Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Tiger&Butterfly por Witch Chameleon

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este fanfic  nació a partir de imágenes que circularon del DVD del Asia Tour de Alice Nine, en el cual se muestra a Saga con la mochila colocada sobre su abdomen, me pareció interesante ya que  había notado cuanto el bajista estaba pendiente de la mochila, puesto que en varias grabaciones lo veía sumamente interesado. Pero cuando al fin pude ver la secuencia completa, incluso se puede ver como Saga acaricia la mochila. No dude en escribir una posible secuencia, luego de esas acciones generadas por el bajista, aunque quizás es más de mis ideas locas hacía ellos que imagino tantas historias juntas, solo algunas puedo plantearlas para fic, el resto quedan en el tintero debido a la falta de tiempo.

Notas del capitulo:

El titulo es como comúnmente se conoce a esta pareja, el tigre y la mariposa. Amo escribir de esta pareja, porque particularmente siento que me nace natural el juego de palabras o las bromas que existen ente ellos. La conexión de sus miradas o incluso como se buscan de una forma inconsciente o consiente. Me resulta sumamente atractiva en muchos aspectos. Ya llevo  5 años escribiendo sobre ellos y me siento muy feliz de ver la aceptación que tienen. Muchas Gracias a todos los que leen.

 

Lamento que no tenga lemon, pero estoy reservándolo para los otros fics que necesito terminar, sé que tengo varios en el tintero. Pero prometo terminarlos, los tengo en mi mente, pero lo malo es mi tiempo, estoy para rendir materias en la Universidad y lamentablemente no tengo el mismo tiempo para escribir, aunque lo intento.

 

El link del GIF de la situación retratada en el fic:  http://33.media.tumblr.com/69afa17ffb06b55e680c0e0759b308d8/tumblr_neu37fOFQ01qf1wnvo2_500.gif

 

Este fic está dedicado a dos personas, una de ella es Saiki sé lo mucho que le gusta esta pareja y fue quien me “pidió” el fic mediante Twitter, disfruto de hablar con ella, sé que somos unas enamoradas de esta pareja. A mi Geme, que si no le di para que lo corrigiera es porque quería dárselo de regalo, que la extraño y la quiero <3

 

¡Disfrútenlo!  

 

 

El Tour por Asia que Alice Nine había organizado para su decimo aniversario, estaba por culminar, superando ampliamente las expectativas de todos los integrantes, dejando recuerdos imposibles de borrar, vivencias que los dejaba marcado con nueva experiencias para aprovechar a futuro. Pero sin duda, para Tora marcó un antes y un después en su relación con Saga. El castaño bajista no había desaprovechado momento para demostrarle con hecho y no con palabras, lo mucho que amaba al atigrado guitarrista.

 

 

Todo comenzó cuando el más alto de la banda recibió de regalo una mochila, era casi última moda, pues se las podía ver en portales en internet o en la televisión, la misma tenía en su forma la cabeza de un tigre, perfectamente confeccionada como si fuese real, pero aunque Tora estaba entusiasmado con su nueva adquisición, los demás miembros de Alice Nine se sentían más  atraídos hacía la misma, incluso más que él.

 

 

Pero Saga era quien con más efusividad había aprovechado al nuevo “integrante”, incluso más que el propio Tora  y es que el mismo consideraba su nueva mochila como linda, pero tampoco estaba fascinado con el objeto; el bajista en cambio cada vez que la encontraba suelta, donde el mayor la dejaba era capaz de cargarla, o simplemente llevarla entre sus manos. Incluso una tarde Hiroto lo encontró tanteando la superficie aterciopelada del objeto, apreciando su textura y murmurando que parecía tan real que le abrumaba. Ante las constantes bromas del resto de los miembros sobre su fascinación ante aquella mochila, sólo se limito a contestar que era hipnótica y que no podía despegar sus ojos de la misma, como tampoco podía dejar de tocarla o tenerla entre sus manos, porque acaparaba por completo su atención.

