Hola… tal vez no nos conozcamos, ni mucho menos sepamos que existe el otro, pero me gustaría contarte mi historia ¿me dejarías?
Bien, si deseas escucharla comenzaré.
Mi nombre es Ciel Phantomhive, tengo 16 años (aparentemente). Nací el 14 de diciembre de 1875, el nombre de mi madre lo desconozco, murió al darme a luz. Según me dice mi familia saque sus ojos y su belleza. En cuanto a mi padre pues vivía con él, se llama Sebastian Michaelis. Hombre de facciones finas, cabello negro como la noche y un extraño color de ojos lo cuales eran de color carmesí, hombre recto, con principios y digno de admirar. Conde de Inglaterra y también la fantasía de toda mujer y el sueño de todo hombre. Sí, mi padre era un hombre maravilloso y digno de admirar administraba bien las empresas de la familia y parte era un buen cocinero, un padre amoroso, en fin, el hombre y padre perfecto.
Al principio lo veía como un modelo a seguir, el objeto de mi admiración, eso era cuando tenía 12 años porque después me intereso de otra forma.
En ese entonces estudiaba en Weston Collage y solo tenía dos amigos Alois Faustus y Luka Meller.
Alois: Ciel!- como siempre viene y me abraza
Luka: Alois, no dejas respirar a Ciel-
Alois: perdón- ellos eran mis mejores amigos, Alois era un conde al igual que yo tenía el cabello rubio como el Sol y ojos igual que el cielo, con una actitud extrovertida y algo bipolar. En cuanto a Luka tenía el cabello negro como la noche y ojos aguamarina, era un poco reservado pero de buen corazón siempre se preocupa por sus seres queridos. Y eso lo agradezco mucho.
Ciel: Alois tan efusivo como siempre
Alois: jaja sí
Luka: Ciel… ¿cómo va “eso”?- eso… se refiere al problema que tengo en este momento
Ciel: Parece emporar
Luka: Ciel deberías…- lo interrumpí
Ciel: Luka, sabes muy bien que eso es imposible será mejor callarme.- la campana sonó, eso indicaba ir clases. Luka, Alois y yo estamos en el dormitorio de Sapphire Owl. Nos conocimos de pura casualidad, me enteré que Alois no tiene familiares él que lo cuida es su padre Claude Faustus y de Luka supimos que es un príncipe de tierras lejanas, su única familia es su hermano mayor Aoki.
Se podría decir que los tres somos los más populares de la escuela, tenemos notas sobresalientes y nuestro físico.
Ya casi es junio, lo cual significa la competencia entre las casas: Sapphire Owl, donde los que sobresalen en los estudios se reúnen; Scarlet Fox, los que nacen en una familia con estatus habitan allí; Green Lion, aquellos que tienen habilidad en las artes marciales o deportes se reúnen allí y por último Violet Wolf aquí solo los que sobresalen en las artes entran a esta casa. El 4 de junio todos los dormitorios compiten en un juego de criquet. Es el único evento que permite la entrada a los familiares.
Alois: Ciel! Vendrá tu padre cierto?
Ciel: sí después de todo es mi única familia, y tú Luka vendrá tu hermano?
Luka: sí, también la tonta de mi prometida.
Ciel: no deberías estar así es tú prometida después de todo
Luka: tienes razón pero es muy caprichosa.
Ciel: jaja tranquilo.
------------------------Víspera del Torneo------------------------
Todas las casas estaban disfrutando de la fiesta, pude ver que había demasiadas personas y no encontraba a mi padre, cansado de esperar salí del salón al balcón a tomar aire fresco…
¿?: Al fin te encuentro-
Ciel: Padre!- me volteé y vi la cara de mi padre, aquel hombre alto de pelo negro, blanca piel, un hombre de sociedad y esos curiosos ojos color escarlata que hipnotizaban a cualquiera.
Sebastian: Pensé que no estabas, no te encontraba en ningún lugar
Ciel: Perdón sabes que odio estar entre tanta gente.
Sebastian: sí, lo sé muy bien.- comenzó a sonar la música y varias parejas compartían esta pieza de música.- Me concedes esta pieza?
Ciel: De qué hablas?
Sebastian: acaso no deseas bailar conmigo? Cómo cuando eras niño?
Ciel: Tsk… Está bien- comenzamos a bailar, era realmente feliz lo que no me esperaba era lo que pasaría después de aquel baile.
Sebastian: Ciel…- giré mi vista hacia él y atrapó mis labios, no podía creerlo ¡Mi padre me estaba besando! Al principio me pareció raro y extraño pero después comenzó a gustarme y le correspondí gustoso. Jaló un poco mi mentón para introducir su lengua, se sentía de maravilla, el que su lengua recorriera mi boca era un sentimiento indescriptible. Se separó de mí por falta de aire.
Ciel:… ¿Por qué?
Sebastian: Te amo Ciel- sentí como la sangre llegaba a mis mejillas
Ciel: eso no es cierto…
Sebastian: Claro que sí- después de eso entre al salón y me encerré en mi cuarto.
