Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lo que tienes por decir por NekoDanyHentai

[Reviews - 13]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Ni Naruto, ni Sasuke me pertenecen, o los otros personajes, tampoco. So nde Kishimoto que no acepta que le gusta el yaoi.

La historias si es completamente miaaaa!

En esta ocasion la cancion es Shoudou que me imagino muchas fundashis y fujoshis conocen. Pero por si no, es el segundo opening de Junjou Romatica, por Pigstar

Un impulso desbordante

 Invadió nuestros corazones.

Y nuestra historia se comenzó a mover.

El impacto que causo nuestro encuentro.

Cambio un mundo sin color

Y lo pinto claramente en un instante

77__···--------------···__77

El no tenía motivo alguno para estar en ese lugar, estaba hastiado y ese ceño  fruncido, con la boca haciendo un rictus de desagrado era más que notorio y obvio. ¿Qué les pasaba a tus padres? Ni siquiera le preguntaron solo le dijeron que empacara sus cosas, porque iría de campamento. ¡En verano!

Si querían deshacerse de su único hijo pudieron simplemente decirlo, tu enojo desapareció de momento, pensaste de nuevo en tu hermano mayor Itachi, sabias que aunque no estuviera contigo, lo extrañabas tanto que querías despertar un día y verlo junto a ti nuevamente. Pero eso no era posible, y tanto tú como tu familia lo sabían.

Tomaste tu celular y buscaste cualquier canción, la que fuera, solo querías olvidarte por un momento de tu hermano, pues te seguías culpando de su muerte, sabiendo –en su mayoría, una parte de ti no lo quería reconocer- que tuviste la culpa de que él se fuera. De que dejara a su esposo Deidara, y a tu pequeña sobrina Hana. Shooting Star comenzó a sonar, te dejabas llevar por la música, sin tomarle importancia a tu alrededor, concentrando en esa pista que se repetía una y otra vez. Hasta el punto de dejarte dormido, sin que pudieras evitarlo.

-Disculpa, pero hemos llegado al campamento- solo sentiste un toque en tu hombro, y aquella voz se escuchaba lejana, casi como si estuviera a muchos metros.

No te molestaste en elevar la mirada, tampoco en responderle algo, simplemente te volteaste, sin tomarle mayor importancia al chico que inútilmente trataba de despertarte.

-¡Hey! ¿No escuchaste? Tienes que levantarte, muévete- te hablo de manera más brusca, aunque tú no te moviste ni así.

Ese tono lejos de intimidarte, hasta te daba risa, y si no fuera porque estabas medio dormido reirías de la cara de idiota enojado que debía estar poniendo, pero contrario a eso, el chico seguramente termino harto de tu indiferencia y te dio la vuelta con rapidez, solo para sentarte al menos de una vez, y que así- recobraras la cordura-

-¿¡Pero qué te pasa?! Si no me quiero levantar simplemente déjame aquí- tu tono de voz era entre enojado y harto, abriste los ojos cuando dijiste eso.

Lo primero que viste, eran un par de zafiros, los más brillantes y claros que jamás habías visto, que a pesar de producirte la sensación de perderte en el mar, te daba una increíble calma, su rostro lucia con el entrecejo fruncido,- y ni con tu mirada de muerte- parecía que se retractaría. Tenía unas peculiares líneas en sus mejillas que se te antojaba tocarlas para comprobar que fueran reales, su piel era color canela, un poco más clara tal vez, sus labios eran de grosor perfecto… Apartaste la mirada, no conseguías saber porque pensabas todo eso, nunca te habías fijado en alguien.

-Lo siento, pero Iruña-sensei me lo ha pedido, si fuera por mí no te hubiera movido… No tengo porque tratar con alguien como tu- te respondió con una sonrisa entre rabiosa y avergonzada.

-De acuerdo… Vámonos, fue más el tiempo que tardamos discutiendo que en lo que me despertabas- respondiste parándote de un salto, tomando tu maleta y asegurándote de llevar el celular.

-Teme…- escuchaste como un susurro, y por tu mente –en un pequeño segundo- la idea de escuchar tu nombre en sus labios te pareció tentadora.

-Sasuke, ¿Cómo te llamas, dobe?- preguntaste mientras bajaban del autobús, sonreíste al ver que se enfurruñaba por decirle algo como eso.