 

Una tarde en la que acaban de llegar a uno de sus destinos, debieron esperar el vehículo que los trasportaría desde el aeropuerto hasta el hotel en el que serían hospedados, cómo ya el equipaje había pasado por chequeo rutinario, simplemente estaban amontonados a un costado de ellos, mientras se dedicaban a hablar aunque algo cansados por el viaje y aburridos, queriendo llegar pronto a donde se alojarían, esperaban que el tiempo pasara más rápido.

 

 

Saga quien siempre era tranquilo, esta vez no tardó en salir con una de sus locuras, de esas que todos estaban acostumbrados, pero que siempre les hacía reír. Observó a la mochila posada sobre el equipaje de Tora, momento en que sonrió ancho  y sin dudarlo mucho se la colocó, pero esta vez lo hizo en su parte delantera, o sea sobre su abdomen. Había aprovechado el descuido del de ojos claros, quien hablaba con Nao, completamente distraído de lo que ocurría alrededor.  Tocó suavemente la barbilla del Tigre, mientras movía sus manos alrededor de los pómulos de la réplica de aquel animal salvaje. El baterista no tardo en divisar  aquello y comenzó a reírse sin poder contenerlo llamando la atención del guitarrista, quien rápidamente observó al castaño de aquella forma, abriendo sus ojos sorpresivamente, ya que el bajista nunca había usado su mochila de aquel modo.

 

 

Un click dio vuelta los sentidos de ambos, una mirada de Tora bastó para que Saga se sonrojara, mientras la presión de los sentimientos, seguían expandiéndose como una mezcla vertiginosa de sensaciones. Un estallido, un supernova entre los dos. Shou fue el único de percatarse de ello, mientras que Hiroto y Nao perdían el tiempo riéndose de Saga. Aquello duro apenas unos segundos, que terminaron cuando el Manager anunció que el vehículo que los trasportaría había llegado. Tora volvió en sí y espero que Saga se quitara la mochila para entregársela. Aunque todo pareció estabilizarse, en realidad tanto el guitarrista como el bajista, estaban temblando.

 

 

Para Tora fue haber experimentado un sentimiento desconocido, como una mezcla de ternura y amor, algo que había logrado que su pecho vibrara, quizás por todo lo que Saga significaba en su vida, aunque pocos lo entendieran, ni siquiera Shou lo hacía. Y para Saga por haber sido testigo de aquella mirada tan pura e inocente, cargada de un extraño sentimiento que no pudo definir. Cuando menos lo había esperado, los sentimientos habían florecido, como una chispa encendiendo un fuego en el interior de sus corazones.

 

 

Ellos eran pareja, pero eran bastante libres. No convivían, se veían esporádicamente y compartían muchos gustos, casi como amigos  con derecho a roce. Pero pocos entendían como en cierto punto Tora  y Saga eran parecidos y a la vez tan diferentes, atrayéndose de igual forma. Aún así no se engañaban, se respetaban como tales y tenían sus momentos acaramelados y momentos en donde parecían tan indiferentes. Incluso se podía ver a Tora persiguiendo a Saga, pocas veces que Saga lo persiga a Tora, pues el mismo era bastante sutil en sus movimientos, ambos se atraían  hasta el punto que era necesario la presencia del otro, pero cada uno tenía su modo de hacerle entender,  cuando lo deseaba. Aunque todo ello existiera,  sostenían una pareja que no era demasiado romántica, al contrario sólo lo necesario.

 

 

Observar al castaño con su mochila de ese modo, había desatado muchos recuerdos en Tora, Saga se veía tan tierno incluso cuando había intentado llamar la atención de una niña. Como olvidarlo, el bajista tenía una idea de tener hijas mujeres, para Tora ello era imposible entre los dos, pero habían soñado en algún momento con adoptar o quizás alquilar un vientre, tantas cosas habían creado como castillos en el aire. Incluso alguna vez se prometieron casarse, pero la “formalidad” de su relación no permitía precisamente que todas esas fantasías y deseos se llevaran a cabo. Mucho menos el trabajo, puesto que vivían ocupados y cuando no lo estaban, el cansancio era más fuertes que  sus cuerpos. Para el guitarrista, lo que Saga había hecho en forma de juego, era parte de un detonante que le había abierto los ojos.