Al día siguiente inició el torneo, por alguna razón ganamos. Aun así no pude sacar de mi cabeza aquella sensación. Desde hace tiempo que siento algo por mi padre, pero no debo decir nada por mí y por él. Aunque el que me haya dicho eso no tiene sentido. Estoy en clase y entró un profesor.
Profesor: Disculpe me podría permitir al joven Michaelis, Faustus y Meller?- nos paramos de nuestros asientos y fuimos con el profesor.
Ciel: Qué sucede?
Profesor: empaquen sus cosas y retírese de la escuela
Chicos: P-pero por qué?!
Profesor: sus familiares los han sacado del colegio, así que vayan a recoger sus cosas- Los tres les hicimos caso y nos dirigimos a nuestros respetivos dormitorios a recoger todo. Cuando salimos del colegio nuestros respectivos parientes nos esperaban. Sebastian con un carruaje, Claude un hombre de cabellos azabaches algo revueltos y ojos color ámbar, siempre con su expresión seria; Aoki tenía el pelo azul con una parte de cabello largo solo un mechón, ojos ámbar y se veía más tranquilo que nada.
Los tres estábamos un tanto extrañados por sacarnos al mismo tiempo. Nos despedimos y subimos con nuestros respectivos familiares. Subí al carruaje junto con Sebastian quien se sentó enfrente de mí, venía vestido con un traje color azul oscuro casi rayándole al negro haciendo resaltar sus ojos color sangre. En todo el trayecto no hablamos y me dedique a mirar el paisaje, sentía su mirada en mí que me ponía nervioso.
Llegamos y me encerré en mi cuarto quería aclarar mis pensamientos, no, mejor dicho desecharlos ¡No es normal tener pensamientos “sucios” con tu padre!
Sirvienta: amo Ciel, la cena está servida
Ciel: bajo en unos instantes.- me arregle un poco y baje al comedor, en este podrían comer más de 20 personas, pero solo éramos dos. Mi padre siempre se sienta a la cabecera y yo a su derecha.
Comimos en paz, apenas si cruzamos palabras.
Sebastian: Ciel, después de la cena quiero que vayas a mi despacho
Ciel: C-claro padre- eso era raro, muy pocas veces iba a su despacho. Él fue el primero en acabar, y se fue. Terminé unos minutos después y subí a su despacho, toqué tres veces hasta que escuché el “Adelante”
Sebastian: Ciel acércate- me acerqué como me había dicho y me tomo del rostro para besarme, era un beso apasionado, por laguna razón sentía amor, pasión y lujuria entremezclados. Nos separamos por falta de aire.- Ciel, te amo demasiada- me puso sobre el escritorio- No sabes cuánto te deseo, día y noche pienso en hacerte mío, pero nunca lo hice porque pensé que me odiarías, aunque ahora todo cambio.
Ciel: P-padre…- estaba sorprendido él me amaba más allá de la relación padre-hijo- Y-yo también te amo- sus ojos se iluminaron.
Sebastian: Ciel, déjame hacerte el amor
Ciel: S-sí-volvió a besarme de nueva cuenta, metió su lengua entrelazándola con la mía, rodee su cuello con mis brazos acercándolo más a mí. Mi padre se posicionó encima de mí y pude sentir, aun trayendo ropa, su erección rozar con la mía. Me quitó toda mi ropa y la aventó a algún lugar.
Estaba vulnerable bajo él, se quitó la camisa dejándome apreciar ese cuerpo de Dios Griego, mi respiración era entre cortada y mis brazos encima de mi cabeza. Vi que se relamió los labios y sus ojos se tornaron un rosa fluorescente, creo que estoy loco al pensar en eso.
Terminó de quitarse la ropa y comenzó a besar y lamer todo mi cuerpo, llegó a mi pene y besó toda su extremidad hasta que lo engulló haciéndome arquear mi espalda. Literalmente mi padre me hizo tocar el cielo, desde hace mucho tiempo deseaba que me tocará de esa forma que me hiciera suyo, que me hiciera gemir su nombre hasta quedarme afónico.
Ciel: y-yo me vengo Ahhhh!- me corrí en su boca y vi cómo se tragaba toda mi esencia.
Sebastian: eres muy lindo.
Ciel: Eh? Ahhhhh!- parecía que no aguanto porque me metió su gran miembro de una sola estocada, estaba muy bien dotado, era grande y caliente; era un sueño hecho realidad. Sus estocadas eran rápidas y dura, tocando siempre ese punto que me hacía delirar de locura.
Sebastian: C-Ciel…Ciel- repetía mi nombre
Ciel: Se…- se quedó quieto por unos segundos cómo esperando a ver que hacía- Sebastian- era la primera vez que lo llamaba así
Sebastian: Ciel…- me besó y siguió con las estocadas, me levanto y se sentó en su silla, quedé encima de él y comencé a auto-penetrarme, no dejaba de gemir y jadear-
Ciel: M-me vengo…AHHHHHH!- me vine entre ambos abdómenes y el dentro de mí. Recargué mi cabeza en su hombro.