-Uzumaki Naruto, no te ofendas pero, ¿Qué hace un niño mimado como tu aquí?- te pregunto mientras revisaba el también un bolso, tu simplemente le seguías. Aunque lo ultimo calaba en tu orgullo, no eras ningún inútil

A tu parecer, el chico no se veía lo suficientemente habilidoso como para estar buscando algo, no fijarse en el camino, y aun así no caerse; parecía conocer y estar familiarizado con el lugar. En tu mente, seguías pensando en porque estabas pensando tanto en el chico, por más que lo observabas –sin necesidad de comprobarlo- asegurabas le sacabas una cabeza de tamaño, lo más seguro es que fuera de preparatoria, y enarco una ceja, pues el campamento era para universitarios.

 -No es algo que te interese dobe, ¿Cuántos años tienes?- ignoraste lo primero, así como que el chico chisto con la lengua.

-No es algo que te interese teme- te respondió el, con una sonrisa mientras se acercaba a una tabla con nombres y planillas.

-Mmmm… ¿No pudiste pensar en algo mejor que no fuera eso?- buscaste tu nombre por apellido, casi estallabas de risa al ver con quien compartirías cabaña.

-Tengo veintiuno, pronto cumpliré los veintidós. Pero ya enserio ¿Por qué viniste aquí?- su curiosidad parecía mucha, se dirigía hacia una de las cabañas mientras tú te la pensabas. En sí, no sabias porque estabas aquí.

-Siendo sincero, no tengo ni la más mínima idea, mis padres me mandaron aquí- respondiste quitándole importancia, el chico sonrió a tu lado, como si eso fuera divertido. Pero su sonrisa no parecía burlarse de ti.

-Bueno, yo quiero la cama de arriba, aun faltan dos chicos mas, cada cabaña consta de cuatro camas. Hay unos cajones y un ropero por allá, asegúrate de elegir un lado para poder acomodar la ropa de ambos- te señalo mientras subía su maleta hacia la cama de arriba. Tu solo asentiste, el se fue antes de que pudieras decirle algo más.

Ahora sí, que cada vez estabas mas confundido de lo que habías estado, el chico –aunque en un principio te parecía una molestia- se notaba era amable, maleducado hasta cierto punto, irresponsable y con una actitud infantil. Pero eso parecía ser parte de su encanto. Cuando acomodaste la mitad de tu ropa, dejaste lo otro sobre tu cama, querías ver primero el lugar antes de juzgar algo más.

-¡Hey Sasuke! Ven para que se conozcan- escuchaste a Naruto gritando, aunque tu mirada lucia fría, tu nombre se había escuchado mejor de lo que parecía. Tenías una extraña sensación.

-Mira Sasuke estos chicos son mis amigos, los conozco desde niño. Shikamaru, Kiba, Neji, y Chouji- señalo a cada uno, desde ese momento. También fueron tus amigos.

El campamento duraba tan solo un mes, mientras más te llevabas con Naruto la idea de alejarte del chico rubio te perturbaba aunque no supieras porque, ahora tenias mas amigos aparte de los que dejaste en casa, los cuales se podrían mensajear contigo y viceversa.

Conforme pasaban las semanas, actividades, días de descanso, el trabajo entre otras, descubrías mucho más sobre el oji azul, por ejemplo era huérfano e Iruka-sensei era quien lo cuidaba como tutor; y que este a su vez fundo el campamento. Era relajado –demasiado para su gusto- confiaba en cualquiera aun cuando no los conocía ejemplo perfecto era él. Sabía que apenas llegara a su casa,  en menos de semana tendría que volver a clases, te lamentaste por no poder llevarte a Naruto contigo. Era un buen amigo, y no querías perderlo.

De regreso a casa, platicaste todo lo que pudiste con él, le pediste su número de celular, su correo, todo lo que te pudiera ayudar a no perder contacto con él, así como Naruto hizo lo mismo, cuando divisaste tu casa, sentiste una opresión al saber que era hora, te dio la mano y abrazo mientras se despedía.

-Nos vemos luego Sasuke- te dijo, aunque dudabas eso sucediera pronto. Cuan equivocado estabas.

-Hasta luego Naruto, te llamo luego- le respondiste, bajaste sin muchos ánimos del camión.

Volteaste por última vez al transporte, en la ventana, sus ojos azules te miraban con una sonrisa alegre, que intentaba darte tranquilidad, apenas la viste, sentiste la serenidad que te transmitía, y de manera rápida la correspondiste, casi por inercia, por extraño que fuera o sonara. 

-¡Oh por Kami-sama! Sasuke esta sonriendo, tía Mikoto, ¡Sasuke finalmente se volvió loco!- escuchaste la irritante voz de su primo, quiso golpearlo, pero más perdido estabas en decirle con la mano adiós. Casi, como un adolescente enamorado.