 

 

Por ello al llegar al hotel donde se hospedarían, ayudo a descargar su equipaje y conducirlo hasta el  dormitorio que comúnmente comparte con su compañero en cuerdas, pero no tardo mucho en  despedirse de Hiroto para encaminarse hacia  el dormitorio  que Saga y Nao compartían. Aunque en papeles los guitarras y el equipo de ritmo dormían juntos, todos sabían que Tora se escabullía para dormir con el bajista, no era algo común y no lo hacia todas las noches, pero aquella madrugada era especial.

 

 

Tocó la puerta, esperando la respuesta afirmativa de que podía pasar, Nao  fue quien le abrió la puerta, observándolo de arriba a abajo como si no lo reconociera, se rió y paso sin pedir permiso. El baterista ya estaba cambiado para acostarse con su pijama liviano, el viaje lo había cansado, mientras que Saga miraba semidesnudo la televisión. Apenas lo observó llegar, posó su mirada en el atigrado guitarrista y sonrió.

 

—     Has llegado, mi Tigre. — Exclamó con una media sonrisa. — Te aclaró que tengo ganas de dormir y sólo dormir. — Señaló, mientras Nao estaba a punto de retirarse de la  habitación y se reía de la escena. —

 

 

 

—     Está bien…sólo vengo a dormir.— Respondió el más alto observándolo con suavidad, sin segundas intenciones, esperando las palabras de su amigo, quien aun estaba encaminándose hacia la puerta.-

 

 

 

—     Intenten que ello sea verdad, Shou me advirtió que no quiere sabanas mojadas que luego hay que pagar. Señores estamos en hoteles decentes, sepan respetar.— Exclamó en una voz que parecía la de un conserje, aun cuando el mayor de los tres, estaba a punto de reírse. Ante el desconcierto de la pareja, lo observaron incrédulos.-

 

 

 

—     No hemos manchado sabanas. — Aclararon ambos al unisonó, logrando que la risa contagiosa del más bajo de los tres hiciera eco. Tanto Tora como Saga se avergonzaron.-

 

 

 

—     Lo creyeron… no paso nada. Pero se los advierto, simplemente. — Dijo aquello, escapándose por la puerta, antes de recibir algún golpe por parte de la pareja. Tanto el pelinegro como el castaño sólo se sonrieron.-

 

 

—     ¡Bien Tigre! ¡Ven aquí! Estas camas son cómodas, incluso más grandes que las que hemos dormido en China.— Exclamó con tranquilidad el bajista, mientras removía las sabanas y dejaba que el mayor entrara en la misma, pero el pelinegro se sentó sobre la cama de Nao, Saga se quedó unos segundos pensativo, esperando una explicación ante la decisión contraria.-

 

 

 

—     Takashi…he venido por dos razones. Una, para verte. En el avión estuvimos en distintos asientos y tu estuviste durmiendo la mayor parte del trayecto. — Exclamó con voz tenue, para que el bajista entendiese que no era un reclamo sino un mensaje de cuanto lo había observado durante el viaje, incluso cuando estaban tan distantes. — Pero la segunda razón, la he pensado desde el camino del aeropuerto hasta este hotel. ¿Te casarías conmigo? — Tora solía ser demasiado directo cuando quería y esta vez no era la excepción, sin dar vueltas, preguntó aquello que logró que el bajista frunciera el entrecejo y tragara saliva ruidosamente. —

 

 

 

—     ¿Cómo?— Preguntó con cierto rubor en sus mejillas, y negando suavemente, como quien no entendió una pregunta aun cuando estaba bien formulada y no existía ruidos que taparan la frecuencia del sonido.-

 

 

 

—      … — El más alto suspiro, comenzando a sentir que se había precipitado demasiado con el señor que odiaba las formalidades y las relaciones, incluso los casamientos. Saga era la dualidad perfecta, ello lo atrapaba completamente. Pero muchas veces, sus comportamientos eran tan distintos a sus ideas, que lo abrumaba. Simplemente lo enloquecía pero de ese muchacho se había enamorado perdidamente. Estaba seguro de que aunque le ofrecieran una relación estable y completamente segura, seguiría eligiendo a Saga, por sobre todas las cosas. El silencio había inundado la habitación. — Luego de que hiciste lo de la mochila en el aeropuerto, recordé cuando hablamos sobre casarnos. Sólo pregunte si…-