Sebastian: Vamos a mi habitación.- nos “vestimos” y caminamos a su habitación.- Duerme hoy conmigo-
Ciel:- me puse de los mil colores- E-está bien- me prestó un pijama suyo y nos metimos a la cama. Me recosté en su pecho, y comenzamos a platicar de trivialidades hasta que me dijo algo.
Sebastian: Ciel, ¿tú crees en demonios?
Ciel: eh? Pues pienso que existen, pero ¿por qué la pregunta?
Sebastian: Si te dijera que soy un demonio me creerías
Ciel: Eh?
Sebastian: No juego Ciel, yo no soy humano deje de serlo hace tiempo
Ciel: ¿es enserio?
Sebastian: ¿No me crees?- sus ojos se volvieron rosa fluorescente y sus pupilas se volvieron como las de un felino.
Ciel: eres un demonio- eso lo susurré
Sebastian: Ciel, mi vida a comparación de la tuya es eterna, por ello quería saber si te gustaría ser como yo
Ciel: y-yo si puedo estar a tu lado por siempre, sí acepto.- él me sonrió
Sebastian: bien entonces ven.- me sentó en la silla y comenzó a recitar unas extrañas palabras, no entendía nada. Sentí como si el aire me faltará y mi ojo derecho comenzó a doler
Ciel: AHHHHHHHHHHHH!- grité el dolor era demasiado, no supe que pasó después porque todo se volvió negro.
Al abrir mis ojos vi que Sebastian tenía una expresión preocupada
Sebastian: ¿Estás bien?
Ciel: sí, eso creo
Sebastian: todo fue un éxito
Ciel: ¿enserio?
Sebastian: míralo por ti mismo.- me levante y me dirigí al espejo y mis ojos se volvieron como los de Sebastian, un rosa fluorescente con mis pupilas como las de un felino.
Ciel: Increíble- no cabía en la sorpresa
Sebastian: ahora se podría decir que estamos comprometidos de por vida. Ciel deseo pasar el resto de mi vida junto a ti, pero ¿tú lo deseas?- me abrazó por la espalda
Ciel:- me giré para verle la cara- Más que nada en este mundo- lo besó de una forma tierna- te amo
Sebastian: yo también.
Los meses pasaron, los años, todo era perfecto a su lado no podía pedir más, todo era de color rosa… Hasta ese día…
Llegaba de haber hecho un trabajo, y entré a la mansión. Se me hizo raro que nadie estuviera, la mansión estaba demasiado silenciosa.
Ciel: Sebastian? ¡Sebastian!- grité pero nadie me respondía subí al segundo nivel de la casa y lo busque por todos lados hasta llegar a la habitación que compartíamos, mi instinto me dijo que no entrará, pero lo curiosidad le gano. Abrí la puerta y lo que me encontré me dejo perplejo: Una mujer estaba siento sometida por Sebastian en nuestra cama.
Mujer: Más amor! Más!- gemía la mujer
Sebastian: Claro, Mary
Mary: Ahhh! Se-Sebastian! ¡TE AMO!
Sebastian: Yo más Mary- ya no quise escuchar nada y salí corriendo de ahí, escape de esa escena
Ciel: “Estúpido Sebastian. Te odio te odio ¡TE ODIO!”-eso pensaba, mi corazón estaba destrozados. Vague por mucho tiempo no supe cuánto, pero sí de esa forma nunca le volvía a ver la cara estaba todo bien, acumule demasiado odio y rencor hacía ese ser que odio. Caí en un callejón y una mujer, de pelo castaño y ojos verdes me extendió su mano, la acepté.
-----------------140 años después. Siglo XXI--------------
La mujer que me rescató resulto ser un ángel, que había sido expulsada del cielo. No mucho tiempo después me encontré con Luka y Alois. Ambos les sucedió lo mismo que a mí. Luka se volvió un lobo infernal y Alois un demonio igual que yo.
El ángel se llamaba Emma y tenía una hija Airín, era mitad ángel mitad human, tenía el pelo negro y ojos azules, sacó la personalidad de su madre y es fujoshi. Todos trabajamos en un café llamado “Secret Moon”.
Airín: Vayan con cuidado- despidió a los últimos clientes
Luka: Ahora si que tuvimos demasiado trabajo
Alois: ni que lo digas
Airín: recuerden que gracias a ustedes tres el café se hizo más famoso.
Los tres: lo sabemos
Ciel: bueno mejor me voy
Todos: ve con cuidado
Airín: Ah, ¡Ciel!
Ciel: ¿qué sucede?
Airín: mañana que no hay trabajo y quería saber si ¿quisieras que fuéramos a algún lado?
Ciel: claro mañana pasó por ti a las 12 para irnos
Airín: Claro!
Ciel: bueno, me voy. – salí del café, dejé Londres hace demasiado tiempo ahora vivíamos en Japón, todos nos cambiamos los apellidos. Ahora eran más comunes nuestros nombres y por ellos no tuvimos que cambiarlos, mi apellido era Phantomhive, el de Alois Trancy y el de Luka Mephst.
Llegué a mi departamento, el cual no estaba muy lejos del café, a unos 10-20 min caminando, abrí y mi gato negro Kuro me saludó.
Ciel: Hola Kuro
¿?: Mucho tiempo sin vernos, amor