Con 24 años de edad, Luhan se imaginó siendo muchas cosas pero ninguna de ellas era ser quien llevara en su vientre por nueve meses a un bebé que cuando naciera sólo lloraría, comería y apestaría como los infiernos sin contar que lo despertaría a media noche y... No, definitivamente nunca se imaginó así, ni en sus peores pesadillas y lo peor de todo era de quién fue a embarazarse.
Oh Sehun, un crío que apenas alcanzaba la mayoría de edad, su acosador personal y cuya mayor preocupación era que Justin volviera con Selena o copiar cada una de las selfies de Miranda Kerr. Luhan quería meterse un balazo por haberle hecho caso a Xiumin y aceptar pasar una noche con el mocoso. “Diviértete con él” dijo “¿Qué podría salir mal?” dijo. Maldito bollo y sus consejos de mierda.
Ahora tenía una docena de tests de embarazo con: dos rayitas rojas, caritas felices y *embarazado*, que mandaba el “¿Qué podría salir mal?” de Xiumin directo a la basura. Estaba total y completamente jodido y no había nada que pudiera hacer. Luhan siempre estuvo en contra del aborto así que eso no era una opción. Aunque este bebé llegara a poner su mundo de cabeza y echar abajo todos sus planes, no se desharía de él.
Otro gran problema sería como decírselo al chico, Sehun no se caracterizaba por ser muy maduro que digamos y que de buenas a primera Luhan le dijera que se convertiría en padre le causaría un severo shock. Y todavía faltaba ver si el chico querría hacerse cargo, y si la familia lo aceptaría. Y encima estaba lo de su traba... ¡Mierda! Su trabajo. Lo acababan de escoger como el conductor de un nuevo espacio de entrevistas y mañana le tocaba grabar el primer programa piloto, y ahora que estaba embarazado no sabía que harían con él.
Maldijo a su suerte unos minutos más y luego decidió que debería ir por algo de comer, su estómago se lo estaba reclamando ¿o tal vez era el bebé? Sea lo que fuere, el hecho es que se le había antojado comer espaguetis y con eso de que a una persona embarazada no se le debe negar un antojo, pues no había de otra que satisfacer su necesidad ipso facto. Salió de su departamento agradeciendo a los dioses por vivir solo si no tendría que dar mil y un explicaciones a su hermano sobre los tests en el tacho de basura del baño. Luhan no quiso ni pensar en cómo reaccionaría Kris.
Luhan se colocó una chaqueta encima de la camisa que llevaba puesta por si acaso, ya eran las 6:30 p.m y el clima estaba tan del asco que era mejor prevenir que lamentar, bien podría largarse a llover en cualquier momento y un resfriado era lo que menos necesitaba a estas alturas. Se subió a su hermoso auto, que logró comprar con mucho esfuerzo, y se dirigió al restaurante más cercano. Llegó a un restaurante muy bonito y una vez que estuvo dentro se le acercó una mesera a pedir su orden, dudó un poco en lo que debería pedir pero al final eligió unos espaguetis en salsa blanca con pollo y champiñones. Esperaba ansiosamente su platillo cuando una melena castaña se le acercó.
—¡Hey, Lulu! Hola, ¿Qué haces aquí?—preguntó su amigo de mejillas regordetas con una mueca de confusión en el rostro, que venía junto a su novio troll inmortal con sonrisa de gato cheshire.
—Hola Xiumin. No me llames así, es vergonzoso —respondió haciendo un mohín, nunca le gustó que le dijeran Lulu porque sonaba muy gay —y vine a comer ¿no es obvio? —puff... lo miró con obviedad, para qué más estaría ahí si no es para comer
—Pero si tu odias la comida occidental, ciervo manly —devolvió Chen, observándolo con gracia. —Eso es cierto —completó el bollo.
—Hola también para ti naranja inmortal —Luhan rodó los ojos —Pues fue un antojito, ya sabes.—dijo de forma simple.
—Hablas como embarazada —dijo Chen divertido haciendo que Luhan se sonroje y ponga nervioso al instante —Ya Chen, no digas tonterías —lo reprendió su novio. Luhan sólo suspiró, no estaba seguro si era momento de que sus amigos lo supieran.