Aunque tú, por nada del mundo estabas enamorado de Naruto, solo era un buen amigo en el que podías confiar, que te daba tranquilidad con solo tenerlo al lado, su sonrisa era brillante, tanto que deseabas preservarla o hacerla solo tuya.

-Sai-kun no exageres, solo está enamorado, quiero verte cuando estés con Gaara-san, y dime si no haces la misma mirada- dijo tu madre con una pequeña sonrisa, tapándose la boca con una mano. Al ver como ambos azabaches se sonrojaban.

-¡Mamá!  Yo no estoy enamorado, ¿Al menos sabes a que campamento me mandaron? Eran hombres TODOS- recalco con énfasis, sin evitarlo la voz de Naruto se le vino a la mente, e hizo una sonrisa sin percatarse.

-Existen los donceles, Sasuke-bastardo, además esa sonrisa comienza a darme miedo- te respondió tu primo, mientras te golpeaba débilmente el hombro.

-Ya lo sé, pero Naruto no es un doncel- respondió sin pensar –muy raro en el- deseo haberse callado antes.

-Así que…Naruto, ¿eh?- le respondieron ambos con tono juguetón, mientras entraban a la casa con una mirada que para nada le convencía. Odiaba cuando tu madre y primo se entendían.

Tú no estabas enamorado de Naruto, solo fue en el primero que pensaste por pasar tanto tiempo con él, era muy distinto a Suigetsu o Juugo, ni mencionar a Karin o Sakura, ellos eran tus amigos pero no pasaban de eso… Tampoco Naruto lo hacía, solo que este era, diferente. Decidiste, no atosigar demasiado a tu cabeza con cosas sin sentido –según tu-

88--···············--88

A donde se dirigen las nubes

Hace que piense en tu, que estas lejos.

Cada lugar y cada deseo

El cielo esta de color otoño

Me pregunto si tienes miedo, como el que tengo ahora

No llores triste y solo,  es hasta que nos encontremos

88--···············--88

El primer día escolar finalmente había llegado, estabas más que harto y hasta cansado. Suigetsu te había invitado a una fiesta que organizaron por volver a entrar a la universidad. Un día antes, ¿a quién se le ocurría algo como eso? Aparte, mala espina le traía, estaba casi seguro que Karin junto a su pareja Suigetsu le pusieron algo a su bebida. Pues pudo haber jurado ver varias veces a un chico rubio –casualmente- casi el gemelo del Uzumaki.

Estaba sentado en su asiento como todo el tiempo, al lado de la ventana, sonde podría ver los jardines como lo hacía en este momento. Salió más temprano de su casa, y ahora no tenía mucho que hacer, por que como todos había ido a la fiesta; la resaca, dolores e incluso los polvos de una sola noche, les debían estar pasando factura. Incluso Sakura bebió demasiado, tú fuiste el encargado de cargar con ella.

-Disculpe, ¿Pero no ha visto a un teme amargado por aquí?- escucho una voz demasiado familiar. Quizás, la sustancia de la noche anterior le seguía haciendo mella en su cabeza.

Giraste lentamente tu cuerpo, como si de una película de terror se tratara, al ver al chico con una enorme sonrisa en el, abriste los ojos lo mas que podía, no pudiste evitar brincar a darle un abrazo, sosteniendo la menuda espalda del oji azul. Que contento, correspondió el abrazo sin demora. Muchos chicos que pasaban a su lado o los veían mientras entraban al aula, fingieron no ver nada, pues con las industriales cantidades de alcohol era obvio el efecto aun no pasaba, y era imposible que Sasuke Uchiha se estaba abrazando con un extranjero.

-¿Cómo estás aquí? ¿Por qué no me dijiste nada? ¿Qué te pensabas sin contestarme?- le preguntaste con enojo y una pizca de emoción, hablaste tan rápido que tuviste que tomar aire al final. Querías respuestas, rápidas y coherentes.

-Ya me había inscrito antes de conocerte, fue una coincidencia estar en la misma universidad no dije nada porque quería darte una sorpresa, lamento no haber respondido pero Deidara tiro por accidente mi celular por la ventana-te explico de manera rápida, casi como si al recordar los hecho le diera gracia, pero tu captaste otra cosa aparte de eso.

-¿Deidara? ¿Te refieres a Deidara Uchiha Uzumaki?- preguntaste con un temblor en tu voz, el cual, Naruto obviamente noto, pero decidió no cuestionarte hasta que aclarara tu duda

-¡Claro! Es mi hermano mayor hace años que no lo veía y cuando me encuentro con él, resulta que soy tío, ¿puedes creerlo?- te pregunto con alegría mientras recordaba lo hermosa que era la niña de tres años. Cabello largo y negro con ojos de color azul, y piel blanca.

