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Chance meeting por Hakai_

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Notas del fanfic:

Siento haber tardado tanto en subir algo nuevo, pero las clases me tienen realmente estresada, gracias de antemano por leer (?)

Que conste, este fic ya lo he subido a fanfiction desde mi cuenta, no estoy plagiando nada ya que es mio y tal

Notas del capitulo:

Llevaba tiempo queriendo escribir algo RinHaru, aunque como llevo mucho sin escribir bueno, ha salido lo que ha tenido que salir.

Desde pequeño fui un chico bastante imaginativo, reía por cualquier cosa y creía en cosas que la gente no suele creer, creía en cuentos fantásticos y en los personajes que los protagonizaban, supongo que era lo normal en un niño, creer cosas que nadie más creería y dejar de creer con el tiempo, pero en mi caso no fue así, si bien es cierto que a veces pasaba esa idea por mi mente, un día fue eliminada directamente. Era un día normal y corriente, como la mayoría, la única diferencia era que a mi profesora de la primaria se le había ocurrido llevarnos a la playa, aunque ya no recuerdo para qué. Aquel día fue cuando lo vi por primera vez, no era mucho mayor que yo en lo referente al tamaño, sus escamas azuladas reflejaban el sol de la misma forma que lo hacía el agua, y el cabello azabache resaltaba su blanca tez. Él también me vio, estoy seguro, aquel escalofrío que sentí cuando esos fríos ojos azules se posaron en mi es algo que no he podido olvidar, a pesar de los años que han pasado. Obviamente nadie me creyó, de hecho cuando se lo conté a mi madre ella solo me contó una absurda historia sobre sirenas, al parecer estas se dedicaban a atraer a los humanos con su belleza o su voz y acababan devorándolos, aún me río cuando pienso en ello, después de todo, he llegado a un punto en el que estoy casi seguro de que no es así, al menos no en su caso, de hecho durante los escasos segundos que fui capaz de verle aquella vez, aquellos fríos ojos no parecían mirarme con deseo de devorarme, claro que a estas alturas ya puedo conocer la respuesta.

La razón de esto es bastante fácil de explicar, hace unos dos meses, en una de mis habituales salidas a correr encontré algo inusual, el día anterior había llovido bastante, y la playa estaba llena de basura de todas clases, claro que la gente que podía apreciarlo era escasa, ya que aún era demasiado temprano. El problema era que en la playa no solo había basura atraída por el fuerte oleaje, al parecer esas olas habían traído algo más, o quizás debería decir alguien, puesto que ya nos conocemos. Así es, aquel tritón con el que tuve un fugaz primer encuentro estaba tirado en medio de la arena, y no tenía muy buen aspecto. Solo había dos problemas, el primero era que en un principio no le reconocí, por lo que rehusaba bastante el simple hecho de acercarme a él, quizás si que había creído aquellas historias; el segundo problema, no era otro sino el hecho de qué iba a hacer con él si me acercaba, no era como si simplemente pudiera dejarle allí, supongo que es obvio que no lo hice.

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Bajé corriendo a la playa, con una extraño sentimiento ocupando mi pecho, en un principio pensé que era miedo, miedo de que realmente acabara devorado por aquella criatura, luego ese sentimiento cambió a curiosidad a medida que me acercaba y por último mi corazón dio un gran vuelco en el momento en que giré aquel cuerpo semi-escamoso para dejarle boca arriba, estaba inconsciente, por lo que para mí era imposible ver sus ojos, pero estaba seguro de que seguirían siendo del mismo azul que aquella vez, de la misma forma que estaba seguro de que sentiría la misma extraña sensación cuando los mirara, algo que por el momento no podía ocurrir.

Con cuidado pasé mi brazo bajo su espalda tratando de enderezarle un poco antes de tomarle en brazos. Realmente agradecía que a esas horas las calles estuvieran desiertas, porque no tenía ni idea de lo que podía inventarme si alguien me veía llevando un tritón con tanta naturalidad a mi casa.

En cuanto llegamos lo primero que hice fue llenar la bañera con agua caliente, echando algo de sal en esta, pues supuse que eso le haría estar más cómodo, eso si llegaba a despertar claro, por alguna razón esa idea no me hacía ninguna gracia. ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Agh...- Me pasé la mano por la cara en un intento de eliminar la frustración, hacía casi cuatro horas que le había traído a casa y aún no despertaba. Durante la primera hora no hice otra cosa más que buscar lesiones por cualquier parte de su cuerpo, no parecía tener más que algunos arañazos, seguramente causados por el fuerte oleaje y la posible forma por la que acabó en mitad de la playa, tan lejos de la orilla. El resto del tiempo me limité a dar vueltas esperando a que aquella criatura se despertara, aunque por el momento la espera parecía inútil e infinita.

Entonces un extraño ruido me sacó de mi frustración y mi primera reacción fue ir corriendo al baño a ver qué había ocurrido exactamente.

-¿Qué demonios? ¿Se puede saber qué haces? -Aquel ser no solo se había despertado, si no que al parecer trataba de escapar de mi baño, claro que no había llegado demasiado lejos ya que estaba tirado en mitad del baño tratando de avanzar, pero por lo visto los tritones no tienen ni idea de vivir en tierra pues lo único que conseguía era dar una imagen cómica de si mismo.