 

 

 

—     Ahhh, pero lo del aeropuerto fue un simple juego, sólo estaba aburrido. — Comentó, evadiendo por completo la pregunta opuesta. Tora dibujo una mueca y bajo su mirada algo arrepentido de haber llevado ese tema, sin ni siquiera una buena fundamentación para plantearlo.-

 

 

 

—     Lo siento…mejor vamos a dormir.— Exclamó algo desganado, puesto que la respuesta no fue precisamente lo que esperaba. Se acercó hasta la cama donde el castaño estaba tendido, para poder empezar a desvestirse, pero el bajista fue más rápido, moviendo sus dedos hábilmente, para ayudarlo. Incluso esa acción que otra vez lo despabilaba fue suficiente, se sentía frustrado. Pero pronto la voz baja del castaño se hizo presente, erizando su piel.-

 

 

 

 

—     Tigre…yo me casaría contigo. Incluso si lo quieres hacer mañana, claro que me casaría contigo. Pero…viniste de repente a decirme algo que…bueno no esperaba.— Exclamó, mientras le ayudaba al más alto a quitarse la remera, observando  el tatuaje que cubría su abdomen y el siguiente que estaba sobre su pecho.— Sé que no somos novios formales tampoco, que tenemos nuestras diferencias al no compartir todo. Pero… Shin, yo te amo.— Exclamó, sonriendo suavemente, mientras se deshacía de los pantalones opuestos, dejando al más alto en bóxers, atrayéndolo del borde del mismo, para que se adentrara a la cama con él.-

 

 

 

—     Pero lo de la mochila fue un juego simplemente. Cuando te vi haciendo eso…no sé, llámame estúpido si lo quieres, pero me emocione. Te veía tan tierno, tan adorable.— El bajista se sonrojo, mientras enredaba sus piernas en las caderas opuestas.— Pensé en casarnos, formar una familia. Ahora que estamos…a punto de dejar la compañía.-

 

 

 

—     Lo sé…tendremos un poco más de tiempo…pero… —El pelinegro, observaba la incertidumbre ajena y le provocaba un pequeño dolor en su pecho, pensaba que su relación estaba más que consolidada pero al parecer se había equivocado por completo. Aunque sabía que no eran de las formalidades, incluso no llevaban ningún símbolo que representara a cada uno el amor del otro. Creía que realmente podían dar un paso después de tantos años. –

 

 

 

—     Quizás si me precipite. — Se lamentó el guitarrista, mientras se escondía algo avergonzado en el cuello opuesto para respirar el dulce aroma ajeno. Pronto sintió los dedos impropios enredarse en sus cabellos, mientras masajeaba su cuero cabelludo, provocando un pequeño estremecimiento.-

 

 

 

—     ¿Qué tal…si probamos con la convivencia?— Propuso de repente el menor de los dos, mirando el techo, mientras pensaba en el momento en que había hecho aquel juego, incluso la mirada de Tora le había dado una corriente eléctrica que no podía olvidar.-

 

 

 

—     ¿Convivir? – Preguntó interesado el mayor, sin salir de su escondite, mientras dejaba algunos suaves besos sobre la piel blanca del menor.  Saga suspiro ante esa atención, para luego asentir.-

 

 

 

—     Tu hace poco te has mudado, yo vivo en un lugar que no me gusta mucho, ya que es transitorio. Prefiero estar en los de mis padres, pero…no estaría mal empezar por algo. Formalizar esta relación de… —El castaño se detuvo al no recordar la cantidad de tiempo que llevaban juntos.-

 

 

 

—     4 años.— Añadió el guitarrista, negando suavemente, su voz había sido en un tono de regaño.-

 

 

 

—     Amor, soy malo con las fechas, ya lo sabes.— Se justificó el menor, mientras se sonreía suavemente.-

 

 

 

—     Dime al menos el día en que nos pusimos de novios o como se llame.— Pidió el de ojos claros, elevando su mirada, para observar aquellos ojos chocolates con una tímida sonrisa.-