-Si puedo creerlo, porque Hana Uchiha es mi sobrina, ¿Cómo es posible que no me diera cuenta antes?- frotaste tus sienes con una sonrisa nerviosa, tan parecidos y no lo habías notado.

-Hey no te culpes, hace años que no lo veía, no nos conocíamos antes pero podría decirse somos como familia- te dijo con efusividad, mientras tú solo te dedicabas a asentir. Y hacerte a la idea de algo como eso, si Deidara había vuelto eso significaba que tendrías más cerca a Naruto, lo cual te relajaba, aunque siguieras negando la razón; porque ahora estabas casi seguro sabias lo que significaba y era ese calor en tu corazón.

-¡Naruto, tengo que hablar contigo!- ambos voltearon la mirada, un chico pelirrojo con ojos agua marina los veía, con extrañeza, y vergüenza. Frunciste el ceño, ¿Qué tenía que hacer Gaara con Naruto?

-Vuelvo en un instante Sasuke- te dijo antes de dejar su mochila en tu asiento conjunto e irse a donde le llamaban, podías aun verlos y no perdías la oportunidad para hacerlo. Cualquier movimiento en falso, y acabarías con el mapache desvelado.

-Hola Sasuke- escuchaste a tu amiga llamarte, pero no podía despegar la mirada de esa sonrisa, porque le sonreía a Gaara con naturalidad, eso te enfadaba más de lo que debía.

-Hola Sakura- respondiste más por cortesía, que porque realmente te importara hacerlo, mientras que apretaste tu lapicero con fuerza, sin llegar a romperlo.

-Entonces… ¿Quién era ese chico?- te pregunto con la voz curiosa, frunciste el ceño, ¿Qué acaso todos se fijaban en Naruto? En esa escuela él lo vio primero.

-¿El? Es Naruto, nuevo en la escuela- respondiste, aunque trataras de sonar desinteresado, era obvia la atención que le profesabas. Casi podía decirse, estabas celoso de que hablara con el pelirrojo

-Ah, ¿Lo conoces de algo?- te pregunto, a veces deseabas que esa curiosidad en ella se perdiera por un momento, no deseabas decirle más de lo que necesitaba saber, te pensaste un poco lo que responderías.

-…No, pero más vale no te fijes en el- eras consciente de que Sakura tenía una que otro pretendiente, y a ojos de hermano mayor, tu no aceptabas a ninguno, aunque la decisión final sería la de ella. Si llegaba a interesarse en Naruto tendrías más dificultades para tu estar con él.

Cuando entro el profesor, Sakura tuvo que ir a sentarse, al parecer detrás tuyo, cuando entro el profesor anuncio a Naruto, este se presento ante todos los alumnos, comenzabas a darse cuenta lo difícil que sería alejar a todos del rubio, pues con esa actitud amistosa del oji azul, alejarlo de las personas sería tan difícil que no podrías contar con exactitud lo que pasaría si se atrevían a  tocarlo o hablarle más de lo debido. Al escuchar todo lo que decían, apretaste tus puños, conteniendo las enormes ganas que reprimías a duras penas de gritar que Naruto era solo tuyo.

Notaste una hoja de papel amarilla en tu pupitre, al girar la mirada, el oji azul te incitaba a mirarla, sin mucha prisa la abriste, casi te echas una carcajada al ver el mensaje. Definitivamente, Naruto era un dobe.

-Teeeeme, ¿entiendes una sola palabra de lo que dice Kakashi-sensei?-

-Por supuesto, yo no dependo de dos neuronas apenas funcionales-

-¿Eso crees? Al menos yo no tengo cara de amargado “soy-superior a todo y todos”-

-Si tanto quieres entender esto, ¿Qué te parece que te de clases en mi casa?

-¿En serio? ¡Me encantaría eso! Muchas gracias Sasuke-

-Susurra mi nombre, solo hazlo-

Mandaste el papel, y aunque al principio se extraño por tu rara petición, acepto, pues volteo a tu lugar cuando el profesor había salido de la clase.

-Sasuke, gracias- te sonrió como muchas veces había hecho, tu mientras tanto, te hacías a la idea de que esa sonrisa era única para ti. Te dieron ganas de sonreírle de vuelta, como un movimiento natural, aunque antes no lo habías hecho tan seguido.

88--···············--88

Dabas las gracias a quien pudiera escucharte, pues por cosas del destino, Naruto había tocado contigo en todas las clases, sentándose ambos al lado del otro, mandándose mensajes y aun así, poniendo atención a clases. Cuando sonó el ultimo timbre, fueron los últimos en salir, sin prisa para irse, quedaron solos en ese salón.

