Hoy me sentía deprimido.
Jonghyun y yo hemos terminado nuestra relación después de tanto tiempo. Desde que tengo memoria había estado con él, es decir, cerca de los cuatro años que lo conocí y desde entonces estábamos juntos.
Antes de empezar a estudiar él ya iba a mi casa a jugar conmigo, luego al entrar a la escuela pese a que no nos tocó en el mismo salón igual nos frecuentábamos en el tiempo de juego, más tarde al empezar con la educación básica entramos a la misma escuela pero tampoco nos tocó en el mismo salón.
Durante el nivel secundario fue como si el destino nos sonriera y por fin nos tocó compartir salón de clases, en la graduación él robó una flor a los arreglos florares y me la entregó junto con una declaración de amor.
La más tierna e improvisada que jamás en mi vida había visto. Sus rodillas temblándole y mirando hacia todos lados mientras me tendía la flor y decía que se sentía atraído desde hace mucho tiempo. Fue la primera flor que recibí de su parte y la que disequé poniéndola entre las hojas de un libro.
Más tarde al entrar a nivel preparatoria sucedió nuestra primera vez en las relaciones sexuales. Éramos un par de inexpertos que descubrían sus cuerpos y fue realmente divertido y tierno el cómo fue que se concretó y terminó. Recuerdo que tenía miedo de hacerlo, de lastimarme, de “empoderarse” sólo porque acepté ser el pasivo pero al final los dos disfrutamos mucho de ese evento y lo repetimos una y otra vez.
Al finalizar la preparatoria seguía la temida Universidad, yo entré a la facultad de Diseñador de Interiores mientras que Jonghyun se durmió en la prueba de admisión, por lo que fue olímpicamente rechazado. Nuestros planes eran estar en la misma estancia, en diferente facultad, pero siempre juntos, como había pasado desde el inicio.
Así que sólo deserté la Universidad con la excusa de que no me apasionaba la facultad que elegí y que me gustaría intentar en Teatro. Mientras un cazatalentos explotaba el talento de Jonghyun con las letras, la música y en general como cantante yo me preparaba cada vez más para el Teatro.
Salió la primera canción de él justo cuando fue la tercera obra que protagonicé.
Tras cerrarse el telón y soltar la mano de mis compañeros me eché a llorar, me sentía orgulloso de mí pero sentía un extraño vacío porque no estaba él.
Después de nuestra ruptura me alejé de Jonghyun. Quería estar solo y encontrarme en la vida, saber quién era yo y cómo era. Tanto tiempo estando a su lado me hacía sentir incompleto. Es decir, la mitad de mí era Jonghyun y ahora que no estaba conmigo, me sentía incompleto.
Odiaba esa sensación que cuando Sungmin se me acercó sólo accedí.
Pensé que fui egoísta porque reamente no lo quería a él, sólo no quería estar solo.
Comenzó a regalarme donas. Él con su Hey! My Dona, se volvieron mi lugar favorito, porque no me sentía vulnerable. Al inicio fue extraño pero me acostumbré a ello por necesidad. De repente no era Jonghyun el que me hacía sonreír sino que era él.
Al anochecer ya no compraba una hamburguesa doble de queso para ir a Buena Miel, la tienda en donde trabajaba para llevarle al momento de recogerlo, sino que ahora compraba una pieza de pan sabor mantequilla para recoger a Sungmin de su tienda.
Las tardes en las que él no trabajaba las pasábamos juntos, es decir, me acompañaba a comprar ropa, a ejercitarme, a teñirme el cabello, a visitar a mi padre o sólo a caminar por la ciudad. Realmente comencé a disfrutar del tiempo a su lado, de apreciarlo como “hombre”.
Me di cuenta de que tenía un lado cálido, que ya no sólo me protegía del dolor de nuestra ruptura, sino que me incitaba a seguir adelante incluso sin él mismo Sungmin. Me di cuenta de cómo era yo sin nadie a mi lado y eso me agradó.
Nunca hemos tenido intimidad pero me sentía muy conectado con él, tal vez lo que me hizo sentirme así fue el día en el que me contó de sus inseguridades. Sentía un nivel de conexión similar a cuando caía en mi crisis bulímica y me abrazabas.
¡Eso me asustó!
Fue muy impactante que decidí dar un paso más en mi relación con Sungmin.
Hoy tras la puesta en escena de la obra “Afuera en la ciudad”, mientras caminaba hacia mi camerino para cambiarme de ropa y salir de ahí para ir a mi casa y bañarme vi a Jonghyun.
Estaba a un lado de la puerta que llevaba mi nombre.
Fue extraño porque esta vez no me dieron ganas de llorar, ni sentí algún pinchazo al corazón, sólo estaba ahí de pie, antes de que pudiera abrir la boca para decirle algo, me sonrió.
Fue una sonrisa cansada, supe todo lo que había sufrido, luego sólo hizo una reverencia y me aplaudió.
-Estuviste genial hoy.- susurraste. –Sigue trabajando duro y cuida tu salud.- luego caminó para salir de ahí, al pasar a mi lado esperé a que dijera algo, pero sólo se fue.
Sin embargo el viento que rompió al hacerlo no me heló. Sino fue una brisa cálida que agradecí.
Luego de suspirar entré a mi camerino. Al elevar la mirada noté un ramo de girasoles sobre la mesa en donde me maquillan, esas eran de Sungmin.
Caminé hacia ellos para tomarlos, entonces, noté que había una pequeña rosa de ese mismo color. Estaba sola y bajo su tallo había una nota.
Sonreí mientras la tomaba, luego suspiré, la miré con mucha delicadeza, tanta que acaricié sus pétalos con miedo a que se desprendieran. Entonces abrí la nota.
“Por fin empezaba a superar nuestra separación y por fin empezaba a aceptar que nunca serías mío, que tienes otra pareja... pero hoy me has sonreído y has estropeado todo.”
Y pensé en lo tontos que estamos.