Terminó de comer más rápido de lo que esperaba, habiendo dejado únicamente las raspas y las cabezas de aquellos peces, realmente era una criatura marina, bueno, no es como si antes no lo creyera, pero supongo que eso lo verificaba completamente. Recogí aquellos restos y volví al baño, sentándome en el suelo de cara a él, quien se quedó mirándome en silencio con aquellos ojos, haciendo que me perdiera en ellos de nuevo.
-¿Podrías dejar de mirarme de esa forma? Me incomodas
Al escuchar su voz volví al mundo real incapaz de creer que fuera él precisamente quien estaba diciendo eso, pues era el primero que se quedaba mirándome fijamente aunque por algún motivo acabé agachando la cabeza.
-Lo siento, ¿qué vas a hacer? -aquello era algo que realmente me daba curiosidad, ya que después de todo pertenecía al mar y seguramente querría volver a él.
-No puedo ir solo a ningún sitio mientras esté en tierra, ni si quiera puedo salir de aquí -Señaló la bañera a la vez que movía la cola, salpicando algo de agua- De todas formas no quiero volver, vine aquí buscando algo -Se encogió de hombros, supongo que trataba de quitarle importancia, aunque eso solo hizo que sintiera más curiosidad.
-¿Por qué?
-No es de tu incumbencia
Suspiré pesadamente mientras mantenía mi ceño fruncido, a veces parecía que hacía esas cosas solo por provocarme y eso era realmente molesto-Cuando decidas lo que quieres hacer avísame, no pienso pasarme el día aquí metido con un pez- Me puse en pie, dispuesto a salir de nuevo de aquel lugar, pues el claro olor a pescado empezaba a ser molesto.
-Haru- Dijo aquellas palabras de una forma que me fue casi imposible escuchar, por no hablar de que aquella palabra ni si quiera tenía sentido.
-¿Qué?
-¿A caso no me escuchas? Digo que mi nombre es Haru.
Parpadeé un par de veces tratando de asimilar eso, pues no esperaba que me dijera su nombre, y mucho menos que lo dijera de esa forma, aunque por alguna razón aquello me hizo sonreír.
-Está bien, Haru, avísame cuando sepas que quieres hacer- Esta vez sí, salí del baño cerrando la puerta en cuanto estaba fuera, aquellos últimos minutos habían sido muy extraños pues parecía la primera cosa medianamente amable que había hecho, y realmente parecía igual que cualquier otra persona, claro que de cintura para abajo seguía siendo un pez, algo que agradecí pues no creo que tener a un chico desnudo en mi bañera fuera algo muy normal, aunque supongo que esto tampoco lo era.
~~~~~~~~Haru~~~~~~~~~
Aquel chico era muy extraño, primero estaban aquellos dientes tan extraños, que por alguna razón me intimidaban bastante, supongo que era porque se parecían demasiado a los de un tiburón, y después estaba el hecho de que todo lo que yo hacía parecía molestarle, claro que eso me daba igual, era su problema, no el mío, mientras no me molestara podría estar bien con ello.
El problema vino cuando dijo mi nombre de esa forma, con aquella sonrisa, en cuanto salió del baño y me quedé solo fui capaz de escuchar el latir de mi propio corazón, era un sentimiento muy extraño que era completamente incapaz de entender, de la misma forma que sentía mi cara arder y ni el agua de la bañera que hacía rato que se había enfriado, era capaz de calmarme un poco.
También estaba el hecho, de que tenía que responder a su pregunta, no podía quedarme ahí para siempre, eso estaba muy claro, además necesitaba a alguien para cumplir mi propósito, después de todo fue mi propia idea venir a tierra, lo que no esperaba era acabar en mitad de la playa. Claro que no es como si mi propósito fuera fácil de cumplir, después de todo lo que quiero es conseguir piernas, quiero dejar de estar limitado a un sitio tan oscuro y frío, pasarme los días en la absoluta soledad, pero hasta yo se que eso no es fácil y supongo que tengo que explicárselo si quiero su ayuda.
Saqué la cabeza completamente del agua y apoyé loa brazos en el borde de esta. Tras haberme preparado, alcé la voz y por primera vez, pronuncié su nombre
~~~~~~~~~Rin~~~~~~~~~
Había pasado un rato desde que salí, todo había estado muy silencioso desde ese momento y por un instante pensé en entrar de nuevo, aunque me contuve, ya que tenía que darle el espacio que necesitara para pensar, por lo que durante ese tiempo, busqué distraerme como pude.
Entonces fue cuando escuché mi nombre ser pronunciado por aquella melodiosa voz que consiguió ponerme los pelos de punta aunque no dejaba de atraerme como solía ocurrirles a los marineros de antaño al escuchar los cantos de las sirenas, realmente aquella voz era música por si sola.
Volví al baño entrando directamente y volviendo a sentarme en el suelo, a la espera de que me dijera lo que tuviera que decirme.
-Necesito que me ayudes, así que supongo que te contaré lo que quiero -Asentí, aunque estaba algo decepcionado porque únicamente se moviera por interés- Vine a tierra porque estaba cansado del mar, quiero tener piernas, y poder andar y salir a correr, igual que tú lo haces. Necesito un beso.
Al escuchar aquellas palabras me sobresalté, no entendía para qué demonios era necesario un beso, y lo pero ¿me lo estaba pidiendo a mi? Al pensar eso no pude evitar sonrojarme hasta las orejas pues aquello era demasiado hasta para mí- P-pero... ¿ahora?...n-no se es algo...¿precipitado?
-¿De qué hablas? No te lo pediría a ti, no estoy tan desesperado-Me miró como si el simple hecho de haber pensado que lo haría le hubiera molestado, y por alguna razón aquello me dolió, me dolió ver que pareciera que me tenía asco pero no dije nada, solo quería que siguiera hablando- Además, tiene que besarme alguien que se enamore de mi y bueno, yo también debería sentir algo, necesito que me ayudes a buscar a esa persona
-¿Cómo pretendes que haga eso? ¿Debo salir a la calle y decir "Eh, ¿quieres venir a mi casa a conocer a un tritón? Es muy serio pero el pobre quiere piernas y necesita un beso"? No es como si todo el mundo pensara como yo ¿sabes? La mayoría de la gente te habría dejado tirado y el resto probablemente te habría llevado a un laboratorio. Si crees que todo el mundo es tan idiota como yo te equivocas -Me había dejado llevar, había perdido los estribos de una forma muy estúpida solo porque me había molestado que no pensara en mí, ¿por qué demonios me preocupaba por algo así? No tenía ni idea, pero cada vez soportaba menos su actitud. Lo que no esperaba, era la cara con la que me estaba mirando, parecía realmente asustado y ¿arrepentido? No sabía si esa era la palabra adecuada para su expresión- ¿Estás bien? Yo...lo siento, supongo que te he gritado sin motivo cuando lo único que quieres es cumplir un sueño ¿no? -Esbocé una sonrisa algo triste, ya que hasta yo comprendía que me había pasado diciendo cosas así, después de todo yo tenía mi propio sueño y no soportaría que me lo arruinaran y yo estaba haciendo más o menos eso.
-No importa, oye ¿puedes dejarme solo de nuevo? Necesito pensar...ah y me gustaría que me dejaras quedarme hasta que encuentre una solución.
Me limité a asentir como respuesta a ambas cosas, saliendo del baño en silencio, su tono seguía siendo neutro, pero por alguna razón ahora me parecía más frío y distante que cuando me dijo su nombre, probablemente acababa de perder la poca confianza que había ganado de él.