-¿Por qué me has traído aquí? -Aquella voz realmente llamó mi atención, era una voz suave y dulce, pero el tono era incorrecto aquella dulce melodía era ocultada completamente por su seriedad, aunque ahora no eran el momento de perderme en aquella voz, por lo que traté de devolver mi atención a él. Había dejado de moverse, y se había limitado a quedar "sentado" mientras clavaba aquellos heladores ojos en mi, en aquel momento sentí auténtico miedo, pues aquellos ojos parecían absorberme en su azul infinito, realmente me estaba ahogando en ellos.

-¿Eh? -sacudí mi cabeza en un intento de librarme de aquella sensación- ¿No es obvio? Te estabas muriendo en medio de la playa, al menos podías agradecérmelo...-chasqueé la lengua bastante molesto por aquel comportamiento tan indiferente, ciertamente, para ser la primera vez que hablaba con él, la irritación que me provocaba era demasiada para una sola persona.

-No te pedí que me ayudaras, estaba perfectamente.

De nuevo me perdí en su voz, en sus ojos, en cada parte de su cuerpo que en aquel momento parecía una perfecta escultura que ocupaba el centro de mi baño, pues su rostro completamente neutro no le diferenciaba de estas. Cuando comprendí exactamente en el significado de sus palabras mi primera reacción no fue otra sino fruncir el ceño, pues no veía necesaria esa frialdad con alguien que te ha sacado de un aprieto, y no solo eso, ni si quiera le había dado las gracias por ello.

-Lo normal cuando ves a alguien en un aprieto es ayudarlo ¿no?...Demonios, podrías sonreír al menos ¿vives siempre con esa cara?

Le mostré una sonrisa un tanto burlona, tratando de hacer que se enfadara, aunque la única diferencia que había en su rostro eran sus cejas ligeramente inclinadas hacia el medio, pues el resto de su cara seguía completamente igual. Lo que yo no había visto venir era el golpe que me di contra el suelo cuando a esa cosa no se le ocurrió nada más que darme un coletazo en el tobillo, haciéndome a caer al suelo, ese fue el primer momento en el que la expresión de su cara cambió, ahora estaba sonriendo, aunque era una sonrisa de superioridad que solo me causó más irritación, por lo que me puse en pie von un gruñido, saliendo de aquel baño y dejándole que hiciera lo que le viniera en gana. Aunque tampoco pude dejarle solo mucho tiempo pues en el momento que cerré la puerta volví a escuchar un ruido en el baño, lo que me hizo abrirla de nuevo, encontrándome con aquella criatura tirada en el suelo boca abajo moviéndose en un intento de avanzar hacia adelante aunque era bastante obvio que no podía, lo que me hizo reír a carcajadas, obligándole de esa forma a apartar la mirada de una forma que resaltaba realmente su vergüenza.

-Deja de reírte y ayúdame, idiota.

-¿Ahora quieres ayuda? ¿Por qué debería hacerlo? -Porque si no tu baño acabará hecho un desastre, ayúdame. Suspire pesadamente justo antes de chasquear la lengua, solo para acentuar mi molestia un poco más, aunque no me quedó más remedio que agacharme para recogerle del suelo, volviendo a meterle en la bañera, pues tenía claro que no iba a llevarle a la playa en plena tarde- ¿Contento?

-No, ¿tienes algo de comer?

-¿Pero qué…? Primero parece que te doy asco y ahora me pides comida…ciertamente cuando eras pequeño parecías más simpático- Vi como su rostro cambiaba a uno más confuso, lo que me dio a entender que no tenía ni idea de lo que estaba hablando- No te acuerdas ¿verdad?- Su silencio empezaba a irritarme de nuevo, aunque la forma tan inocente que tenía de hacer las cosas consiguió que me calmara un poco- Bueno, entonces me presento. Mi nombre es Rin, y se podría decir que nos conocimos hace cinco años, en una excursión escolar, mía claro- Sus ojos parecieron iluminarse un segundo aunque en seguida volvieron a ser aquellos cristales de hielo que llevaba viendo todo el rato.

-Sé quién eres, te he visto más veces allí. Ahora, ¿tienes algo de comer o no?

Aquello realmente me había sorprendido aunque era obvio que no quería hablar más del tema, por lo que tras suspirar por enésima vez me dispuse a salir del baño para cocinarle algo a ese idiota- ¿Qué quieres?

-Caballa

Chasqueé la lengua molesto pues tenía que pedirme una de las cosas que menos me gustaban, aunque por una vez iba a tener suerte, ya que desde la última visita de Gou no me había quedado otra que comprar de todo.

Mientras se comía aquellos odiosos peces, dejando únicamente la cabeza (algo que en mi opinión era bastante asqueroso), no me quedó otra que ponerme a pensar en lo que iba a hacer. Era obvio que no podía devolverle al mar aún, pues por muy terco que fuera hasta yo me había dado cuenta de que le dolía mover la cola, a pesar del golpe que me dio un rato antes, por lo que no iba a permitirle irse, al menos por el momento. Eso era lo único que tenía claro, bueno, eso y que mientras estuviera en mi bañera, los días se me iban a hacer increíblemente largos.

Notas finales:

No se cada cuanto actualizaré, aunque me gustaría ir sabiendo que os parece para darme prisa en subir capítulos


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