"Está bien, está bien. no soy más que una persona bromista."
un pierrot sin nombre de un pequeño circo.
No entiendo porque me miras con ese rostro tan triste, a pesar de que yo intento que tengas una sonrisa en tu rostro, por siempre.
Aun en esta situación seguiré sonriendo, no dejare que a pesar de estar al borde de la muerte alguien me quite la máscara.
Como una pequeña luna redonda
mantengo el equilibrio encima de esta bola
a veces hago un fallo adrede
y obtener risas es mi trabajo
Mi propósito en esta vida es el de hacer felices a los demás a pesar de que me cueste mi propia felicidad, desde aquel accidente con mis padres ese ha sido mi único objetivo, el no causar molestias a los demás.
Por eso desde que te conocí en la audiencia de aquel circo en una de mis múltiples funciones, al verte con ese rostro en tu cara decidí que iba a hacer que esos ojos violetas tomaran su brillo de nuevo.
te encontré llorando entre la audiencia
no pongas una cara tan triste
note esas lagrimas que incluso tu padre y tu madre no notaron
tengo que limpiarlas de tu cara
Ese día, después de la función me dirigí a hablar contigo, antes de que te fueras tome tu fría mano y te detuve, dedicándote una sonrisa esperando poder ver una en tu rostro.
Cuando comencé a platicar contigo descubrí que eras una persona a la que le faltaba una cosa muy esencial en su vida, el amor. Alguien que solo quería tener una familia normal como todos los demás. Su padre viajaba a otros lugares y su madre era una modelo que los ignoraba a él y a su hermano mayor, y supe que su apellido era uno muy reconocido en el pueblo. El era Un Usami.
Desde aquella primera vez, diariamente ibas al circo a verme y platicar conmigo después de las funciones, y cada que te sentías triste y tenias ganas de llorar lo hacías conmigo, derramando tus frías lagrimas sobre mis hombros.
"está bien, está bien. no duele no escuece tanto
mientras tu sonrías"
esta bien, esta bien
caer torpemente al suelo. soy un pierrot equilibrista de un pequeño circo.
Cada que ibas a las funciones con ese rostro tan triste intentaba hacer trucos más complejos aun cuando en el intento cayera y al fin de la función me tuvieras que curar tú, llamándome “Misaki idiota”.
Recuerdo cuando llegaste muy feliz antes de la función y me diste una pulsera con un dije de un oso de felpa que tenía un corazón –o al menos la mitad de el- abrazado, y tu tenias una igual, con la otra mitad del corazón, el corazón completo tenía nuestras iníciales: “MT&UA”.
Lo que no sabíamos era que había alguien más que nos observaba de cerca, alguien que te amaba pero que tú no te diste cuenta, y mucho menos yo.
Todo este tiempo él había estado ahí, y con cada muestra de afecto que teníamos su enojo crecía, hasta que llego a odiarme.
Y hubo un día el cual siempre recordare, y es en el que me dijiste que me amabas y mi vida se ilumino al saber que sentías lo mismo. A partir de ese momento comenzamos una relación que se hizo eterna con nuestro primer beso, con el amor con el que me fue robado y torpeza con la que lo correspondí; con nuestra primera vez uniendo nuestros cuerpos, con la pasión con la que nos entregamos aquel día.
Nuestra relación se fortalecía día a día, los dos usábamos diariamente a Suzuki-san en nuestras muñecas, como prueba de que lo que nos unia era algo llamado amor, el sentimiento más hermoso que pude conocer.
Nuestra relación era perfecta, todos los días eran dignos de recordar.
El chico que no paraba de llorar me dijo: "tu mentira me entristece"
"no he dicho ni una sola mentira"
cuando le dije eso, el empezó a llorar de nuevo.
"si quieres intentarlo, solo dímelo. ni si quiera me va a hacer llorar."
Pero un día, todo fue diferente. La cuerda en la que estaba sobre mi triciclo fue cortada por aquella persona que nos había estado observando, conocida como “Sumi”. Yo ya sabía que la cuerda iba a ser cortada en cuanto subiera a ella, ¿Qué porque me subí? Porque de acuerdo a la conversación que escuche, si no moría yo, Usagi-san lo haría.
Ese día le di un beso lleno de amor a mi peli plata antes de la función, y le dije el quizás ultimo “te amo” a lo que él me respondió con los mismo, nos despedimos al empezar la función y fuiste a tu lugar de siempre, en la primera fila.
Antes de subir a la cuerda, te mire y dedique una sonrisa la cual te sorprendió al principio puesto que no acostumbraba “distraerme” en acrobacias difíciles como lo es la cuerda floja, pero la cual aun así correspondiste. Ese sería quizás mi último recuerdo, y uno de los más preciados.
Me subí a la cuerda, y como lo veía planeado al ir a la mitad de esta montado sobre el triciclo esta fue cortada, haciendo que perdiera el equilibrio y cayera al piso, escuchando el sonido de mi cabeza al caer y sintiendo la sangre correr por mi frente, acompañada del dolor y aturdimiento que sufrí en ese momento.
"enséñame la cara bajo la máscara que has mantenido oculta de la audiencia"
cuando estas herido, di que estas herido.
Cuando estas dolorido, simplemente llora.
No hay nada de que estar avergonzado
Cerré los ojos un momento, para que al sentir como mi destrozado cuerpo era tomado cuidadosamente tomado abrirlos, encontrándome con mi primer y único amor, Usami Akihiko.
-Resiste, he llamado a una ambulancia- en ese momento pensé “solo él puede ser así”-Misaki, te amo-dijo sosteniendo mi nuca, besando mi frente aun a pesar de que sus labios se mancharan un poco de mi sangre, siguiendo con mi nariz, mis mejillas, y por ultimo mis labios, compartiéndome el sabor de mi sangre-no tienes porque volver a ponerte la máscara, solamente deja que yo pueda ver tu verdadero rostro, elígeme a mí.
Esas palabras, yo siempre pensé que había ocultado mis sentimientos de todos, pero aun así los descubrió. Ya sin la idea de seguir fingiendo, comencé a llorar.
Está bien, está bien. No tienes por qué sonreír.
No tienes porque volver a mentir.
Está bien, está bien. No tienes que volver a ocultarlo.
Yo lloraré contigo."
esta bien, está bien. Tú lo encontraste por mí
la cara que estuve a punto de olvidar.
Porque él, mi conejo pervertido logro mostrarme al yo que no recordaba, aquel que no ocultaba sus tristezas, que solo las dejaba salir.
-No llega la maldita ambulancia… ¡Alguien, ayúdeme!-grito el peli plata alterado al ver como su amado estaba perdido, y su cuerpo se había comenzado a enfriar-No te vayas Misaki, te lo ruego…
Está bien, está bien es como magia.
Mira, el pierrot mentiroso.
Esta a punto de desaparecer.
Yo se que ya no hay nada que hacer, mi muerte se está acercando y lo siento pero solo por esta vez, seré caprichoso.
-Usagi-san… ¿Puedo pedirte algo?-dije ya sin fuerzas, tomando su mano que ahora me parecía tan cálida- sonríe para mi, por última vez.
-Mi-misaki-dijo el de orbes violetas con voz entrecortada, para al final dedicarle una sonrisa nostálgica a su pareja, aun con lágrimas escurriendo de sus mejillas-Prometo encontrarte en nuestra próxima vida, ¿puedes esperarme?
-Siempre te estaré esperando, te amo Usagi…-dijo este sosteniendo el dije que portaba en su mano.
……
Esas fueron las últimas palabras del castaño de ojos verdes como una esmeralda, la cual se fue apagando llevándose la vida del adolescente consigo.