Xiumin y Chen acompañaron a Luhan en su cena, rieron, bromearon y Luhan se la pasó muy bien. Disfrutaba como nunca su platillo, dejando con la boca abierta a sus acompañantes por su extraño comportamiento, pero Luhan ni lo notó por estar demasiado concentrado en devorar la comida. Eso hasta que llegó la hora de comer el postre y Luhan tuvo que disimular las arcadas que le producía el olor de la tarta de fresa que Xiumin había pedido; cuando no pudo controlarlo más se excusó con sus amigos y prácticamente voló hasta el baño.
Luego de que su estómago prácticamente se vaciara, bajó la palanca del retrete y se enjuagó la boca. De verdad que estar embarazado era un asco; según lo que había escuchado todo era vómitos, mareos, dolor pero sabía que todo eso se vería recompensado cuando tuviera a su hijo en brazos. Luhan tenía mucho miedo de tener un hijo, un bebé no es como una mascota; es una parte de ti que tiene vida, sentimientos, un ser tan pequeñito y frágil que depende enteramente de ti. Eso era aterrador, de verdad que Luhan esperaba poder hacerlo bien.
Salió del baño y para su sorpresa ahí estaban Chen y Xiumin, el primero observándolo con malicia mientras el bollo lo miraba con los ojos entrecerrados casi como si lo analizara. Luhan podía deducir por la mirada de Xiumin que lo habían escuchado vomitar y ahora debían estarse preguntando el por qué.
— ¿Te encuentras bien? —le preguntó Xiumin con preocupación.
— Si, sólo que mi estómago ha estado algo raro últimamente —inventó, algo que al parecer no convenció a uno de los chicos frente a él.
—Así que es tu estómago, —dijo Chen suavemente. — ¿Estás seguro? —preguntó con una expresión de ‘no te creo’ pintada en el rostro.
—C-claro —Luhan se maldijo por trabarse —Sólo es eso, sé que me amas y te preocupas por mí pero no es necesario cariño—molestó a Chen esperando desviar el tema.
— ¡Yah! Yo sólo amo a mi baozi precioso. Tú eres muy feo. —refunfuñó el inmortal abrazando a su novio.
— ¡Oye, yo soy hermoso! —se quejó haciendo un puchero. Bendijo a los dioses que su táctica funcionara porque Chen era demasiado intuitivo y no paraba hasta sacarte la verdad cuando no creía lo que decías.
—Ya, ya chicos. No empiecen con sus pleitos —habló el mayor de todos —Deberías volver a casa y descansar si no te sientes bien —se dirigió a Luhan como una madre preocupada.
—Sí, creo que sería lo mejor. Mañana tengo mucho trabajo por hacer.
—Vamos, nosotros te acompañamos a tu departamento —ofreció Xiumin —de paso que veo el DVD que olvidé la semana pasada.
—Yo vine en mi auto ¿y ustedes? —les preguntó mientras salían del local, Chen y Xiumin ya habían cancelado la cuenta antes de ir a buscar a Luhan.
—Nosotros estábamos de paso por aquí así que supongo que nos tendrás que llevar. —dijo alegremente Chen.
—OK, pero tú vas a atrás. La última vez te la pasaste jugando con los botones del panel y me estresaste.
— ¡Buuuu, aburrido! Cómo sea igual ni quería sentarme allí. —Luhan y Xiumin se rieron y Chen sólo bufó.
Subieron al automóvil y una vez puestos los cinturones de seguridad, Luhan arrancó hacia su departamento. Llegaron rápidamente y saludaron educadamente al portero, tomaron el ascensor ya que el depa de Luhan quedaba en el tercer piso y les daba flojera usar las escaleras.
Xiumin fue a buscar su DVD mientras Chen se tiraba en el sillón ocupándolo todo. Se paseaban como perro en su casa. Luhan sólo reía, sus amigos eran únicos y él los quería tal cual. De pronto toda la habitación empezó a dar vueltas y la visión de Luhan se hacía borrosa. Vio a Chen correr hacia él y luego todo se volvió oscuro.
Abrió los ojos sintiendo un irritante olor a alcohol cerca de él. Enfocó la vista y vio que era Xiumin que sostenía un algodón cerca de su nariz, también estaba Chen mirándolo preocupado igual que Xiumin. Se incorporó dándose cuenta de que estaba recostado en el sillón en el que anteriormente estaba Chen. Suspiró audiblemente, al parecer el embarazo había escogido este día para pegar con fuerza. Aunque si lo analizaba bien las semanas anteriores ya había tenido episodios parecidos sólo que no les había tomado la debida atención creyendo que se trataba únicamente de estrés por el trabajo.