 

 

—     Fue la noche del Karaoke. El 22 de noviembre…cuando canté una de Bon Jovi, tú me seguiste y luego terminamos besándonos.— Exclamó aquello con sus mejillas coloradas, puesto que se había sentido contra la espada y la pared.-

 

 

—     Al menos eres bueno recordando momentos. — Exclamó risueño el guitarrista, mientras lo besaba en los labios. — Entonces…somos novios. O pareja formal.— Decir “novios” le hacía sentirse como un adolescente.-

 

 

 

 

—     Con convivencia…cuando volvamos del Tour, me mudaré a tu casa. ¿Me dejaras tener mascota?— Preguntó de repente el bajista, con sus ojos como un cachorro, lo cual enterneció al más alto.-

 

 

 

—     Sí, aunque primero debes llevarte bien  con Chicken y si él te lo permite, quizás puedas tener uno.-Bromeo el pelinegro, mientras fruncía sus labios para hacerle ver al castaño que debía acostumbrarse también a su mascota.-

 

 

 

—     ¿Acaso tu mascota es mas dueño que tú?— Preguntó incrédulo el castaño, quien conocía a Chicken y se llevaba bien con el gato  del pelinegro.-

 

 

 

 

—     En este momento… ¿Quién está en mi casa? Él, así que sin duda lo es. — Bromeo el mayor, mientras se animaba a acercarse hasta los labios del castaño, para besarlos con tranquilidad degustando la comisura del mismo muy lentamente. — Entonces…

 

 

 

—     Sí la convivencias prospera y seguimos manteniendo todo el amor que sentimos ahora, nos casaremos y tendremos una familia.—Anunció el menor con una sonrisa dibujada en los labios, mientras se encargaba de abrazarse con mayor fuerza al más alto, mientras sus pieles desnudas se rozaban con naturalidad.— Te amo, Shin.

 

 

 

—     También, te amo mucho Taka.— Pronunció, mientras se fundían en un beso cargado de la necesidad de cada uno de sentirse, de amarse profundamente como lo hacían a diario, sólo que a diferencia de otras parejas, siempre era a puertas cerradas. Preferían mantener su relación amorosa completamente alejada de cualquier chisme o comentario. Aún así no se libraban fácilmente y ahora sería incluso peor, porque vivirían juntos, pero ambos sentían que ya era hora de dar un paso hacia adelante.-

 

 

 

—     Hagamos el amor.— Pidió el bajista, susurrando sobre los labios opuestos con mucha tranquilidad. Puesto que le encantaba pedirle aquello al guitarrista y sentía que la situación lo ameritaba, casi a modo de festejo.-

 

 

—     Mhm no…tu dijiste que querías dormir.— Respondió el mayor algo somnoliento, mirándolo apenas con sus ojos abiertos.-

 

 

 

—     Tus ojos…Amano. Podría mirarlo horas enteras, sin casarme. — Comentó de repente el menor de los dos, logrando que el pelinegro abriera sus ojos un poco más y se notara la mezcla del verde con un marrón muy claro, parecían brillar en la semi oscuridad, casi como los de un felino. — Estás emocionado…lo puedo notar en tu mirada. Cuando tus ojos tienen esa tonalidad, es que estas contento. Si se vuelven grises, es que estas preocupado… -

 

 

 

—     ¡Hey! ¿De dónde sacaste eso?— Preguntó interesado el mayor, con una sonrisa  pequeña en sus labios.-

 

 

 

—     Observándote… podía escribir un libro de todo lo que te observó y analizo. Lo del color de tus ojos, lo comprobé muchas veces. Si estas enojado son marrones casi oscuros, como si no tuvieses ojos claros. – El bajista se había desnudado frente al mayor, puesto que nunca había admitido que estaba tan atento al mismo, pero realmente lo estaba. Intentaba que el guitarrista no lo notase y por la misma razón lo mantenía oculto. Pero ahora que eran pareja, necesitaba decirlo.— Como por ejemplo ahora…quieres tener sexo mañanero.-

 

 

 

