“¿Cómo termine así?”
Parte 2
Escucho el sonido de una puerta cerrarse, imagino que Jung Min ya había despedido a la chica con la que se bue la noche anterior, por la que lo dejo la noche anterior.
Pero el acaso ¿podía quejarse o pedir alguna explicación? No, no podía decir nada ante la acción de Jung min, ante el abandono de la noche anterior. Ellos no eran nada como para que él fuera y pidiera una explicación, no eran nada como para que el ahora quisiera llorar de dolor, no eran nada como para que el este enojado con Jung Min al salir de la habitación.
Solo eran amigos, los miles de besos que se habían dado, las largas sesiones de apasionados besos que habían tenido no significaban nada y el siempre lo supo, porque Jung Min siempre se iba al cansarse de besarlo.
La noche anterior, hace solo unas horas atrás había pasado lo mismo Jung Min se canso de besarlo dio la escusa de ir a buscar algo de beber y desapareció, cuando preocupado, idiotamente preocupado, se fue a buscarlo lo encontró bebiendo en una ronda de barias chicas que lo acariciaban al bailarle pegadas a él y él, el estaba feliz y animado dejándose tocar y bebiendo.
Lo único que podía hacer era levantarse de una buena vez, sonreír y olvidar lo sucedido, también olvidar los besos y comenzar a rechazar esas sesiones, no prestarse más para el entretenimiento de Jung Min, debía terminar con o que sea que tenían si es que tenían algo.
Se sentó en su cama recargando su espalda en la pared y cerro sus ojos para recordar tranquilamente como había comenzado esos besos.
Hace varios meses atrás había comenzado, con una de su tantas peleas. Estaban solos en el apartamento y Jung Min estaba cocinando, se había levantado de dormir una larga sienta con las palabras “tengo hambre de algo dulce” y así lo había visto ir a la cocina y comenzar a cocinar. Curioso de que cocinaría de rico había dejado sus videos juegos en la sala y lo siguió a la cocina sentándose y observándolo. Era agradable ver a Jung Min cocinar, el se concentraba mucho en ello y se veía que lo disfrutaba.
Media hora después Jung Min se sentó frente a él.
-Solo hay que esperar que se cocina-comento con una sonrisa-¿tienes hambre?-le pregunto sonriendo.
-Mucha-contesto feliz.
-Ya verás que saldrá muy rico-Jung Min siempre le convidaba de lo que cocinaba y le gustaba que él lo felicite al probarla, el sabia que a Jung min le gustaba ver su sonrisa y entusiasmo al comer todas aquellas cosas deliciosas que cocinaba.
Pero había algo que Jung Min odiaba que el haga cuando cocinaba y ese lago era lo que él, Hyung Jun, amaba hacer cuando Jung min cocinaba y era comerle los ingredientes. Su panza rugía y los dulces que Jung min tenia para decorar y rellenar el pastel que estaba cocinando eran muy apetecibles.
En el momento que el celular de Jung min sonó anunciando que un mensaje llego y este comenzó a escribir contestando, la mano de Hyung Jun se movió sigilosamente hacia uno de los dulces, cuando la blanca mano llego a su destino tomando uno de los dulces, una mano de un color mas bronceado cayó sobre la suya con todo el peso, Hyung Jun subió su mirada asustado y vio a Jung min viéndolo serio, con esa mirada que mataban si al miraba por mucho tiempo. Trato de sonreír pero el miedo no lo dejo, sintió el agarre de la mano de Jung min en la suya.
-Suéltalo-ordeno Jung min.
-Solo uno-pidió el.
-No, suéltalo-volvió a decir.
El negó con la cabeza y cerro mas su mano con el dulce, la mano de Jung min sujeto mas la suya.
-Si me sueltas lo dejo-negocio.
Jung Min asedio y en ese mismo instante que soltó la mano del menor este se echo a correr mientras llevaba el dulce a su boca, Jung min al verlo correr se echo a correr tras de él.
-¡Ven aquí!-grito corriéndolo.
Corrió tras el alrededor de toda la sala, hasta que Hyung Jun se choco con una de los sofás y cayó al suelo.
-Ha-grito de dolor al caer de boca al suelo, seguro adolorido e inmediatamente sintió como Jung min se sentaba sobre él y le sujetaba los brazos.
-Escúpelo-ordeno.
-Ya me lo trague-se rio Hyung jun.
-Vomítalo-ordeno.
-¡Qué asco! ¿Pondrás mi vomitada en el pastel?-pregunto.
-No, pero me sentiré mejor si se que en tu estomago no quedo el dulce, te enseñare que mis ingredientes no se comen-explico.-No vomitare-le aseguro haciendo enfurecer a Jung min que acerco su rostro al suyo.
