JongIn, alto, piel morena, labios gruesos, ojos marrón, rubio, demasiado rubio; hermoso. Estaba demente.
JongIn bestia una camisa blanca de mangas largas, zapatillas negras y pantalón de tela en el mismo color, un abrigo negro y largo lo cubría, de vez en cuando usaba una mascarilla; era un chico algo introvertido, o quizás no tanto, pero no hablaba mucho con otras personas, era muy inteligente, demasiado para su edad; 20 años.
Esconde algo...
~Hace tres meses~
Joven Kim.. llegó antes hoy -pronunció la mujer tras el mostrador de la consulta de psicólogos y psiquiatras, un tanto robusta para la pequeña silla que usaba; JongIn esperaba el día que pudiera ver romperse aquel asiento y a la mujer caer al suelo, algo tenía que le desagradaba, mucho a decir verdad. La ignoró, como de costumbre ni siquiera le dirigió la mirada, él solo venía por la visita a médico que frecuentaba con la "doctora" Tiffany, amable chica, atenta, algo despistada fuera de la oficina, excelente doctora.- Puedes pasar ya.. La psicóloga te espera.
JongIn se levantó y quitó su abrigo para caminar hasta la puerta de madera vieja y entrar en el despacho de la consulta, lo recorrió con sus ojos, estaba igual que la última vez que entró, a veces se preguntaba si la chica hacía aseo siquiera en el lugar, aunque siempre se veía limpio.
¿Como te has sentido esta semana JongIn? -Preguntó la chica con una amable sonrisa mientras tomaba una bitácora ancha, que llevaba encima el nombre del paciente, JongIn era algo paranoico y le había exigido una bitácora solo para él.
Bien.. nada nuevo.. -responde a voz pesada mientras caminaba hasta el sofá largo y dejaba encima su abrigo, luego volvió a recorrer la habitación y fue hasta un mueble tomando un cubo de rubik que había en el, era todo de un solo tono pero las formas que lo conformaban eran diferentes.
La idea es formar el cuadrado nuevamente.. -le dice la siempre eficiente doctora al localizar a su paciente y ver lo que tenía en las manos, se esperaba eso de JongIn, por ello siempre le tenia alguna cosa por el estilo, solo a él; era su paciente con 150 de CI, su paciente favorito quizás.
*Toc- Toc*
Alguien tocó la puerta desde fuera mientras JongIn prestaba más atención al rubik desordenado que a otra cosa, sus pasos eran seguros, se fue hasta el gran sofá y se sentó en el con el juguete entre las manos, sus ojos lo examinaban como si lo estuviera desarmando por completo para ver su sistema de engranajes.
Pase.. -Dijo a doctora mientras miraba a JongIn como una madre que miraba a su hijo super dotado hacer el mas complicado de los ejercicios de física cuántica.- Kyung Soo.. -Pronuncia al ver atravesar la puerta al Nuevo y recién llegado psicólogo, el chico era de estatura media baja, ojos grandes, como si le asombrara todo lo que veía, labios gruesos como un corazón, piel blanca y cabello negro.- ¿Qué necesitas?
Permiso.-pronunció KyungSoo antes de que la chica lo interrogara, se acercó a ella haciendo una pequeña venia ante el paciente a modo de saludo y disculpas por la intromisión.- Necesito .. si me puedes prestar una de estas.. -le indica tocado con sus finos dedos la bitácora de JongIn.- Solo será por dos horas, no tengo tiempo de ir a comprar una y olvidé la mía, prometo regresarla.. -se apresura a decir aquello, sintiendo realmente vergüenza de haber sido tan descuidado y olvidar la bitácora de sus pacientes.- Lego iré por una nueva y te la regreso..
Descuida, tengo varias, si que no hay problema, solo que cuando yo olvide la mía, me debes prestar una..- le dice con una amplia sonrisa haciendo que sus ojos se cerraran suavemente en dos medias lunas.- ¿Me puedes esperar un poco?.. las tengo en la sala de al lado.. -Le dice al chico y se dirige ahora a JongIn.- Pórtate bien.. -Le dice con una sonrisa suave y el chico rueda los ojos como aburrido.
JongIn llevaba un rato observando la situación sin interrumpir, no era de los que dejara pasar esas cosas, pero estaba tan concentrado en el cubo de juguete que realmente no le importó mucho. KyungSoo se quedó apoyado en la mesa mientras lo observaba algo fascinado por la rapidez con al que el moreno iba al parecer armando el rubik sin problema alguno.- Soy KyungSoo, trabajo aquí -le dice al chico de cabellos rubios sin dejar de ver como armaba aquel juguete.
Lo noté.. -Solo eso salió de los labios de JongIn, nada más; el chico era un poco frío realmente.
Wo.. me habían dicho eras un genio, pero no sabía si alardeaban o no.. veo que no -Comenta KyungSoo al ver terminado el cubo del contrario.-
No es muy difícil.. -responde JongIn dejando el pequeño juguete en la mesa donde estaba apoyado KyungSoo, sus ojos por primera vez se encontraron con los ajenos al estar e pie a su lado, las mejillas de KyungSoo estallaron en color rosa, como si se las hubiera pintado con un labial o lo hubieran maquillado excesivamente. JongIn sonrió de medio lado, una sonrisa de complicidad, como si supiera que lo que había sucedido fuera más que un encuentro de miradas y así era, extrañamente KyungSoo se sintió perdido en aquellos hermosos ojos, en su estómago sintió como si miles de pequeñas mariposas volaran y acariciaran cada uno de sus órganos, con sus alas, como si un hoyo se hubiera formado en su abdomen de un momento a otro. La mano de JongIn se elevó y acarició suavemente una de sus mejillas.