Luhan miró a Xiumin y a Chen debatiéndose en si debía contarles lo de su embarazo o esperar un poquito más. Xiumin se dio la vuelta y tomó algo que estaba tras él. Luhan se quedó congelado por un instante al ver que su amigo tenía una de las pruebas de embarazo en su mano pero Xiumin sonrió y lo abrazó muy fuerte. Le respondió el abrazo a su amigo y miró a Chen que lo observaba con ¿ternura?¿¡Chen mirando a alguien que no sea Xiumin con ternura!? Este debía ser el fin del mundo. O tal vez eso que dicen sobre que todos aman a las personas embarazadas era verdad.
Tal parece que Luhan había olvidado botar una de las pruebas a la basura y al momento que Xiumin fue a buscar el algodón y alcohol del Kit que estaba en su baño la vio ahí. Al separarse del asfixiante abrazo de Xiumin, Luhan observó a sus amigos y les contó que apenas hoy se había enterado que estaba embarazado, que tenía un miedo inmenso de serlo y le dio unos buenos golpes a Xiumin por aconsejarle estar con Sehun. Si no hubiera ido a esa fiesta nada de esto hubiera pasado, o tal vez si.
—Espera... ¿entonces al final sí te fuiste con el chiquillo? —le interrumpió Chen. Luhan asintió dudoso —¡Te lo dije, bollo incrédulo! Ahora tendrás que pagar la apuesta. Me debes una mamada —se burló con un gesto socarrón.
—¡Aish! ¡Cállate! —gritó el bollo sonrojado fingiendo enojo. Luhan sólo los miraba incrédulo.¿sus amigos apostaron si tendría sexo con Sehun? Obvio que si. Vaya amigos que tenía.
—Cochinos, no puedo creer que apostaran sobre eso. —Luhan hizo una mueca de asco. Chen sólo se carcajeó y Xiumin estaba algo avergonzado.
—Bueno, volviendo a la de tu bebé. Si dices que apenas hoy lo descubriste supongo que aún no has ido a un doctor verdad. —cuestionó Chen y Luhan dio un asentimiento de cabeza—Tienes que ir y revisar cómo esta tu bebé, recuerda que un embarazo es algo muy delicado y debes cuidarte mucho. Y no te preocupes que nos tienes a nosotros para todo lo que necesites.
—G-gracias, eso es muy lindo de tu parte. —Luhan sentía un nudo en la garganta —Es bueno contar con amigos como ustedes porque estoy aterrado a decir verdad — jamás creyó que Chen podría llegar a ser tan tierno. —Te quiero naranja—se acercó y lo envolvió en un abrazo que Chen no dudó en corresponder.
—Y yo a ti también, ciervo—le respondió con cariño —Pero si lo dices a alguien lo negaré. Tengo una reputación que cuidar.¿sabes? —dijo causando una pequeña risa de Luhan.
Xiumin observaba con dulzura la escena, Chen era un troll el 99% del día y más con Luhan pero Xiumin sabía que en el fondo esos dos se querían más de lo que podían admitir.—Y se supone que los mejores amigos somos Luhan y yo.— les dijo pero los chicos fingieron no escucharlo y seguían abrazándose —Me siento ignorado. —el mayor se cruzó de brazos con un puchero. El dúo se separó mientras reían de la actitud infantil de Xiumin.
—Luhan ¿Cuándo se lo dirás a Sehun?
—Aun no lo he pensado, tengo que buscar el momento más adecuado.—contestó honestamente —Y bueno primero tengo que solucionar algunos temas con él, después de lo que pasó entre nosotros como que estuve ignorándolo.—se rascó la nuca con nerviosismo.
—Ahhh Luhan. Cuándo no tú, ignorando al pobre muchacho. —lamentó Xiumin. —Típico de Luhan —añadió Chen negando con la cabeza.
Luhan ya estaba acostumbrado a que uno terminara la frase del otro. Aunque eso no quiere decir que lo hiciera menos raro.