—     ¿Eh? ¿Eso lo lees en mis ojos?— Expresó incrédulo el mayor, ya que el propio bajista lo había dicho de aquel modo tan convencido que le había impresionado.-

 

 

 

 

—     No…lo leo de tu cuerpo. Realmente estás cansado y sólo quieres que mañana lo hagamos temprano. Prefieres recuperar fuerzas y tener una buena sesión de sexo. — El castaño aclaró aquello, provocando que el guitarrista se riera inevitablemente, realmente lo conocía. — Que lindo eres cuando ríes.— Añadió con una sonrisa suave.-

 

 

 

—     Mhm que pasa que me estas halagando mucho…igual no me convencerás. Me gustar tener sexo del bueno y así es imposible. Contigo puedo hacer tantas cosas…prepárate cuando vivamos juntos, porque tendrás a un Tigre con mucha hambre.— Anunció ocultándose en el borde de la mandíbula ajena, para dejar un simple beso.-

 

 

 

—     ¿Eh? Eso quiere decir que… —Pensó unos segundos el de ojos chocolate.— Dime que no es cierto … ¿tú te masturbas pensando en mi?.— Exclamó de repente el castaño, completamente alarmado, logrando que el mayor se sonrojara inevitablemente, riéndose.—

 

 

—     Claro… ¿En quién quieres que piense mientras me toco?— Inquirió de forma burlona el más alto.-

 

 

—     Pero… no sé. Bueno…no en nadie. Pensé que te alcanzaba con las sesiones que teníamos. Sé que no soy regular en las visitas, ya que me duermo o me quedo practicando pero…

 

 

—     No importa cuántas veces lo hagamos, sean muchas o pocas, simplemente tengo ganas de tocarme pensando en ti. Por favor…como no hacerlo con lo erótico que eres. Me tiene caliente todo el día, Saga.— Confesó el pelinegro,  parpadeando debido al sueño que tenía.-

 

 

—     Detente…seguramente te soñare así. — Exclamó completamente impresionado, mientras negaba levemente, puesto que la confesión contraria era algo nueva. Si bien se imaginaba que el guitarrista lo hacía, nunca pensó que era parte de sus masturbaciones.-

 

 

 

—     Si despiertas húmedo, lo sabré. Ya sabes tú como soy yo cuando despierto. Más vale que te hagas cargo, porque me puedo despertar de mal humor si no me dejas dormir.—

 

 

 

—     Oh… te pondrías violento, Mi tigre. — Comentó juguetón el bajista sobre el oído opuesto, para luego dejar un beso tras la oreja del mismo.-

 

 

 

—     Te lo haré tan salvaje que no podrás pararte en una semana y eso no será bueno para el Tour, así que… no te arriesgues. Baka.-

 

 

 

—     Buenas Noches, amor.— Expresó el bajista en un tono muy suave, besando la mejilla opuesta y apagando el televisor con su mano libre, mientras sus cuerpos se acomodaban de mejor forma, para quedar completamente abrazados sobre la cama de una plaza.-

 

 

 

—     Duerme bien, Takashi. Te amo mucho. — Pronunció, frunciendo sus labios, logrando que el castaño no perdiera la oportunidad de besar sus comisuras, de ese modo se besaron en silencio, con comodidad, hasta que sintieron que el sueño los vencía.-

 

 

Pronto sus cuerpos se relajaron, quedándose dormidos por completo, pero a diferencia de otras  veces, esta vez habían formalizado su relación, y sus planes parecían ser  más que castillos en el aire. Ambos estaban destinados a estar juntos, ello se notaba todo el tiempo incluso aunque quisiesen ocultarlo, les era imposible, pues sus miradas hablaban más que ambos de sí mismos.

 

FIN-

 

 

Notas finales:

¿Les gusto? Espero que realmente les sea de su agrado  y que al leerlo lo hayan disfrutado. Es un poco corto al final, pero no quería que se estirara demasiado. Muchas Gracias  por Leer a todos los que lo hacen y más a aquellos que me dejan algún comentario. Cualquier incertidumbre, me lo hacen saber. ¡Muchas Gracias!



¡CUIDENSEN MUCHO!



¡BESOS!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).