-¿Nos vamos ya?- te pregunto, solo asentiste, mientras caminaban muchos giraban la mirada hacia ambos.

Tomaste la mano de Naruto como mero impulso, muchos desviaron la mirada de manera avergonzada o refunfuñando la suerte –ya fuera del pelinegro o el rubio- aunque el otro enarco una ceja, no te percatabas de eso, pues al tomarla, parecían que se reconocían, y la sensación te resultaba gratificante.

-¿Ocurre algo? No has soltado mi mano- el oji azul tenía un sonrojo notable, que te provoco más de una sensación. Como querer probar esos rosados labios.

-No nada… ¿Te molesta?- preguntaste, pues en verdad, tú estabas muy cómodo en esa posición, aunque solo se tomaran las manos.

-No es eso, solo que… la verdad no puedo decirte que es lo que pasa. Me gusta- admitió en tono bajo, mientras rascaba su mejilla con nerviosismo.

-Bueno, pero tengo que soltarte porque si me ve Sai no dejara de molestarme con que quiero tirarte- explicaste, aunque secretamente –en algún rincón de tu mente- realmente deseabas hacer eso.

-¿Tirarme? ¿Planeabas empujarme?- te pregunto con inocencia, sonreíste al ver su cara de completa confusión, lucia tan adorable por no entender el doble sentido que había dicho.

-Solo olvídalo, por cierto, ¿Cuándo quieres que vaya a tu casa para estudiar?- preguntaste con ansiedad en tu voz, mientras que el chico se recargaba en uno de los pilares entrantes a la escuela.

-¿Qué te parece el viernes?- pregunto mientras revisaba el celular y lo cerraba para verte.

-Me parece bien… Hola Sakura el es Naruto- cuando notaste a tu amiga la presentaste, pues era extraño que esta tuviera esa nerviosa actitud. Un punto más a tu teoría.

-Mucho gusto Sakura-san, Hasta luego Sasuke, yo ya me tengo que ir- agito la mano para ambos y se despidió, se alejo tan solo por unos metros.

-Sakura te veo mañana… ¡Espérame Naruto te acompaño!- gritaste –aunque fuera impropio de ti- se volteo para esperarte, mientras dejabas a tu amiga de lado.

-¿Estás seguro?, ¿No crees que debes acompañar a Sakura-san?- te pregunto distraído, solo negaste.

-No lo creo, Sakura vive por el otro lado, yo vivo por aquí, vamos apúrate-  le indicaste, a nadie lastimaba decirle que en realidad si vivía para el otro lado. Querías acompañar a Naruto.

-De acuerdo, entonces… ¡Alcánzame!- grito Naruto tomando impulso para iniciar una carrera. Corriste seguido de verlo, tratando de alcanzarlo.

De a ratos lo alcanzabas, adelantabas, y atrasabas, solo siguiendo al chico rubio, que contento reía a carcajadas, como hasta antes no lo había hecho, su rostro de color rojo por la corrida que se daban, sudorosa por el esfuerzo de no querer que le ganaras. De seguro, la tuya debía estar parecida, pero en el, se veía tierno; a pesar de que hablabas de un hombre de veintiuno.

-¡Eso fue divertido! ¿No quieres pasar por un vaso de agua?- te inquirió mientras buscaba sus llaves. Asentiste, tu garganta se sentía seca.

 Al abrir la puerta, ambos entraron, veías todo a tu alrededor, la casa si bien no era muy grande, se sentía acogedora, pero solitaria a cierto punto, no había nadie aun en casa, y te preguntaste como estaría Naruto solo todo el tiempo. Seguiste pensando en eso, a pesar de que te habían dado un vaso con clara agua.

-¿Quieres algo de comer? Tengo ramen- te sugirió al volver a la cocina, buscando y desordenando alguno que otro cajón.

-Gracias pero no, ya tengo que regresar o se preocuparan mis padres. Hasta luego Naruto- como mero impulso te acercaste y besaste su mejilla. Corriste apenas hacerlo.

Siendo tu última imagen, ver como se sostenía la mejilla con una sonrisa aunque apenada, feliz. El aire regreso a tu cuerpo, habías tenido el descaro de hacer algo como eso, por suerte las cosas salieron bien.

Caminaste sin mucha prisa a tu casa, pensando en una que otra cosa, como el porqué Sakura actuaba tan extraño cada que veía a Naruto, un escalofrió le recorría el cuerpo con solo pensar en que tu amiga peli rosa estuviera enamorada del oji azul. Aunque fueran amigos de mucho tiempo, ni por ella renunciarías a Naruto.