—¡Yah! No sean así. —se quejó —Lo que pasa es que no sabía cómo tratar con él después de... eso. —respondió sonrojándose.
—¿con “eso” te refieres a follar? —soltó con malicia sólo para molestar al ciervo.
—¡CHEN! —reprendieron los dos mayores avergonzados y Chen se descostillaba de la risa.
—Creo que ya deberíamos irnos, es tarde y debes descansar. —pronunció Chen dirigiéndose a Luhan, cuando hubo controlado su risa.
Luhan vió la hora en el reloj sorprendiéndose de que ya fueran casi las diez, que rápido pasaba el tiempo, Chen tenía razón debía descansar. Xiumin tomó su DVD y junto a Chen se dirigieron hacia la salida. Se despidió de sus amigos no sin antes recibir un recordatorio de que debía ir al doctor y hablar con Sehun lo antes posible por parte de Chen, a lo cual asintió.
Ya estando en su cuarto se colocó un pijama observando su cuerpo en el espejo desde todos los ángulos. Aun no se le notaba el embarazo pero pronto lo haría, ¿se vería feo?¿gordo?¿lo despedirían de su trabajo por eso?. Sobre las dos primeras interrogantes no estaba seguro de cual sería la respuesta pero de la tercera estaba convencido de que por más que quisieran hacerlo el no los dejaría ya que las leyes lo protegían. Aunque conociendo lo mierdas que eran en la SMENT probablemente eso ni les importaría.
Colocó sus manos en su no por mucho plano vientre y rogó que su bebé naciera sano y fuerte. Imaginar a un pequeño niño diciéndole “omma” hacía que sintiera extraño. Todavía no se hacía a la idea de que sería madre. Todo lo que había oído sobre embarazos fue que eran lo más pesado de soportar, eso después de los primeros meses de edad de los bebés en que sólo lloraban despertándote a media noche. Ya había decidido que aun con todo lo pesado que podría llegar a ser un embarazo, él daría lo mejor de si para ser la mejor madre del mundo y estaba seguro que sus amigos y su hermano no lo abandonarían. Kris se iba a sorprender incluso gritar tal vez, pero Luhan no tenía ni la más mínima duda de que su hermano estaría ahí para él y su bebé.
Luhan notó que en todos sus pensamientos sobre el futuro de su embarazo no contó a Sehun, una pequeña incertidumbre se instaló en él ¿Sehun estaría preparado para algo como esto?. Sehun siempre le decía que estaba enamorado de él y que algún día ellos se casarían y tendrían muchos hijos pero Luhan nunca se lo tomó en serio porque Sehun es muy joven y no sabe nada de la vida además que una cosa es que Sehun lo diga y otra que de verdad quisiera hacerlo. Pensar que hasta hace unos meses detestaba al mocoso acosador y ahora esperaba un hijo suyo, sólo a él podía ocurrirle algo sí.
Pensar en todas las veces que Sehun lo había acosado y rogado para que le diera una oportunidad hizo que sonriera inconscientemente, aquel mocoso había sido muy perseverante. Incluso cuando le gritaba que desapareciera o se perdiera y nunca más regresara, el había seguido insistiendo. Siempre bajo el estatuto de 'el que persevera, alcanza' y miren pues, al final consiguió más de lo que se proponía. Cada vez que Sehun se le declaraba se preguntaba qué hacía siguiendo a alguien como él pudiendo tener a cualquier otro.
Sehun era muy guapo y Luhan no lo podía negar entonces ¿qué hacía perdiendo el tiempo con alguien como Luhan? Luhan nunca la supo, cuando le preguntaba a Sehun éste le respondía que no perdía el tiempo, que Luhan era la persona ideal para él y su corazón lo sabía, algo muy cursi para venir de alguien con cara de póker como Sehun. Sin embargo, el menor tenía una sonrisa hermosa, la forma en que sus ojos se hacían medialuna cada vez que reía era algo muy lindo, pero Luhan nunca lo admitiría en voz alta.
Luhan se metió bajo las mantas arropándose hasta la mitad del rostro, ya era hora de dormir. El día había sido muy cansado y mañana tenía mucho por hacer con su nuevo equipo de trabajo. Sin contar que también debía ir con el médico.
Ya luego se encargaría de comprobar por si mismo si todo lo que Oh Sehun decía era verdad o si sólo habían sido palabras vacías.