuando estaba por meter mi mano dentro de su pantalón, se altero. Me tomo de la muñeca y me miro avergonzada.
-N-no...-
-¿Por?-
-Porque... me...-
Desvió la mira, y entonces caí.
-Ohhhw... bien... bien... pues paro...-
Lo bueno, era que me había avisado. A nadie le gustaría terminar con la mano llena de sangre. Pero por otro lado, la volví a acostar en el suelo, seguí besando sus lindos labios, abrió su boca para dejar que nuestras lenguas jugaran y ella, con una de sus pequeñas y finas manos, comenzó a subir mi polera. Pero yo era la Seme, así con una de mis manos apreté uno de sus pechos y lo comencé a masajear. Ella gimió y logre que sacara su mano. Como yo aun seguía entre sus piernas, me rodeo con ellas, y de apoco, comenzó a mover su cadera para que nuestras vaginas se tocaran. En ese momento, desee tener un maldito pene. pero luego se desapareció la idea. Volví a bajar mi mano para tocarla nuevamente y hacerla gemir.
Para hacerla sentir única.
Al terminar, la vestí, la peine y la deje llena de besos. Ella solo se sonrojaba y yo reía.
-Perdón...- Dijo, poniendo sus manos entre sus piernas.
-Tranquila, no es tu culpa, Cami... ¿Pero me haces un favor?-
-Si, dime-
-Avísame cuando estés segura de que ya se haya pasado, ¿Bien?-
Se sonrojo y asintió. Le ofrecí mi mano para pararla e ir a donde todas se encontraban. Pero antes de salir del salón, la bese. Tenia que hacerlo, quizás, no me dejaría una próxima vez.
El resto de los días, nos comportamos (o al menos tratamos) de comportarnos normal. A veces me sentaba junto a ella, le acariciaba el cabello y le decía "Te Quiero" en silencio. Y como siempre, ella se sonrojaba. Amaba verla sonrojada.
Cuando ya había pasado esa semana, me hablo algo tímida. Día lunes, en el tercer recreo, el cual era el mas largo.
-Aurora...-
-Dime, Linda-
-Tu me dijiste... q-que... te dijera cuando estuviera l-lista...-
Sonreí, la tome de la mano y salí corriendo hacia cualquier baño que estuviera solo.
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