Apenas tocaste su mejilla, sentiste la calidez y tersura de la misma, teniéndola tan cerca, no resististe la curiosidad, pero ahora conociéndola, no dejarías que nadie más la sintiera como tú. Era una promesa que te hacías a ti mismo, fuera como fuera no lo dejarías.

88--···············--88

-Sasuke, Karin dice que quiere juntarse con Hinata, ¿Quieres venir?- te pregunto desde la puerta, esperando a que le respondieras.

-Claro, por mi no hay problema Sakura ¿Vas a moverte?- tu amiga asintió desganada con una sonrisa casi desganada, formaste una media sonrisa, sin saber por qué Naruto te fue a buscar o porque te acercabas cada vez mas –Alejando al rubio de la oji verde-

Al salir del salón, la chica que les acompañaba se quedo atrás, sin conocer tú la razón, pasaron frente a un cartel anunciando el baile escolar, este te tenía un poco hastiado, porque no sabias si debías o no invitar al Uzumaki, para no hacerlo sentir incomodo. Entonces se te ocurrió preguntarle.

-¿Ya supiste a quien invitaras a la fiesta?- preguntaste, con nerviosismo pues querías fuera negativa la respuesta.

-No, porque a quien quiero parece no darse cuenta- dijo simplemente desviando la mirada para de nuevo girarla.

-Mmmm… y, ¿Quién es?- apretaste los puños apenas escuchar eso, y una idea cruzo por tu cabeza. ¿Serias capaz de renunciar a tu felicidad por la de Naruto?

-Pues, es un idiota amargado, aunque es tierno en cierto aspecto, es mi mejor amigo, me encanta su sonrisa, así como sus cabellos y ojos de igual color… es perderse en ellos al verlos- aunque el chico había usado algunos –casi todos- los adjetivos que usaba para describirte, seguías sintiendo cierta duda.

-¿No puedes decirme mejor el nombre?- lamentaste para tus adentros. Recapacitaste en un pequeño detalle.

-Espera, ¿hablas de un hombre?- le giraste a ver sorprendido, el otro pareció angustiarse, para luego formar una mueca.

-¿No lo sabías? Sasuke yo soy un doncel, teme, ¿Te molesta?- te dijo mientras golpeaba tu hombro con compañerismo.

Negaste rápidamente. Te sentiste tan estúpido en esos momentos, que seguramente hubieras gritado, querías abrazarlo para mostrarle la verdad. Siendo tan delicado –al menos a tu vista- ¿Cómo no notarlo?

-¡Naruto! Tardaron demasiado, los estábamos esperando- grito Ino, una buena amiga del chico, así como tuya.

88--···············--88

Cuando llegaron del receso, tenías una sonrisa en tus labios, más grande que otras, ¿Por qué? Simple, conseguiste un poco de tiempo para estar con el chico a solas y le preguntaste el nombre del joven. Naruto solo te dijo que era un Uchiha, ¿Cuántos además de Sai y tu estudiaban en el instituto?... pero solo había un pequeño problema, no tenias ni una idea de cómo invitar a Naruto, aunque te la pensaste, quizás era algo cruel de tu parte, pero no tenias a quien más recurrir.

Sakura, ¿podemos hablar?- tu nerviosismo era tan notorio, que incluso si ella no fuera tu amiga lo hubiera notado de inmediato.

-Claro Sasuke, ¿Qué necesitas?- dejo su lápiz sobre la mesa, mientras sonreía como hace días no la habías visto.

 -Pues, como sabes el baile de mitad de semestre será en dos semanas…- te detuviste para saber que te escuchaba, mientras tanto te pensabas en si esto era una buena idea.

-Entiendo, sigue por favor- te incito, como siempre su sonrisa te decía que sería tu confidente, sonreíste un poco. Naruto te había enseñado a hacerlo

-Quería pedirte ayuda para invitar a Naruto, ¿Lo harías?- ella se quedo unos segundos callada, y su rostro cambio por leves instantes, aunque decidiste no tomarle importancia.

-Claro, ¿tienes pensado en algo?- te pregunto con un hilo de voz. Evitaba mirarte, era momento para dejar todo en claro.

-Sakura, eres como mi hermana, por eso te lo diré una sola vez. No te acerques demasiado, porque no permitiré que nadie me lo quite- declaraste, así fuera un motivo para la guerra, con tal de nunca separarte del Uzumaki lucharías.

Giraste al frente, pues escuchaste como alguien mencionaba al rubio, mejor sería prevenir pues no deseabas se hiciera una idea equivocada de que te interesaba Sakura mas que como una amiga.