-Que lo vomites-sentía la respiración de Jung min chocar contra sus labios a cada segundo, mientras se miraban fijamente, el con miedo y Jung min con ¿enojo? No eso ya no era enojo, su mirada había cambiado y paso de sus ojos a sus labios, pudo ver con claridad como la vista de Jung min estaba clavada en su labios. Separo un poco sus labios para respirar, sus pulmones necesitaban aire y el que respiraba por la nariz no era suficiente se sentía agitado. Cuando Jung Min lo vio separar su labios sintió que era una invitación a probarlos a besarlo, tal vez era solo su mente pero en ese momento así lo vio y sin pensar ni analizar, sin saber las consecuencias que traería, atrapo el labios superior de Hyung Jun entre los suyos, por puro placer y comodidad cerró los ojos y sintió como sus labios también era atrapados por los de Hyung Jun. Eso que tanto había imaginado, deseado, aneado, ahora era suyo, esos pequeños y rosados labios ahora estaban tocando los suyos, ahora podía saborearlos, sentirlos, disfrutarlos. No recordaba cuantas noches había querido besarlo y confesar de una vez lo que sentía, eso que cada día crecía más. Pero Hyung Jun no estaba enterado de todos aquellos sentimientos de Jung Min hacia él, era totalmente ajeno a saber que Jung Min deseaba hace mucho ese contacto, no se animaba siquiera a pensar que Jung Min quería esto mucho mas de lo que él lo hacía.
Lo había y tomado de imprevisto aquel contacto tan intimo siendo que hace mucho se conformo con el hecho de ser amigos, con el hecho de que a Jung Min le gustaban las chicas y no tenía ni una mínima oportunidad con él, por eso decidió guardar sus sentimientos y aceptar la amistad que Jung min siempre le ofrecía, pero esto, esto lo había sorprendido, ahí estaba, debajo de Jung Min siendo besado, sintiendo los labios de Jung Min moviéndose sobre los suyos y el correspondiéndole, dejándose llevar por aquel deseo que se le cumplía.
Aquel beso se termino cuando el sueño fue interrumpido por el sonido del horno, avisando que ya había terminado de cocinarse, entonces, así de la nada como sucedió, de esa misma manera Jung Min soltó sus labios y se adentro en la cocina.
Hay, aun recostado en el suelo, en shock, pensaba en los labios de Jung Min, en la acción tan repentina, hasta que lo escucho llamarlo y al ingresar a la cocina este lo recibió como si nada hubiera pasado, feliz y presumiendo lo excelente que había quedado su pastel y lo delicioso que olía, llenando haci las ansias de comerlos para ambos.
Los días habían pasado luego de eso y las peleas seguían, pero todas de algún modo terminaban con los labios de Jung Min sobre los suyos una vez más. Que si Hyung Jun le decia caballo este le decia tortuga y una palabra llevaba a la otra los demás miembros se alejaban a cada palabra, insulto se acercaban mas y la mano de Jung Min terminaba tomando la cabeza del maknae y plantándole un beso, soltándolo en medio del beso y luego marchándose dejándolo mudo, pero eso con el tiempo se alargo mas, cuando la mano se acercaba y se besaban, la mano se alejaba pero los labios no se separaba y en cuando buscaban aire sus ojos miraban hacia direcciones diferentes, en cuando recuperaban el aliento los labios volvían a juntarse, sin resistencia, a voluntad de ambos y así cada vez mas besos, mas minutos, mucho más largos y seguidos. Pronto no se necesitaron las peleas tan solo cuando nadie más que ellos dos estaban sucedían. De pasar a hablar tranquilamente cuando estaban solos, terminaban demasiado cercas y besándose durante largos periodos, largas sesiones de besos, si el día era muy largo y la cosa de daban, podían haber más de una al día. En esos momentos pensaba que haber robado aquel dulce fue lo mejor que s ele ocurrió.
Pero jamás hablaron del tema, ellos seguían como amigos y nadie sabía de las sesiones, nadie sabía ni lo imaginaba y ellos al terminar era como si nunca sucedió, por lo que no tenía un nombre, solo eran amigos.
Abrió sus ojos al terminar de recordar aquel momento en la sala, aquel primer beso entre ellos y se dijo asimismo “no somos nada, no puedo decir nada, los besos jamás ocurrieron”.
Tal vez era por pura pena, vergüenza o confusión el no hablar de aquellos besos, tal vez miedo a que luego ya no los haya, ninguno lo sabía ni se había puesto a pensarlo, pero ahora se mostraban las consecuencia de ello para Hyung Jun que sufría al tener que callar el dolor que sentía ante lo que vio y sucedió la noche anterior.
Una nueve pregunta surgió en la cabeza de Hyung Jun y sus labios la soltaron.
-¿Jung Min es bisexual?-sus cejas se fruncieron al intentar conseguir una respuesta.
Al no encontrarla decidió levantarse y dirigirse directamente al baño, escucho ruidos en la cocina, al parecer Jung min ya estaba por desayunar, asique si ya había despedido a la chica. Minutos después salió y decidido entro a la cocina, total seria como siempre, como si nada sucedió, como si nunca hubiese había do anda.
Había pasado horas pensando la noche anterior mientras caminaba al apartamento luego de que vio a Jung min con aquellas chicas. ¿Qué había pensado? Entre todas las cosas que se cruzaron por su mente una era la más importante, una decisión que le dolía peor necesitaba…ya no habrían besos, rechazaría los besos de Jung Min de aquí en adelante porque ahora sabia que robar aquel dulce fue un error.
Continuara…