Los pasos de tacones se hicieron oír en el pasillo y el más alto se apartó con tranquilidad, pronunciando antes unas cortas palabras en el oído ajeno, palabras que a KyungSoo lo hicieron estremecer por completo.- Tu piel es hermosa... -susurró y se sentó en el sofá nuevamente con demasiada tranquilidad, Kyungsoo aun estaba en coma.
Aquí esta.. ten -dijo Tiffany al acercarse al chico de su estatura más menos y le entregó la bitácora que este le había solicitado.- Espero no te moleste que sea de color rosa..
Kyungsoo demoró unos cuantos segundos en darse cuenta de lo que sucedía tomo la bitácora entre sus falanges, negando suavemente con su rostro.- Descuida, esta bien. gracias -Responde formando una suave sonrisa, que Jongin notó y lo hizo sonreír, era hermosa.
El joven salió del lugar y moviendo su cuello suavemente se encaminó hasta su oficina.
Me perdí el proceso.. -murmuró Tiffany tomando entre sus dígitos el cuadrado de juguete armado.- Uhm.. Bien, entonces sigamos..
La sesión continuó por el resto de la hora, todo fue bien, como comúnmente.
JongIn tomó su abrigo y se lo puso casi de inmediato, era tarde ya y la chica aun no terminaba su jornada, calculaba un paciente más y sería libre.
Nos vemos.. -Pronunció JongIn antes de salir de la habitación, como siempre sin decir nada, era tan sigiloso que a veces lograba asustarla un poco, pero sabía que el chico era inofensivo, o al menos eso sabia hasta el momento, el chico no le había dado nunca indicios de ser un peligro para la sociedad.
JongIn siguió su andar al salir por el pasillo un tanto oscuro debido a la hora de su salida, en dirección opuesta a la suya, camina a cabeza gacha KyungSoo, venía hojeando unos papeles que traía entre sus manos, Jongin se le cruzó en cuanto estuvo cerca; su vestimenta negra y lo sigiloso que era ayudaba a que el chico no se percatara hasta que estuviera frente él y chocaran. KyungSoo se fue hacia atrás unos pasos, en lo cual Jongin lo sujetó delos hombros y logró estabilizarlo.
Disculpe.. yo.. -Fue todo lo que dijo, su vista se alzó y los ojos de JongIn volvieron a atraparlo, sus mejillas se tornaron rosa nuevamente sin siquiera notarlo hasta que el calor en ella se hizo presente, no sabía que decir, era segunda vez en el día que su corazón latía tan rápido sin sentido alguno.
Kim JongIn.. -pronunció su propio nombre en un tono no muy alto, no era necesario, la cercanía era suficiente para que e chico de menos estatura lo oyera perfectamente.- ese es mi nombre.. -susurra nuevamente y vuelve a mostrara aquella ladina sonrisa en sus labiales que a KyungSoo lo hicieron perderse nuevamente. ¿Cómo era posible que el chico lo pusiera de aquella forma así simplemente?
Ten buena noche.. -dijo por último y se apartó de él, siguiendo su camino por el pasillo, pasando por delante de secretaría, deteniéndose a pedir la siguiente hora de consulta.
KyungSoo de un momento a otro pasó corriendo por la puerta principal, y alcanzó a gritar "Llegaron mis cosas, debo ir a recibirlas" y con es la secretaria comprendió todo. JongIn quedó algo asombrado al presenciar la escena, no sabía que sucedía y por extraño que fuera le interesaba.
¿Que le sucede? .. -Consultó y la secretaría pareció quedar en shock, era la primera vez que el chico le dirigía la palabra para algo más que no fuera pedir su hora de atención, de hecho siempre parecía muy ajeno a las demás personas.
Es nuevo en la ciudad y se esta mudando.. al arecer sus cosas llegaron -responde mientras anotaba en donde Jongin le indicaba con su índice para cuando quería su próxima visita.
Al ver que lo había anotado, jongin simplemente se retiró sin decir nada más, sus pasos fueron hacia la puerta principal y se retiró, pasó por el centro de la ciudad y tomó el metro para llegar hasta su casa. Entro en el edificio, notando que fuera había un camión de mudanzas, lo ignoró; entró en el ascensor algo cansado y presionó el botón correspondiente a su nivel, subió hasta el piso 15 y salió al corredor en cuanto ambas puertas se abrieron y le dieron el paso, siguió hasta su puerta a paso lento, buscando las llaves de su hogar; había mucho desorden en el pasillo, al parecer los vecinos había logrado vender el departamento del lado luego de meses. Abrió la puerta de su departamento, ladeó el rostro al ver por el rabillo una pequeña silueta salir del lugar, era KyungSoo.
El pequeño chico volteó al notar a su nuevo vecino llegar a su departamento, se llevó la sorpresa de su vida al ver a JongIn en el umbral, sus ojos se abrieron más de lo común y sus mejillas por tercera vez en el día se ponían rosadas.
JongIn sonrió de lado y entró en su hogar.