.-Sasuke, quita esa cara de amargado o asustaras a alguien- te dijo el chico, sonreíste antes de contestarle, el rubio –sin darse cuenta- invadía más de lo requerido tu espacio personal, era algo que igual no reprochabas.

-Al menos yo puedo, esa cara de idiota nadie te la quita, dobe- esas ofensas que se echaban entres ustedes, realmente no eran para dañar a nadie, mucho menos al otro. Era como se llevaban.

-¡Que no me digas dobe, teme!- grito con un puño en alto, el profesor entro, y solo se puso a refunfuñar de forma baja –aunque no lo suficiente-

88--···············--88

 Un impulso desbordante  

Invadió nuestros corazones.

Y nuestra historia se comenzó a mover.

El impacto que causo nuestro encuentro.

Cambio un mundo sin color Y lo pinto claramente en un instante

88--···············--88

Dos días habían pasado desde que le pediste ayuda a la peli rosa, esta lucia distante, demasiado y te preocupaba en cierto aspecto, pues era tu mejor amiga, por desgracia si para estar con Naruto debía lastimarla lo haría, pues el realmente no jugaba con respecto al otro chico. Como cada viernes, desde que se les hizo costumbre. Naruto iría a tu casa, antes, nadie se había topado con él, pues te asegurabas de que eso no sucediera.

No porque te avergonzara el chico o algo parecido, sino porque no querías que alguien de tu casa lo pusiera nervioso y por ello se incomodara, desde un principio buscabas lo contrario. Platicaron de una que otra tontería, muchas sin sentido –todas por el hecho del rubio-, cuando viste tu casa a lo lejos, maldijiste al cielo. Tu familia estaba en casa. TODA tu familia.

-¿Quién es este chico? Sin duda es hermoso, ¿Cómo te llamas?- tu madre se acerco al rubio, y apretó sus mejillas sin mucha fuerza, mientras tallaba las marcas en sus mejillas.

-Mucho gusto en conocerla, mi nombre es Naruto Uzumaki, teme no me habías dicho que tenias una hermana- rezongo, mientras saludaba a tu madre –ahora sonrojada- tu padre también se acercaba.

-No es mi hermana, es mi madre, el es mi padre- señalaste con una ceja arqueada. No te sorprendías realmente no se veían de la edad que eran.

-Mucho gusto Uzumaki-san, nunca antes te había visto y Sasuke no me comento nada sobre ti- respondió tu padre mientras lo saludaba, viéndote de reojo, parecía querer avergonzarte.

-Por favor solo dígame Naruto, soy un amigo del teme aquí presente. Me ayuda a estudiar si algo en la semana no lo he entendido. Es un muy buen tutor- respondió el chico con una sonrisa, mientras te volteaba a ver, con una expresión de completo enfado, por no mencionarlo antes.

Por la oscura mirada de tus padres, sabias les había agrado el chico, además debían estar de acuerdo contigo, que era lo más hermoso que jamás se hubiera visto. El no le tiraba mucho a las cursilerías, pero decir la verdad no contaba como tal.

-Bueno, entonces, vayan al cuarto de Sasuke, les llevare algún bocadillo para comer- alentó tu madre con una sonrisa. Seguramente ya había notado era un doncel, pues te levantaba el pulgar.

-Diviértanse chicos, pero tengan cuidado- advirtió tu padre con tono juguetón, odiabas cuando se comportaba así, pues no te gustaba ver a tu padre diciendo algo pervertido.

-Seguro, vamos que se nos hará tarde- y el dobe de Naruto que les contestaba, casi quisiste golpearlo, pues tus progenitores rieron, quizás por la respuesta o por la ignorancia de lo que en verdad significaban esas palabras.

Te lo llevaste casi arrastrando a tu habitación, deseando que a tus padres no les entrara el complejo protector y quisieran espiarte mientras estabas con Naruto, pues querías decirle algo importante. Y no, no se trataba para nada del baile. Cuando entraron el chico comenzó a sacar uno que otro cuaderno pero negaste ante esto, aunque extrañado obedeció dejo sus cuadernos en paz, siguiéndote hasta la cama, donde te sentaste.

-Naruto, no quiero que te asustes por lo que voy a decirte. Déjame terminar, cuando acabe puedes gritar o lo que quieras… Yo no soy muy dado a esto de las confesiones, pero por ti podría hacer un intento. Te amo en simples palabras, no sé si fue algo de primera vista pero me llamaste la atención, y estando juntos termine por descubrirlo- soltaste todo de golpe, pues temías que en medio del discurso perdieras el valor reunido.

El Uzumaki estaba sorprendido, su mirada estaba literalmente perdida, pero una sonrisa adornaba sus labios, la más grande alegre y hermosa que jamás hubiera visto en sus labios, con lentitud –una muy estresante- se acerco hasta a ti, te abrazo pasando sus brazos por tu cuello, para después susurrarte algo.

-Yo también Te amo Sasuke, me fije en tu mirada oscura, tan hermosa pero a la vez tan… fría. No me lo tomes a mal, te quiero tal y como eres, no quiero que cambies jamás, por favor nunca me vallas a dejar. Nunca antes estuve enamorado, eres mi primera vez- al terminar, te dio un pequeño beso, ambos se reconocieron como tal.

En medio del gesto, sonreíste, porque saber ser su primer beso te agrado, sus labios eran dulces con un toque picante, aunque inexpertos ambos, te dejaste llevar por la sensación. Una tan grande, tan especial que era imposible describirla con facilidad, el aire se termino y tendieron a separarse del otro.

-Entonces, ya que eres mi novio, ¿Vendrás conmigo al baile?- tu voz se escuchaba tan baja, que ambos compartían simples susurros, como si eso fuera secreto de estado.

-Claro que si teme, espere demasiado para que lo dijeras- Naruto te volvió a besar, mientras que se abrazaban con cariño, de a poco las caricias se fueron intensificando.

Deseabas saber si la piel en su abdomen era tan suave como te la imaginabas, y sin autorización metiste la mano debajo de esta, acariciándola, deleitándote no solo con la textura de esta, sino con los leves jadeos que soltaba el chico en tu oído, provocando que te encendieras por dentro –y por fuera-

-Sasuke venía a preguntarte si… ¿¡Pero qué demonios haces con Naruto?!- grito Sai alarmado, mientras que su cara demostraba, no mucho realmente.

-¿¡Porque entras a mi cuarto sin pedir permiso?! ¿Qué no te enseñaron modales?- en un ataque de vergüenza e histeria saltaste de la cama, a discutir con tu primo como era costumbre.

Naruto abochornado no sabía a dónde mirar, simplemente se sentía como sobrando, pues su rostro estaba rojo, peor que el cabello de su pelirrojo primo. Suspiro unas cuantas veces procurando no escuchar lo que estaban diciendo los Uchiha

-¿Es mi culpa? Yo no te mande a cochar con Naru-chan- respondió este con una mirada lujuriosa, entre cínica y divertida. La que más odiabas.

-¿Naru-chan? ¿Qué te da el derecho de decirle así?- el enojo en tu voz era palpable, reprimías brincar sobre tu primo y tal perro morderle la yugular –no literalmente, podías enfermarte por ello-

-¿Qué, no sabias? Todos en su casa le llaman así- era tan triunfante su argumento, así como convencido que no te la creías, pero detrás de ti, se hallaba quien te podía contestar.

-¿Es eso cierto?- tu mirada- a ojos de Naruto- era peor que cualquier película de terror que el chico jamás hubiese visto, un escalofrío le recorrió el cuerpo, haciéndole jurarse así mismo, Jamás hacerte enojar.

-Sabes Sasuke creo que ya me voy, Iruka debe estar preocupado, chao. Hasta luego Sai- te beso de nuevo, aunque esta vez procurando ser menos intenso, se despidió de ti y bajo a toda prisa las escaleras.

Otra sonrisa se te escapo de los labios, incluso con la copia de tu primo frente a ti, tan solo escucharlo hacia que desearas tenerlo más tiempo. Aparte, el que los encontrara así, realmente no te molestaba, solo era marcar más tu territorio, y no porque Naruto fuese un objeto o el nuevo juguete, no, era mucho más que eso. Naruto era la primera persona que le hacía sentir tan especial, así como el chico era la primera persona a la que amaba con esta intensidad.

-Entonces, ¿él es quien te hace sonreír?- pregunto Sai con seriedad, sin bromear, y con un sentimiento reciproco de desearte felicidad. Asentiste, el chico frente a ti sonrió y bajo las escaleras después de decirte.

-Tienes suerte, cuídalo-

-Con mi vida- susurraste al aire, bajaste las escaleras al escuchar a tu madre llamarte.

Notas finales:

Cochar.- sinonimo de darse (Asi dicen mis amigos)

Jejeje, salio bastante largo, y tuve que partirlo a la mitad.En el proximo capitulo -tambien a vision de Sasuke- narrara mas, desde el baile hasta otras cosas.

Habra lemon en el proximo!!

Perdon si fue repetitivo en muchas palabras, o si ahora si el OC estuvo demasiado grave.

Espero les haiga gustado, dejenme sus comentarios o sugerencias.

Yane!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).